A principios de los 90, todavía se hacía What The..? Era una serie bastante menor, de periodicidad extraña porque era bimestral o trimestral, según les pegara. Por allí pasaban autores como Scott Lobdell, Aaron Lopresti, el mismísimo Stan Lee -con una historia de Estela Plateada y Mefisto, sí- y hasta John Byrne le cogió el gusto durante unos meses. Por eso no es de extrañar que en su entrevista concedida al número 3 de Wizard, Byrne comentara de pasada que había escrito una doble página a lo «¿Dónde está Wally?» cachondeándose del montón de apariciones de Lobezno en todas las series de Marvel en la que el lector debía buscar al mutante canadiense hasta que se diera cuenta de una pequeña caja de texto en la que avisaban de que el personaje no se pudo presentar en la doble página porque estaba demasiado ocupado con sus apariciones en otras series. Decía Byrne que no estaba tan loco como para dibujarlo él, así que estaban intentando convencer a Sergio Aragonés… Y no debió de conseguirlo, porque la he buscado y no la veo por ninguno de los What The…? de aquellos años.
Byrne era muy optimista y creía que, con las excepciones ya mencionadas y otros personajes recientes como Pícara y Gambito (se olvidaba de Júbilo, sí) podía ponerse manos a la obra con la serie sin ningún problema. Su ingenuidad es sorprendente en un hombre hecho y derecho de 42 años, pero Byrne estaba tan decidido a reescribir la historia que continuaba revelando sus planes para Charles Xavier, al que definía como el Reed Richards de la serie, «el listo», el líder distante que se mantenía alejado y enviaba al grupo a matarse por ahi. Y vuelve a darle otro palo a «Chris»: «Cuando Chris y yo estábamos haciendo la serie, Chris quería sacar (a Xavier) de la silla de ruedas y andando por ahi, implicándose en las historias, pero yo me negaba porque un Profesor X con mobilidad inmediatamente haría redundante al resto del grupo.» Y continúa recordando los primerísmos cómics de la serie, con Xavier lavando el cerebro del Desvancedor y La Mole, un Xavier sin tantas ataduras morales que seguía presente en el Byrne adulto y que la hacía ver a un Xavier como «agente de campo» como algo nada deseable, porque el resto del grupo podía sentarse y quedarse a mirar mientras Xavier iba reventando a los malos… Algo me dice que Byrne en aquel momento se olvidaba por completo de un personaje llamado Fénix, pero igual es cosa mía; después de todo aquellos cómics en los que Jean reordenaba las moléculas elementales del universo no los escribía él, ¿no? Seguro que en esos cómics Jean entraba en escena y nada, que el resto del grupo se volvía irrelevante, haciendo que aquellos cómics fueran bastante olvidables.
Más allá de todo esto, Byrne venía a comentar que el reparto entre el equipo Azul y el Oro no le acababa de gustar, prefiriendo tener a la Patrulla X original en Uncanny y a los «nuevos» en X-Men, ignorando que éso precisamente habíamos tenido los últimos cinco o seis años entre Factor X y Uncanny X-Men y que la principal gracia del nuevo status quo estaba en la interacción entre los originales y miembros del grupo con lo que no habían interactuado hasta ese momento… Pero él a eso lo llama «weird intermingling», esa entremezcla rara, y añade que tiene el perverso plan de -agarraos- hacer que cada grupo aparezca en la serie del otro grupo tantas veces que la cosa llegue al punto de que nos olvidemos de cuál era cada grupo y dejar la cosa así. Otra opción que barajaba era tratar ambas series como si fueran una sola quincenal y utilizar los personajes que sean según le apeteciera, algo que en realidad se parece mucho a la idea original de DeFalco de utilizar un solo grupo en dos series mensuales… Pero bueno que no, que no es lo mismo.
Continúan diciendo que «para cuando Byrne pueda echar una mano con los argumentos de la serie, que no sería hasta algún punto de 1992» el canadiense tiene varias tramas en mente, siendo la primera «una limpieza». «Hagamos una masacre mutantes, pero esta vez masacremos mutantes de verdad». Los Morlocks debían de ser de mentira, yo que sé. «Acabemos con el 85% de los mutantes del mundo, porque hay demasiados. Volvamos a la casilla de salida: Tenemos mutantes buenos y mutantes malos, de vez en cuando aparece un nuevo mutantes y empieza una carrera para llegar al nuevo mutante antes de que lleguen los malos». Sí, a mi también me parece terrorífico, y afortunadamente parece que con los años Byrne cambió de opinión, porque desde luego no es ésto lo que vemos en su Elsewhen. Termina la entrevista prometiendo una continuación para el número siguiente -tranquilos, la semana que viene nos pondremos con ello- y con un pequeño artículo sobre la evolución del personaje de Lobezno a lo largo de su historia que bueno, no tiene mucho interés. Eso sí, contrasta el ensalzamiento del trabajo de caracterización del personaje los últimos quince años justo después de una entrevista en la que John Byrne poco menos que dice «es un psicópata, hay que devolverlo a eso». Genial, oye. Éso precisamente es el mayor veneno para un universo compartido, a veces parece que estás leyendo una velada de improvisación de actores en la que cada actor está empeñado en desdecir al otro, un absurdo.
Y nada, que así termina el número tres de Wizard. La semana que viene tendremos la continuación de la entrevista de aquel Byrne cuarentón plagado de ilusiones -de verdad que sí, que creía que iba a poder guionizard las dos equismenes y hacer lo que le de la gana- y seguramente no nos de tiempo a otra cosa, pero no creo que a nadie le moleste…
«Volvamos a la casilla de salida.»
Y lo dice tan pancho.
