En realidad, el que John Byrne trabajara para DC no era nada nuevo, y es que allá por 1980 John ya había realizado el primer número de The Untold Legend of the Batman, una miniserie guionizada por Len Wein en la que se venía a recontar los orígenes del Caballero Oscuro. Sin embargo, Jim Shooter no tardó en blindar exclusivamente a su estrella y aquella colaboración con DC había quedado un tanto desdibujada porque había tenido que ser terminada por Aparo, que marcó tremendamente su estilo sobre los lápices de Byrne en un intento de darle cohesión a toda la obra. Seis años después John Byrne había dejado expirar el contrato que le ataba a Marvel y recibía una llamada del vicepresidente de DC, Dick Giordano…
La DC a la que volvía era una muy distinta; toda una institución de la editorial como Julie Schwartz acababa de jubilarse, y Paul Levitz recibía poderes absolutos de parte de Jenette Kahn para hacer y deshacer a su gusto. La idea fundamental de la nueva DC post-Crisis era la de intentar atraer nuevos lectores «marvelizando» la editorial, creando un universo más interconectado y con un agresiva campaña de crossovers. Refugiados de la era Shooter como Len Wein, Marv Wolfman o George Pérez habían llevado a la editorial a esta nueva era, y el fichaje de Byrne venía a significarse en una especie de «segunda generación» de la marvelización. Las cosas habían cambiado muchísimo desde los tiempos en los que, según Jim Shooter, los ejecutivos de Warner habían dado a DC por un caso perdido y habían ofrecido sus personajes a Marvel, con John Byrne encargándose de Superman. La cosa por lo que sea no acabó de fructificar y así es como años después DC había resurgido de sus cenizas y estaba plantándole cara a Marvel con una de las mejores etapas de su historia. Y ahora tenían a John Byrne.
La llegada de Byrne a DC fue como la de un crío a una juguetería, en todo su trabajo se nota una excitación tremenda carente del desgaste de su última etapa en los 4 Fantásticos. Siempre teniendo claro que el centro de su estancia por esos lares iba a ser Superman, los primeros trabajos de Byrne para la editorial son portadas de varias series y una página suelta del Batman 400, realizadas todas ellas mientras iba empezando a realizar el plato gordo: Man of Steel, serie limitada que recreaba el origen de Superman y lo ponía al día a los nuevos tiempos. Siempre según el propio Byrne, su idea original era de respetar lo ya establecido en el personaje, pero los editores de DC lo empujaron a romper con el pasado, a decir que Superman era el último Kyptoniano -en el nuevo canon no había lugar para Supergirl, Krypto o el General Zod, él era el único- y a modernizar al personaje en todo lo posible. Y es que así es como lois Lane empezó a ir vestida a la moda, con los múltiples cambios de look tan característicos de los personajes femeninos de Byrne, mientras que Clark Kent abandonaba su eterno traje azul para mostrar un look menos amanerado y más agresivo, lo que algunos por la época llamaron «aspecto de yuppie».
Sin embargo y a pesar de todo esto, el Superman de Byrne mantenía un cariño tremendo por el personaje original, y aunque Lex Luthor pasara de ser un científico loco que se arrastraba por las alcantarillas a ser el dueño intocable de una corporación que dominaba Metrópolis, la esencia de Superman estaba ahí, reforzada ahora por el hecho de que en la nueva continuidad sus padres seguían vivos y reforzando los lazos de Superman con ellos, convirtiendo la personalidad de Clark Kent en la verdadera identidad de Superman, la de un granjero de Kansas que quiere echar un cable a los demás. El relanzamiento de Superman no supondría una excusa para recontar historias pasadas del personaje como se podría pensar en un primer momento, porque Byrne pronto empieza a querer jugar con más juguetes y va introduciendo personajes en función a lo que quiere contar, destacando especialmente Darkseid y otros personajes del Cuarto Mundo de Jack Kirby…
