El horror de la guerra con el Soldado Desconocido de Joshua Dysart y Alberto Ponticelli

Hoy quiero hablar de un cómic de la añorada línea Vertigo de DC al que en su día no le presté nada de atención y del que había olvidado por completo su existencia hasta que cayó en mis manos hace unas semanas: El Soldado Desconocido de Joshua Dysart y Alberto Ponticelli. Un cómic tremendamente duro, violento y sin concesiones, que nos mete de lleno en uno de los conflictos más sangrientos de las últimas décadas para recordarnos algo que no debería ser necesario recordar: que las guerras son algo horrible en las que, al final, quienes realmente pierden son las personas inocentes que se encuentran en medio.

Aunque no es una lectura recomendable si uno esta de bajón

Aunque se había criado en Estados Unidos, a donde viajó con sus padres como refugiados, el doctor Moses Lwanga nunca había podido olvidar su Uganda natal. Por ello, estableció allí, junto con su esposa, una clínica para ayudar a los más desfavorecidos, a quienes la guerra les había arrebatado todo. Pero un día, tras verse envuelto en un ataque de los rebeldes contra la aldea en la que trabajaba, algo se rompió dentro de él, envolviéndolo en una rabia homicida imparable e incapaz de reconocerse a sí mismo. Horrorizado por en lo que se había convertido, Moses trató de borrar todo rastro de sí mismo y dar caza a los culpables de despertar eso que tanto tiempo había estado conteniendo dentro de sí mismo, convirtiéndose en casi una leyenda en aquellas tierras: en un soldado desconocido…

Este doctor ya no tiene interés en sanar

El Soldado Desconocido es un personaje que a lo largo de las décadas, desde que Robert Kanigher y Joe Kubert crearon su primera encarnación, ha pasado por unas cuantas reinterpretaciones en las que siempre se han mantenido unos cuantos elementos constantes: su rostro cubierto de vendas, estar envuelto en conflictos del mundo real, y un tono en sus historias que va desde el antibelicismo más básico a una fuerte carga de crítica político-social. Y aunque esta versión que presentaron en 2008 Joshua Dysart y Alberto Ponticelli es la que más se aleja de la original, no estamos ante un reboot completo, ya que existe una conexión entre ambas versiones que se fue explorando a lo largo de los veinticinco números que duró esta serie. Pero, aunque continúa el legado de aquellos dos grandes del cómic bélico de los sesenta y setenta, y Dysart menciona en entrevistas la versión de Ennis como una de sus influencias, a mí este cómic me ha recordado muchísimo más a la versión de Christopher Priest y Phil Gascoine, aquella en la que nos mostraron, a través de la historia de aquel misterioso soldado inmortal, el lado más repugnante de la política exterior estadounidense, la oficial y la extraoficial.

Es un personaje que ha estado en muy buenas manos

Y esto es algo que aquí Dysart y Ponticelli exploran a lo largo de toda la serie: cómo el colonialismo, la codicia de Occidente y la infinidad de guerras y gobiernos títeres colocados por algún gobierno u otro han convertido muchas partes de África en un infierno, con la CIA metida de lleno en buena parte de lo que sucede allí, ya sea como instigadores o como oportunistas. Una situación de la que Dysart quiso documentarse de la forma más extensa posible, visitando el país, conociendo a su gente, visitando los saturadísimos campamentos de refugiados que tanto abundaban por aquel entonces y entrevistando a quienes habían sufrido de primera mano lo más horrible de aquella guerra que asoló el país durante décadas.

Cuando el de la CIA es el mas honesto…

Y este afán por mostrar lo más verazmente posible una situación tan real, aunque fuese a través de una historia de ficción que roza en ocasiones lo fantástico, hizo que el objetivo a batir de este nuevo Soldado Desconocido fuese un monstruo muy real de carne y hueso: Joseph Kony. Este asesino, al frente de su Ejército de Resistencia del Señor, un grupo terrorista de fanáticos cristianos, se pasó décadas sembrando el terror en el norte de Uganda, secuestrando a miles de niños para convertirlos en soldados o en esclavas sexuales, provocando que millones de personas fuesen desplazadas de sus hogares y cometiendo toda clase de atrocidades a su paso. Un criminal del que Dysart decía, cuando se publicó este cómic, que esperaba que fuese capturado. A día de hoy, dieciséis años después, sigue en paradero desconocido, y aunque afortunadamente las actividades de su organización se han reducido hasta lo anecdótico, resulta horrible pensar que haya seguido escapando de la justicia.

