Si pensamos que el primer superhéroe de la historia del cómic fue Superman, podemos llegar a la conclusión de que el primer superhéroe adaptado a la gran pantalla fue el Capitán Marvel original, el de la Fawcett. Pero si no somos tan obtusos y nos damos cuenta de que ya había viñetas de gente con poderes y trajes estrafalario antes que el hombre de acero llegara a Metrópolis, tendríamos que decir que el primer superhéroe en la gran pantalla fue Mandrake el Mago en el serial de Columbia de 1939.
Los poderes de Mandrake empezaron siendo un poco simplones, nacía de la premisa de que pasaría si un ilusionista fuera mago de verdad y lo mostraban creando ilusiones hipnóticas que circunstancialmente fueron acompañadas de otros trucos de escena como la invisibilidad o la levitación, aunque la hipnosis siempre fue su herramienta principal. No es difícil pensar en Mandrake como el primer superhéroe de la historia del cómic, anterior incluso a The Phantom, con lo que no es de extrañar lo que decía en el párrafo anterior, que Columbia lo adaptara para el cine cinco años después de su creación. Y ahí acaba la parte «bonita» de esta historia, porque una vez nos ponemos a ver el serial de Mandrake… Poco queda de Mandrake.
Partiendo de que Mandrake no tiene bigote, la verdad es que tiene toda la pinta de que este serial iba de otra cosa y a última hora le estamparon la licencia de Mandrake para darle un empujoncito. Porque no lo olvidemos, en aquellos años las tiras de prensa eran medios de masas y a lo que aspiraban todos los autores de cómic de aquel momento, que consideraban su propio medio algo «menor». El superhéroe de Lee Falk era un buen imán para la taquilla, pero no lo debía de ser suficiente porque prefirieron que el actor William Hull luciera su rostro sin bigote a ponerle el mostacho minimalista del personaje original. Hull ya era un veterano de los seriales y de hecho ya había protagonizado el año anterior una adaptación de The Spider, The Spider’s Web, para la Columbia, además de que para entonces ya tenía una trayectoria con apariciones en The Walking Dead de Michael Curtiz y protagonizada por Boris Karloff en 1936 y teniendo un año más tarde otra película junto a este, además del papel protagonista de un musical de 1937, Rythm in the Clouds.
Sería un año más tarde cuando llegara a hacer el serial de Spider’s Web y obtener un exitazo tal que Columbia no tuvo otra que ponerlo de protagonista de Mandrake, pero sin el ya mencionado bigote.
Para la adaptación televisiva Mandrake ya tenía su bigote y Lothar era el estereotipo racista original, pero no pasó del piloto.
Hull seguiría haciendo películas y protagonizándolas, pero nada le daría un éxito tan grande como los seriales (entre los que estaba una adaptación de The Green Hornet) y por eso acabaría dejando el cine en 1941 y dedicándose a la radio. Junto a él en Mandrake estaría Al Kikume en el papel de Lothar, un actor de origen hawaiano que en nada se parecía al original del cómic, que no dejaba de ser un príncipe africano enorme que iba completamente rapado y con pieles de leopardo, mientras que la versión de Kikume va vestido de forma «folclórica» y poco más. Apenas habla -cosa que se agradece, el Lothar de la época era un tanto racista tanto en pintas como en su lenguaje «bajo mínimos»- y lo único que hace es obedecer las órdenes de Mandrake, ser su chófer y dar puñetazos (porque patadas no, aquí no hay patadas porque el codigo Hayes debía decir que las patadas son el demonio o yo que sé).
Aquí tenéis todo el serial original, que está «libre de derechos» o eso creo.
Al frente de los guiones tendríamos a veteranos del género como Basil Dickey -que ya había trabajado en Tarzán unos años antes y que cinco años más tarde lo haría en Captain America- y Joseph Poland, curtido en las mismas lides y que más tarde, en 1948, se encargaría de Superman y un año más tarde del segundo serial de Batman, Batman and Robin. En el sillón de director conduciendo de todo el aparato estarían Norman Deming y Sam Nelson, que acabaría trabajando como director fundamentalmente en westerns y que como más trabajaría es como ayudante de dirección desde los tiempos del cine mudo hasta películas como Con Faldas y a lo loco o Espartaco. Y finalmente tenemos al productor Jack Fier, el encargado de Columbia para los seriales que acabaría centrándose, como no, en westerns durante los años siguientes. Hay que tener en cuenta que los seriales tenían ya una larga tradición dentro de lo corta que era la historia del cine, arrancando en europa en la primera década del siglo XX y siendo un campo de pruebas estupendo para pequeñas productoras de bajo presupuesto que con los mismos sets podían permitirse colocar horas y horas de metraje en los cines de todo EEUU. La llegada del sonoro y sus costes asociados habían arrasado con todas las pequeñas, por lo que solo las grandes como Universal o la productora principal de seriales, Mascot Pictures, consiguieron que sus seriales sobrevivieran a la transición.
El serial de Flash Gordon, que no todo es películas con música de Queen.
