Tras la entrevista a Rob Liefeld y la de Todd McFarlane, el último número del primer año de Wizard se coronaba con una portada y entrevista a… Jim Lee. El «golden boy» como lo llamaba McFarlane, el dibujante cuya de cuya decisión dependía el éxito o el fracaso de Image. Irónicamente, el anuncio de la contracubierta, el primer anuncio de la revista era para Star Trek: Deuda de Honor, el primer trabajo de Chris Claremont para DC tras su marcha de X-Men. No creo que sea una casualidad, por lo menos no del todo…

Aunque Rob Liefeld pretendió en todo momento combinar Youngblood con su trabajo en Marvel, probablemente fuera Jim Lee el que pasó a Image en mejores términos. Lee empieza la entrevista dejando claro que no tiene ningún problema con Marvel, que volvería a trabajar con ellos si le dejaran mantener la propiedad de sus personajes -algo que en tiempos de Cadence probablemente podría haber hecho, ya que al fin y al cabo la línea Epic permitía exactamente eso- y que tenía una perfecta relación laboral con «su editor» (Bob Harras), llegando a darle un preaviso de cuatro meses para que pudiera buscarle un reemplazo adecuado. Y no, no fue tiempo suficiente, porque su sustituto fue Art Thibert, uno de sus antiguos entintadores que procedió a plagiar en todo lo que pudo a Lee a la espera de que llegara el auténtico nuevo dibujante de la serie, Andy Kubert. Para Marvel fue un periodo de transición duro por todos los barcos que había quemado con los autores de la vieja guardia, porque desde luego en el apartado gráfico querían un imitador de Jim Lee y en el literario la cosa se complicaba mucho más, porque la palabra «quemado» era quedarse corto para lo que le habían hecho a John Byrne. Por mucho que Jim Lee en esta entrevista intente ser la diplomacia personificada, manteniendo su papel de «el bueno», Marvel había entrado en auténtico pánico tras su marcha, y si Perelman o Stewart hubieran sido realmente conscientes de lo que había perdido Harras en menos de un año y las cifras de ventas no hubieran enmascarado la realidad que se les venía a medio plazo, seguramente habrían pedido la cabeza de Bob Harras en una bandeja de plata. Pero ninguno de ellos lo fue, y Tom DeFalco no era precisamente un editor-in-chief que fuera a mover un dedo al respecto por el pánico que sentía ante la perspectiva de que lo empezaran a ver como otro tirano como Jim Shooter.

Pero como decía, Jim Lee trataba de mantener la compostura, a pesar de tener que esquivar durante la entrevista todos los temas espinosos a los que sus compañeros de editorial habrían saltado cual marrano en un lodazal; «¿Qué opinión te merecen los tipos que se quedan en las grandes compañías creando personajes constantemente? ¿Crees que les están tomando el pelo?» o «¿Crees que estáis dandole a la industria del cómic la patada en el culo que necesita para tratar mejor a sus profesionales?» Lee se mantiene tranquilo en todo momento, afirma creer que el éxito de su empresa puede contribuir a mejorar las condiciones laborales de la industria, pero no culpabiliza a nadie de la situación actual ni reprocha a nadie por ser un «colaboracionista» del status quo. Vamos, que no es McFarlane o Larsen: «No hay un valor de juicio absoluto (…) Alguna gente quiere apoyar el sistema porque pueden crear personajes sin tener que preocuparse de (…) los aspectos editoriales del negocio». Todo bien, sin mojarse.

Preguntado si el cambio de Image motivaría que menos autores tuvieran que irse a trabajar a otros medios como la publicidad, Lee dice que es la publicidad la que está en horas bajas, que algunos autores están trabajando en cómics porque no les dan nada en publicidad, un mercado tradicionalmente mucho más generoso. Y aquí había que darle la razón, la ilustración publicitaria había sido una aspiración para todos los dibujantes que querían vivir con relativa tranquilidad, pero allá por los 80 empezaron a prescindir de ella en favor de la fotografía, y la cosa iría a mucho peor en los años posteriores con la aparición del Photoshop, con lo que ya ni siquiera habría trabajo como portadista en revistas o el cartelismo en general. Que narices, mirad si no los posters de las películas de Marvel, que no los pinta ya nadie y son collages que a ratos parecen hasta hechos con IA.

Cuando le tantean para saber si le hubiera gustado quedarse en X-Men, Lee reconoce que eran sus personajes favoritos de niño, pero que tras 30 números en la serie empezaba a notarse cansado de dibujar los mismos personajes, todo esto a pesar de que los había rediseñado por completo hacía menos de un año, cosa que no comenta en la entrevista. Ésto contradice un poco con lo que sabemos sobre lo mucho que le costó tomar la decisión de dejar Marvel y fundar Image, pero a la vez no es de extrañar porque treinta números había sido la duración media de los dibujantes de la serie durante la etapa de Chris Claremont. Aun así, al ser Lee también el escritor de la serie, de no haber ocurrido la espantada de Image probablemente habría recalado en otra serie de Marvel como dibujante y se habría mantenido como argumentista de los mutantes durante un año más hasta agotar el pozo. La transición habría sido menos dolorosa para la editorial, desde luego.

