¿Vosotros habéis visto El Reino de la Calavera de Cristal? Sí, esa película que todo el mundo dice que no existe, la de la nevera voladora. La verdad es que siempre pensé que la nevera volante era divertida, pero al personal le pareció el mayor insulto del mundo y lo que se cargó a Indiana Jones para siempre. Y a partir de ahi, pues el caos y la ruina, y quince años sin Indiana Jones. Pero ni un corto ni un mísero videojuego, vaya.
Revisionada hoy en día, Indiana Jones y El Reino de la Calavera de Cristal no parece muy distinta al resto de las películas de la serie, pero cuando la ves… Pues notas que algo no va. Que no es lo mismo. Que visualmente es estupenda (aunque algo hablaremos sobre ello más tarde, sí) y que la banda sonora de John Williams como siempre es excepcional, pero algo ha pasado entre medias para que la película no funcionara. La primera reacción de buena parte de los espectadores (sí, ya hablaremos de la nevera) fue cargar las tintas contra Mutt Williams, el personaje encarnado por Shia Labeouf. Y puede que también tengan razón, porque el personaje se antoja forzado en la historia y su condición de «jovencito rebelde» es la mar de exasperante. Que será una cosa generacional, porque debe de ser que para la gente que creció en los 50 y 60 en EEUU estos «rebeldes sin causa» les caen bien, les parecen héroes románticos y no los ven como niñatos insufribles. Mutt Williams está escrito como un consumado imbécil que se pasa el día peinándose, cosa que supuestamente debería compensar con su capacidad para la violencia por una buena causa o lo que es lo mismo, la capacidad de su padre para pegarles puñetazos a los nazis en el momento adecuado.
El problema es que Mutt lo tiene casi todo en su contra; en una serie que destaca por un casting estupendo en el que destacaba la química entre actores, Shia Labeouf no consigue conectar con el resto de su reparto. Y no es que Labeouf sea un mal actor, simplemente no funciona con Harrison Ford, cosa que sobre todo se nota cuando entra en escena la Marion Ravenwood de Karen Allen. Indy y Marion son viejos conocidos a los que no les cuesta nada reconectar -algo ayuda que su diálogo estuviera revisado por Lawrence Kasdan, responsable de que prácticamente lo primero que le dice Indy a Marion en cuanto tienen un rato juntos sea aquello de «todas las mujeres con las que estuve tenían un problema… No eran tú»- pero Mutt… Mutt empieza gritándole a Indy desde un andén de tren, para luego darle la paliza con una historia que ni le va ni le viene que no acaba de explicarle bien. Indy no quiere nada con él e intenta escaquearse, pero el saber que un amigo está en peligro hace que acabe tragando con el asunto, a pesar de que la película te deja claro que los rusos acabarán forzándolo a tomar parte de la búsqueda de la dichosa calavera de cristal tarde o temprano. Lo triste de la escena está en que, más allá de lo que expone Mutt, está carente de contenido. Sí, hay un juego con botellas de cerveza -Mutt está contra las normas mientras que el viejo Indy las defiende- pero la cosa no va más allá, porque no hacen absolutamente nada más. Su lenguaje corporal no indica más que ese descontento, y con eso se queda.
Y ésto es raro en Spielberg, pero no tanto en Lucas. Spielberg es un narrador consumado y que tenga a Harrison Ford en una escena y no haga gran cosa es algo que inquieta, porque no solía ser así. Pero es que si La Última Cruzada ya bajaba el pistón respecto a sus antecesoras y carece de tantos prodigios de la puesta en escena como los de En Busca del Arca Perdida o el Templo Maldito, en «El Reino…» solo recuerdo una escena con la grúa spielbergiana -la entrada a la nave espacial- y una persecución trepidante, esa que precisamente acaba truncada porque ponen a Shia Labeouf a jugar con los monos. Hasta ahí está estupenda, y creo que hasta la pelea a espada sobre los todoterrenos funciona bien. Sí, se desaprovecha tremendamente a Cate Blanchett -y a John Hurt, por supuesto- pero la escena es mucho más que correcta y lo único que la trunca es… El manoseo del color. Que sí, que ya no estamos con Douglas Slocombe de director de fotografía, pero Janusz Kaminski llevaba siendo el director de fotografía de Spielberg prácticamente desde que Slocombe se jubiló y no creo que nadie pueda decir nada en su contra, pero aunque el propio Kaminski afirma que intenta hacer una imitación de Slocombe lo más parecida posible, a ratos el resultado se acerca peligrosamente a los tonos pastel de las precuelas de La Guerra de las Galaxias… Que tenían esa pinta precisamente por decisión expresa de George Lucas.