Estaba en racha y endiosado, todavía se creía por encima de todos los demás. Luego vemos en sus últimos números de Hulka como se le va pasando el pavo, cuando se pone a parodiar a Lee y Liefeld con toda la mala saña posible…
Lo sorprendente es que esta entrevista se produzca en estos términos.
Independientemente de los rastreros motivos de Byrne para aceptar el encargo, el tío era un peso pesado de la industria.
¿Cómo es posible que Harras no le explicase cuál iba a ser su función al contratarlo?
Con el revuelo que debió producirse con la salida de Claremont, me resulta inexplicable que nadie le dijese que le iban a dar el control a Lee y que el puesto era para ayudarle con los guiones.
O quizá, pensando que era un peso más pesado de lo que ya era, el propio Byrne utilizó la entrevista para presionar a Harras para que le diera ese control (porque era consciente de su papel como juntaletras y aspiraba a más, que después de todo él fue el que le movió la silla a Claremont con lo de Jean Grey en el momento en que Uncanny era lo más vendido y prestigioso del mercado).
Su actitud aquí es de gilipuertas total, como lo de ponerse a guionizar StarBrand para “joder” a Shooter (que total estaba despedido, ya ves lo que le importaría) es para mi enfermizo.
Imagínate comprarte una casa, instalarte, y después darse cuenta de que tu vecino es Byrne. Sabes que en ese hogar ya no serás feliz.
Sí, pero el caso es que en ese momento hace más de dos años de su regreso a Marvel y en ese tiempo se le ha permitido lo de Star Brand, se le han dado las llaves de ambas colecciones de vengadores y le aguantaron que diera la espantada a media saga en ambas, está haciendo Namor (el único título auténticamente notable de su regreso, la verdad) y está metido en el desarrollo de su segunda venida a Hulka y en el diseño de lo que será la línea 2099. A mí me parece que le dirían cuál era su papel en los títulos X (cualquier otra cosa sería rara incluso para un recién llegado, imagínate para uno de los pesos pesados de la década que acaba de terminar y al que le llevas dos años permitiendo que haga lo que le pete) pero me malicio que él, que cuando sale la entrevista ya lleva medio año en el puesto, intentaría presionar para que le dejaran manga ancha.
No tengo pruebas pero conociendo al personaje es lo que me sale como más coherente.
Yo es que no compro esa imagen de Byrne como un autor venido a menos a principios de los 90. Por esos años andaba con Namor y su segundo periplo en Hulka, hace OMAC para DC y 2112 y Next Men en Dark Horse. Obviamente, los 80 fue su mejor época. Pero creo su obra seguía siendo respetada hasta mediados/finales de los 90.
Pues ante las cifras de los imagekids como que si que estaba venido a menos, porque todos estaban venidos a menos. Ni Frank Miller ni Alan Moore vendían tanto como Jim Lee, es triste tener que aceptarlo pero aquí la calidad de los cómics ya no pintaba nada.
Todo títulos que no vendían ya lo que acostumbraba a vender (mucho menos lo que estaban vendiendo estos «chavales» …Vamos, que la opción para Harras era obvia, independientemente de lo artístico).
En la propia entrevista deja claro que «de momento…» pero que su idea es hacerse con todo en cuanto pueda. Vamos, que da por hecho que los niños estos no durarán y que él solo tiene que aguantar.
Aunque no me extrañaría que Harras no le hubiera dado algunas ilusiones, porque quieras que no él mismo estaba aterrado tras la marcha de Claremont y la única forma de compensar su pérdida era meter un nombre de peso «del antiguo régimen» como era el propio Byrne.
No, no coló.
O más bien, Harras se dio cuenta (despues) de que el «antiguo régimen» ya no importaba y podía mandar a Byrne al carajo. Ahí están las ventas.
Efectivamente, el miedo le duró bien poco según vió las primeras cifras.
Probablemente vio que las ventas seguían sin pausa y se le pasó el medio susto que le entró (incluso pensó que lo del guionista con solera era ya irrelevante ya para los nuevos gustos …Lo mismo que pensaron luego los Imagineros al montarselo por su cuenta).
Ya decía yo, que le explicasen pero dando esperanzas de «ser más» cuadra bastante con la idea que tengo en la cabeza de cómo es el sr. Byrne y de cómo debía operar Harras.
Es como lo de Quevedo (otro grande con muy mala leche que nunca olvidaba ni perdonaba un rencor) comprando una casa solo para darse el gustazo de joderle la vida a Góngora.😈
Ejercicio para un Elsewhen:
¿Creéis que si Byrne hubiera sido de carácter más templado/dialogante/colaborativo/diplomático/asertivo/de usar mano izquierda, etc… sus obras notables se hubieran alargado en el tiempo al dejarse aconsejar y trabajar con gente con la que alimentar sus ideas y arte?, ¿Qué su actitud “no tenéis ni puta idea” + “aquí soy yo la estrella” precipito su ocaso?, ¿o estaba abocado ya a entrar en su crepúsculo creativo?
No se habría cabreado con Claremont y habría seguido con él unos años más, y probablemente su Alpha Flight también, con posibles cruces a menudo con X-Men.
Yo creo que en general le habría ido mejor, pero qué le vamos a hacer.
También lo creo, que podría haber entrado en los dosmiles con un buen status si no fuera un tipo tán dificil y el tiempo le hubiera hecho más diplomatico y más jugador de equipo, probablemente algún editor gordo le hubiera mantenido en nómina porque su nombre era/es ya leyenda pero… pero ya no lo sabremos.
Bueno… La semana que viene veremos una parte entrañable de Byrne que lo redime un poco en medio de toda esta «bajeza».
Yo solo quiero decir «El Profesor Xavi…digo Byrne es idiota».
Lo felices que podíamos haber sido si no fuera por tanta tontería suya, sí.