Y es que Darkseid, Orion y demás criaturas de Jack Kirby no tardarían en asomar por Action Comics, con lo que sumamos a todo esto que uno de los primeros trabajos de Byrne tras su gran fichaje por la editorial fue su colaboración como dibujante en el primer gran crossover después de Crisis, Legends, tenemos a un Byrne que coge con ganas los pocos personajes de Kirby que le quedaban por tocar. Y aunque en aquel momento no consigue hacer Demon -siempre según Byrne, «por no querer dejar en el paro a los que estaban preparando una serie del personaje en aquel momento»- la disponibilidad que parecía tener Byrne para hacer lo que le viniera en gana en la editorial nos daba a muchos la impresión de que Byrne había firmado la exclusividad con DC, pero la realidad era otra tal y como se demostró en cuanto Jim Shooter fue despedido de Marvel: en todo momento Byrne había sido un agente libre, y como tal era capaz de compaginar su trabajo en Superman con volver a Marvel con el único objetivo de hundir en la miseria el legado de su odiadísimo Jim Shooter. Pero supongo que para esto necesitamos una explicación un poco más larga…
Allá por 1986 y para celebrar el 25 aniversario de Marvel, a Jim Shooter no se le ocurrió otra cosa que crear «un nuevo universo Marvel». Sería una línea totalmente distinta, más apegada al mundo real y en la que los personajes serían completamente nuevos, creaciones de los mejores autores de la editorial y con un aspecto completamente nuevo y diferente al Universo Marvel original. Sin embargo sus jefes de Cadence no vieron con mucho interés el proyecto, por lo que el presupuesto que le permitieron dedicar a su gran proyecto fue tan mínimo que Shooter solo pudo recurrir a editores y personal de la editorial con escasa experiencia como escritores, dibujantes amigos suyos que casi lo hicieron como un favor personal y demás. De entre las ocho series con las que se lanzó el proyecto destacaba Starbrand, dibujada por John Romita Jr y escrita por el propio Jim Shooter, que venía a contar las aventuras de un chaval de Pittsburgh que recibía maravillosos poderes gracias a una marca alienígena. Siendo como es Shooter de Pittsburgh, todo el mundo vio al protagonista Kenneth Connell como una especie de avatar del propio Shooter, lo que hoy en día llamarían una Mary Sue o Gary Stu, con lo que en cuanto Shooter fue despedido y John Byrne recibió una llamada del editor Howard Mackie -amigo personal suyo- la sonrisa diabólica que puso debió de ser digna del mismísimo Mefisto…
Y el resultado os lo podéis imaginar, lo primero que hizo Byrne es mostrar a Kenneth como un tipo engreído que en las primeras páginas del cómic se dedica a decir que su mejor amiga es una imbécil, que otro de sus amigos lo llame idiota llorón egocéntrico y que, cuando por fin Kenneth sale de su miseria y trate de convertirse en el superhéroe que debería haber sido desde el principio, decida que para demostrar su valía lo mejor que puede hacer es pisotear las pisadas de Neil Armstrong y Buzz Aldrin en la Luna y posar el módulo lunar del Apolo XI en los jardines de la Casa Blanca. Con dos.
No contento con ello, el propio John Byrne se introduce en la serie como un personaje «de fondo» y aprovecha para decir que piensa hacer cien números de «super…» y quejarse de los fans que no paran de preguntarle si volvera a dibujar X-Men, tras lo cual su avatar -y el de Howard Mackie y otros editores de Marvel- le comunican al pobre Kenneth que su disfraz de superhéroe funcionaría en un tebeo, pero que en la vida real se vería claramente su color de piel y ojos, lo prominentes que son su barbilla y nariz y que con un poco de trabajo podrían identificarlo entre todos los habitantes de Pittsburgh. Tras un par de números demostrándonos lo imbécil y mala persona que es el pobre Kenneth, Byrne culmina su maldad mostrándonos como es el peor superhéroe de la historia y el más idiota al desoir todas las advertencias de seguridad y llevar a cabo una manipulación de sus poderes que termina destruyendo por completo Pittsburgh, la ciudad natal de Jim Shooter. Hala, así, por la cara. El resto de la serie -que tampoco duró mucho- Byrne se dedicó a matar al resto de secundarios creados por Shooter, en una orgía de sangre y destrucción que ríete tu de Miracleman, los Ultimates y demás angelitos de la caridad.
