Hoy es otro de esos días en los que toca salir de la zona de confort para leer algo que normalmente no habría leído, adentrándome en este caso en el manga de terror, algo que abandoné hace años por culpa de Junji Ito. Pero es que, pese a que La Mansión de los Horrores de Miyako Cojima se encuadra también en dicho género, su enfoque marcado por un humor tan negro como absurdo, más las recomendaciones de algunos amigos, me ayudaron a superar mis reticencias y descubrir a una autora que no conocía de nada y de la que espero que se publiquen más obras suyas por aquí.

La Mansión de los Horrores (Kaiki no Yakata) es un recopilatorio de diez historias cortas publicadas originalmente entre 1996 y 1998 en la extinta revista shōjo de terror Kyoufu no Yakata, una de las muchas víctimas de un cambio de sensibilidad en el público que llevó al cierre de todas esas cabeceras. Una revista que, según algunos de los propios mangakas que trabajaban en ella, ofrecía unas historias excesivamente violentas e inapropiadas para el tipo de público al que se dirigían, recordando mucho esa situación a la que sufrieron en su día los cómics de terror de la EC, de los que Miyako Cojima se declara ferviente admiradora. Algo que venía aparejado a cierto desprecio hacia quienes se dedicaban a este tipo de historias, sufriendo esa discriminación incluso gente de la talla de Hideshi Ino (quien también publicó en la Kyoufu no Yakata) o el mismísimo Kazuo Umezu.

Por suerte, los tiempos han cambiado algo, y cosas como el éxito de Junji Ito fuera de Japón han conseguido que este tipo de manga comience a respetarse un poco más. Y supongo que, impulsados por esa popularidad cada vez mayor de este tipo de mangas, la editorial estadounidense Star Fruits Books se dedicó a recuperar para el público de allí numerosas obras de terror desconocidas, encontrándose entre ellas esta Mansión de los Horrores que hoy nos ocupa. Un manga que dos años después ha llegado a España gracias a Tengu Ediciones, y por fin podemos descubrir a esta peculiar artista que adora el terror y que, entre su bibliografía, podemos encontrar cosas tan chocantes como que llegó a dibujar algunos números de la adaptación al manga de la serie animada de La Patrulla-X.

Pero lo que nos encontramos aquí son una serie de historias muy violentas, muy explícitas y gore, en las que su denominador común es ese humor que oscila entre lo negrísimo y lo ridículo, y sus jóvenes protagonistas. En cada una de estas historias, sus protagonistas son adolescentes, chicas en la inmensa mayoría, que son víctimas y perpetradoras de una crueldad en ocasiones inhumana, personajes que se dejan llevar por sus más bajas pasiones y por sus peores instintos, a quienes la envidia, el rencor, el afán de aparentar lo que no son o un amor muy tóxico lleva a realizar actos atroces. Y aunque Cojima no se corta lo más mínimo a la hora de mostrarnos con una crudeza extrema y explícita las consecuencias de estas acciones, el tono que le da a sus historias consigue que esto sea un terror muy particular.

Porque el punto fuerte para mí de este manga es ese humor negro extremo y violento, muy propio del cómic underground, que ha conseguido que vea con otros ojos lo que puede ser el manga de terror. Ya que con este manga, pese a contar con escenas perturbadoras casi en cada página, yo me he reído bastante con las situaciones que me he ido encontrando. Cojima maneja a la perfección el subvertir lo absurdo de muchas de las situaciones y motivaciones habituales en este tipo de historias, llevándolas a extremos ridículos que provocan que el contraste entre lo que vemos, casquería y sangre para hartar, con la actitud de sus protagonistas aleje a sus historias del terror más convencional para llevarlo en una dirección que me ha recordado un poco al cine de Sam Raimi o Coralie Fargeat.

Adolescentes acomplejadas por su físico, jóvenes dispuestas a todo por ser el centro de atención, amistades mal entendidas que llevan a los crímenes más abyectos, asesinos en serie desquiciados o familias a quienes sus problemas personales se manifiestan de una forma muy física. Todos los tópicos del manga romántico tienen cabida aquí para ser pasados por el horripilante filtro de la mente de Miyako Cojima y convertirse en pequeñas pesadillas que quizás no provoquen miedo, pero sí cierta inquietud mezclada con ese tipo de humor que nos hace sentirnos un poco mal por reírnos con lo que estamos leyendo.

En el apartado visual nos encontramos con que el estilo de Miyako Cojima era aquí aún deudor del manga, especialmente del shōjo, de los 80, que a su vez aún arrastraba muchas influencias de décadas pasadas, con personajes con rasgos algo simplificados y muy redondeados y que en ocasiones rozan la caricatura. Un estilo que seguramente no sea del agrado de todo el mundo, pero que para mí funciona muy bien con este tipo de historias, ya que añade una nueva capa de contraste entre lo que nos cuenta y cómo nos lo cuenta. Y detrás de ese trazo que tanto nos recuerda a muchos mangas románticos de antaño nos encontramos con horrores de los que nos dejan pegados a la página con una mezcla de incredulidad e inquietud.

Todo esto ha conseguido que vea con otros ojos un tipo de manga del que me había alejado por mis prejuicios y que ande buscando en qué nuevas lecturas sumergirme que me ayuden a seguir descubriendo que no todo el manga de terror es como el que no me gusta. Y, aparte de buscar más obras de la propia Miyako Cojima, tengo ya en el punto de mira a quien es considerado el dios del manga de terror y que la propia mangaka consideraba su mentor, Kazuo Umezu, que por lo visto también combinaba de maravilla el terror y el humor. Pero dejando eso a un lado, quiero animar una vez más a todo el mundo a probar cosas nuevas, que nunca se sabe dónde acabaremos descubriendo algo que nos guste.

¿Por qué Junji Ito te hizo abandonar el manga de terror?
En los primeros años de Brainstomping M’Rabo solía dedicar un día a la semana a una obra de Junji Ito. Y la conclusión siempre solía ser la misma…
https://brainstomping.com/tag/junji-ito/
No me lo recuerdes!
Acabe muy quemado con su obra, su estilo no es para mi.
Te saturaste entonces. Pero, ¿era necesario leer más de diez de sus obras para concluir que Ito está loco?
Siempre me aparece la misma imagen del post nuevo que ponéis, solo me pasa a mí o le ocurre a más gente?
https://ibb.co/M5WhMcX0
Ya decía yo que eran demasiados artículos de la Torre Dungeon.
Pasa de continuo.
Se quedó atascada esa imagen en cada nuevo artículo. Luego se pasa con el siguiente artículo.
Voy a llorar en una esquina, ahora vuelvo.
Así debería verse. E internamente lo vemos así, pero luego cuando le damos a publicar… Otra vez el tower dungeon. Que es un manga que me gustaría que la gente le echara un vistazo, pero no con tantas ganas!
Es un bug asqueroso que no arreglan, si esto sigue así vamos a tener que cambiar a otro diseño.
Y me jodería, porque con este estaba muy cómodo!
Confiesa, te dan comisión por Tower Dungeon.
Pues mira, debería hablar con los de Pika a ver si me mandan algún tomo… O mejor no, se los iba a quedar M’Rabo fijo!
Sobre el terror japonés es que está muy gastado.
Pero la semiparodía llevandolo al extremos tiene un pase. Y es el de que la parodia bien hecha desgrana los tics del género. Es un analisis.
Además el manga de esos años tiene un aquel especial. No sabría decir que.