Avengers: Endgame – El espectacular y emocionante fin de una era 1º Parte

Semana y pico y dos visionados después puedo afirmar sin miedo a exagerar que Avengers: Endgame se ha convertido en una de mis películas de superhéroes favoritas. Pero es que lo que han conseguido aquí los hermanos Russo y todo su equipo delante y detrás de las cámaras ha sido algo extraordinario, no solo como película de aventuras sino como colofón a una saga que comenzó hace algo mas de una década y de la que ahora hemos asistido al final de su primer capitulo (mas esa especie de “epilogo” que parece que sera Spiderman: Far From Home). Así que ahora una vez superada la resaca del primer visionado y con la memoria refrescada gracias al segundo, toca analizar dentro de mis posibilidades lo que ha sido este espectáculo que difícilmente hubiese creído hace tan solo unos años que podría disfrutar en la gran pantalla. Y esta vez si con SPOILERS suficientes como para parar al ejercito de Thanos.

Incluso con el tiempo transcurrido desde el primer visionado me resulta difícil organizar todo lo que me gustaría comentar sobre una película que para mi ha sido mas que una película, ha sido la culminación de muchos sueños de infancia, de muchos años de frustración ante adaptaciones fallidas (hubo una época en la que disfrutaba viendo la peli del Capitán América de 1990 porque no había otra cosa). Así que el poder disfrutar de todas estas películas que han adaptado con mayor o menor acierto de forma bastante digna a muchos de mis personajes favoritos, y asistir al final de esta primera gran etapa ha sido algo bastante especial. Por ello y como suele ser habitual en mi en estos casos la objetividad la he dejado atrás a buen recaudo que aquí pienso prescindir de ella.

Y es que dar un final digno a esta historia y dejar el terreno preparado para lo que venga después era una tarea que solo de imaginarme al frente de ella me da vértigo, pero hemos tenido la suerte de contar con un enorme equipo de gente que sabia lo que hacia y que nos han dado la(s) película(s) de los Vengadores que muchos llevábamos años deseando ver. Podría decir que la película ha sido espectacular, aunque eso seria quedarme muy muy corto, pero es que lo ha sido. Y lo mejor es que pese a su espectacularidad visual y argumental, los hermanos Russo han sido capaces de mantener un delicado equilibrio entre esos momentos espectaculares (que no han sido pocos), con los mas intimistas y los humorísticos, homenajear a buena parte de las películas que han creado el camino que nos ha llevado a Endgame y manejar el ritmo de la película de tal forma que las tres horas que dura todo este cóctel se pasen volando y te dejen con ganas de un poco mas de tiempo. Y que hayan sido capaces de que incluso tras un segundo visionado tan reciente (sabiendo perfectamente todo lo que va a suceder) esas tres horas sigan pareciéndome cortas, tiene muchísimo merito.

Una película que ademas de espectacular consigue incluso sorprender. Partiendo de ese comienzo en el que los héroes aun lamiendose sus heridas rescatan casi inmediatamente a Tony Stark y acompañados por la Capitana Marvel (que curiosamente juraría que nadie, ni ella misma, ha utilizado ese nombre ni en su película ni aquí, aunque si Spiderman en el trailer de FFH) van a los búsqueda de Thanos, quien es ejecutado por Thor cuando descubren que las Gemas del Infinito han sido destruidas y que no hay forma de deshacer las incontables muertes a lo largo del Universo. Algo que sucede apenas en los primeros veinte minutos de la película y que nos deja preguntándonos como demonios va a seguir la historia a partir de aquí.