Para cuando Byrne acaba con Star Brand, sus amigos de Marvel ya han conseguido convencerlo para que pegue otra espantada del Hombre de Acero y se vuelva por completo a Marvel. El estado en el que deja Superman es un tanto polémico, porque tras dos años de llevar al personaje a las esencias, de repente Byrne muestra como durante su enfrentamiento contra el General Zod de una realidad paralela se ve «forzado» a matarlo a él y a sus esbirros. Y con la papeleta esa deja a Jerry Ordway y el resto del futuro supersquad, con un Superman mancillado que no volverá a ser el mismo, con lo que uno se pregunta qué es lo que pretendía Byrne en realidad con esa «despedida».
La versión de los hechos de Byrne viene a decir que DC no lo protegió lo suficiente, que constantemente se hablaba por aquellos tiempos de que «estaba el Superman de Byrne y luego el Superman de verdad», de rumores que nadie desmentía como que el propio Byrne había echado de DC a Curt Swan… Según cuenta, el último clavo del ataúd de su Superman vino cuando en el especial de la revista Time por el 50 aniversario se afirmaba que su relanzamiento del personaje era «innecesario». John Byrne pegaba la espantada con el número 22 de Superman y pronto ya tendría nuevo destino: Los Vengadores Costa Oeste o, como en aquellos tiempos los conocíamos por estos lares, Los Nuevos Vengadores.
Me pregunto… ¿Es posible que Byrne aprovechara su destrozo del «Star Brand» de Shooter para convertirlo en laboratorio de pruebas y ensayar a convertirlo en su «Miracleman» personal, jugando a ver lo lejos que podía llegar con el género de súpers? (lo digo por detalles como el bebé superpoderoso cuya inteligencia evoluciona rápidamente, la mala uva y tal).
Alan Moore ya era el guionista de moda por entonces que yo recuerde (sobre todo por su «Cosa del pantano»; no recuerdo si «Watchmen» se había publicado ya), puede que fuera el intento de Byrne de comprobar si podía ser una especie de «Mark Millar antes de Mark Millar» (algo así como «ser un Alan Moore o un Warren Ellis pero a lo brutote»), de paso que se divertía desintegrando al bebé de Shooter.
Por otro lado ¿no colaboró también Mark Gruenwald en lo de la masacre de Pittsburgh o apoyó a Byrne? Él era guionista de «DP7» (la serie con el guionista más duradero del Nuevo Universo); y lo de «The Pitt», como se llamó la aniquilación de Pittsburgh (por aquello de convertirlo en un mega-hoyo… qué cachondos) se aprovechó tanto que lo usaron como «Evento negro» que relanzaba el Nuevo Universo… Hacia un tono más cohesionado, pero también más paramilitar, con todos los súpers obligados a convertirse en armas del gobierno en plena Guerra Fría con la URSS, o acabar en un campo de concentración o algo parecido.
Curiosamente, lo recuerdo con un estilo más «aventurero» y hasta Reaganiano de lo que podría suponerse. Aventurero en el estilo de los cómics de, euh, Rob Liefeld, pero sin ROB!
Vamos, que no fue solo cagarse en el StarBrand de Shooter, sino un poco en todo su Nuevo Universo en general (aunque según algunos guionistas al principio ni el propio Shooter parecía tener claro por dónde llevarlo). Aunque sirvió como un experimento parecido a lo que luego hicieron en DC con el universo Wildstorm (aquella era postapocalíptica que se marcaron) y los últimos años del Ultimate en la propia Marvel.
Irónicamente, puede que la venganza contra Shooter sirviera accidentalmente como campo de pruebas (de minas) de lo que luego serían otras etapas de súpers de años posteriores.
Por otro lado, lo de modernizar a Superman en realidad implicó devolverlo casi-casi a sus orígenes ¿no? Me refiero a lo de quitarle el legado de Supergirl, Krypto, su juventud como Superboy, etc… Porque en realidad todo eso eran elementos que se habían ido añadiendo a los cómics de Superman, cuando al principio, que yo recuerde, ya era el último superviviente de su planeta natal.
Digo «casi-casi» porque de volver a sus inicios totalmente solo le hubiera faltado hacerle supersaltar en vez de volar, pero es que a esas alturas y tras tantas décadas, Superman sin volar hubiera sido demasiado raro XD. Bueno, y hacerle más agresivo en su faceta de campeón social. Algo que sí hizo el Morrison años después (tanto lo uno como lo otro).
