La crítica de la crítica: No me interesa tu opinión, si no por qué la opinas

Damos las críticas de cómic (o de cine, o de lo que sea) por sentado. Tradicionalmente un crítico tenía una columna de doscientas o trescientas palabras en un periódico, escribía más o menos lo que le venía en gana y con eso supuestamente sus lectores se hacían a la idea sobre si merecía la pena leer o ver esto o lo otro. Pero claro, todo degenera y como siempre entraron en juego parametros muy personales, como que el crítico se amargue y piense que todo lo que se produjo después de que él cumpliera los 30 es basura, o que los lectores se comporten como auténticos hooligans partidarios de uno u otro crítico. Por eso creo necesario hacer de vez en cuando un poco de higiene mental y hacer crítica… De la crítica. De la crítica y de los que la consumen, que puñetas.

«-¿Por qué criticais? -¡Para poder dejar atrás abominaciones como las tuyas, Zack!»

De vez en cuando ves quejarse a unos cuantos autores porque dicen que ya no hay críticas «bien hechas», y eso es algo que no se puede negar porque claro, hoy en día la mayor parte de los críticos de cómic (obviando a los youtubers, claro) ni cobran ni viven de esto, con lo que nadie les demanda una profesionalidad y así es como se van por peteneras y acaban cayendo en vicios como poner todo de maravilla -porque así les dan copias de prensa a cascoporro, supongo- o poner todo a caer de un burro -porque se desahogan con ello u odian la vida, yo que sé-. No hay término medio, y los propios lectores suelen ser los que más radicalizan esas posturas, porque al final leen una crítica y solo suelen quedarse con lo malo; los seres humanos estamos así de mal hechos, que le vamos a hacer. Si a ello sumamos que la mayoría del personal parece obsesionado con leer críticas «que le den la razón», pues como que vivimos en una sociedad a la que el invento este del internet le viene un pelín grande.

«-No hace falta internet, antes del papiro ya pasaba eso, ¡imbéciles todos!»

Pero, ¿qué es lo que debe ser una crítica? En un principio, una crítica debería ser un resumen de las partes más importantes de un producto, destacando sus puntos débiles y fuertes para que el lector se pueda hacer a la idea sobre si le interesa lo que se vende. Una guía de compras, para entendernos. Sin embargo y con el paso de los -cientos de- años, la crítica ha ido transformándose en un género literario en si mismo, y el debate sobre la neutralidad del crítico ha ido enturbiándolo todo; unos piensan que el crítico debe ser una voz neutral y exponer todos los hechos como haría un buen periodista, mientras otros opinan que esto es imposible y que lo que el lector necesita son experiencias personales en las que pueda verse reflejado, lo que sería una visión más romántica de la misma. Hoy en día es imposible ver una crítica cinematográfica o literaria completamente neutral, y solo en criaturitas más recientes como la crítica de videojuegos hemos visto esa inocencia que trataba de puntuar todos los aspectos de cada videojuego y ser lo más neutral posible. Así, hace unos diez o quince años Kieron Gillen -sí, el de los tebeos- se cayó del caballo y descubrió que la crítica de videojuegos debía hacer lo mismo que la de cine y tantas otras, contar la experiencia personal del crítico al jugar al juego y contextualizarlo con referencias a otros juegos y hasta con otros medios. Esto, que parecía la mar de simplón y normalucho, provocó que internet se llenara de «impresiones» y que pasaran de moda las críticas «normales»; Lo llamaron New Games Journalism, a imagen y semejanza del New Journalism de Tom Wolfe o Truman Capote, sin preocuparse mucho de que para entonces el New Journalism a secas ya estaba un poco pasado y el personal se preguntaba bastante si un género periodístico basado en la subjetividad tenía mucho de «periodismo». Porque no nos engañemos, la base del periodismo debería ser la de informar y que el lector saque sus conclusiones, por algo diferenciamos las noticias de las columnas de opinión y los editoriales. Y sí, en mi opinión la crítica debería aspirar a ser algo neutral.

«-PROCLAMO UN NUEVO PERIODISMO QUE… -¡Que no macho, que el nuevo periodismo para entonces ya era bien viejo! -¡PUES ME VOY A HACER TEBEOS!»

