Llega un punto en la vida en el que tenemos que admitir que estas películas ya no son adaptaciones, si no que están «inspiradas en». Que no se den cuenta en Marvel Studios, porque con lo agarrados que son lo mismo pasan a pagar menos todavía de lo poco que pagan ya a los creadores originales de los personajes. Pero no nos engañemos, ¿tiene sentido acreditar solo a los creadores de los personajes y no a los autores de las historias en las que muchas de estas películas se basan? Pues oye, si lo que hacen es meter a los personajes en historias que se inventan en Hollywood, pues asunto arreglado…

Thunderbolts siempre fue una película rara. Para los lectores, Thunderbolts es muchas cosas a la vez; desde el los Amos del Mal «camuflados» intentando redimirse, el club de la lucha estrafalario aquel, el escuadrón suicida de Luke Cage hasta lo que tenemos ahora mismo en los cómics con Bucky liderando el grupo en un movimiento que no deja de hacernos sospechar que Marvel Studios tira de muchos hilos de la Marvel actual, aunque solo sea a base de que los editores oigan campanas y se apresuren a tratar de sacar tajada al público de las películas. Pero lo que desde luego no me esperaba es que Thunderbolts fuera una película sobre la depresión, sobre meterse en un agujero y echarse tierra por encima, querer huir del mundo, querer huir de uno mismo, querer hasta morirse. Y con ese trasfondo dramático en todo momento, con esos personajes que se sienten tan fracasados, te hacen una película a lo James Gunn sin James Gunn, con cachondeo y aventuras. Probablemente tenga menos cachondeo que Gunn, eso sí, pero la atmósfera que Jake Schreier le da a la película va a ratos en esa dirección mientras el resto del tiempo casi es hasta bajonera, manteniendo un delicado equilibrio que realmente funciona. A Jake Schreier lo conocía por Robot & Frank, una película de hace unos trece años en la que un Frank Langella que empieza a estar senil es forzado por su familia a tener un compañero robot para que le ayude, con la amenaza de que o aguanta al cacharro o lo mandan al asilo. El viejo, que en otro tiempo fue un ladrón de guante blanco, poco a poco empieza a darse cuenta de que el robot puede tener más usos de los diseñados originalmente por el fabricante y la película acaba dándonos un relato lleno de humanidad estupendamente estructurado, que es precisamente lo que le hacía falta a las últimas películas del MCU con tanto cambio de última hora.

Thunderbolts no es una historia de fracasados que triunfan, es una historia de fracasados que aguantan el tipo como pueden. Bucky fracasa en su carrera política porque realmente no es lo que quiere hacer en la vida, Yelena fracasa en ser su hermana, Alexei no es el Capitán América que le gustaría haber sido y el resto de personajes andan parecidos, con la excepción de Ghost, que no deja de ser el personaje por el que se pasa más de puntillas a lo largo de toda la película; no es de extrañar, teniendo en cuenta que el suyo era un personaje apenas esbozado en Ant-Man & Wasp. Y en medio de todo esto está Sentry, el personaje insoportable de Paul Jenkins, al que se le despoja de toda la tontería aquella de «yo estaba ahí, pero me habéis olvidado todos» para centrarse en la idea principal del personaje, que es pavorosamente poderoso y a la vez está horrorosamente mal de la cabeza. El Bob de esta película es un yonqui con un edad mental casi infantil, asustado de su propia sombra y con una inocencia tremenda, con lo que es lógico que Yelena, la verdadera protagonista de la película, tienda a querer protegerlo a toda costa a pesar de lo mucho que acojona el tipo.

Y seguramente está ahí una de las claves del éxito de la película, en el hecho de que sigue una estructura de presentación de personajes, dejarte claro hasta que punto están rotos y enfrentarlos a una amenaza imposible para la que no están ni mucho menos preparados, negándose en un principio a la aventura mientras el verdadero villano de la película no es una excusa para que se peguen con algo como tristemente hemos visto en demasiadas entregas marvelianas, si no uno que dará que hablar y que tiene el carisma y la personalidad suficiente como para seguir apareciendo en muchas más entregas. No es ésta la única cosa que hace bien el guión de esta película, porque como decía le coges cariño a estos personajes que en parte no reconoces de los cómics, pero a la vez están tan bien retratados que cuando se enfrentan a su amenaza imposible y son derrotados de forma aplastante, sus reacciones son completamente lógicas y humanas. No hay que hacer ningún acto de fe para entender lo que pasa en esta película, ni mucho menos, y por eso creo que podemos estar más que de enhorabuena. Thunderbolts es una buena película directa como una flecha, que se aguanta por si misma sin que nadie esté pensando en «la gran trama del Universo Marvel», aunque tenga sus dos secuencias postcréditos y se hable de cosas que van a pasar en el futuro del MCU y todas esas cosas.

