Lo siguiente que tenemos en el repaso a la primera Wizard es un artículo que no pega nada, en rojo y negro y hablando de la línea Vertigo y su herencia de los cómics de terror de la EC. Y digo que no pega nada porque, aunque habla para un público profano, pone todo el mérito de estos cómics en los guionistas, haciendo de menos al montonazo de dibujantes de la EC y a maestros como Bernie Wrightson al decir que el dibujo era importante y en ambos casos estaba sobre la media de su tiempo, pero que éso no era lo que hacía aquellos cómics especiales. No, desde luego que no, pero te aseguro que una Cosa del Pantano dibujada por Alex Saviuk en vez de Bissette y Totleben no la habría leído ni el tato, por mucho que el tal Alan Moore luego fuera una estrella.
Pero bueno, es algo debatible y quieras que no es refrescante ver un artículo así en esta revista, aunque supongo que esa diferencia viene más dada por haber sido escrito por el autor de ciencia ficción Lawrence Watt Evans que porque compartiese la línea editorial de Gareb Shamus para la revista. Pero al pasar la página ya volvemos a la cruda realidad noventera con un repaso de los cómics para agosto de 1991, siendo la estrella, por supuesto, ése cómic al que siempre acabo volviendo, el primer número de los X-Men de Jim Lee y Chris Claremont echándose las manos a la cabeza. Es volver a ver esos monigotes y verles más defectos, como la mano de Magneto que es un auténtico despropósito que no hay por donde agarrarlo, ¡intentad repetir ese gesto en un espejo si hay cojones, a ver que os pasa! Éso y que a Magneto no le pega nada tener unos brazos que ni el Mr Olympia de 1979, por lo que mejor fuerzo mi mirada hacia otro lado y repaso el texto, que nos cuenta que Claremont, Lee y Williams son «las megaestrellas mutantes de Marvel». Ya bueno, poco duraría, porque quieras que no pronto tendríamos a Nicieza con Andy Kubert y vosotros seguiríais comprando la serie igual, cabrones, que os conozco y os encantó darle la razón a Bob Harras en aquel momento. Y éso, que Magneto vuelve a intentar conquistar el mundo como si eso fuera 1963; aunque en realidad la historia es más complicada, sí. Aun así tengo que dejar todo esto de lado porque el último párrafo es el importante, el que habla de que el cómic tiene cuatro portadas distintas que unidas forman una ilustración larguísima que me perseguirá en mis pesadillas para siempre y que podíamos adquirir en su totalidad en una quinta versión del cómic que unía todas en una sola sábana desplegable, pero que por supuesto era una edición limitada y valía mucho más. Yo en su día me compré el cómic y me pillé solo una, porque pasaba de gastarme una pasta en la versión para librerías que sacó forum con toda la ilustración junta.
Lo siguiente que vemos es Batman: Terror Sagrado, iniciando la línea Elseworlds que tantas alegrías nos daría (aunque de esto último tampoco estoy muy seguro) y el Factor X de Peter David, ése que llegó por la puerta de atrás como una forma de no cerrar una serie que por lógica tendría que haber cerrado y… Bueno, desengañémonos, si la alternativa era llamarlos New Mutants, tiene más lógica llamarlos X-Factor. Hablan del grupo como «esponsorizado por el gobierno» y cualquier lector de la Patrulla X original recordaría la etapa en la que Xavier colaboraba regularmente con el FBI, aunque a ratos siempre he pensado que aquello era más por una cuestión de Marvel queriendo quitarse de encima cualquier acusación de ser unos perroflautas que apoyaban a los hippies. Lo siguiente es el primer número de Alan Davis como guionista y dibujante en solitario de Excalibur, aunque la descripción del cómic no es ni mucho menos como la recordaba, porque habla de que juzgan al Capitán Britania por la muerte de un niño que murió durante una de sus peleas cuando lo que recuerdo yo es un pollo bomba de la tecnorred amenazando con reventarlos. Bien pensado, no sería mala idea repasar esos tebeos.
Seguimos con el primer número de Ragman de Robert Loren Flemming y Pat Broderick, un cómic que no sé cómo es posible que a la gente de Wizard les parezca interesante; ni Broderick es ni mucho menos un autor «hot» ni Ragman es un personaje interesante. Supongo que les llamó la atención que fuera un número uno, porque otra cosa… En la siguiente página tenemos el número 2 Terminator: Secondary Objectives de James Robinson y aquí pues oye, me quito el sombrero porque ni sabía que James Robinson había escrito Terminator con dibujos de Paul Goldan y Karl Kesel. Y la historia va sobre Sarah Connor y una terminator femenina, ¿se basaría en esto Terminator 3?