Otro caso especial fue el de Weiss Brothers, una productora de largometrajes y seriales que se asoció con Columbia Pictures para sus primeros sonoros y que obtuvo tal éxito que provocó que Columbia prescindiera de ellos en cuanto pudo para realizar sus propias producciones, siendo una de ellas este Mandrake en una jugada que estaba claramente inspirada por la exitosa adaptación de Flash Gordon que Universal había realizado dos años antes, en 1937. Por su parte, Mascot Pictures acabó siendo una de las empresas matrices que formaron Republic Pictures en 1937 y acabaría adaptando Captain Marvel en Adventures of Captain Marvel en 1941, la primera adaptación a imagen real de un superhéroe de comic-book. Eran adaptaciones que llegaban hasta donde permitían los medios de la época, con lo que al final terminaban siendo un tanto «peculiares» cuando directamente no eran ridículos, y es por esto que algunos desaprensivos como Hugh Heffner los usaban como «proyecciones humorísticas» en su mansión Playboy, provocando que el productor de Televisión William Dozier viera el serial de Columbia de Batman y acabara realizando la adaptación del personaje para la TV que todos conocemos.
Y aquí el serial de Batman, ¡horas y horas de diversión!
Todo esto había empezado con Mandrake y Flash Gordon, sí, producciones que triunfaron en su momento de forma no irónica por ser conscientes de que el material que adaptaban funcionaba mejor como algo serializado que como películas independientes en las que todos los personajes tenían que evolucionar a lo largo de dos miserables horas. Entendedme, no tengo nada en contra de ver de vez en cuando una adaptación de estas de altísimo presupuesto, pero al final en la base de un personaje inmutable como Spiderman -porque Peter Parker ya ha cristalizado hace mucho- la gracia está en las historias de continuará, en la evolución de su entorno a lo largo de los meses; pretender que series como X-Men sean adaptadas con una o cinco películas se me antoja tan absurdo como no ponerle el bigote a Madrake.
¡Que qué les costaba!
Es curioso que el género haya vuelto ahora a su cuna orignal, el serial, ahora en forma de episodios semanales en una plataforma digital, pero bueno.
No he visto el serial de Batman, pero he oído que era muy racista, dado que se hizo durante la Segunda Guerra Mundial, y siendo el enemigo los japoneses, pues todos los malos eran asiáticos (Batman llama al villano principal, el hipnotizador doctor Daka, «un japo»).
No solo eso, Daka era un yanqui maquillado poniendo cara de estreñido y hablando como si fuera subnormal. Terrible.
Lo que era habitual, Boris Karloff (y otros actores anglos, incluso Christopher Lee mucho después) hicieron de Fu Manchú (coño Alex de la Iglesia quiso hacer un Fu Manchú con Antonio Banderas, quedó en nada, como su intento de adaptar Blake y Mortimer, claro). Y Bela Lugosi hizo de espía japonés (creo recordar que en The Black Dragon, pero no me hagáis mucho caso).
Pues la reflexión es buena. Y es curioso porque en esta era de series modernas (arranco en el 2001 con Smallville), sin embargo, las series de superhéroes podrían haber abrazado con naturalidad el modelo procedimental y sin embargo, se han sumergido (aj, aj) en el modelo de historia – río. Desde el mismo Smallville que jugaba al monstruo de la semana pero siempre con el evolución personal de Clark en el horizonte hasta ser Superman, en esa contradicción constante que supone avanzar en dirección a un destino que supone la misma muerte de la serie.
En cierta medida hemos visto lo mismo en casi todas las series de la CW, historias con un final casi anunciado desde el primer capítulo (no los cuento para no hacer spoilers). Mientras tanto, en Marvel, apuestan por temporadas cerradísimas, dedicadas a contar una historia en 8 o 10 horas en vez de en 2, caso de una sola película, y dejan al éxito de crítica (claro, claro) y público las hipotéticas segundas temporadas.
Le pedimos a las series de Tv lo mismo que a los comics, que los personajes evolucionen, no nos vale que sean los secundarios quienes lo hagan. Y no deja de ser difícil porque, entre otras cosas, las franquicias originales son las de los comics y quiero creer que son las que perdurarán. Más de una vez se ha hablado de lo bien que funcionaría una serie de Gotham Central, más que una del mismo Batman. Agentes de SHIELD funcionaba bien, al margen de su mayor o menor calidad porque no dejaba de ser una serie sobre personajes secundarios o de nuevo cuño.
Series con guiños al universo en que se encuadran y con apariciones estelares puntuales creo que funcionarían muy bien, más que aplicar el modelo clásico a los personajes más punteros. Es solo una opinión o más bien una expresión de lo que me gustaría ver. Una buena serie con personajes bien construidos y desarrollados, en universos que conozco, que no pretenda cerrar ningún ciclo al final de cada temporada y mucho menos al final de la serie. No quiero ver morir a Green Arrow o que Batman se retire y se dedique a tomar cappuccino en Piazza Navona (lo cual demuestra que la obsesión por cerrar ciclos no solo se aplica a las series)
Pues nada, ya he dicho todo lo que me ha venido hoy a la cabeza, Saludos!!!
