Ocho años después toca decirle adiós a Arrow

Finalmente llegó ese temido día en el que Arrow ha dicho adiós. Ocho largos años en los que la serie vivió una evolución brutal, sufrió unos altibajos enormes de los que dan vértigo y fue el germen del que ha nacido el mas grande universo superheroico televisivo del que hemos disfrutado nunca. Y aunque todo lo que ha crecido gracias a Arrow seguirá existiendo, espero que por una larga temporada, la serie madre que dio nombre al Arrowverso se ha despedido esta semana tras haber tenido con las Crisis una despedida definitiva, un prologo para la secuela (aun muy incierta) de Green Arrow and the Canaries y un ultimo episodio que ha servido para lidiar con algunas de las consecuencias de las Crisis y de despedida para algunos personajes y un aparente hasta pronto para otros. Y aunque quizás en el futuro le dediquemos por aquí una retrospectiva en condiciones a la serie, por ahora me voy a centrar en lo mas inmediato y con numerosos SPOILERS del tristemente ultimo episodio de Arrow.

Esta semana se escucho por ultima vez la ya tremendamente familiar frase de “My name is Oliver Queen…” y tengo que reconocer que se me hizo un pequeño nudo en el estomago al pensar en ello. Y es que aunque la serie tenia sus defectos y a veces parecía mas una producción de serie B, esa absoluta falta de vergüenza y complejos que sus responsables fueron adquiriendo con los años hicieron de Arrow para mi una cita ineludible en la pequeña pantalla. Una lenta evolución que provoca que ahora al echar la vista atrás no pueda evitar carcajearme al pensar como una serie que comenzó tratando de mantener un tono “realista” y en la que renegaban de todo lo que hacia grande el cómic de superhéroes, con un sector del publico rebuznando ante la idea de que se introdujesen elementos mas fantásticos en la misma, haya terminado con Oliver Queen convertido en el Espectro y utilizando sus poderes de nivel cósmico para recrear el Multiverso. Difícilmente puede haber un mayor corte de mangas a aquellos espectadores.

Una recreación que ha provocado algunos cambios inesperados (tal y como sucedió con las Crisis originales del cómic) que en buena a medida han consistido en Ollie utilizando esa oportunidad para corregir tragedias del pasado. Así en esta nueva continuidad (que curiosamente es de conocimiento publico que existieron unas Crisis en las que el Universo fue recreado) ni su madre, ni su hermana Emiko, su amigo Tommy Merlyn o su casi segundo padre Quentin Lance han fallecido, la historia se desarrollo de forma diferente para todos ellos y solo nos queda especularen que afecto eso a la historia. Resurrecciones de las que no se beneficiaron ni Robert Queen ni la Laurel Lance de Tierra-1, el primero sin duda porque sin su muerte Oliver no abría seguido el camino que le llevo a salvar el Multiverso y la segunda porque este debió pensar que la Laurel de la extinta Tierra-2 merecía una segunda oportunidad (en realidad a los responsables de la serie les gusta mucho mas esta versión del personaje)

Pero otro de los cambios mas significativos que Oliver ha introducido en la nueva Tierra-Prime es la ausencia casi total de crimen en Star City, habiendo conseguido finalmente su objetivo de salvar la ciudad (eso si, los habitantes de Central City, National City, Gotham, Freeland, etc que se jodan). Algo que ha tenido el efecto secundario de hacer redundantes a sus protectores, quienes se debaten entre quienes renuncian a si doble identidad para servir a la ciudad de otra forma, como Wild Dog presentándose a alcalde, las dos Canarios Negros que quieren seguir con la misión de Oliver pero en otro lugar, y si el spin-off sale adelante sabemos que acabaran de nuevo en Star City pero en el 2040 y si no siempre habrá sitio para ellas en otras series, que a Gotham no le sentaría mal tener otra superheroina en sus calles.