En definitiva, Thunderbolts no deja de oler a un plan original de Marvel Studios que se vió quebrado con el fracaso en taquilla de toda la trama de Kang, pero a cambio nos da una película que tiene su propio valor y nos recupera unos personajes que se han ganado su segunda oportunidad. Poco se habla de la dirección de casting de Marvel Studios, que en muy pocas ocasiones ha fallado y en este caso demuestra de sobra que es uno de los principales valores del estudio. Lo que en un principio parecía un trámite antes del plato fuerte de este año, Los 4 Fantásticos, ha terminado ser una más que agradable sorpresa que sí, sobre todo, la sacan adelante el Alexei de David Harbour y la Yelena de Florence Pugh, sin desmerecer en absoluto al resto. Era verdad, Marvel ha vuelto.
Me he saltado tantas películas de Marvel estos años, y me han ofendido tanto otras (Ragnarok porque era una chorrada que lo reducía todo al absurdo, Capitán Amércia porque Sam Wilson se parecía al de verdad por las alas) que cuando me han machacado en Disney+ con el trailer no sabía quien era nadie (ni siquiera pillé qué la Viuda rubia estaba en peli: solo conocía al sucedáneo de Guardián Rojo). Y si sacan al cretino del Sentry, parece un motivo para no verla, la verdad.
Si es divertida quizá le doy un toque. Lo mejor de superhéroes ha sido últimamente Suicide Squad y Peacemaker.
Y vi Deadpool 3 y no era tan mala como esperaba, aunque tampoco son tan graciosos como se creen.
No les va a gustar a los fans de Sentry, con eso te lo digo todo.
¿Aparte de sus creadores existen mas fans de Sentry-Bob Reynolds-(del Sentry Kree me creo que si haya)?
Yo es que me encontré uno el otro día y no veas tú que susto!
😂😂😂
Hay mucha gente que entró en el Universo Marvel por los Vengadores de Bendis. Y entonces se creyeron que Sentry era fundamental en el Universo Marvel.
Muchos no se han enterado de que lo despacharon rápido (lo liquidaron) para que dejase de estar enfangandolo todo con sus historias.
Si, existen. Y lo que ha dicho Diogenes me incita a ir al avispero a ver como les tiene la pelicula..
Ah, pero hay fanes (pero fans de verdad) del Sentry? (Que estén mentalmente equilibrados😈)
La primera colección de Thunderbolts con Zemo quitándose la máscara de Ciudadano V para revelar que «¡somos los Amos del Mal!». Fue un momentazo inimitable difícilmente trasladable.
Y despues de ese primer ciclo ya no supieron que hacer con ellos, utilizando el nombre para distintas alineaciones(por regla general con un nuevo volumen o serie limitada) que bien podrian llamarse de otra forma y funcionar igual. Se perdio la identidad del origen de los Thunderbolts conforme iban avanzando los años.
Personalmente opino que la idea de redención sincera de personajes siempre es interesante. Más allá del rollo Escuadrón Suicida.
Si, y es una buena idea con ciertos personajes pero ¿Bullselle y Calavera pueden redimirse?, Probablemente con los guionistas adecuados.
Pero yo me referia a que ultimamente los Thunderbolts (a partir del V3) ya no se dedican a eso, y los Thunderbolts de Norman Osborn se parecian a los originales en que eran villanos, podian llamarse los Lightnings y daria igual.
La idea de villanos clasicos reinventandose a si mismos es interesante y gracias a eso tenemos a Atlas(Aunque como Goliath molaba mas) a Songbird(Ejemplo de que no hay personaje malo si no malos diseños) Mach-IV(buen cambio y mal nombre) y Techno (mi personaje preferido de la primera etapa).
Evidentemente los sicópatas y sicarios más curtidos lo tienen mal para redimirse, pero Secret Six demuestra que incluso así pueden tener relaciones que los humanicen y ser tratados no sólo como carne de camón de cínicas operaciones secretas.