A saber, lo importante es que el último cómic destacado es el Uncanny X-Men 281, el primero de la nueva etapa de Whilce Portaccio como dibujante y que supuestamente iba a escribir Chris Claremont. Sabemos que abandonó la serie en la mitad del 279, con lo que el 281 nunca llegaría a firmarlo y el encargado de aquello sería su archienemigo John Byrne, pero… En fin, que es agridulce. La nota de Wizard habla de que el cómic es todo acción y que el grupo se enfrentará a los Infernales y la Reina Blanca, además de un nuevo grupo llamado «Los Arribistas». Y una portada doble, por supuesto. Y… Y bueno, sabemos que a Claremont no le hacía ni puñetera gracia que mataran a los Infernales para demostrar que los villanos de chichinabo que se había inventado Portaccio eran «mejores». Que mucho hablamos de cómo le hizo la cama Jim Lee, pero anda que el Portaccio se las trae…
Me trae flashbacks de la revista Dragon Magazine de dungeons and dragons de esa época.
Debe decirse que antes de internet era con esa revista o con fugaces visitas a las librerías especializadas de Barcelona como me enteraba de las novedades de mis subculturas.
No debe olvidarse que el guionista Stan Lee era de derechas, por lo que era normal que sacara a sus superhéroes, aunque fueran presuntamente marginados, colaborando con el FBI o con SHIELD. No es hasta los 80, cuando después del Watergate y Vietnam, que se dejaba de ver al Gobierno como una institución paternalista como por un siniestro poder opresor, y ya los héroes eran fugitivos del Gobierno.
«En la siguiente página tenemos el número 2 Terminator: Secondary Objectives de James Robinson y aquí pues oye, me quito el sombrero porque ni sabía que James Robinson había escrito Terminator con dibujos de Paul Goldan y Karl Kesel. Y la historia va sobre Sarah Connor y una terminator femenina, ¿se basaría en esto Terminator 3?»
No, Terminator 3 y estas miniseries no tienen, desafortunadamente para T3, nada que ver. Las cuatro primeras miniseries (de las que sólo hemos visto tres de la mano de Norma aquí) iban cambiando de equipo creativo y esa Secondary objectives y el final con Endgame eran las mejores porque estaban guionizadas por un Robinson que todavía estaba fresco y te daba un plus, son una continuación con final sorprendente -en el buen sentido- aunque derivativo de la primera peli de Terminator que alguien debería rescatar, junto al especial guionizado también por Robinson con guiones de Matt Wagner porque son lo único potable de la franquicia comiquera de Terminator (el resto es directamente potable en otro sentido).
Cuestión aparte es el problema de los de la Wizard para los nombres, porque el tal Paul Goldan es Paul Gulacy y Robert Lauren Fleming es más bien Robert Loren. Al final lo único que saco en claro de esta serie de posts que está haciendo sobre la Wizard es que intentaban ser la Cosmopolitan para tíos (frikis) y, tristemente, lo conseguían. Tenían que haber tomado como modelo a GQ.
Por cierto, la historia irá de intentar matar a Sarah Connor, pero hasta la penúltima página de Endgame o así no sale, las miniseries eran otra cosa.
Eran las mejores y aún así tampoco eran tan buenas. Ni Robinson ni Gulacy por ejemplo estaban especialmente bien ahí (pero algo había de ellos al menos).
Las dos primeras miniseries de «Terminator» de Dark Horse (la «Terminator» a secas y la de «Objetivos Secundarios») que nos llegaron a España las recuerdo muy dignas, contando una trama paralela a la de las dos primeras películas que se complementaba bastante bien al optar por querer mostrar otros «frentes» de la «guerra temporal» entre Skynet y la Resistencia en vez de volvernos a sacar un enfrentamiento entre la sufrida Sarah y OTRO Terminator.
Hablo de la primera película porque ese final en Endgame del que hablo es anterior al inicio de la segunda, pero a la vez tiene que ver con ésta para ser sorprendente. O sea, es un dos en uno que culmina la trama en un algo diferente que le da valor por sí mismo. Si alguien me recuerda cómo se pone comentario oculto os digo cuál es.
Yo acabo de leer las cuatro de un tirón porque encontré Endgame en un lugar inesperado y me llamó la atención eso de un Robinson/Guice inédito y ya me hice con las tres españolas. No digo que sean obras maestras pero son acción muy digna y las de Robinson, con esa manera de caracterizar que tenía en la época tan efectiva, me ha parecido mucho mejor de lo que esperaba. Ojalá hubiera autores que caracterizasen tan bien con tan poco ahora (bueno, y antes).