Hay algo taaaaaaaan artificial en esta escena…
Porque en ILM el jefe era Lucas, y el hombre estaba emperrado en los colores pastel. Para 2008 esto de los fondos digitales ya estaba bastante desarrollado -aunque no tanto como ahora- por lo que había una serie de decisiones estéticas sobre lo que estaba bien y lo que estaba mal que no acababan de cuadrar entre los expertos. Lucas era un cineasta en toda regla, un «auteur» y a veces algunas decisiones suyas no acababan de ser compartidas por sus contemporáneos. Ojo, esto no quería decir que se equivocara -en bastantes casos el tiempo le dio más que la razón- pero en este caso yo diría que se coló bastante… Pero aun así no justifica que la película fuera repudiada.
¿No tenía también La Última Cruzada todos los vicios lucasianos de querer contarnos la infancia del protagonista con todos los pelos y señales?
Y es que no creo que haya una razón de peso principal para ese odio, si no la suma de todos estos factores. Secundarios como Mac, el veleta adicto al oro, son completamente irrelevantes y sobran sí, pero no son lo que te rompe la película por completo; por lo menos no tanto como Mutt y demás, pero si me preguntáis realmente que es lo que falló… Ay. Me duele decirlo, pero Indiana Jones era una serie fresca y divertida, una destilación de una forma de hacer cine, era algo completamente nuevo que no tuvo miedo de correr riesgos cuando en su segunda parte se puso a arrancar corazones. Que incluso en la más conservadora Última Cruzada trató de ir por la comedia aún a costa de sus secundarios y que si hubiera tenido una secuela en 1993 o 1995 seguramente a todos nos habría encantado. Igual menos, pero habría conservado la magia y el propio Indiana Jones no sería tan viejo. Nos duele ver a nuestros héroes envejecer, nos duele verlos entregar la cuchara, pero más aún nos duele ver que la realidad no está a la altura de nuestra nostalgia. Hay películas que no conviene volver a ver porque las vimos con ojos más inocentes, mientras que otras aguantan todos los revisionados que haga falta porque ya eran excepcionales. Indiana Jones era perfecto, y de repente nos vinieron con una película que ya no era excepcional, que tenía altibajos…
Y no pudimos perdonárselo.
Para mí la calavera de cristal fue demasiado larga y me acabó cargando un poco.
Eso de la nevera me hizo reír.
Es verdad que tienen más química Marion y Indy que Indy y el retaco. Para mí el momento más divertido es cuando primero Jones le dice al chaval que haga lo que quiera con su vida y pase de su madre… Y luego cuando se está hundiendo en un pozo y Marion le dice que Mutt es su hijo suelta «¿cómo has permitido que deje sus estudios?».
Me hace pensar en el John Byrne «moderno» (el de WCA en adelante esencialmente); están prácticamente todas las cosas que sabes deberían gustarte pero los personajes no tienen esa frescura y carisma, las ideas no cuajan tan bien, también baja el pistón y alguna cosa se ve taaaaaaaan artificial de vez en cuando.
Es muy, muy, muy probable que sea porque solo me esté fijando en aspectos narrativos que ambos medios comparten, pero hace nada veía un video sobre Spielberg y se me ocurrió que es un excelente traductor del cómic al cine; Sin City será súpermegahiperfiel a Frank Miller, pero Spielberg realmente captura muchísimas ideas comiqueras muy clásicas. Las cantidades de información que maneja por toma y como mueve sus escenas recuerdan mucho a la economía narrativa propia de un cómic, usando al lente como el lector usa la mirada para leer una página de un cómic clásico, con la energía mucho menos en los cortes y más en como encuadra y establece la información de un momento a otro, de una acción a la siguiente como si de viñetas se tratase.