Este hombre era de ideas claras

Pero Dysart y Ponticelli no quisieron mostrarnos aquí una historia maniquea en la que ese monstruo tan real se enfrentaba a un heroico Soldado Desconocido. A Moses lo impulsa la rabia, el odio; durante buena parte de su autoimpuesta misión no le importa por encima de quién tenga que pasar ni qué atrocidades tenga que cometer para alcanzar su objetivo, incluyendo matar a los niños soldado que forman el grueso de la organización terrorista de Kony y que no dejaban de ser unas víctimas más de todo aquello. Esto provoca en Moses un conflicto interno que es uno de los motores de la serie, ya que él siempre había sido un pacifista y ha terminado convirtiéndose en aquello que más detestaba, por lo que se pasará la serie lidiando con ese aspecto de sí mismo. Y aunque tratará de ponerse límites, de marcar líneas que se niega a cruzar, ese monstruo que lleva dentro se lo pondrá muy difícil.

El Soldado Desconocido será muchas cosas, pero desde luego no un héroe

Una durísima historia que en algún momento me ha provocado el impulso de apartar la vista de sus páginas, algo de lo que el principal responsable es su dibujante, Alberto Ponticelli. Su estilo difícilmente podría ser más adecuado para este cómic: es directo, explícito y no se corta un pelo a la hora de mostrar los efectos de la violencia hasta sus últimas consecuencias. Algo que contrasta con su habilidad para mostrarnos también la belleza de esa Uganda destrozada por las guerras y el horror que estas han infligido en sus habitantes.

Difícil ser mas directo

Pero aunque a grandes rasgos me gusta mucho lo que hizo aquí Ponticelli, este comparte un problema con unos cuantos compañeros de profesión: le cuesta dibujar niños. No llega al extremo de dibujar señores bajitos como Byrne, pero en más de una ocasión se nota que esto se le resiste. Y aunque al principio pensé que esto se debía a querer reflejar el estado de malnutrición en el que se encuentran estos niños, el problema es que las proporciones se le escapan. Brazos excesivamente largos, cabezas imposiblemente grandes incluso para un adulto, y cambios de estatura muy bruscos de una viñeta a otra salpican este cómic. Pero en el conjunto del cómic es un problema menor que no es demasiado difícil obviar y dejarse llevar por esta historia que nos mantiene en vilo hasta el final.

No soy dibujante, pero esta claro que dibujar niños debe ser algo muy complicado

Esta serie se recopiló, tanto en Estados Unidos como en España (aquí de la mano de Planeta hace unos doce años), en cuatro tomos recopilatorios que cuesta soltar hasta el final y que me han hecho añorar de nuevo aquella Línea Vertigo que tantas alegrías nos dio. Y aunque este Soldado Desconocido no es precisamente una lectura alegre, sino un cómic duro y a ratos incómodo, es también uno tristemente muy relevante y que vale mucho la pena descubrir, aunque sea como en mi caso con algo de retraso.

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Miki
Miki
5 días han pasado desde que se escribió esto

Uno de esos tapados que está aún por descubrir para muchos y del que recuerdo una anécdota curiosa, Planeta lo publicó aquí entre 2010 y 2011 y justo Obama mandó a la caza de Kony a sus tropas especiales a finales de 2011.
Ésta es una colección que hubiera merecido más números y Dysart es un guionista que merece más reconocimiento, que de lo que le he leído no hay nada malo (a pesar de lo spawnero que recuerdo Violent Messiah) y frecuentemente lo que hay es notable.

Miki
Miki
5 días han pasado desde que se escribió esto
Responde a  M'Rabo Mhulargo

Goodnight paradise, en TKO, me gustó también bastante y es unitaria. A mí todo lo que ha hecho Dysart (que no es tanto) me gusta.
Y, ya de paso, en TKO está The fearsome Dr. Fang, que también está muy bien y creo que encaja bastante en tus gustos.

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
4 días han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Miki

A mí me gustó mucho El ojo de Odinn (Bad Idea, aquí en Moztros). Además ahí le acompaña Tomas Giorello, casi nada.

Miki
Miki
4 días han pasado desde que se escribió esto

Ése lo he pillado en un lote de wallapop junto con La mujer pirata y está en la pila de lectura.

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
4 días han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Miki

El de la pirata de Milligan sigue todavía en una de mis dos cajas en mi librería habitual (ya veremos cuando se viene para casa), como la edición de Alvar Mayor de Dolmen (como tengo la jíbara de Norma no es lo más prioritario para traer), varios tomos de la reedición del Guerrero del Antifaz y varios Disney Limited Edition, entre otras cosas (más grave es lo del anterior MLE de Namor, que a lo tonto es de hace un año o así).