Y alguno me dirá por aquí «Diógenes macho, ¡que huevos tienes! ¿Tú desde cuando eres neutral?» y tendrá toda la razón del mundo. Yo no soy neutral y M’Rabo menos todavía, porque aquí todas las críticas son personales. Decimos si nos ha gustado o no, decimos que nos ha gustado y que no, a veces decimos por qué funciona lo que nos ha gustado y por que no lo que no, y con eso acabamos nuestro post de unas mil palabras -o dos mil si nos flipamos- y a otra cosa. Porque para mí una crítica como es debido no son las doscientas palabras del señor ese que va al cine y dice si le ha gustado, para mí una crítica no solo debe ser una guía de compras, debe enseñarte algo sobre el cómic o el libro del que estamos hablando. Porque si en una crítica me explicas como se lo monta Jack Kirby para fliparse tanto y por que eso mismo le queda fatal a Liefeld, ya he aprendido algo. Pero hacer eso cuesta, porque tienes que desmenuzar el original bien, tienes que conocerlo a fondo y aun así puedes equivocarte al juzgarlo; como crítico te quedas mucho más expuesto si te pones a hablar de hechos objetivos que de hechos subjetivos, con lo que hoy en día es mucho más dificil ver una crítica objetiva e instructiva.

¡HAZME UNA CRITICA CONSTRUCTIVA, CHAVAL!

Por ejemplo, yo puedo ser un tontolculo y decir que Pepe Larraz no sabe dibujar. Vamos a decir que Pepe Larraz es un desastre, es un cabestro, no sabe ni hacer aquello del puntito palote, que horror. Y me quedo tan fresco, hala. Y alguno (pobre) igual hasta se lo cree. Y no me he expuesto en nada, he hecho una afirmación con mucho énfasis, me he quedado a gusto y Pepe Larraz se estará cagando en mis muertos con razón. Pero si yo (y esto es un suponer, no digo que sea así) escribo que Pepe Larraz fuerza la perspectiva sin razón aparente y me pongo a meter cinco ejemplos claros en los que se ve que lo hace y eso perjudica seriamente la narración y patatín y patatán, uy, estoy argumentando. Y si me viene Pepe Larraz cabreado y me demuestra que ahi la perspectiva está perfectamente y yo soy un gilipollas o un terraplanista, me como la hostia entera, porque me he quedado total y absolutamente expuesto; he dejado claro por qué creo que hace algo mal y me han dejado claro que el que se equivoca soy yo. Por eso la gente prefiere decir «no me gusta» -totalmente subjetivo- o «es malo» -igual de subjetivo, porque si no doy los porqués es como si dijera «no me gusta»-, porque así no se expone. Porque así no hace análisis, no hace crítica, no disecciona la suma de las partes.

-Pues yo ese Lobezno no lo… -¡A CALLAR!

¿Quiere esto decir que a partir de ahora voy a ponerme a hacer críticas complejísimas que se conviertan en verdaderas escuelas de hacer cómics? No, en absoluto, en realidad las cosas van a seguir como estaban. Pero creo que si hago un juicio de valor, lo mínimo que puedo hacer es defenderlo o explicarlo porque es, a fin de cuentas, lo que todos deberíamos hacer si queremos llegar a alguna parte y no gritarle a la pared o peor, a un rebaño ciego, sordo y mudo.

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Stravinkay Modelarus
4 años han pasado desde que se escribió esto

No sé si hacer un sarcastironico comentario clásico en las respuestas a una critica («Ya veo por lo que dices de Truman Capote que no tienes ni la capacidad mental de una rata muerta») o la broma de criticar la crítica de la crítica («Esencialmente el autor presenta su punto de forma demasiado extensa, su visión de la crítica es para el lector, y esta diferenciación es importante, la misma que al comenzblah, blah, blah, blajgh!»).
En mi opinión (que jamás pretendí que le interesara a nadie, a lo mejor por eso no me meto en redes sociales), la gente le tiene mucho miedo a aprender. Porque estar equivocado no tiene mucho más que eso; o aprendes de tu equivocación o al menos aprendes entendiendo un punto de vista diferente y tan capaz de ser defendido como el tuyo.
A mi me encanta entender cosas, si una crítica no me ayuda a entender algo mejor de lo que ya lo hacía pues no me parece buena porque para mí la crítica conlleva análisis de la materia (y en ese sentido es muy fácil que me guste una crítica porque no sé de nada). También me encanta poder estirar mi capacidad de defender lo poco en que considero tengo razón, porque así es como llego al fondo de porque creo que tengo razón y así sé si estoy equivocado o no. Lo que quiero decir es que si discuto con alguien a favor o en contra de algo probablemente estoy intentando explicarme por qué estoy a favor o en contra a mi mismo.
Y aún así, mi mayor temor no es estar equivocado; es no ser capaz (como cuando era niño) de aceptarlo porque sigue siendo algo que conlleva un esfuerzo consciente (si me saliera natural no sé si podría explicarme de un tirón).
Al final no me ha salido un comentario ingenioso, a ver… hmmm… ¡Ya sé!:
¡Que desarreglado está Geoff Johns en esa foto con Jim Lee!