Holy Terror, Batman!?
No puedo estar más de acuerdo, y también vi ese vídeo recientemente.
Y sí, Spielberg sabe trasladar el lenguaje del cómic a la pantalla… no hace falta más que ver la película de Tintín que hizo.
Sí el mismo guion, con todos sus fallos (que son unos cuantos) se hubiese rodado una década antes me da que aún les habría salido una peli bastante mejor.
La he visto dos veces: la primera, en el cine cuando se estrenó, y la segunda, en casa después de comprarme el DVD.
La impresión que me dejó el segundo visionado fue idéntica a la que tuve con el primero: hasta justo después de la persecución en motocicleta en el campus universitario, la película me parece a un nivel equiparable al de las anteriores; a partir de ahí, pierde muchísimo fuelle y se vuelve tremendamente irregular; siempre que la cosa parece repuntar, ocurre algo que interrumpe ese repunte (en el mismo artículo ponéis el ejemplo de la persecución en la selva, que sería tremenda de principio a fin de no estar truncándola con cosas fuera de lugar como el «momento Tarzán» o, para mi gusto, las chumberas golpeando la entrepierna de Mutt en pleno duelo a espada con la villana).
A mí, particularmente, cuando la vi en el cine, me chirrió bastante…
Ojo, no tanto a causa del personaje de Mutt, (Que es bastante Spielberg-Lucasiano al fin y al cabo)…si no por la nevera (si el objetivo era la silueta de Indy recortándose contra el hongo, quizá podría haber huido en el cohete experimental ese), los atacantes misteriosos del cementerio, que nadie sabe de dónde salen ni a donde van, la marabunta que sólo ataca a los malos, el tarzán Mutt, los otros atacantes del templo que viven en las grutas esperando a los profanadores…
No sé, muchas cosas no tenían sentido… Siempre me imaginé a Lucas y a Spielberg en la sala de guionistas soltando chorradas y sin que nadie tuviera las narices de contradecirles…
Y salió lo que salió…
La escena de la nevera creo que mucha gente que la critica no tendría problemas con ella si no la viéramos volar. Es decir, quizás que el revestimiento interno de plomo de una nevera de esa época te permita sobrevivir a una explosión nuclear resulta más verosímil (que no creíble) que el no acabar espachurrado dentro de la nevera cuando ésta se estampa contra el suelo; es como la diferencia de saltar desde el avión de «El Templo Maldito» subido a una balsa inflable o surfeando un trozo de ala; en el mundo real te matarías igualmente en ambos casos, pero «en el mundo del cine» puedes llegar a aceptar que la balsa puede realmente ejercer de colchón y amortiguar el golpe.
Efectivamente, si el objetivo final de esa escena era tener la silueta de Indy recortada contra el hongo nuclear, tal vez podía haberse hecho lo mismo con otra opción (de nuevo, el cohete montado sobre raíles que mencionas). Aparte de volver a tener la misma sensación que en las precuelas de «Star Wars»: la de que no hay nadie diciéndole a los responsables cuáles de sus ideas son buenas y cuáles son malas, yo tengo también la sensación de que el exceso de medios se vuelve contraproducente; la escena mítica de Indy pegándole un tiro al árabe espadachín de «En Busca del Arca Perdida» la tenemos gracias a que ese día Harrison Ford no estaba muy fino de salud y no se veía con fuerzas para hacer el duelo en que debía convertirse originalmente ese enfrentamiento, así que se les ocurrió la idea de que se limitara a pegarle un tiro… ¡y con eso crearon una escena mucho más memorable que la idea original! Con los medios actuales, pudiéndole pegar digitalmente el rostro del actor de turno a un especialista, no se habrían visto obligados a resolverlo de esa manera, y seguramente habría quedado algo mucho más genérico.
Es como dices.
