De Cuarentena con Spiderman, el Buitre, Kraven, Stan Lee y John Romita – Amazing Spider-Man 49 (1967)

Ayer dejamos a Spiderman al borde de la muerte, con un gripazo de aúpa (que pese a lo que diga Diógenes estas cosas pueden ser mortales) y sin saber si el nuevo Buitre había conseguido acabar con el. Hoy descubriremos la conclusión de esta apasionante historia de la mano de Stan Lee y John Romita en la que sabremos si Spiderman consiguió superar su enfermedad, que sucedió con el nuevo Buitre y que pinta Kraven el Cazador en todo esto. Y todo mientras seguimos viendo pasar el tiempo en esta cuarentena sin fin en la que cada día se hace mas duro soportar los reproches sin fundamento de Diógenes…

Como era de esperar Spiderman no solo no había muerto, sino que el frio de la nieve en la azotea donde el Buitre le había dejado caer, esperando que el frio le matase, ha provocado el efecto contrario y le ha revivido. Pero aunque vivo, Spiderman dista mucho de encontrarse en su mejor momento, ya que aun sufre los gravisimos efectos de su gripazo (que Diógenes dirá lo que quiera pero es una enfermedad bastante seria) y a duras penas consigue salir de esa azotea.

Arrastrándose por la ciudad, tan incapacitado por su gravisima enfermedad que es absolutamente incapaz de balancearse con sus redes, consigue llegar milagrosamente hasta su apartamento. Pero la fugaz alegría que embarga a Peter Parker al creer que se encuentra solo desaparece al instante cuando llega su compañero de piso, Harry Osborn, y a punto esta de pillarle con el uniforme de Spiderman puesto.

Mientras tanto en otra parte de la ciudad, Kraven el Cazador se indigna ante las noticias que describen al nuevo Buitre como la amenaza mas mortal de la ciudad. Y dado que Kraven, entre otra muchas cosas, es un flipado de cuidado, este decide que la mejor forma de desahogar su frustración es retar en combate a un tigre que tiene enjaulado.

Cazador y animal se enzarzan en un duelo que pone al limite las indómita fuerza de Kraven, ambos seres se retuercen por el suelo como en un baile sangriento en el que solo puede haber un vencedor…

Aunque el resultado de este singular combate nunca estuvo en duda y un Kraven victorioso ordena a su tigre regresar a su jaula, algo que hace con la cabeza gacha y sin duda pensando si con sus zarpas podrá llamar a la protectora de animales para que le saquen de allí. Pero Kraven no repara en ello ya que esta demasiado ocupado flipandose mientras piensa en toda la gente a la que va a aplastar por robarle la gloria.

Ajeno a todo esto Peter Parker aun se encuentra en su apartamento, tapado con las mantas hasta el cuello para que nadie vea que lleva puesto el uniforme de Spiderman al tiempo que trata de superar la gravisima enfermedad que le ha dejado al borde de la muerte. Pero mantener oculto su uniforme va a ser considerablemente mas difícil ahora que ha llegado la Tia May preocupadísima insistiendo en que hay que llamar al medico para que le examine. Aunque por suerte para el le dejan un momento a solas (que hay que ver lo pesados que son sus seres queridos) y consigue despojarse de su traje mientras se da cuenta de que empieza a sentirse mejor.

Pero en todo este tiempo el nuevo Buitre no ha estado ocioso y sigue planeando golpes cada vez mas ambiciosos, el ultimo de ellos asaltar un helicóptero para robar un cargamento de diamantes que se encuentra a bordo. Y Drago le habrá pillado el truco a lo de volar con las alas del traje, pero no tiene la mas mínima idea de como vuela un helicóptero o de lo contrario no le ordenaría al piloto que parase el motor en pleno vuelo.

Por suerte el piloto no cede ante las absurdas demandas del Buitre, no a todas al menos, y aunque le entregan los diamantes no paran los motores para estrellarse en medio de la ciudad. Y mientras el Buitre se aleja con su botín Kraven observa impotente como este escapa de su alcance ya que ha tardado mucho en subir hasta una azotea cercana y ya no llega a agarrarle (recordemos que Kraven es un flipado).

Pero flipado o no, Kraven es persistente y aunque cueste creerlo acaba consiguiendo atrapar al Buitre en pleno vuelo. Pero este no va a dejar que un tipo que parece escapado de esa serie documental de “Tiger King” con la que se han flipado tanto en Estados Unidos le agarre tan fácilmente.

La noticia de ese enfrentamiento no tarda en llegar a las emisoras de radio y un convaleciente Peter Parker escucha como ambos villanos se han estrellado en el interior de la sala de exposiciones del ayuntamiento, por lo que su sentido de la responsabilidad ataca de nuevo y decide que le toca ir hasta allí. a detenerlos. Aunque por suerte para el su fuerza arácnida parece haberle permitido superar de una vez esa mortal enfermedad que le atenazaba como la fría garra de la muerte.

Para cuando Spiderman llega hasta allí. se encuentra con un espectáculo demasiado bueno para perdérselo, Kraven y el Buitre aun se están pegando y el tiene el mejor asiento para disfrutar del combate.

Los villanos no tardan en reparar en su presencia, pero en lugar de hacer lo lógico de unir fuerzas para enfrentarse a el, lo que sigue a continuación es un todos contra todos en el que Kraven y el Buitre tratan de demostrar quien es el villano mas letal y Spiderman es un trofeo que no para de escabullirse entre sus dedos.

La descoordinación de los villanos juega a favor de Spiderman y consigue que sea Kraven quien ponga fuera de juego al Buitre con esos rayos que salen de los ojos de león de su chaleco pero que siempre ha parecido que salen de sus pezones.

Ya solo quedan dos adversarios frente a frente, el Cazador y la Araña (no su mejor enfrentamiento, que DeMatteis aun ni siquiera se había graduado en el instituto) con un Kraven mas flipado que nunca presumiendo de su inmensa fuerza que le hace mas poderoso que Spiderman…

Pero Kraven, como muchos otros villanos de Spiderman, subestima muchísimo a su enemigo y no tiene ni idea de lo mucho que este se contiene en sus peleas para no hacerles daño. Una contención que Spiderman abandona en esta ocasión para demostrarle a Kraven que si la fuerza proporcional de una araña fue capaz incluso de hacer tambalear a alguien como Hulk, a un flipado que se toma pociones de hierbas le va a hacer bastante daño.

Y así con los villanos derrotados solo queda atarles bien para las autoridades, sacar unas cuantas fotos que vender al Daily Bugle y correr a casa para que el medico al que ha llamado la Tia May pueda examinarle y confirmar que esta completamente recuperado (de esa mortal y gravisima enfermedad que le dejo al borde de la muerte)

Con esta épica lucha entre la vida y la muerte en la que un virus a punto estuvo de dejarnos sin uno de nuestros héroes favoritos, terminamos una semana mas de cuarentena (que yo tengo la sensación de llevar así como seis meses o mas) Para la próxima semana, y a pesar del boicot que Diógenes trata en vano de hacerme, seguiré con mi repaso a todas las enfermedades, virus, plagas y epidemias que han amenazado al mundo en la ficción, entre las que no descarto retomar a nuestro kryptoniano favorito o incluso recordar a un viejo “amigo” de Diógenes del que hace tiempo que no se habla por aquí. Hasta entonces que el fin de semana nos sea leves a todos.