Y lo hacen de nuevo de una forma algo arriesgada, dando un salto de cinco años en el tiempo para mostrarnos la mella que ha hecho la masacre provocada por Thanos, como ha quedado detrás una Tierra destrozada que no parece capaz de recuperarse de tan terrible daño y a unos Vengadores que tratan de sobrellevar lo mejor posible la responsabilidad que sienten por no haber sido capaces de detener al villano de formas radicalmente diferentes y en muchos casos bastante reveladoras. Así nos encontramos con una Viuda Negra que se ha volcado en su trabajo, haciendo las veces de Nick Furia y tratando por todos los medios de evitar cualquier futura amenaza, un Capitán América que ha seguido el ejemplo de Sam Wilson y se ha convertido en consejero en grupos de terapia (Con un merecido cameo de Jim Starlin) o un Tony Stark dedicado en cuerpo y alma a su familia, ese Thor que se ha lanzado de cabeza a la negación, tratando de ahogar su trauma con alcohol y comida basura o un Ojo de Halcón que ante la perdida de toda su familia se ha dedicado a ejecutar sin piedad a todos esos criminales que considera que no tienen derecho a haber sobrevivido.

Pero con ese atisbo de esperanza en la forma de el Hombre Hormiga, quien ha conseguido escapar del Microverso (me niego a llamarlo Quantum Realm) de una forma quizás un tanto rebuscada, los Vengadores tienen que hacer frente a la posibilidad de que es posible deshacer la tragedia. Un momento en el que dejando a un lado a los personajes desesperados por agarrarse a cualquier esperanza, nos encontramos con los tres grandes haciendo frente a esta esperanza de forma muy diferentes pero muy consecuentes con sus trayectorias.

El Capitán América por su lado se aferra a su eterno optimismo, a eso que le hace luchas hasta el final aunque todo parezca perdido, Tony Stark, quien se niega en principio a participar por miedo a perder todo lo obtenido en esos cinco años acaba rindiéndose ante la evidencia de que no puede estarse quieto si sabe que puede hacer algo para ayudar, recordándonos lo mucho que ha crecido el personaje desde aquellos tiempos en los que vendía armas al mejor postor sin importarle las consecuencias o ese Thor que no quiere ni oír hablar del tema, prefiriendo seguir acurrucado en su autocompasión y viviendo en una Nueva Asgard fundada en la misma ciudad que Odín defendió de los Gigantes de Hielo y en la que Cráneo Rojo encontró el teseracto (y si, me hizo gracia que este gordo y como ex-gordo no lo encontré nada ofensivo).

A partir de este punto el ritmo de la película no para de crecer hasta el final y pasamos a la aventura pura y dura. Se organiza el “Atraco en el tiempo” propuesto por Scott Lang para robar las Gemas del Infinito del pasado y utilizarlas para traer de vuelta a los desaparecidos. Un punto de la película que se aprovecha para homenajear el pasado del MCU insertando a los héroes en distintas películas precedentes (y que oportunidad perdida que no visiten por accidente el interior de la Esfinge en el antiguo Egipto…snifs) y dar pie a numerosos guiños y momentos de humor que no solo cumplen con su función de relajarnos un poco tras tanto momento dramático y antes del ultimo acto, sino que consiguen que nos lo pasemos de miedo.

Una parte de la película en la que para mi destacan entre muchos otros momentos como todas las (merecidas) criticas que recibe el uniforme que vistió el Capitán América en la primera película de los Vengadores, ese momento impagable en el que un Hail Hydra dicho a tiempo evita que se repitan momentos incómodos en el ascensor, el comprobar lo mal que queda Starlord cuando el es el único que puede escuchar el Come and Get Your Love de Redbone o esos emotivos momentos como el casi reencuentro de el Capitán América con el amor de su vida o la charla que puede tener Tony Stark con su padre para finalmente hacer las paces (momento que curiosamente sirve para que el televisivo Jarvis se de un paseo por ahí, siendo el único actor/personaje de la división televisiva que ha conseguido dar el salto al cine, haciendo quizás de Agent Carter la única serie realmente canónica del MCU)

Y como esto me ha quedado desmesuradamente largo (a juego con la duración de la pelicula) vamos a dejarlo aquí por hoy, que he conseguido explayarme tanto como para que esto me cunda lo suficiente para tener semana temática de Avengers: Endgame. Así que mañana seguiremos con este repaso a la que ya se ha convertido en una de mis películas de superhéroes favoritas y nos iremos acercando poco a poco a esos momentos que ademas de emocionarme me han aplastado emocionalmente.