El salto desde el avión en la balsa es una escena tan trepidante, que el espectador no se cuestiona su lógica, la digiere y, a otra cosa, mariposa.
Más te diría, al principio del arca perdida, Indy hace saltar una trampa interrumpiendo un rayo de luz. Supongo que, el hecho de que los hovitos tengan células fotoeléctricas, es igual de trola que lo de la nevera, pero pasa en un segundo y no caes en la barbaridad que supone hasta un segundo visionado…
La nevera no, se toman su tiempo, te telegrafían que es de plomo, ya sabes que se va a meter dentro, aunque confieso que yo no me acababa de creer que fueran a recurrir a algo tan tonto… pero es que, después, todo el pueblo se derrite menos la nevera… que sale despedida sóla y, efectivamente, se pega un tortazo más que suficiente para licuar al Indiana. A mí, desde luego, me quitó de golpe la suspensión de incredulidad para el resto de la película…
Aunque en el fondo sean igual de trola la célula fotoeléctrica, la nevera o conseguir contrapesar todo un templo contra un ídolo de dos kilos…depende de cómo esté rodada, te chirría o no…
Y hablando del asesinato a sangre fría que sustituyó al duelo en el arca perdida a causa de que Ford estaba indispuesto, sí creo que Spielberg se crece ante la adversidad, después de todo, si el tiburón mecánico hubiese funcionado correctamente desde la primera toma, a lo mejor ni estaríamos hablando de Indiana Jones… o lo habría dirigido Coppola…
Shia Labeouf es algo que pretendían que suceda y por suerte , nunca sucedió .Y por otro lado, considero que películas como la saga original , son irrepetibles, tanto para las productoras como para el público. Hay un cosa de querer hacer el The Last Dance de todas estas sagas clásicas que no funciona , no conectar ni con el público nuevo ,ni convence al público viejo .
Yo me cansé de esperar un Indiana jones the Fate of Atlantis y ya me pasé a Lara Croft, pero en videojuego, no en película. Desde los antiguos a los remakes ( que también tienen una película mala de cojones a pesar de la gran alicia Vikander).
Indy tuvo tres películas y gracias a él yo acabé siendo arquóloga y profesora de historia.
Lo demás…sin comentarios.
Shia Labeouf no es buen actor. Lo eligieron ahí porque estaba como de moda o era popular en ese momento. Fue una mala elección.
creo que al llegar a la selva la pelicula se cae……y no tener a alguien que vea a INdy como un modelo a seguir también afecta la pelicula ya que eso constrastaria el comportamiento de Mutt
El problema de Indiana Jones, es que nadie puede bañarse dos veces en el mismo rio.
Indiana Jones tenía un ritmo endiablado y proporcionaba una diversion infinita.
La sensación de incredulidad desaparece.
En el Arca Perdida a Indiana le desaparecen las heridas de bala mágicamente. En el camión le pegan un tiro y lo arrastran por una carretera con guijarros como cuchillos; pero en el barco se quita la camisa y no tiene un rasguño.
Ya la de la Última Cruzada tenía problemas en su inicio, pero es entrar Sean Connery y la película se convierte en una joya que nadie cuestiona. En la Calavera de Cristal no aparece Sean Connery a salvarla.
Y nadie va hablar del impostado y falso acento ruso, así como la pésima interpretación de Cate Blanchett, como la villana del film??!! XD
A mí no me disgustó, pese a estar por debajo de la trilogía original (en mi opinión).
Lo de la nevera no me pareció tan horrible, auqnue sí la escena de las lianas y los monos. También, aunque suene raro, me parecía que lo de los extraterrestres no casaba mucho con la saga, pero son tonterías mías, lo sé. Tampoco me disgusta Shia ocmo actor, aunque en esta película no me agrade mucho
Sobre la nueva:
Una preguntita (que no es que me quite el sueño pero a veces se me pasa por la cabeza): La serie de tv Las aventuras del joven Indiana Jones, ¿es canon? ¿No contradice cosas de esta última ☏ y (creo recordar) también de la de la calavera ? ?