¿Sam Raimi dirigiendo Doctor Extraño? ¡Si, por favor!

Tras la sorpresiva renuncia de Scott Derrickson como director de la secuela de su Doctor Extraño son muchos los nombres que han sonado para reemplazarle, pero ninguno me ha sorprendido e ilusionado tanto como el que a día de hoy suena con mas fuerza para tomar el relevo, Sam Raimi. Si, en la ultima semana ha saltado el rumor de que el famoso director se encuentra negociando con Disney el hacerse cargo de la segunda entrega delas aventuras del Hechicero Supremo y para mi ahora mismo no podría ser una elección mas acertada. Así que aunque no hay nada confirmado y esto no deja de ser mas que otro rumor de los que circulan por ahí (pese a sonar mucho) yo me voy a dejar llevar por la ilusión que me provoca la idea y voy a tratar de creerme que esto se hará realidad.

Supongo que debería comenzar diciendo que aunque me dio pena que Scott Derrickson dejase el proyecto, no me dio tanta pena como me habría dado en otros casos. Esto se debe básicamente a que aunque su película del Doctor Extraño me gusto bastante, se desenvolvió bastante bien combinando la acción con el humor y supo retratar bastante bien la personalidad de Stephen Extraño, la película de Derrickson se quedo muy coja a la hora de retratar todo el lado místico del personaje. Y es que si uno compara lo que hemos visto hacer al personaje en el cómic y lo que pudimos ver en la película, esta ultima quedaba muy descafeinada, quedándose reducido el arsenal místico del personaje y sus enemigos a una sucesión de invocar armas y escudos místico para golpearse con ellos y poco mas.

Una carencia que resulto mucho mas evidente cuando vimos que cuando el Doctor Extraño apareció en Avengers: Infinity War y de pronto en manos de los hermanos Russo si que estábamos ante el autentico Maestro de las Artes Místicas y Hechicero Supremo, sabiendo a muy poco lo que vimos del personaje en esa película. Por eso aunque confiaba en que tras esto Derrickson se pusiese las pilas y nos diese una magia mas cercana a la del cómic, sobre todo en esta secuela que prometía zambullirse en ese terreno mas a fondo, no me da tanta pena que se haya marchado ya que no confiaba del todo en que fuese capaz de corregirse.

Y aquí es donde entra mi ilusión extrema por tener a alguien de la talla de Sam Raimi encargándose del proyecto, pese a que muchos imbéciles estén diciendo estos días por ahí que se trata de un director desfasado. Porque estamos ante un veterano director que se ha formado en el cine de terror sin el mas mínimo asomo de vergüenza y complejos, que a lo largo de su carrera se ha manejado muy bien en el genero de la acción, y que ya tiene amplia experiencia en el terreno superheroico, tanto con pseudo-superheroes como su Darkman como con todo un clásico, y también hijo de Ditko, como Spiderman. Un curriculum que le convierten en uno de los candidatos mas idóneos para hacerse cargo de ese Multiverso de la Locura al que va a enfrentarse el Doctor Extraño y en alguien a quien si que veo capaz de darnos un Hechicero Supremo digno de los momentos mas ligersicos del cómic.

Solo de imaginarme el particular estilo visual de Raimi, esa cámara arrastrándose por el suelo a toda velocidad hacia un desprevenido Doctor Extraño, o esa habilidad suya para aterrorizar al espectador mas por lo que insinúa que por lo que muestra, se me ponen los pelos de punta. Porque aunque Raimi sea famoso entre otras cosas por su abundante uso del gore y la casquería, conviene recordar que en Spiderman 2, una película con clasificación PG-13 como la de Avengers: Endgame, nos dios una de las escenas mas aterradoras del cine de superhéroes sin necesidad de mostrar una sola gota de sangre o vísceras, simplemente con un dominio del montaje extraordinario y un ritmo vertiginoso que dieciséis años después sigue funcionando a la perfección. Y si fue capaz de hacer esto con un personaje como Spiderman que no podría hacer con alguien como el Doctor Extraño.

El mal rollo que da mostrando tan poco

Ademas para mi que Sam Raimi se convirtiese en director de la secuela de Extraño seria también una buen anoticia porque Raimi es alguien bastante constante en sus colaboraciones, y las posibilidades de que para esta película contase de nuevo con Danny Elfman, con quien trabajó en Darkman, Spiderman I, Spiderman II y tras una experiencia horrible para Elfman con esta ultima volver a colaborar en Oz the Great and Powerful, un compositor prodigioso tampoco nada ajeno al genero superheroico y que a los títulos ya mencionados hay que mencionar su espectacular trabajo en Batman (aunque siempre preferiré la versión de Shirley Walker), la serie de televisión de Flash (la de los 90) o que ya trabajo en el MCU poniendo música a Avengers: Age of Ultron. Y aunque a mi personalmente me encanta la banda sonora que compuso Michael Giacchino para la primera película, me muero de ganas de escuchar de lo que seria capaz Elfman.

Que a Elfman se le da de miedo tanto lo épico y heroico como lo tenebroso

Y claro, si hablamos de Raimi y de colaboradores habituales debemos tener claro que si se encarga de esta película tendremos casi un 100% asegurados los cameos de Bruce Campbell (que como me comento Diógenes, hace décadas hubiese sido un Pesadilla perfecto) y Ted Raimi. Y yo no dejo de pensar que ya que parece que Clea va a debutar en esta película, Campbell podría quedar bien en un pequeño papel como Orini, su padre, Ted Raimi seria un perfecto demonio esclavo de la madre de esta, Umar, y que Lucy Lawless estaría de miedo como la hermana del temible Dormammu.

Así que yo por mi parte voy a rezarle al Vishanti y si hace falta haré sacrificios a Shuma-Gorath o venderé el alma de Diógenes a Mefisto para que este rumor se convierta en una realidad, porque la idea de que Sam Raimi pudiese dirigir al Doctor Extraño era algo que no se me había pasado por la cabeza pero ahora que es una rumoreada posibilidad no deseo otra cosa. Ahora nos toca esperar para ver si esto se acaba convirtiendo en una realidad o en un sueño roto, pero ojala esas presuntas negociaciones lleguen a buen puerto, que el Doctor Extraño se merece una secuela a su altura.