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
4 días han pasado desde que se escribió esto
Responde a  M'Rabo Mhulargo

Conan y el Dios de Medianoche.

Miki
Miki
4 días han pasado desde que se escribió esto

De DH, todo lo que no sea Conan de Busiek y Truman lo evité por principio.

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
4 días han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Miki

Yo también pasé de entrada de todo lo que no escribían ni Truman ni Busiek. Luego, pasada como una década y a lo largo de años fui repescando cosas (lo de Lansdale dibujado por Truman, lo de Philip Craig Russell,…).

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
4 días han pasado desde que se escribió esto
Responde a  M'Rabo Mhulargo

Y la adaptación al cómic (con Cliff Chiang) del Greendale (aquí la sacó Norma hará casi tres lustros) del culo inquieto de Neil Young.

Miki
Miki
4 días han pasado desde que se escribió esto

Neil Young me interesa entre cero y nada y los cómics de música suelen ir de meh oara abajo, así que pasé también.

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
4 días han pasado desde que se escribió esto

No es un cómic para «delicados».

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
4 días han pasado desde que se escribió esto

La versión de Ennis en cambio no me gustó nada.

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
4 días han pasado desde que se escribió esto

La de James Owsley («renacido» Christopher Priest), aquí publicada en grapa por Zinco (sin mucho éxito) a comienzos de los noventa, en cambio (sin encantarme) me gustó bastante más (y tampoco es que el ya fallecido hace tiempo dibujante británico Phil Gascoine ayudase mucho, aunque su estilo, aparte de funcional, encajaba bien con la historia … tampoco raro, que tenía el culo pelado de dibujar cómics de guerra como The Sarge …vale que incluso más experiencia tenia con los tebeos para niñas … Aquí supongo que fue mucho más leída su breve contribución como entintador al Shade de Milligan, que tampoco es que sea una serie muy leida en nuestro país…con Milligan también coincidió en Egipto, título Vértigo mucho menos conocido …Como dibujante igual alguien recuerda todavía el Tierra de Dinosaurios de Epic, con Andy Lanning y Steve White, aunque supongo que tampoco).

Miki
Miki
4 días han pasado desde que se escribió esto

De los tebeos para niñas de Gascoine parece que no se espera reedición, pero tienes el segundo volumen de The Sarge a punto de editarse, de ahí puedes sacar una comparativa de estilos entre ese soldado y su trabajo británico. A todo esto digo yo que sacar la serie completa debe ser todo el éxito mínimo que se le pide a un producto, como Planeta con Shade, pero Gascoine efectivamente debe sonaros más a vuestra generación como entintador de Shade, dónde va a parar.

Miki
Miki
4 días han pasado desde que se escribió esto

¿Por qué?

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
4 días han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Miki

Igual es solo culpa mía, pero noe gustó. Para mí leer algo nuevo (o viejo que no me leí) de Ennis es siempre como lanzar una moneda, lo mismo sale cara que cruz. Salvo con los trabajos más pasados de rosca, que por lo general no me gustan (aunque lo de los Rifleros y lo de Predicador me encantó…los derivados de Predicador no tanto) y lo bélico (que por lo general me gusta todo, aunque por lo general un poco menos si lo mezcla con otro género, cosa que a veces hace …o lo parodia, aunque con los Rifleros sí funcionaba la parodia cafre).

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
4 días han pasado desde que se escribió esto

Probablemente Dysart sería mucho más conocido de no haberse tirado demasiados años en una Valiant condenada (y aquí casi ignorada pese a pasar ya por unas cuantas editoriales …y hasta tener algún que otro título legible).

Miki
Miki
4 días han pasado desde que se escribió esto

Probablemente sería más conocido de no haberse tirado años haciendo trabajo con refugiados, todos esos años que no ha publicado ni en Valiant ni en ningún lado. Así, como teoría loca que no sale en wikipedia lo digo.

Roger
Roger
1 día han pasado desde que se escribió esto

Cuando empecé a leer este UNknown Soldier pensé que sería una continuación del de Ennis (de hecho, existen en la misma continuidad), y quedé algo chascado de que no fuera así. Me pareció poco creíble que un doctor humanitario se volviera un justiciero en solo un número y creí que sería luego una especie de Punisher. Aunque luego la historia lo explica todo perfectamente y sin perder realismo.
Es realmente un gran cómic porque, como dices, intenta mostrar tanto el lado bueno de Uganda como el malo.
Yo también esperaba que atraparan pronto a Joseph Kony cuando informaron en 2012 de que iban todos a por él. Pero por desgracia sigue suelto.