¿Sería el éxito de su Superman lo que le motivó a repetir la jugada de «reiniciar» series años después (como su «Doom Patrol») o cuasirreiniciar (como su «Wonder Woman»), o el fondo eso siempre le moló? Ya, ya sé que en sus 4F volvía a los orígenes, pero siempre me ha dado la sensación de que en años posteriores se obsesionó más con «pasar» de las etapas previas a la suya en toda serie que le daban.
En el caso de Superman no era complicado el «back to basics» porque en el fondo se había mantenido más o menos igual durante los últimos cincuenta años, en lo único en lo que se pegó la marcha atrás fue en que dejara la tele y volviera al Planet. Vamos, que no era un retconeo tremendo como si que lo hubiera sido el coger la Patrulla X y volver a los tiempos de Lee y Kirby.
Pero en el caso de Doom Patrol lo que tenemos es a Byrne queriendo volver a SU Doom Patrol y no queriendo cargar con el equipaje de la etapa Morrison, y así será con casi todos los personajes que coja a posteriori. Es lamentable, pero es lo que hay.
Ños, que gore la viñeta de la embarazada, esa tambien es de Star-Brand?
Pues que yo recuerde sí. Lo gracioso es que parece que hubieran querido suavizar la imagen no mostrando sangre ni tripas ni ná. Pero el concepto sigue siendo igual de bestia XD.
De hecho, diría que ese estilo de cómic más convencional de la época que el rollo más «sucio» que se empezaba a ver en cómics proto-Vertigo y en Miracleman, en realidad lo realza más, por el contraste. Es curioso.
Yo lo veo más crudo; Dillon era un tipo muy bueno en eso porque te sacaba violencia «congelada», ni la glorificaba ni se recreaba en ella, simplemente las cosas «ocurrían». Y en esta yo creo que gran parte del impacto es lo que dices tu, que no es algo que te esperes, a pesar de que para entonces ya han destrozado a bastante gente.
Sí, tenía el Miracleman subidito.
Pues con el regreso a Marvel llegamos a la época en que a Byrne, que todavía está a un nivel altísimo como dibujante, se le empieza a ir la olla como guionista. Y seguramente la culpa es justo de la ausencia de Shooter y el que le toquen editores como su amigo Mackie que le dejan manga ancha para hacer lo que le dé la gana, sin tener en cuenta el perjuicio que suponen buena parte de sus ideas para los personajes a la larga. Buena muestra de ello es el papelón que les deja a sus sucesores en Superman, que afortunadamente estos supieron manejar con mucho talento. Y Starbrand puede que no le importe a nadie hoy, pero esa no es forma de destrozar a un personaje que no es tuyo, que supongo que tendría sus seguidores, solo porque tengas una vendetta personal con su creador.
Y ya hablaremos de lo de la Visión y la Bruja Escarlata. Voy afilando el cuchillo…
Es una etapa rara, porque llega a Vengadores como una celebridad y acaba saliendo por la puerta de atrás porque la era Image ha llegado y él ya no cuenta para nada, y todo en menos de dos años.
Sin poder citar la fuente ( Ryan?) Byrne estaba asombrado y muy preocupado por las bajas ventas de «Namor». Al parecer, le pilló totalmente desprevenido el fenómeno Image
Es que el palo para él debió de ser tremendo, aparece McFarlane de la nada y está vendiendo más que él en cualquier cosa que haga.
Byrne fue muy grande en su época, la Bronze Age. El problema es que la época pasó.
A veces las cosas cambian muy rápido y otras se demoran.
Yo creo que los personajes Marvel le interesan realmente y actúa más como fan y en DC, tiene menos pasión por ellos y es más profesional.
La segunda mitad de los ’80 cuando la DC post-Crisis se empieza a comer a la Marvel del Shooter caído y DeFalco.
Para mi no hay duda de que Man of Steel es uno de los mejores cómics de su década. Y teniendo en cuenta que esa década es los ’80; uno de los mejores cómics de la historia. Es tan inteligente en como usa el medio mientras honora a uno de sus personajes más famosos y longevos con todo su cariño hecho trabajo encima de su increíble talento.
Parece casi una obviedad ahora pero cuantas veces se han juntando a la estrella del momento con el ícono de Superman y no hemos dado con un producto tan enteramente puro. Salvando quizás la excepción a la regla andante que es Alan Moore parece ser que lo opuesto es en realidad verdad. Y siendo casi que la inspiración de la serie animada que más se puede decir del trabajo de Byrne si no es pasar página a página admirando no su talento sino su trabajo.
