La catársis que estamos experimentando todos los que sobrevivimos a los 90 con la campaña publicitaria de Deadpool 2 es tremenda. Para muestra, un botón:
Que recuerdos a aquellos tiempos en los que casi todo lo que podías comprar de mutantes en el kiosko era de Scott Lobdell mientras oías a los coches pasar con la versión chunda chunda de Titanic…
Pido perdón a la multitud de fans de Céline Dion que leen Brainstomping por haber escrito en un principio Celine Dione. Somos escoria, M’Rabo más que yo.
Los amigos de mi hermano mayor, que debían rondar los diez años cuando estrenaron Titanic, fueron al cine y prometieron reírse a carcajada limpia si DiCaprio palmaba. Mantuvieron su promesa y casi los echan.
Cabían los dos en la tabla y James Cameron lo sabe!
Cabían, otra cosa es que aguantara el peso de los dos.
LA GRASA FLOTA!!
Debo decir que lo que más me gusta de las pelis de Deadpool, aparte de la propia peli en si que está guay, es la campaña de marketing y que Ryan Reynolds ES WADE WILSON.
De la primera peli aún me acuerdo como la cuenta oficial de twitter de Deadpool sólo seguía a la cuenta oficial de My Little Pony y que sacaron un tráiler retocado en que parecía que la peli era un dramote romántico con el eslogan. «Dile a tu novia que vais a ver esta peli» (la estrenaron en San Valentín).