Los crossovers entre personajes del cómic y otros medios no son nada raro, y así, a lo largo de los años, hemos podido leer crossovers tan dispares como los de la Patrulla X con Stark Trek, los Green Lanterns visitando el Planeta de los Simios o los Vengadores conociendo a los Transformers, entre muchos otros. Algo a lo que, en los últimos tiempos, desde que Marvel adquirió los derechos de Alien y Depredador, se han unido los de estos últimos cruzándose con los Vengadores de un futuro alternativo y con Pantera Negra. Y a esto debemos añadirle la miniserie que ha comenzado esta semana, Predator vs Spiderman, en la que el trepamuros tendrá que hacer frente a uno de sus enemigos más peligrosos, y en dicho enfrentamiento se cruzará un viejo conocido que está por ver si será un adversario o un aliado. Y, pese a que este tipo de cruces no me suelen volver loco, la presencia de ese personaje no del todo inesperado y el que Benjamin Percy se encuentre detrás de este cómic me han convencido para darle una oportunidad a esta serie.
Nueva York está sufriendo una de las peores olas de calor de su historia, lo que provoca que la red eléctrica soporte a duras penas la sobrecarga exigida por tantos aparatos de refrigeración funcionando al mismo tiempo, y los apagones sean habituales. Una tensa situación a la que se suma la presencia de un misterioso y brutal asesino en serie que está sembrando la ciudad de cadáveres grotescamente mutilados. Un hecho que pone en alerta a Spiderman sin que este siquiera imagine que ese asesino al que busca no es precisamente alguien convencional, sino un ser que ha venido desde muy lejos para convertir Nueva York en su coto privado de caza y al que quizás Spiderman no pueda hacer frente solo…
Con estos crossovers suelo ser bastante cauto, ya que, demasiado a menudo, son un simple sacacuartos con los que las editoriales parecen asumir que los nombres en la portada ya son suficientes para garantizar las ventas y les importa poco publicar un producto mediocre. Pero de vez en cuando hay gente con talento y ganas detrás de ellos que nos garantizan que, como poco, estaremos ante una lectura entretenida, y yo confío en que Benjamin Percy sea uno de esos, ya que al menos el talento lo tiene. Eso y experiencia, ya que este es el tercer crossover que escribe con el Depredador de por medio, siendo los anteriores las miniseries en las que se enfrentó respectivamente contra Pantera Negra y Lobezno, así que, además, siento curiosidad por comprobar qué hará para que la presente miniserie no sea simplemente una repetición de las anteriores con un héroe diferente de por medio.
Porque, otra cosa no, pero el Depredador ha sido alguien bastante prolífico en sus enfrentamientos, y, a lo largo de los años y en diferentes editoriales, le hemos visto luchar contra Batman, Superman, Aliens y Terminators a la vez, Tarzán, el Juez Dredd e incluso Archie. Por ello, tenía ganas de ver qué harían Percy y Marcelo Ferreira aquí con un personaje que tan poco tiene que ver con los adversarios habituales del Depredador. Aunque me temo que, para comprobarlo, aún tocará esperar un número más, ya que este primer número no ha sido más que un prólogo que nos pone en situación y nos presenta a los protagonistas dentro de una premisa que bebe mucho de la segunda película del monstruo, solo que cambiando la ola de calor de Los Ángeles a Nueva York y a Danny Glover por Spiderman.
Pero hay un elemento en este cómic que ha conseguido sacarme una sonrisa, motivada puramente por la nostalgia, y que me ha llevado de pasar de la mera curiosidad hacia algo de interés por lo que suceda en los próximos números de este cómic. Porque Percy ha debido pensar, como no podía ser de otra manera, que eso de convertir Nueva York en un coto de caza no le iba a sentar nada bien a alguien que hace mucho que considera a la ciudad como tal y al trepamuros como una presa poco menos que de su propiedad, así que esto, al final, no va a ser un mero enfrentamiento entre Spiderman y el Depredador, sino que Kraven el Cazador se va a unir a la refriega y probablemente tenga que acabar forjando una incómoda alianza con su viejo enemigo. Y como alguien cuyo uno de los primeros cómics de Spiderman que leyó fue uno con Kraven de adversario y que adora lo que hicieron DeMatteis y Zeck con su última Cacería, ya solo con su presencia aquí este cómic, de momento, me ha ganado.
Y otro reencuentro en este cómic es con su dibujante, Marcelo Ferreira, a quien descubrí en la serie de (Clea) Strange y que aquí da rienda suelta a su habilidad para retratar lo fantástico. Es cierto que su estilo no me acaba de llenar del todo, y que me gustaba más alejado de la cotidianidad de la ciudad y más metido en mundos mágicos. Pero tengo que reconocerle que aquí nos ofrece unas cuantas composiciones de página y soluciones narrativas bastante imaginativas, que sus personajes resultan muy naturales y que ha clavado la caracterización del Depredador. Este aparece poco, siendo lo que más nos encontramos los grotescos restos de sus víctimas, momentos en los que no escatima el gore. Pero cuando lo vemos, aunque sea fugazmente, este parece salido de una película de terror, algo que encaja a la perfección con el personaje.
Así que, aunque no espero que esto acabe convirtiéndose en uno de mis cómics favoritos que quiera atesorar en el futuro, de momento promete ser una aventura entretenida muy fuera de continuidad (Peter trabaja en el Bugle y aún está con MJ) con la que pasar un buen rato. Por lo que confío en Percy y Ferreira para que esto no se desinfle en los siguientes números y que salten las chispas entre Spiderman y esos dos cazadores que se encuentran en su camino.
Dando por supuesta la suspensión de la incredulidad, mira que es curioso que el Depredador se dedique a cazar gente normal y corriente, es un suponer y será como entreno, quizás, en la ciudad ficcionada de la tierra donde más supertip@s por metro cuadrado se supone que hay, obviando Attilan.
El crossover bueno de Archie es el del Punisher. (Una pena que no se hiciese el de Casper y el Motorista Fantasma, proyecto que se murió en la fase de guion, aunque sí llegó a haber un guion). El de Archie y los Ramones era de lo más soso.
Archie y The Punisher es supercachonda.
Lo del Predatos cortando caras es innecesariamente gore, y recuerda esa historia de hace años enque el Joker de Batman hacía algo parecido.
Recuerdo que en los 90 ya hubo crossovers de Predators con los superhéroes de Dark Horse. Se notaba que eso fue una imposición editorial para algunos autores, pues en la serie de Ghost la prota se lo cargaba en una viñeta sin que apenas le importara, y en la de X, el siniestro justiciero manipulaba al bicho para matar a sus enemigos (y tampoco le importaba mucho el alienígena). En la serie de Law, pero, fue la única vez en que un Predator ha matado al protagonista de una serie y se ha ido llevándose su cabeza.
Y con los de DC. Que los Predators se enfrentaron a Batman (dos o tres veces … también los Aliens una o dos, creo recordar que andaba por allí Wrightson en lo de los Aliens …pero me quedo con los cruces de Bats y Grendel, especialmente el primero, con el Grendel original, que también se las vio con The Shadow, que también tuvo varios encuentros, con Bats, el primero y menos conocido en nuestro país ya en los setenta), creo recordar que a Superman (que también se topó con los Terminators) y a la JLA (creo que hasta escribía Ostrander lo de la JLA). Los Aliens también se toparon con los Stormwatch (a los que masacraron fuera de viñeta) y con los WildC.A.T.S, entre otros (me parece recordar a Supes y a Green Lantern, aunque estos dos fijo que no me los leí, así que igual me engaña la memoria, y paso de buscarlo).