Destripamos el jugoso tráiler final de Superman

DC Studios compartió el miércoles el tráiler final de Superman (final más o menos, que sabemos que no dejarán de sacar vídeos). Un tráiler de lo más jugoso, con multitud de nuevas escenas que no habíamos visto antes y que nos permiten hacernos una idea algo más clara del tono de la película y de las personalidades de sus protagonistas. Así que, como manda la tradición, toca analizar cada fotograma del mismo para ver qué nuevos detalles esconde este tráiler y tratar de apaciguar así estas semanas de espera que nos quedan hasta el estreno de la película.

¡Ya queda menos!

El tráiler comienza, tras una escena en la que Superman salva a gente de morir aplastada bajo un edificio que se está derrumbando, poniendo énfasis en Lex Luthor. Un Luthor al que vemos asaltar la Fortaleza de la Soledad de Superman, que está a medio camino entre la clásica del cómic y la de la película de Donner. Pero lo realmente interesante de ese momento es lo que le escuchamos decir, afirmando que va a destruir a Superman, que acabará con esa periodista a la que siempre le está dando entrevistas, y lo remata preguntándose que quién le crió de niño, porque les matará también. Y el desprecio y la frialdad con la que Nicholas Hoult dice todo eso me tiene cada vez más convencido de que vamos a contar con un Luthor magnífico.

Un Luthor que vemos, además, como parece tener prisionero a alguien o algo en ese lugar en el que, en tráilers anteriores, vimos que tenía retenidos a Superman y a Metamorpho. La imagen es borrosa, pero parece algún ser calvo y desnudo, y aunque mi primer instinto fue pensar que se trataba de Metamorpho, que había adoptado las propiedades de algo que le había vuelto todo del mismo color, parece que la cosa es más complicada. En otros avances se ha mostrado una imagen más clara de esa criatura y definitivamente no es Rex Mason, y James Gunn ha contado en una entrevista que se trata de un personaje apodado “Mister Handsome”. En esa imagen recuerda vagamente a un Marciano Blanco, y no desentonaría en nada que Luthor llevase tiempo aprisionando alienígenas y metahumanos, pero también podría ser una creación suya, algún tipo de experimento genético, un prototipo de Ultraman o algo relacionado con las criaturas del Proyecto Cadmus. Pero sea lo que sea, me encanta que tengamos aquí a un Luthor que combina las diferentes facetas del cómic, el poderoso hombre de negocios y el científico sin escrúpulos.

Tras esto, nos encontramos a Superman en lo que parecen ser unas alcantarillas, enfrentándose a alguien que le está disparando rayos de energía por los ojos, probablemente visión calorífica. Y aunque no hay nada confirmado, yo estoy convencido de que debe ser el misterioso Ultraman al que hemos visto en otros tráilers e imágenes promocionales previos y que parecía poseer varios de los poderes de Superman. Esto ha llevado a especular con que pueda ser desde el Ultraman de Tierra-3 a alguna versión de Bizarro creado por Luthor. Pero si nos fijamos bien en esa imagen, podemos ver que, si realmente es Ultraman, le falta la parte superior de su traje y la máscara, revelando una piel extremadamente pálida y pelo largo. Por lo que quizás estemos ante H’el, aquel villano de los tiempos del New52 que creía ser un explorador de Krypton pero no era más que un clon que combinaba ADN de varios kryptonianos y que trató de reconstruir Krypton en la Tierra.

Más clara resulta la siguiente escena, en la que Superman y Krypto salen volando de una especie de abismo, cuyos muros parecen estar cubiertos de algún tipo de tecnología, para enfrentarse a soldados de Luthor enfundados en armaduras (y espero que Luthor acabe utilizando una de esas para la batalla final). Una escena que me reafirma en mi idea de que introducir a Krypto es de las mejores decisiones que ha tomado James Gunn para esta película.

Y a continuación vemos que ese extraño abismo es algún tipo de ¿apertura dimensional? que está partiendo Metrópolis, y el mar de su costa, en dos. Y dejando a un lado la posibilidad de que esto sea en parte un guiño a esa comparación que siempre ha existido entre Superman y Moisés, yo diría que esto debe ser algún plan de Luthor que se le ha escapado de las manos y que quizás estemos ante la Zona Fantasma abriéndose camino en la Tierra.

