Cosas que no han estado mal en este 2023 que se acaba

Tras el sabotaje de Diógenes de ayer, que desplazo mi inocuo articulo programado que pretendía dar normalidad a un día infame, al menos me ha quedado el ultimo articulo del año. Así que como suele ser tradicional toca hacer alguna clase de repaso del año, aunque yo personalmente voy a pasar de tops y a ignorar por completo las cosas que no me han gustado, que bastante tiempo perdí ya con ellas, y limitarme a recordar un buen puñado de las cosas buenas que nos ha dado la ficción este año en todas sus formas. Un repaso en el que seguramente me dejare cosas fuera por olvido o porque se me paso verlas/leerlas este año, pero ahí están los comentarios para rellenar los huecos que me hayan podido quedar.

Aunque este año el mundo de la animación nos ha dejado algunas noticias tristes, como la despedida de dos clásicos televisivos como Archer y The Venture Bros, y como duele el final de esta ultima porque sus creadores aun tenían ideas para seguir adelante, hay que reconocer que ha sido un año excelente para este medio. En el cine pudimos disfrutar de la espectacular Spider-Man: Across the Spiderverse, la esperadísima secuela de las aventuras animadas de un Miles Morales que mola aquí muchísimo mas que en cualquiera de sus cómics. Netflix nos trajo Nimona, otra impresionante adaptación de un cómic dotada de una estética personalísima y una historia tierna y divertida que debería ver todo el mundo.

El mundo de las series tampoco se quedo atrás, ya que este año hemos contado con grandes estrenos como el de My Adventures with Superman, que aunque con sus libertades ha sabido captar a la perfección la esencia de lo que es el personaje, Pluto, adaptando el manga de Naoki Urasawa en el que rendía un épico homenaje a Osamu Tezuka, la divertida y a ratos dolorosamente cercana Fired on Mars, aquella enajenación inspirada en multitud de videojuegos que fue Captain Laserhawk, y la que para mi ha sido sin duda una de las series del año, Scavengers Reign, una espectacular epopeya de ciencia ficción con mucha influencia del cómic en su adn.

La televisión de imagen real tampoco ha estado nada mal, a lo largo del año hemos podido contar con el regreso de un montón de series que siguen estando en plena forma, la espectacular y delirante segunda temporada de 30 Monedas con un Alex de la Iglesia mas loco y genial que nunca, esos Slow Horses dirigidos por un Gary Oldman en estado de gracia, un Reacher mas grande y violento que nunca o esa For All Mankind que año tras año sigue siendo una de las mejores apuestas por la ciencia ficción “terrenal” de los últimos años. También hemos contado con estrenos interesantes como Monarch: Legacy of Monsters haciendo de puente entre las distintas entregas del Monsterverso de Godzilla y King Kong, esa adaptación a imagen real de One Piece que aun no me creo que sea real de lo bien que ha quedado, la apasionante Pokerface, el homenaje de Rian Johnson y Natasha Lyonne al genero detectivesco mas clásico o esa gamberrada cafre que es Twisted Metal. Y aunque no me he acordado de reseñarla aun por aquí, no quiero terminar esto sin recomendar Silo, una claustrofóbica y apasionante serie de ciencia ficción distopía protagonizada por Rebecca Ferguson y que es de lo mejor que he visto este año.

También fue un año de despedidas como fue el caso de Loki, que ha dicho adiós a lo grande y convirtiéndose en todo un ejemplo de que el genero superheroico no esta para nada agotado. E igualmente dijo adiós Picard con su espectacular tercera y ultima temporada, en la que la tripulación de la ya no tan nueva generación vivió una ultima aventura. Y sin salir de la franquicia no podemos olvidar el genial episodio musical de Strange New Worlds y su crossover con Lower Decks, recordándonos que estas dos series son lo mejor que le ha pasado a ese universo de ficción en muchísimos años. Aunque si este año ha habido un evento televisivo que me haya marcado ha sido el poder disfrutar por todo lo grande del esperadísimo regreso de David Tennant y Catherine Tate a Doctor Who y del debut de Ncuti Gatwa como decimoquinta encarnación de un personaje al que aun le queda mucha cuerda.

Para variar este año tampoco he visto tanto cine como debería (y menos cine estrenado este año), pero no me puedo quejar de las películas que he visto. Centrándome en los estrenos de este año tengo que mencionar el emotivo final de la trilogía de los Guardianes de la Galaxia con la que James Gunn ha dicho adiós antes de centrarse del todo en arreglar el DCU. Un DCU del que este año hemos podido ver algunos de sus últimos coletazos como la muy divertida Blue Beetle que merecía haber tenido un éxito mucho mayor en taquilla pero del que nos queda el consuelo de que volveremos a verle en el futuro. Sin salir del genero tampoco quiero olvidar The Marvels, que aunque dista mucho de ser una película perfecta fue un buen ejemplo de que los superhéroes pueden y deben ser divertidos.

