A menudo he hablado por aquí de lo mucho que me gusta la ciencia ficción, y cuanto más retro mejor, y el anime, por lo que quizás a más de uno le choque saber que hasta ahora no me había atrevido a meterme en el universo de Gundam. Algo que básicamente se debía al cierto vértigo que me producía la enormidad y complejidad de ese universo de ficción que lleva tantas décadas en marcha. Pero al final no he podido posponerlo por más tiempo y he acabado comenzando por el lugar más lógico, por el principio de todo, la serie original de Mobile Suit Gundam 1979, y tras haber comenzado a verla empiezo a entender cómo es que se ha convertido en algo tan inmensamente popular a lo largo de las décadas.

Lo que debería haber sido un periodo de prosperidad para la humanidad, expandiéndose por la galaxia a bordo de inmensas colonias, se hace añicos cuando una de estas declara su independencia, se autoproclama Principado de Zeon y declara la guerra a la Federación Terrestre. Una guerra fratricida que en apenas un año ha provocado la muerte de la mitad de la humanidad, una tragedia provocada principalmente por culpa de la superioridad armamentística del Principado que poseen gracias a la creación de los Mobile Suits, gigantescos robots pilotados contra los que las defensas de la Federación son impotentes. Por eso, cuando los Zeonitas descubren que la Federación está desarrollando sus propios robots, tratan de destruir el proyecto, atacando la colonia en la que se encuentran los prototipos y los científicos a cargo. Un ataque que provoca que el joven Amuro Ray, hijo del director del proyecto, acabe pilotando el único prototipo intacto para detener a los invasores y proteger la evacuación de los supervivientes, convirtiéndose así en el primer piloto de un Gundam…

Sé que no soy el único que, sin haber visto nunca nada de Gundam, conocía aunque fuese de forma superficial de qué iba la historia en rasgos generales y podía reconocer sin problemas a muchos de los robots que han desfilado por esta enorme saga. Pero es que, teniendo en cuenta la cantidad de secuelas, precuelas, spinoffs, videojuegos, novelas, merchandising y demás que han surgido de aquella serie, lo raro sería no haber oído hablar jamás de Gundam. Algo meritorio teniendo en cuenta que en su día la serie fue cancelada por sus bajas audiencias, pero entre las reposiciones y el éxito imparable de las maquetas que lanzó Bandai sobre los robots de la serie, Gundam se convirtió en un titán imparable que no tiene pinta de que vaya a detenerse y del que incluso se llegó a construir una réplica móvil a tamaño real que prueba hasta qué punto en Japón adoran esta serie.
Igual lo de adorar es algo que se queda corto
Y tras haber comenzado a verla, puedo entender tanto su temprana cancelación como su éxito posterior. Yo, todas las series japonesas sobre robots que conocía, Mazinger Z, Iron Man 28 o Laserion y, mucho más tarde, Evangelion o RahXephon, trataban a menudo a los robots casi como un personaje más, siendo estos en la mayoría de ocasiones modelos únicos e irrepetibles y que poseían una relación casi simbiótica con sus pilotos (conocía excepciones como Robotech, pero eran las menos). Pero aquí Yoshiyuki Tomino, el creador de la serie, opto por un enfoque más terrenal, aquí los robots eran solo sofisticadas herramientas de combate, y se trataban como en el mundo real se haría con un caza o un tanque, como vehículos que se podían reemplazar o mejorar. Y para ahondar aún más en esa dirección, estos iban equipados con armas que podían quedarse sin munición en medio de un combate y obligar a sus pilotos a improvisar. Algo que desembocó en la creación del subgénero “Real Robot” dentro del más amplio género “Mecha”.

Pero para mí, lo que más ha destacado de esta primera toma de contacto con la serie clásica, y lo que siempre me he encontrado que era el principal reclamo que utilizaban quienes recomendaban la serie, es el enfoque dramático, y hasta cierto punto realista, de la serie. Aquí el enfrentamiento no se da entre el heroico protagonista y unos malvados alienígenas o científicos locos que buscan conquistar el mundo, ambos bandos están formados por humanos y el conflicto obedece a algo tan antiguo y tan tristemente real como la ambición desmedida. Al Principado no le basta con declarar su independencia y seguir con sus vidas, sino que han declarado una guerra preventiva contra la Federación, devastando la misma Tierra y en la que las propias colonias se han utilizado como armas, derribándolas sobre la superficie terrestre. Y también se toca, por ejemplo, cómo las bajas tan considerables que ha provocado esta guerra han obligado al reclutamiento de críos menores de edad para que la maquinaria bélica no se detenga.

Un aspecto ante el que la serie no se achanta y muestra con toda su crudeza. Los primeros Zeonitas que conocemos son crueles y despiadados y solo les importa la victoria al precio que sea, aunque eso suponga acabar con las vidas de incontables civiles inocentes. Algo que ya en el primer episodio nos muestran con toda su crudeza cuando, durante dicho ataque, un grupo de supervivientes que trataban de escapar de su colonia hasta la nave de evacuación son aniquilados por uno de los Mobile Suits invasores. Y aunque es cierto que en el anime, incluso el de aquellos años, no hacían ascos a mostrar las consecuencias de la violencia, la forma en la que se nos plantea aquí, tan cercana pese a la ambientación fantástica de la serie, resulta mucho más dura de lo que esperaba, quizás porque recuerda demasiado a imágenes que no paramos de ver en las noticias últimamente.