Antonio Jota Comu
4 años han pasado desde que se escribió esto

Yo estoy por hacer un día un tutorial para hacer críticas, porque veo que mucha peña (evidentemente, no vosotros) lo necesitan. Para mí, una crítica rigurosa es aquella que responde, explícita o implícitamente, qué es lo que aportó una obra cultural en el momento en el que vio la luz y qué puede aportarle a un público actual (lo que, por supuesto, se resume en una cuando es una obra reciente). Por supuesto, es imposible responder a esa cuestión de una forma ajena al criterio propio, y la subjetividad influye mucho; pero, aunque sea difícil, el crítico o la crítica debería aspirar a ser tan profundo y elocuente como para que hasta una persona con gustos y criterios opuestos comprenda su análisis. Y creo que se nota mucho la diferencia entre un crítico o crítica que de verdad intenta hacer un aporte a través de estas dos preguntas, del que simplemente se cree que su opinión es la voz de Dios y que debe ser escuchado porque él o ella es así de chulo/a.

Meisenhauser
Meisenhauser
4 años han pasado desde que se escribió esto

La crítica cinematográfica, concretamente, diría que ya se convirtió en «un genéro literario por sí mismo» y algo muy subjetivo, al menos de forma oficial, ya en los años 60, con los críticos de la Nouvelle Vague (Nueva Ola) francesa, que ensalzaban unos directores sobre otros básicamente según sus gustos, poniendo a unos como «autores» y a otros como «simples artesanos», según su propia definición de arte y artesanía. Que es una percepción que luego influyó a toda la crítica posterior (y en la crítica cinematográfica española, ya en los 80, se notaba. Huelga decir que toda peli de estreno de la época que viniera de Hollywood solía ser automáticamente denostada por ser «comercial», quitando quizá a Scorsese y Coppola; y también tenían sus favoritismos dentro del producto nacional, faltaba más).

Vamos, que nuevo no es, otra cosa es que se haya magnificado por los medios actuales con Internet. Y diría que es lo que luego se ha usado como base para cualquier otra crítica de un medio en cuanto este pasa a considerarse artístico.

Y basta con pasarse por FilmAffinity (en español) y en IMDB (en inglés) y ver las críticas de bastantes usuarios para ver mucho «crítico especializado frustrado» que disfruta leyéndose. Aunque realmente no aprendas demasiado leyéndole… solo sus gustos. Algo que, eso sí, te sirve para hacerte una idea de qué pie cojea para entender por qué machaca o ensalza la película en cuestión. Porque al final, incluso cuando se intenta hacer un análisis objetivo, siempre hay algún elemento en la obra/producto que, por puras filias o fobias personales del crítico, hace que este decante la balanza a favor o en contra.

Con esa perspectiva sí tienen sentido las críticas subjetivas. Solo que, entonces, desde luego que ya no la tienen las puntuaciones con las que la acompañan, sean con números o estrellas (¿cuántas veces habías visto una crítica en la que pone bastante bien a una obra y hasta le encuentra muchos puntos positivos, pero luego le casca una puntuación mediocre o hasta mala por un detalle de esa obra que le ha disgustado o porque es de una temática que no es santo de su devoción? Personalmente, varias veces).

MAKE MINE MARVEL
MAKE MINE MARVEL
4 años han pasado desde que se escribió esto

Siempre preferiré una critica argumentada y neutral que un a mí me gusta. Los sentimientos están bien pero deber lo mínimo en una critica. Solamente al final debería ponerse la opinión personal.

A veces he leído en otros sitios críticas de vergüenza ajena que anteponen la opinión a todo lo demás. Al menos este blog no es así y lo hace con gracia y con datos. Puede haber opinión personal pero está argumentada.

No cambies brainstomping.

Eso sí, sigo esperando un análisis sesudo y profundo de la etapa de los 4F de tom defalco y sobre kyle rayner.