Lo peor (o lo mas triste) de 2018

Como es tónica habitual por aquí en estas fechas toca echar la vista atrás una vez mas y recordar todo lo que nos ha dejado el 2018, tanto lo bueno como lo malo. Una sección que con el paso del tiempo ha ido menguando un poco y que en esta ocasión quiero convertir en algo diferente. En lugar de revolcarnos en todo lo malo que editoriales, televisiones y productoras nos han ofrecido este año, en definitiva, revolcarnos en la mierda, he preferido convertir esto en un homenaje a lo que ha sido realmente malo este año, todos aquellos a quienes hemos perdido.

No ha sido un gran año en según que cosas


Decía mas arriba que con el paso de los años esta sección que era habitual aquí (una casi obligatoria en cualquier blog de actualidad) ha ido menguando con el paso del tiempo. Algo que al menos en mi caso, y estoy bastante seguro de que también en el de Diógenes, ha venido motivado por un desinterés cada vez mayor en recordar toda la mierda que nos han querido lanzar encima o noticias que aunque malas, dentro de “el gran esquema de las cosas” no lo son tanto. Y es que a medida que nos hacemos mayores (unos mas que otros) uno aprende a relativizar las cosas y se da cuenta de que si, que cancelen Ash vs Evil Dead o Daredevil, que la 2º temporada de Iron Fist tampoco estuviese a la altura del personaje o que el mundo del cómic estadounidense siga lastrado o por megaeventos que no van a ninguna parte o por periodicidades tan absurdas que hacen que uno pierda el interés son putadas, pero no son cosas realmente graves. Todos esos personajes y actores volverán de una forma u otra y la vida seguirá… por desgracia no para todos.
Es triste pero al menos sabemos que de una forma u otra los personajes volveran

Y aunque no quiero que esto se convierta en algo mórbido o dramático, quiero aprovechar esta ocasión para recordar de nuevo a todos aquellos que hemos perdido en el 2018 (aunque básicamente centrándome en los campos que mas me apasionan). Un año que no podría haber comenzado de peor forma con el fallecimiento de Ursula K. Le Guin, alguien que lo fue todo dentro de la ciencia ficción y la fantasía y que ha dejado un enorme hueco que jamas podrá llenarse. Un genero en el que perdimos a otros grande como lo fue Harlan Ellison, un grandísimo escritor y apasionado del cómic que ostenta el honor de ser responsable de una de las historias que peor cuerpo me han dejado nunca y que hizo del relato corto todo un arte. Y saltando de la literatura al cine hay que recordar que ese fue el año en el que nos quedamos también sin Margott Kidder, la inolvidable Lois Lane en el Superman de Donner que décadas después sigue siendo el molde por el que tanto en el cómic como en el cine y la televisión se guían para plasmar las modernas versiones del personaje.
La literatura y el cine se nos han quedado un poco huérfanos este 2018

El mundo del cómic también sufrió lo suyo, ya que 2018 fue el año en el que nos quedamos sin Marie Severin quien no solo fue una de las mejores coloristas de la industria estadounidense, sino también una dibujante bastante buena, entintadora, rotulista y responsable de asegurarse de que los cómics de Marvel se coloreaban como era debido. Triste fue también quedarnos sin Russ Heath, un veteranisimo dibujante que se gano por méritos mas que sobrados ser uno de los mejores dibujantes de cómic bélico (y de cómic en general) que nos ha dado el cómic estadounidense sin necesidad de robar a nadie para serlo. Un año que también se llevo a Gary Friedrich, uno de esos “autores de la casa” (de Marvel) en quien los editores sabían que podían confiar y en cuya carrera destaca su colaboración en la creación del Motorista Fantasma.
Y el mundo del cómic no se ha quedado atrás en cuanto a perdidas tristes

Mas dolorosa en lo personal fue la muerte de Norm Breyfogle, un grandísimo dibujante que en los ochenta y noventa lo fue todo en Batman y que consiguió llevar al personaje a cotas visuales que pocos artistas han alcanzado a rozar. Un dibujante que tuvo unos últimos años tremendamente trágicos y que se nos fue demasiado pronto. Igualmente doloroso fue perder a uno de nuestros mejores y mas internacionales artistas, Carlos Ezquerra, un dibujante que salto a la fama gracias al mercado británico de la mano de creaciones como el Juez Dredd o Strontium Dog entre otros y que durante décadas fue uno de los dibujantes mas sólidos y con un estilo único y personal que alterno sin despeinarse el cómic de ciencia ficción con el bélico, genero este ultimo en el que nos dejo autenticas joyas.
Definitivamente 2018 ha sido una mierda

Pero sin duda las muertes mas mediáticas del cómic en este pasado año fueron las de una pareja artística que nos dio un buen puñado de esos cómics que merecen ser considerados sin complejos autenticas obras maestras. Primero perdimos a Steve Ditko, uno de los mejores dibujantes de la industria del cómic que dominaba cualquier técnica y que poseía una habilidad casi sobrenatural para reflejar la irrealidad en su obra. Una muerte a la que siguió hace un par de meses Stan Lee, alguien que junto con Ditko creó a personajes ya míticos como Spiderman o el Doctor Extraño y a otros no menos grandes como los 4 Fantásticos, los Vengadores o los X-Men entre otros junto a Jack Kirby. Alguien a quien polémicas aparte el mundo del cómic de superhéroes le debe muchísimo tanto en su faceta de guionista como en la de editor.
Esto ya es autentica historia del cómic

Pero como decía por ahí arriba no quiero que esto sea algo morboso, sino una celebración agridulce de la vida y obra de grandes autores y artistas. Así que en lugar de llorar sus muertes (que también) leamos La Mano Izquierda de la Oscuridad, el mejor Batman de las ultimas décadas, los “héroes” y antiheroes mas violentos de 2000 A.D. Los 4 Fantásticos, Spiderman, el Doctor Extraño o Creepy, veamos de nuevo la mejor versión de Superman o disfrutemos de tantísimas otras obras, celebremos la vida de todas estas grandes personalidades y tratemos de alegrarnos en la medida de lo posible por haber podido disfrutar de su presencia durante tanto tiempo y saber que su obra vivirá para siempre.

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Diógenes Pantarújez
Admin
5 años han pasado desde que se escribió esto

A este paso vamos a convertirnos en una web de necrológicas, y eso que nos quejábamos de 2016…
De todas formas, tengo que decir algo sobre «las cosas no tan malas» que pasaron; en tiempos solíamos hablar de los peores cómics del año y eran artículos de esos escritos en plan cachondeo, pero tras casi nueve años de escribir aquí nos ha pasado lo que comenta M’Rabo, que ya cansa. Que un cómic malo es una tragedia artística, ya sea por las circunstancias de su creación o directamente por incapacidad de sus autores, con lo que sí, debemos estar haciéndonos viejos, porque empatizamos hasta con el mayor de los patazas.
Claro que esto ha debido provocar que a lo largo de este año haya habido cómics de los que he dicho que están muy bien hechos pero tal o cual cosa no me gusta, y a muchos lectores les haya dado la impresión de que lo he puesto a caer de un burro. El todo o la nada, ya sabéis.