Es lo curioso de estos seriales, que solían durar unas 5 horas -lo que dos películas de hoy en día- y no pretendían cerrar la historia de los personajes, porque todos estaban deseando poder trabajar en otra temporada. Irónicamente la mayor parte de ellas nunca tuvo una segunda y mucho menos tercera, pero la voluntad estaba ahí. No solo eso, sirvieron de inspiración a Lucas para crear una saga episódica a lo largo de décadas.
Y el modelo que siguió la CW de unidad de historia por capítulo con historia a largo plazo no deja de ser el del comic book tradicional, el modelo perfeccionado en los 70 y 80 respecto a décadas anteriores que tristemente se fue diluyendo a posteriori. Es así como mejor funciona el género porque permite contar historias mucho más complicadas que el cine o lo que hasta entonces había hecho la televisión, que hasta aquel momento habían dependido exclusivamente del «cliffhanger» y/o el «continuará». Y ése es el modelo sobre el que se construyen series como Star Trek TNG, Babylon 5 o Buffy y que acaba siendo el patrón a seguir por la CW.
Puedo atestiguar que el Mandrake primigenio jamás hace el superhéroe.
Define «hacer el superhéroe».
A poco que abras la manga Mandrake y The Phantom (este sin poderes, a lo Batman …precedido por el justiciero pulp The Black Bat, clara influencia de Bill Finger) eran súperhéroes o cuasi súperhéroes (clarísimos precedentes). Como Doc Savage (antecesor de Superman).
Salvo que sea publicidad encubierta de un partido de derechas NADA. Yo no lo he puesto, simplemente ha empezado a aparecer en mis mensajes recientemente. No es cosa mía, sino de la red de redes.
No estoy dacuerdo. El Mandrake primigenio (anterior al 1º nº de Superman) no es un clarísimo precedente porque es un simple noble aventurero más. Creo que para ser un precedente ha de tener algo más que lo típico de un justiciero genérico. Phantom y Savage tienen más pinta aunque yo a este último sólo de oídas.
1) ir disfrazado
2) combatir el crimen proactivamente
3) tener un alter ego
Yo a Mandrake lo descubrí con Vértice (que le hacía algo más de justicia que los jibaritos de Bruguera pero tampoco le hacía justicia).
Hay que decir que siendo muy crío aquellos tebeos eran «tamaño normal» y lo de Vértice cosas gigantes XD
Bueno, Vértice intentaba vender lo suyo como «para adultos» (para que la censura fuese más suave? Porque desde luego se lo compraban críos, no adultos)
Cantidad de seriales de cine de Serie B de los treinta y cuarenta basados en comic-books y sobretodo comic-strips (y en algunos personajes de literatura pulp como Zorro, The Spider y The Shadow …y en seriales de radio con influencias pulp como The Green Hornet): The Phantom, Mandrake, Flash Gordon (me agradan todavía mucho sus seriales), Tarzan, Buck Rogers, Brick Bradford, Dick Tracy, Congo Bill, Blackhawk, The Vigilante (el cowboy cantante motero de DC), Spy Smasher, Batman, Superman, Captain Marvel, Captain America, Radio Patrol, Tim Tyler’s Luck, Brenda Starr Reporter,…
Por curiosidad, ¿qué significa el galimatías ese que tienes al lado del nombre?
La hechicería política no es cosa de broma (?… Haciendo vudú).
Corregido…creo.??
No era un superhéroe pero Terry y los piratas también tuvo su serial de cine sabatino allá en el cambio de los treinta a los cuarenta. (MUCHO después una banda de rock tomaría el nombre de la comic-strip, con temas como «Inlaws and outlaws» y «Gun Metal Blues»).
Bueno, el serial de Blackhawk era ya de los cincuenta.
Entre los superhéroes bien podrían entrar (unos más que otros, pero todos cumplirían los requisitos mínimos) los seriales de Mandrake the Magician (acá llegaron a llamarle Merlín el Mago durante un tiempo), The Phantom, Superman (y su serial animado, claro), Batman, Batman & Robin, The adventures of Captain Marvel, Spy Smasher (otro héroe disfrazado de la Fawcett) y Capitán América. Y El Vigilante original de la Golden Age, claro (hoy nadie pensaría que Vigilante fue uno de los primeros héroes DC en ser llevados a un live action ?). Claro que si aceptamos a Batman, Robin y The Phantom …por qué no también a The Shadow y The Spider? (No dejaban de ser también justicieros enmascarados en su versión más prototípica, los herederos de La Pimpinela Escarlata y el Zorro, cambiando la espada por unas pistolas)
En Fellini Intervista, Fellini, fan de siempre de Mandrake (y que había trabajado en una editorial de joven) y que siempre habia querido hacer una peli del mago, se dio el capricho de hacerle un guiño (con un estupendo Marcelo Mastroianni ya con sus quilitos vistiendo el smoking, la capa y la chistera).