Son cómics resultones, sin más. Nadie (que no sea muy muy fan de la franquicia) los va a poner muy alto en su checklist de Wagner, Robinson, Guice o Gulacy. Entretenidos. Pero eso no se lo quita nadie.
¿Entre la JLA de Robinson y sus minis de Terminator qué prefieres? Te lo voy a poner incluso fácil y te voy a quitar el Cry for Justice de la ecuación.
Pues gracias, no tenía ni idea. Las echaré un vistazo cuando pueda!
No me lo agradezcas, tú que tienes un pie en Dolmen sugiéreles la idea de que editen el Bogie Man de Grant, Wagner y Smith en la colección Albión y listo, que no llegué al kickstarter (ni tengo claro si me lo hubieran enviado a España). 😉
Lo mencioné en uno de mis artículos, a ver si eso les pica el interés…
Insiste, insiste,…yo ya les doy la barrila en comentarios de la web pero nada.
Lo del Uncanny 281 de «Claremont» es mas interesante que ni se por las «muy» altas probabilidades de «co-creara» a Bishop en ese punto… algo que nunca se ha aclarado ni se aclarará… hasta que les de.
Hay entrevistas a Claremont de la época en las que habla de que van a presentar un nuevo miembro del grupo, y el hecho de que sea un señor racializado… Me da que pensar mucho, porque ni Portaccio, ni Lee ni Liefeld tuvieron mucho interés en el tema. McFarlane sí, pero no tenía nada que ver en esto.
Sobre la descripción que dan del nº 42 de «Excalibur», parece como si hubieran leído algún avance de los dos siguientes números, por en el nº 43 Brian se pelea con Kurt y acaba siendo arrestado por un grupo de Capitanes Britania y en el nº 44 es juzgado en Otromundo.
Lo que tengo claro es que no se han leído el cómic y solo los avances, sí.
Lo más interesante es que no saben si el comic se llama Excalibur o Excaliber. 🙂
Y eso que no había salido X-Caliber para liarles más la cabeza!
Me cuesta tomar en serio las piezas de opinión en una publicación que decide resaltar la frase “estas no son historias reconfortantes para niños” con toda la estúpida condescendencia no solo a los infantes sino de creer que esa es información importante cuando hablando de historias de horror (es horror! No se supone que sean reconfortantes para nadie; y los idiotas no solo deciden publicarlo sino que resaltarlo!). Ugh, que espanto.
Para mí Excalibur era la continuación espiritual de los mutantes de Claremont que murieron prácticamente todos en Inferno (otros ya venían muertos desde X-Factor). Aunque el trabajo de Peter David y Larry Stroman también es muy bueno.
Wizard suena a clásico ejemplo de “access journalism” y, bueno, entre eso y lo discutible de las piezas de opinión, la verdad es que su interés en los cómics suena tremendamente falso y su información casi completamente irrelevante.
Hay una cosa que siempre me llamó la atencion de Wizard.
Y es que su iconografía fuese vinculada a un mago con pinta de dibujo animado más cercano a los años 50.
Un toque muy retro, y en un mundo de Mutantes noventeros, batmanes enfurruñados y similares, totalmente fuera de lugar.
¿Era un sosias de Samus imaginandose a si mismo como mago de las finanzas?
¿Reutilizaba imagenes que tenía por ahí, porque le salía gratis?
Por lo demás, la revista no dejaba de ser el más cutre de los fanzines. Equivocarse en los nombres de los autores 10 veces por número es demencial.
Hombre, en aquel momento ERA un fanzine.
Eso en los fanzines en los que colaboraba yo no nos pasaba (como mucho nos bailaba una letra al teclear y así se quedaba sin corregir …y ya no era lo habitual tampoco con nombres).
X-Men #1 es el comic individual del que más se ha hablado en esta página ?
De la portada que más se ha hablado yo diría que sí, desde luego.
Ha sido una portada muy usada (por el fandom, por los medios y por la propia editorial), especialmente la parte de Magneto.
Parte de los habituales de por aquí nos conocieron por el artículo que hice allá por 2012 diseccionando la portada de forma muy minuciosa. La que se lió…
Como te gusta provocar!
Alien vs Predator en anime.
Ojocuidao que a mi el 281 de Unanny en su momento me gustó. Y lo volví a comprar no hace mucho…y me volvió a gustar! A pesar de todas las «muertes» anticlimáticas y gratuitas de varios personajes importantes. Es un no parar de acción y Portaccio se lo curra. Un espejismo. Quemaron ahí todas las naves y los números siguientes aburrían a los muertos, y Portaccio cada número peor que el anterior.