Y luego tenemos el muy especial caso de John Diggle, un personaje creado para la televisión que acabo dando el salto al cómic y que gracias al trabajo de su actor, David Ramsey, se ha convertido en un personaje muy querido por el publico que seria una pena perder. En este episodio final se nos han abierto dos posibilidades a su continuidad (mas allá de saber que saldrá en un próximo episodio de Flash) revelándose aquí que su esposa Lyla ha aceptado una promoción que la llevara a trabajar en Metrópolis y que el la acompañará. Y con la serie de Lois y Superman a la vuelta de la esquina, y siendo la CW como es, sabemos que Superman acabara teniendo un equipo de gente que le ayude a combatir el crimen desde alguna minifortaleza de la soledad situada bajo el edificio del Planet o algo así, por lo que esta serie seria un lugar perfecto para que recalase Diggle. Y esto ademas nos permitiría ver al personaje muy fuera de su entorno, junto a un héroe como Superman que puede hacerlo todo y que no necesita un “pepito grillo”, lo que obligaría a Diggle a mantener una dinámica muy diferente a la que mantenía con Oliver.

Y aunque estoy convencido de que esto que sigue se quedara solo en un guiño sin demasiadas repercusiones en el hipotético futuro del personaje, mas teniendo en cuenta ese futuro proyecto de HBO, no puedo evitar mencionar con muchísima emoción ese momento final de Diggle a quien vemos empaquetando sus cosas para la mudanza y que ve estrellarse prácticamente a sus pies lo que parece ser un meteorito. Uno que en su interior encierra una sorpresa enorme, una pequeña caja en la que en su interior brilla algo con un color verde intenso, y que aunque en ningún momento llegamos a ver no me cabe ninguna duda, ni a mi ni a nadie, de que se trata de un anillo.

Que recordemos que el padre adoptivo de este militar, que quizás en otra tierra fue arquitecto se apellidaba Stewart, y que a lo mejor en el nuevo Arrowmultiverso sea hermano de la esposa de Jefferson Pierce, por lo que de una forma extremadamente retorcida estamos ante una peculiar versión de uno de mis Green Lanterns favoritos al que me encantaría ver así en el futuro de la CW, aunque entre lo caro que seria sacarle así en la tele de forma regular y que ya hay una serie sobre los Gls en marcha a saber que harán, pero es bonito soñar con días mas brillantes.

Aunque no quiero terminar con este pequeño repaso sin comentar algo muy curioso que ha sucedido en esta despedida. Y es que aunque en Star City prácticamente ha desaparecido el crimen, algo queda, y entre este pequeño residuo criminal se encuentra un viejo adversario de Oliver de sus tiempos de “realismo” a quien en lugar de ejecutar envió a prisión, un traficante de personas llamado… John Byrne. Que no es raro encontrarse en la CW con personajes secundarios y localizaciones bautizados en honor a creadores de cómic, lo peculiar de esto es que se trata de un autor con poca o casi nula relación con Green Arrow (fijo que le ha dibujado alguna vez a lo largo de su carrera, pero en alguna viñeta suelta y poco mas, seguramente en Generaciones) por lo de que usen su nombre para un criminal de poca monta encarcelado por un crimen tan horrible me hace pensar que a lo mejor no es un homenaje, sino que quizás es algún ajuste de cuentas por algo que haya dicho Byrne sobre la serie, o a lo mejor es que yo soy muy malpensado.

Pero hipotéticos futuros y peculiares homenajes a un lado, lo que queda al final es una sensación de vacío y tristeza por una serie que nunca fue perfecta, pero que para mi tuvo mas momentos buenos que malos y que consiguió hacérmelo pasar mas que bien durante ocho largos años. Así que solo me queda agradecer los buenos ratos, desearle mucha suerte a quienes han participado en la serie, tanto quienes se van como quienes espero que se queden un tiempo mas rondando otras series, y desear que este rinconcito del Universo DC en la CW siga creciendo, mejorando y que nos dure como poco otros ocho años mas, que tengo curiosidad por ver hasta que extremos son capaces de llegar.