Celebrando el 75º Aniversario de Wonder Woman con un remix de los mejores momentos que le hemos dedicado

Se supone que esta semana se celebra el 75 aniversario de Wonder Woman, un personaje que del que pese a que ni Diógenes ni yo somos grandes aficionados le hemos dedicado unos cuantos artículos aquí en el blog. Tratándose de una fecha tan señalada estaría feo no acordarse de ella, así que aprovechando que ayer mismo Diógenes me dijo que, y cito textualmente “Haz un post remix el viernes y te quedas a gusto”, voy a cumplir al pie de la letra lo que él me sugirió y presentar un remix de los mejores artículos que le hemos dedicado al personaje, que siendo sugerencia suya no se puede quejar. Y es que cumplir 75 años es algo importante incluso para Wonder Woman, pero no tanto como para trabajar de verdad en ello.

Al menos el logotipo del aniversario no les ha quedado mal

Es imposible hablar de Wonder Woman sin hablar de su creador, el famoso y polémico “todólogo” William Moulton Marston, un hombre que era capaz tanto de dar clases en la universidad (y ser despedido de ella) como de anunciar maquinillas de afeitar, colaborar en la invención del detector de mentiras o crear a una de las superheroinas más antiguas del comic al mismo tiempo que plasmaba sobre el papel sus fantasías eróticas. La clase de persona que hoy tendría un webcomic en el que se retrataría como alguien que está muy cachas y folla mucho. Todo un personaje que se mereció su artículo aparte.

Si esto parece el comienzo de una película porno cutre es porque probablemente lo fue

Pero pese a la importancia histórica del personaje esto no se ha traducido siempre en una importancia real de la misma (aunque seamos sinceros, en DC se les da como a nadie lo de ningunear a sus propias creaciones). Un personaje que durante décadas se mantuvo en los quioscos solo por motivos contractuales y no por su éxito real y que de no ser por aquel extraño contracto firmado entre editorial y creador Wonder Woman probablemente hoy sería tan conocida como Liberty Belle. Personaje del que además, si escarbamos un poco en su historia, nos damos cuenta de que su popularidad se ha debido más a la casualidad que a otra cosa y que en cierto modo no deja de ser un precedente de todos aquellos “plagios” que salpicaron la Image de los 90.

Si vas a copiar a alguien que menos que copiar al personaje mas popular y exitoso de la editorial…

Una popularidad que sin duda le debe mucho a cierta nefasta serie de televisión de los 70, que es de esas series que no es que hayan envejecido mal, sino que es como si ya hubiesen nacido viejas. Una serie que convirtió a Lynda Carter en una estrella (cosas más raras se han visto) pero de esas muy fugaces, tan fugaz que desde entonces lo más destacado que podemos encontrar en su carrera son los cameos que tratan de explotar la nostalgia mal entendida y en los que acaba interpretando a figuras de autoridad con obligada referencia a su pasado como WW, como ya sucedió en Sky High y como sin duda sucederá en su próxima aparición como Presidenta de los Estados Unidos en Supergirl. Un éxito televisivo que la Warner trato de repetir en 2011 (¿en serio SOLO han pasado cinco años desde aquello?) con el rodaje de un episodio piloto en el que la actriz Adrianne Palicki se ponía en la piel de la amazona pero que tuvo aún menos éxito que su predecesora, convirtiendo a la pobre actriz en una de esas figuras que parecen gafadas y que merecerían tener mejor suerte.

Con esta serie muchos niños y niñas entraron, y siguen entrando, en la pubertad

Pero un personaje popular no es nada sin sus fans, y si algo hemos aprendido en Brainstomping es que algunos fans de Wonder Woman son algo que nos dan miedo, mucho miedo… La serie de artículos que le dedicamos a Wonder Woman en su 71 aniversario (así de raros somos) nos convenció de ello, cuando una pequeña horda ¿hordita? de fanáticos trato de defender el honor mancillado de su idolatrada heroína con la habitual y nada sorprendente falta de argumentos que se espera en estos casos. Un fanatismo que curiosamente tiene menos que ver con el comic que con la serie de televisión de Lynda Carter, una serie que de forma que aún no conseguimos entender ha levantado y sigue levantando pasiones entre cierto sector del público que se toma muy mal el que haya gente que no se tome en serio a la versión de carne y hueso de su heroína (tiene que haber de todo en este mundo)

Quizás no sean todos así, pero así es como nos los imaginamos

Pero los años han pasado y Wonder Woman, como el resto de personajes de DC ha sufrido una serie de altibajos sin rumbo aparente que han desembocado en un intento de volver a sus raíces o al menos a la versión más popular que el personaje ha tenido jamás. De ello se ha encargado Greg Rucka, quien en una segunda etapa escribiendo al personaje más afortunada que la primera, se ha dedicado a deshacer muchas de las mamarrachadas perpetradas contra el personaje para convertirla de nuevo en algo más parecido a lo que fue Wonder Woman en manos de George Pérez. Un personaje que en su nueva etapa parece que va a “salir del armario” y abrazar esa bisexualidad que muchos autores han insinuado y con la que muchos fans han fantaseado. Aunque Aquí en Brainstomping seguimos dudando de si DC se atreverá a hacerlo de verdad o si será otro de esos personajes que son LGBT solo de nombre y a los que no dejan “ejercer”.

¡El New52 era todo mentira! 

Lo sé, quizás como celebración de un aniversario esto se queda algo corto, pero teniendo en cuenta que ya le celebramos su 71 aniversario no creo que se nos pueda echar nada en cara al respecto.  Y menos que nadie Diógenes, quien seguro que a partir de ahora procurara que eso que él llama sugerencias pero que yo llamo ordenes sean mucho más claras y menos abiertas a interpretaciones (¡soy como el genio que tergiversa todos tus deseos!). Nosotros por nuestra parte esperaremos a ver si esa película que se estrenara el año que viene (en su 76 aniversario, no somos los únicos que celebramos las cosas cuando nos da la gana) consigue devolver la dignidad al personaje o si será solo otro triste capitulo más en la historia de un personaje que a veces parece estar maldito.