Y es cierto que para muchos, el tratarse de una serie de 1979, que a nivel técnico es muy hija de su tiempo, puede echar para atrás. Obviamente la animación no está a la altura de lo que estamos acostumbrados a disfrutar hoy en día, o ni siquiera hace treinta años, pero eso no debería ser un obstáculo para no acercarse a la serie. Porque, pese a que la animación hace que la serie se vea “vieja”, la forma en la que se desarrolla la acción y cómo se muestra la violencia son más que notables. Lo que, sumado a los diseños de Yoshikazu Yasuhiko para los personajes humanos y especialmente los de Kunio Okawara para todo lo tecnológico, incluidos los robots, hacen que esta serie sea toda una delicia para la vista.

Y, claro está, como no podía ser de otra forma, la banda sonora es lo que podemos esperar de esta época, desde ese opening melódico tan habitual en aquellos años y que a veces echo de menos, al resto de la banda sonora, compuesta por Takeo Watanabe, en la que una orquesta se apodera de todo para crear una música épica que da gusto escuchar.
Añoro cuando casi todas las series tenían openings así
Con todo esto, a mí esta serie, la original al menos, me tiene enganchado, y aunque no me veo con fuerzas para vérmelo todo, desde luego Mobile Suit Gundam va camino de convertirse en uno de mis animes favoritos. Por ello, espero que esto haya servido para animar a quienes estuviesen dudando entre si lanzarse a por ella o no, o para quienes busquen una serie que ya hace más de cuarenta años supo salirse de lo habitual, le den una oportunidad y se sumerjan en este fascinante universo de ficción que para mí acaba de comenzar.
Tiene un aspecto muy recomendable.
Yo personalmente quiero indagar en Bubblegum crisis.
La tengo ya olvidada +en su día me gustó, aunque iba muy justita de trama).
Yo recuerdo vagamente algún ova que sacaron por aquí hace siglos los de Manga Video, pero de lo poco que se me ha quedado es el temazo que tenia.
El anime probablemente se haga demasiado repetitivo, al seguir un esquema de «van a tal sitio, se produce una batalla, van a otro sitio, se produce otra» que al final acabe cansando, sobre todo porque la seria no es un prodigio de ritmo; de ser así, recomiendo darle una oportunidad al manga, donde aunque lo que ocurra sea lo mismo, se hace más ameno porque podría decirse que con un manga el ritmo lo marca la persona que lo lee (quien puede optar por leer más rápido la partes que se le hagan aburridas) y las partes en las que te explican los tejemanejes que se lleva la Federación por un lado y Zeon por otro se hacen más amenas.
Recomiendo también darle un vistazo a «Mobile Gundam SEED», que es básicamente la misma historia contada de una manera más moderna, a la que el principal defecto que se le puede encontrar es que Char Aznable como personaje es incomparable y ninguno de los «clones de Char» que han ido apareciendo en las sucesivas reinvenciones de la serie original ha logrado eclipsarlo.
Yo la primera serie que vi fue SEED. Una actualización muy recomendable.
La serie original tiene unas ovas resumen que están bastante bien (son las que estaban en Netflix). Te quitan la paja y no se nota demasiado los cortes.
Sip.
Me llegaron a recomendar esas películas resumidas, pero puestos a meterme en la serie prefiero hacerlo a lo bestia, aunque me trague la paja xd.
Yo de momento no estoy teniendo problemas con el ritmo de la serie, pero es que me suele gustar esa formula que tenían este tipo de series, así que la estoy disfrutando bastante.
Tengo todavía pendiente de ver alguna de las series de Gundam.😢
Yo estoy viendo en Prime Gcccux (o como se escriba). Que la emiten al ritmo de Japón.
Es una franquicia que siempre vende la misma historia, pero al mismo tiempo se adapta a cada época. Amuro Ray era un héroe acorde a los primeros mechas de robots, en Seed mucha angustia adolescente y sexualización de chicas jóvenes, siguiendo la estela de Evangelion… Ahora llevan un par de series potenciando las protagonistas femeninas (e incluso tirando por el shojo) y con un estilo más colorido. Eso sí, al ser esta nueva un whatif basado en la serie clásica, creo que un neófito no va a pillar ni la mitad de lo que dicen, me ha parecido poco accesible.
Ufff que valentía! me daría una pereza terrible empezar de 0 con el material que hay, ya me costó encontrar un hueco para revisionar Evangelión y era una de mis series anime preferidas (junto a Ergo proxy).
Mas que valentía es arqueología xd. Pero es que si me voy a meter en Gundam prefiero hacerlo por lo original en vez de ver todas las cosas derivadas que han hecho después y que es probable que en mayor o menor medida repitiesen lo que ya se conto en la clásica..
Ya contarás si logras tamaña proeza y de paso un resumen, porque dudo que haga algo así en su vida, lo más cercano fue ver ver todo Star Trek y nunca más…