Pero claro, como no podía quedarse con eso va y se caga y se mea en StarBrand tomando de Moore las mismas lecciones equivocadas que la banda de Image tomó pero al menos, aunque fuera solo un meta-objetivo, lo tiene y lo cumple con esa capacidad que se empezó a dar a si mismo de cargarse las partes del multi-verso que no le gustaban como el mismo Shooter en su posición de EiC había comenzado a hacer en su mandato en Marvel (eliminando los vampiros, la Tierra Salvaje, haciendo X-Factor, etc.). Y con esos aires es que le dan a Wanda y a la Visión…
El problema que tiene Man of Steel es que le toco convivir con Año Uno, que quieras que no se lo come a todos los niveles. Y sí, yo soy muy fan de Man of Steel y me encanta World of Krypton, pero quieras que no el que ha perdurado ha sido Año Uno, a pesar de que en su día tengo la sospecha de que vendió más Byrne que Miller (pero eso tendría que mirarlo).
¿Como que ha persistido más Año Uno? ¿En que sentido exactamente?
Yo lo entendí como que la tendencia con Batman (como con Daredevil) hasta hoy en día es hacerlo «a lo Miller». Mientras que la tendencia con Superman (como con los 4F) hasta hoy en día es hacerlos como te de la gana, no «a lo Byrne».
Pues sí, exactamente eso.
Claro que luego ha venido Zack Snyder y ha entendido lo que le ha dado la gana, pero ya sabemos que hay gente que es muy especialita.
Ah… Si, eso es cierto. Sobretodo ahora con Bendis. Pero eso es harina de otro costal.
Harina de otro costal (es decir, sobre Bendis): a mi lo que me parece increíble es lo poco que aparentemente los profesionales del cómic se fijan en los aspectos técnicos de la narrativa. Hace poco leí Dissassembled y alcanza cotas de «amateuridad» increíbles.
Byrne practica la técnica de la conquista y tierra quemada:
¿Llego a un sitio? Pues hago como que no existieron los que antes estuvieron y lo reconstruyo todo a mi recto entender.
¿Me voy de un sitio? Pues lo dejo todo impracticable para que se apañe como pueda el que venga detrás mia.
Que conste que sus Nuevos Vengadores los disfruté, aunque era un campeonato de a ver a que personaje torturaba más este mes. Tenía un morbillo malsano y sádico.
Y… ¿Aparte de Starbrand hubo algo que valiese la pena del Nuevo Universo?
Me acuerdo de toda la publicidad que se gastaron en todos los cómics de Marvel para el juguete de Shooter; pero luego ojeabas cualquiera de esos cómics y te entraba una pereza de pensar en leerlos.
DP7 de Gruenwald es la mejor con diferencia, mantiene el mismo equipo creativo y es la que duró más de todas ellas. Que sí, el descubrimiento de que Al Williamson le venía estupendamente a Romita Jr (y a quién no!) le corresponde a Starbrand, pero DP7 era como Escuadrón Supremo, una serie cojonuda que en su momento no leyeron muchos.
He leído DP7 y Starbrand (sólo hasta donde llegó Romita) y debo decir que DP7 es mucho mejor. El tratamiento de los temas es mucho más sólido e interesante. Los personajes bien definidos. Las situaciones más tensas. Se tocan muchos temas típicos de Gruenwald: la responsabilidad, las consecuencias de los actos, etc.
Starbrand es básicamente la historia de un tipo memo e inmaduro con poderes. No es que sea mal tipo. Es que no se entera de nada. Respecto a los personajes femeninos, Shooter le pone a Starbrand la novia más lela y barbie del mercado. ASí que sinceramente Byrne no arruinó ninguna obra maestra, en mi opinión.
Si yo no critico que Byrne se cargara la serie -en seis números no arrancó, y el resto era relleno, ¡era todo un desperdicio tener a Romita Jr con Williamson en una serie así!- lo que critico más bien es el ensañamiento con el que se aplicó Byrne a ello. Que por cierto, Debbie el Patito también era un personaje basado en una ex novia de Shooter… Ugh.
Mala leche, hubo. Es el lado tenebroso de Man of Steel.