Y precisamente sobre su faceta como guionista va la siguiente pregunta, sobre que planes tenía para los distintos personajes de la serie y si Marvel pensaba continuarlos; Lee avisa de que Harras es plenamente consciente de cuáles eran sus planes a largo plazo, y que están siguiendo esas líneas maestras tanto con Lobezno y el Profesor X, el pasado de Gambito y su relación con Pícara (ugh, ugh, ugh), la de Cíclope con Mariposa Mental o Rojo Omega y el Club Fuego Infernal. Preguntado por quién es el traidor (una trama que llegó con la introducción de Bishop, que llegó del futuro dando la paliza con lo aquello) Lee se niega a contarlo pero que Marvel lo sabe de sobra, pero que tenían una historia muy elaborada y que le hubiera encantado contarla, pero que no va a ser el caso. Perosnalmente, no creo que la idea de Lee y Portaccio fuera que el traidor fuera el propio Profesor Xavier con todo lo de Onslaught, más que nada porque se acabó contando cuatro años más tarde, pero a la vez la historia es tan lamentable que lo mismo sí. Quieras que no, Harras estuvo todos esos años rascando todo lo que pudo el fondo del cubo de las historias de Claremont, con lo que haría lo mismo con las de Lee.
Leyendo esa epoca de los mutantes (deje de hacerlo al llegar a la era de Apocalipsis quedaba claro que el traidor era Gambito(al menos en la linea temporal de Bishop) aunque mucho me temo que hubieran optado por la opcion mas clasica, es decir que fuese el propio Bishop el traidor.
Bishop un personaje que intentaron que fuese el nuevo Lobezno y que ni siquiera llego a ser un imitador del exito de Cable( al final resultara que Rob Liefeld no sabra dibujar comics pero si que parece que sabe diseñar personajes que logran tener colecciones longevas).
Esto me plantea una pregunta. ¿Que personajes crearon el resto de fundadores de Image que llegasen a tener un exito parecido a los creados por Liefeld(Cable,Masacre) para Marvel Comics?
Yo el mérito de Cable se lo daría más a Nicieza o Robinson que a Liefeld, pero le tengo tanta manía que siempre me dará asco. Y ya te digo, Jim Lee Gambito, y… Nada más. Villanos como Rojo Omega no son muy allá, luego tienes a McFarlane que inventó a Venom (aunque aquello es lo que es) y Larsen no inventó nada que yo sepa.
Y el de Deadpool tampoco es mérito de Liefeld, el carácter de Deadpool que lo llevo al éxito no tiene nada que ver con Liefeld. A veces hay niños que saben jugar con tus juguetes sosos mejor de lo que tú lo harás nunca y luego te quedas el mérito.
Yo me refiero a diseño de personajes porque si hablamos de merito una gran parte del publico cree que el exito de los personajes de Marvel o DC es por las peliculas y no por los comics, de los cuales seguramente desconoceran su existencia.
Y lo mismo podriamos decir de Juego de Tronos. ¿De quien es el merito del autor de las novelas o de los que hicieron la serie de tv?
Igual que después Peter David con Estrella Rota.😈
Habia pensado en Gambito como creacion de Jim Lee pero como no estaba seguro tampoco me apetecia buscarlo y si te equivocas ya te llueven las criticas.
De Venom si que me habia olvidado pero como siempre se cita su primera aparicion en Secret Wars como simbionte no recorde que es creacion (grafica) de McFarlane.
Rojo Omega no se ha prodigado en otras colecciones mas alla de las circunscritas al ambito mutante.
Otra creacion de Jim Lee seria el diseño del uniforme de los Acolitos, aunque esa primera formacion fue fulminada casi de inmediato a excepcion de Fabian Cortez(no me gustan nada los personajes con superpoderes que no tienen nombre clave)
Buscando por internet he encontrado que Matanza(Carnage) es creacion de Erik Larsen Bishop de Whilce Portaccio y Jubilo de Marc Silvestri
A mí de Image solo me gustó Gen13 y el personaje de Taboo de Backlash, era joven y me apasionaba el vampirismo, que le vamos a hacer.
Y el número aquel de Majestic en el fin de los tiempos por Alan Moore (para mí mejor que sus WildC.A.T.s, que no me disgustan, especialmente los números de la distopía kherana). Y su más ligero Deathblow femenino.
Me acabo de enterar de que Taboo era una vampira, ya ves lo que leí de aquello!
El simbionte que llevaba y le daba los poderes estaba hecho con la sangre de un vampiro y por eso manifestaba alas a veces, además de las garras, colmillos. La dibujé muchas veces.
También leí los Wildcats, tiene etapas decentes, la 3.0 estaba muy bien y al remake que hizo Warren Ellis hace unos años (más maduro y actualizado) también, ese sí lo compré.
Yo es que era ver los dibujos de Brett Booth y salir espantado, que bastante tuve ya con jamármelo en los 4F de Heroes Reborn.
Que ya que estamos, eran mejores que los de DeFalco. Por si alguien lo duda.
Pudo ser Mark Waid quien decidió lo del traidor?
Me suena que fue él quien se acordaba de lo del enamoramiento de Xavier por Jean, pero no sé si lo propuso como justificación de una decisión ya tomada de antemano.
Viendo los tebeos originales, efectivamente la cosa olía a Bishop.