Pero eso palidece con lo que vemos a continuación: Superman y Guy Gardner frente a frente, con un Nathan Fillion que borda esa arrogancia y chulería de su personaje, desafiando a Superman, a quien llama Big Blue, a atreverse a hacer algo. Y aunque me gustaría que reservasen ese momento para una hipotética futura película de la Liga de la Justicia (Internacional), no me quejaría si Superman le roba a Batman su momento estelar y noquea aquí a Guy de un puñetazo.

En otra línea muy diferente tenemos una escena en la que hay mucho que cortar. Superman está volando en lo que parece el espacio, rodeado de infinidad de cubos flotantes que parecen del mismo estilo que los que cubrían las paredes de aquella extraña apertura que estaba dividiendo la ciudad. A su izquierda parece que se encuentra Krypto flotando patas arriba, mientras que a su izquierda vemos a Metamorpho extendiendo múltiples tentáculos y sujetando a Superman por el cuello con uno de ellos, mientras que este sostiene en su mano a un bebé verde que parece estar llorando. Un bebé que, gracias al merchandising de la película, sabemos que se llama “Baby Joey” (algo que tiene que ser a la fuerza una coña con Baby Yoda), que pese a que pueda parecer un marciano verde, debe tratarse de Joseph “Joey” Mason, el hijo de Metamorpho y Sapphire Stagg, a quien no me extrañaría que Luthor haya tratado de utilizar como quiso hacer su abuelo Simon en el cómic.

Tras esto, nos encontramos a Lois Lane pilotando la nave de Mr. Terrific mientras lleva a bordo a Perry, a Jimmy y a Lombard, entre otros. Quizás Holt le haya dejado la nave para que salve a la redacción del Planet durante ese evento catastrófico que está partiendo la ciudad en dos. Y aunque a muchos les chocará que Lois sepa pilotar, me da a mí que aquí James Gunn ha querido colar un guiño nada más y nada menos que a la clásica serie animada de los Fleischer, en donde Lois era una consumada piloto. Una referencia rebuscadísima que me alegra, porque es una señal de que Gunn se ha fijado mucho en los referentes más clásicos a la hora de poner en marcha este proyecto.

Y volvemos a Boravia, ese país imaginario en el que Superman intervendrá para detener su guerra civil (y que es otro guiño a los clásicos, ya que esa intervención fue originalmente obra de Jerry Siegel y Joe Shuster en el segundo numero de Superman en 1939), con sus habitantes gritando el nombre de Superman. Algo que da paso a un Lex Luthor muy cabreado gritando que, ya que se han puesto de su parte (los boravianos de parte de Superman, podemos asumir), pues que se mueran. Otro pequeño momento que nos deja claro que el Luthor que vamos a tener aquí va a ser realmente diabólico.

Llegamos a otro de esos momentos que no le han sentado bien a cierto sector del público (esos que parecen no haber leído jamás un cómic de Superman), cuando vemos al héroe recuperando el aliento tumbado sobre esa extraña estructura cubierta de rectángulos y cuadrados que ya hemos visto antes, un momento en el que Mr. Terrific le grita que deje de perder el tiempo, y Superman le responde con cierto tono de ironía que está haciendo cosas importantes. Y claro, que Superman tenga sentido del humor, que incluso en momentos dramáticos pueda hacer un comentario chistoso, a algunos les parece fuera de lugar. Pero lo que desconoce mucha gente es que, si bien Superman no es precisamente un Spiderman en ese sentido, tampoco es tan serio como Batman, y que esa afición a realizar comentarios chistosos es algo que le debemos nuevamente a Siegel y Shuster.

Y nada como un momento épico para terminar el tráiler, con un nuevo vistazo al enfrentamiento entre Superman y Krypto contra los soldados de Luthor. Un momento en el que Superman gira sobre sí mismo disparando su visión calorífica contra estos, y Krypto le ayuda agarrándoles con los dientes y colocándoles en el camino de los rayos, porque sabe trabajar en equipo. Una escena que espero que termine en la película mostrándonos cómo todos esos soldados han sobrevivido, recalcando que Superman no debe matar jamás.

Con todo esto, mis ganas por ver la película no hacen más que aumentar, ya que cada cosa nueva que veo me convence de que Gunn y su equipo han clavado la esencia de Superman y sus secundarios, que han sabido ser fieles a lo realmente importante de las diferentes interpretaciones del personaje y que entienden a la perfección qué es lo que les hace funcionar. Algo que, con suerte, nos dará por fin la película de Superman que muchos llevábamos mucho tiempo esperando, así que nuevamente tocará tener paciencia y aguantar unas semanas más para poder ir a verla y, con suerte, confirmar que todo lo que prometen estos avances se va a cumplir con creces.