Vale. Intentare echarle un vistazo. A ver si puedo. Si es Gruenwald entonado al menos será entretenida.
Gracias por la recomendación.
¿Podría ser algo más progresivo lo de Byrne? Osea, más que una técnica en realidad sea que quiere contar una historia que realmente lo valga, que realmente cambie las cosas por algo que sea mejor que lo que ha sido hasta ahora pero sin renegar de lo que ha sido sino que usándolo. Sí, en su decadencia perdió la brújula y no supo distinguir que podía y que no «reformar», pero en su mejor momento supo revolucionar con la medida exacta de pasado y modernidad y sus espantadas parecen venir de quemarse cuando llega al punto que ve que la historia que va a comenzar es la que más trabajo le llevaría hacer (y por eso queda un terrible desaguisado para los que vengan). Y podría ser que se quema también porque sale de la cultura de producción de Estados Unidos, porque Alan Davis es similar en su faceta de autor completo; tomando de punta a punta las series pero siendo capaz de medirse y de dedicarse a cosas como El Clavo y Fantastic Four: The End más de lo que se dedica a hacer Excalibures por venir de una cultura como la inglesa donde se hace 2 mini-series en vez de 9 temporadas de The Office.
Por supuesto que el que Byrne tenga ejemplos como Starbrand donde hace lo de conquista y tierra quemada a posta no adhiere demasiado a mi teoría, pero me parece que Byrne no es tan animalito como otros ejemplos especialmente de estas últimas dos décadas.
Por otro lado, el Nuevo Universo estaba condenado en el momento que Shooter se lo deja a DeFalco en vez de a Gruenwald y aún más cuando comienza a caerse el presupuesto y aunque como idea puede no parecer mala (aunque a mi si me lo parece) la verdad es que habría necesitado un revulsivo del nivel de re-contratar a Len Wein para encabezarlo.
Buf…
No sé si Byrne hace lo de la tierra quemada a proposito con ánimo de joder. O es que le sale así sin querer. Pero es la sensación que queda después de leer muchas etapas suyas. Me da, y es opinión personal mía, que tiene ensañamiento cuando le importa poco la serie o los personajes se la refanfinflan o tiene una idea para la serie pero le surge otro proyecto y la deja sin resolver lo que ha planteado o … a saber.
Lo de que cuando llega actua como si lo anterior no existiese… yo me quedo con aquella portada de Hulka en donde Byrne quería cambiar la numeración de la colección como si la serie no hubiese continuado entre sus dos etapas, y la editora y Hulka se lo impedían. Yo me rei con el chiste, pero después descubrí que muchos de esos chistes sobre editores y autores tenían muy mala leche detrás. Algo de cierto había en querer pasar por encima de todo lo anterior.
Claro que con She-Hulk tiene aliciente porque sin él la serie se hunde directo al nivel de la Marvel noventera (con la suerte de tener a Bryan «Alan Davis» Hitch).
En esencia, ha hecho muchas cosas buenas evitando ese MO haciéndome dudar que sea su MO. Pero a su vez ha hecho muchas cosas malas con ese MO haciéndome dudar que no sea su MO. xD
Hace mucho leí esta etapa y quisiera leerla de nuevo pero DC es un verdadero espanto a la hora de recopilar esta etapa. Creo que hubo algún tpb de MoS pero que está descatalogado desde hace años. Irónicamente la mejor edición viene de la mano de ecc que en esa colección de grandes autores se sacó todo o al menos una buena parte de esa etapa.
Es decir, tenemos alrededor de veinte ediciones de la Corte de los Búhos y distintos tomos de todo lo que salió de Rebirth pero absolutamente nada de esa época. Y cuando sacan cosas, como cosas de Batman, suelen ser hardcovers bastante caros de por sí que se nos vuelven mucho más caros a los que no vivimos en aquel pais.