Pero si hablamos de diversión probablemente el estreno con el que mas me he divertido este año ha sido Dungeons & Dragons: Honor Among Thieves, una película de aventuras de las de antes, divertida, emocionante y épica que injusta e inexplicablemente no ha contado con el éxito de taquilla que merecía, pero que si los rumores son ciertos es posible que podamos contar con una secuela que con algo de suerte estará a la altura de esta.

Y como no, el mundo del cómic no podía faltar por aquí ya que no solo es uno de los temas centrales del blog, sino que es uno que este año nos ha dado unas cuantas alegrías. En Marvel yo destacaría este año dos nombres, Jed Mackay y Al Ewing, quienes siguen siendo de forma constante de lo mejor que tiene la editorial ahora mismo (sin desmerecer al resto de autores) y que con series como Doctor Extraño o Immortal Thor nos han hecho pasar muchos grandes momentos. Aunque novedad, Avengers: War Across Time ha sido un remanso de nostalgia en el que Paul Levitz y Alan Davis nos han dado un cómic de superhéroes “de los de antes” que da gusto leer.

DC no se ha quedado atrás y sigue probando mes a mes lo bien que les ha sentado librarse de aquel lastre que durante tantos años perjudicó a la editorial, y a series que siguen manteniendo un grandísimo nivel como el Nightwing de Tom Taylor, Bruno Redondo y otros, se le han unido el regreso de la JSA a cargo de Geoff Johns y Mikel Janin acompañado por un trío de interesantes miniseries de algunos de sus miembros. También hemos podido disfrutar de grandes debuts con un sabor muy clásico., como el Green Lantern de Jeremy Adams y Xermánico, dos series de Joshua Williamson como su Green Arrow junto con Sean Izaakse y su Superman con Jamal Campbell entre otros títulos.

Si nos alejamos de los superhéroes, este 2023 también nos ha dado unas cuantas alegrías. Conan, una vez ha dejado atrás esa pintoresca etapa como Vengador en Marvel, ha regresado a sus raíces de la mano de Jim Zub y un Rob de la Torre que parece John Buscema renacido en una etapa de lo mas clásica. Si hablamos de clásico no podemos olvidar a Rogue Tropper, quien de la mano de Garth Ennis y Patrick Goddard se ha embarcado en una guerra muy lejana a esa en la que lleva combatiendo tantas décadas pero que sin embargo guarda demasiadas semejanzas con esta.

Jeff Lemire, Gabriel Hernández Walta y Jordie Bellaire nos han llevado en Phantom Road por una aterrador viaje con un destino que se antoja cada vez mas siniestro y Rick Remender y Max Fiumara nos están mostrando un mundo igualmente aterrador en The Sacrificers. Y del terror saltamos a la ciencia ficción con dos apuestas ambientadas en el mismo universo, el Void Rivals de Robert Kirkman y Lorenzo de Felici que parte de una premisa muy conocida para mostrarnos una guerra fratricida entre dos mundos condenados a entenderse y otra guerra no muy diferente que ha llegado a la Tierra de la mano de un Daniel Warren Johnson en estado de gracia que ha insuflado nueva vida a los Transformers.

Y como no, un repaso como este no podía dejar a un lado ese Manga BL que se que tarde o temprano conseguiré que se convierta en uno de los pilares de Brainstomping. Y aunque muchos estos títulos ya los había leído gracias a sus ediciones estadounidenses (ansias que es uno) ha sido en este 2023 cuando el publico español por fin ha podido disfrutar de unos cuantos títulos que valían mucho la pena. Asi es como nos ha llegado por fin la tierna historia de Licor y Cigarrillos de Ranmaru Zariya en la que de la amistad al amor solo hay un paso, la comedia de enredos del Therapy Game de Meguru Hinohara, la conmovedora autobiografía de Ryousuke Nanasaki, en la que junto con la dibujante Yoshi Tsukizuki, nos cuentan como conoció a su marido, la internacional historia de amor de Nuestra vuelta al Mundo de Mone Sorai y el torneo de artes marciales mas inolvidable que recuerdo, el Pelea de Sables de Reibun Ike, donde pierde quien termina primero. Títulos a los que tengo que sumar una novedad que si leí este año pero que aun no he recordado reseñar, la gamberra y a ratos incomoda La canción de Yoru y Asa, en la que Harada demuestra una vez mas que se le da muy bien provocar aunque su estilo no siempre sea del agrado de todo el mundo.

Se que me he dejado fuera infinidad de cosas por multitud de razones (entre ellas por supuesto el haber dejado esto para el ultimo momento y no haber podido repasar concienzudamente lo que ha dado de si este año) Pero como decía al comienzo, los comentarios están para recordarme todo lo que me he olvidado o señalarme todo aquello a lo que no preste la debida atención a lo largo del año. Dentro de lo que cabe esta claro que no nos podemos quejar demasiado, 2023 ha estado repleto de grandes obras de las que disfrutar en todos los medios, y solo nos queda esperar que este 2024 que esta ya a la vuelta de la esquina se mantenga igual de productivo e interesante o incluso que vaya a mejor.