Thunderbolts sirvió para darles mucha profundidad a absolutos jobbers como eran Goliath y el Escarabajo. Lástima que nadie parezca interesado en volverlos a usar. En lugar de ello tenemos a Bucky (al que odio) dando tumbos con un grupo en el que no pinta nada. A fin de cuentas él no es un criminal que necesite reforma, le dominaban mentalmente.
Songbird es el ejemplo de que lo único que necesita un personaje (por lamentable que parezca) es que llegue alguien con ideas (como le pasó a Animal Man y a La Bestia/Bwana Beast con Morrison), incluso si la idea es reformarlo (literal y figuradamente) completamente (por dentro y por fuera) como a Songbird. Y lo de villanos reformandose tampoco encaja nada mal en la trayectoria del Universo Marvel (el propio Busiek nos recordaba que esos eran los orígenes también de Clint, Natasha/Natalia, Wanda y Pietro, también de Wonder Man)Simon Williams o Mímico, e incluso alguien mucho más miserable como el primer Espadachín lo hizo).
Fabián Nicieza sí lo hizo bastante bien con el grupo. Yo diría que incluso mejor que el propio Busiek, que perdió fuelle tras el primer arco (aunque toda su etapa es agradable de leer, ya no vuelve a tener la frescura de los primeros números, ni el impacto de ese final del #1). Con otros ya no fue lo mismo. Incluso Ellis solo impactó en los primeros números y dejó que desear según avanzaba (no digamos en la conclusión, algo que nunca ha sido el fuerte de sus historias).
Tengo que decir que Langella me cae de lujo (sobre todo por su Sherlock, su Drácula y su Skeletor xD) y que ‘Un amigo para Frank’ es un peliculaso que te toca la patata. No sabía que el director era el mismo que el de esta peli de los ‘Thunderbolts’ y, si me hubiera dado cuenta, habría ido al cine con más ganas.
Estos ‘Thunderbolts’ me han parecido lo más simpático y ‘fresco’ que ha hecho Marvel Studios en los últimos tiempos (hasta las escenas post-créditos vuelven a tener gracia) y se agradece mucho esa falta de vergüenza y complejos. El Vigía/Vacío no me pegaba nada como malo de este equipo de antihéroes, pero la manera en la que enfocan al personaje hace que, de repente, tenga todo el sentido del mundo. Sabía de sobras que Julia Louis-Dreyfus podía hacer muy bien de cabrona, pero nunca se me había ocurrido que podría hacer tan bien de cabrona peligrosa.
Una cosa que me gusta mucho es que dejen muy claro que los protagonistas son personas falibles y, sobre todo, que algunos de ellos han hecho cosas horribles. Y no me refiero solo a las que acometieron estando con el cerebro lavado (caso de Bucky, Yelena y Supervisor) o forzados por las circunstancias (como Fantasma). Precisamente creo que un problema en las pelis de los Vengadores es que ‘lavan’ mucho la imagen de los personajes cuando, en realidad (en el UCM, no hablo de los originales de los tebeos) no dejan de ser garantes del statu quo (en la peli con James Spader, Ultrón hace un punto muy válido al describirlos como asesinos que quieren mantener el mundo tal y como está, pero no hay dilema real porque ni el propio Ultrón ni ningún otro personaje propone alternativas válidas y enseguida se convierte en una situación de «¡o nosotros o el caos!» Y en ‘Civil War’ todo el debate político planteado se ve diluye antes de tiempo por la historia de Bucky, Zemo y los Starks.)
Hubo dos cosas que me «acercaron» a esta peli, una fue el tono desenfadado de los trailers y la otra Jake Schreier. Y sí, aquello era una película independiente y ésto podía ser otro caos marveliano en el que había metido mano el estudio a última hora en un ataque de pánico y blablabla, pero no, es una película que tiene claro en cada momento qué quiere ser y cómo quiere ser, con lo que dentro de lo que ha sido Marvel últimamente ha sido un auténtico soplo de aire fresco. Ya hace mucho que Marvel ha abandonado ése aura de que es «demasiado grande para caer», pero es una película que recuerda a aquellos tiempos.
Y al final Sentry es el villano ideal para la historia que se cuenta, porque no deja de ser un tipo que niega su lado oscuro y lo oculta como otra personalidad, cuando precisamente la mayoría del resto de personajes creen que son su lado oscuro y no tienen redención posible.