Hubo un coleccionable de Planeta en su día, pero te reconozco que ahora mismo no sabría como hacerme con ella entera si quisiera comprarla en inglés, normalmente reeditan Man of Steel y los números de las series regulares se la soplan bastante.
que tiempos aquellos en los que dc ponía a hacer fill ins al mismísimo Alan Moore. la etapa de Superman de byrne es caótica porque va a haber tres colecciones: Superman a secas lejos la mejor en la que el canadiense se replantea como funcionan los poderes del personaje: porque puede mover una montaña sin que se le deshaga? etc etc; en action byrne va haciendo team ups que son entretenidos sin más y dp esta adventures (la anterior Superman a secas) comandada por wolfman y ordway que es la que vuelve realmente que los origines con un Superman no tan power metido en política y cuestiones sociales. me encantó el post pero me hubiera gustado que hablaras de la pelea bestial que tuvo con wolfman que en ese momento era Messi en el Barcelona y aún así tuvo que dejar la colección (y pensemos que el venia trabajando desde antes de crisis en el personaje y tuvo tanta injerencia en el reboot como el propio byrne). y por favor amplía el problema que hubo entre curt swan y byrne! saludos
Ya digo que esto es un repaso general de su trayectoria y ya habrá tiempo para detenerse en estos episodios, que la serie se acaba la semana que viene porque me resultaría muy muy muy lamentable detenerme mucho en el periodo de decadencia. Para que te hagas a la idea, Chapter One la menciono de pasada y en paz, que se ponga Byrne como se ponga ése es uno de sus peores trabajos y yo aquí estoy para hablar de lo bueno, celebrar su trayectoria.
Y lo de Curt Swan fueron habladurías de gentuza, Byrne no le echó a Swan de su trabajo ni nada parecido, fue DC la que dejó de llamarlo. Que sí, parte de la renovación de Superman llamaba a sacar a Swan de la serie, y por eso le ofrecieron hacer una novela gráfica -Earth Stealers, que la hizo junto al propio Byrne- pero no sé a santo de que tenían a patazas como Broderick en Captain Atom o no le podían ofrecer a Swan hacer yo que sé, Adam Strange. Curt Swan era buenísimo en lo suyo, y lo mejor habría sido sacarlo de su zona de confort y que hiciera cosas distintas, pero la DC de aquellos tiempos estaba tan emperrada con escapar del pasado que se lo llevó por delante.
En cambio, mantuvo a Jim Aparo en Batman, en plena época de las películas de Burton, con un estilo al margen tanto de la película como de Miller. Y salió por la puerta grande, en uno de esos números que vendió millones.
No nos engañemos, Aparo simbolizaba el nuevo orden porque al final había sido uno de los que modernizó el personaje junto a Neal Adams, mientras que el estandarte del Superman de Weisinger era el estilo de Curt Swan.
creo que no se pueden comparar los titulos de superman y batman de la época, el arrivo de byrne fue el catalizador de un cambio radical que involucro al editor (nada menos que julius Schwartz) y a los equipos creativos, el unico que quedo fue marv wolfman que participo tanto como byrne del reboot (la idea de un lex luthor kingpinizado fue de el por ej) y ambos autores que habìan colaborado en marvel se pelearon casi desde el comienzo y se chocaron mutamente: que wolfman no le gustaba la idea de que alura diera a luz en la tierra y muriera (por ahi puede venir la idea de la escena gore de starbrand quizas) o que a byrne no le gustaba que lois lane fuera la ex de luthor (algo que igual quedo flotando en el aire). pero retomando el editor de la etapa de byrne fue andy helfer (el de la liga de giffen) un tipo abierto al cambio que cuando se fue el canadiense se fue con el y ahì entro mike carlin mucho mas tradicional que se puso la camiseta al hombro y armo el super squad. en batman desde que llego denny o nneil a mediados de los 80s siempre fue muy receloso y cuidadoso de su parcela de tierra, incluyendo a sus autores asì dandoles trabajo a jim aparo aùn cuando su estilo ya no estaba de moda o a doug moench o paul gulacy, etc. a veces pienso que hubiera sido de batman en el 89 sin onneil tal vez hubieramos tenido reseteos con el joker matando a los wayne, bruce casado con vicky vale y ni hablar de una batiarmadura mucho antes. saludos!
Yo creo que Stern y Ordway le sacaron mucho partido a lo hecho por Byrne. Jurgens, bastante menos.
Carlin hizo una labor de coordinación excepcional
yo creo lo mismo sobretodo si tenemos en cuenta lo que sucede hoy que hay reseteos seguidos de reseteos y siempre se cuenta la misma historia o se deshace lo que se hizo hace una semana, carlin y autores como stern, el enorme ordway; karl kesel construyeron una etapa de casi diez años sobre los casi dos de byrne. y no fue canibalixar como harras con claremont sino que se construyó y se evolucionó
A mí es que reconociéndole su talento, subnormalidades (porque eso es de ser subnormal, te caigan como te caigan Shooter y Byrne) como la de Starbrand hacen que me caiga bastante mal. Y de estas hizo unas cuantas aunque no fueran tan cantosas.
John Byrne a.k.a. Ego el Planeta Viviente.
Yo creo que llegó un punto en el que Shooter y Byrne llegaron a merecerse el uno al otro, porque se les fue de una forma…
No hay que olvidar que incluso estando en DC le lanzaba sus ladrillos a Shooter. Como la venta de ropa que aparecia en un numero de Superman llamado «el evento Blanco» o la parodia al mismisimo Shooter en el evento «Legendas», con el personaje de Sunspot, quien «tenia el poder de crear un nuevo universo» y a quien Guy Gardner sumariamente,le reventaba la mano. Y un pie.
Sobre Luthor, mucha gente opina que la versión de Byrne es una imitación del Kingpin de Miller. No estoy conforme, porque su Luthor tiene un peculiar sadismo y un aura de depredador sexual que no tiene Kingpin. Siendo además que Luthor está convencido de su invulnerabilidad financiera, mientras que Fisk en el fondo sigue siendo discreto. Tienen elementos en común, pero Fisk nunca ha tenido una sonrisa tan odiosa como la de Mister L, que dan ganas de que Lois Lane le estampe un extintor en los morros…
Recuerdo de esa época una historia titulada: 1.000 millas a Metrópolis (o algo así). En la que la limusina de Luthor aparca en una área de servicio, se toma un café y habla con una camarera joven y mona. Le ofrece diez millones de dólares si se va con él a la capital una semana. Cuando ella se indigna, él hace un retrato, cruel pero exacto, de la vida de ella, que deduce con artera precisión. Ha terminado la secundaria, no tiene oportunidades de estudiar, se ha casado con el memo de su novio del insti… Black future, no future. Tras la oferta, Luthor vuelve a su limusina y le dice que tiene diez minutos para decidir. La chica habla con sus compañeras, tiene unas dudas terribles, y sigue dudando cuando… Luthor se larga, cuatro minutos antes del momento límite!
Y resulta que el muy cabrón hace eso de cuando en cuando, porque le alegra el día saber que ha amargado a una pobre chica, que se pasará la vida cuestionándose hubiera sido capaz de aceptar la oferta del Diablo. Y ya más animado, Luthor vuelve a MEtrópolis listo para otra ronda contra Superman.
Así era Luthor, señoras y señores. Si entra en tu cafetería, HUYE.
Son dos calvos cabrones en un rascacielos. Y ya, yo no veo más parecidos.
Ojalá fuera el mismo rascacielos, así se despedazarían entre ellos mientras los otros se regodeaban.
Como ya dije en un post anterior, creo que no os detenéis lo bastante a valorar el legado de Byrne y vais muy directos a la crítica… Pero es interesante conocer también los tropiezos y fallos de Byrne.
Yo creo que hay dos legados importantes de MoS:
– El papel de Jonathan y Martha Kent crece muchísimo (me parece). Muchos autores de Silver Age pasaban del lado humano de Clark Kent y se centraban solo en la herencia kryptoniana y la sci-fi. Los padres de Clark se quedaron mucho tiempo, creo, en el papel de mejores padres del universo DC.
– La relación de Lois y Clark también crece mucho. Es más, es por fin una relación entre Lois y Clark, no entre Lois y Superman.
Es lástima que algunos secundarios geniales como Gangbuster (aunque creo que es de Stern…) o Cat Grant no tuvieran más salida. O incluso Bibbo Buboski, o como se llamara ese gañán adorable, el hermano perdido de Ben Grimm.
¿Vais a comentar algo de Batman/Capitán América? Porque yo creo que es una pequeña gran obra. Perfecta en cuanto a la forma y estilo Silver Age. Byrne dijo una vez que de lo que estaba más orgulloso como guionista es de B/CA por ser «un sueño hecho realidad» y de 900 millas a Metrópolis, que antes mencioné.
Hombre, para que un extraterrestre superpoderoso terminara siendo un samaritano en traje de circo y no un tirano de colores primarios, tienen que haberlo criado los padres del milenio.