Cuando Matt Wagner creo a Grendel en 1982 sin duda no se imaginaba en que acabaría evolucionando el personaje. Originalmente no era más que un ladrón y asesino, pero con el tiempo Wagner avanzo mas en el futuro, conto las historias de los Grendels que le sucedieron y llego un momento en que ya no había un Grendel, había Grendels. El nombre se había convertido en sinonimo de algo más, una especie de casta guerrera/religiosa. Ser un Grendel era como ser un Samurái. En ese contexto se crearon las “Grendel Tales”, miniseries en las que diversos autores nos daban su particular visión de distintos individuos que portaban el nombre de Grendel, todos enclavados en la línea temporal que Wagner había construido. Gracias a estas miniseries llego a nuestras manos lo que en España se recopilo bajo el nombre de Grendel: Guerra de Clanes, sin duda el mejor comic de la franquicia jamás publicado.
Corría el año 1994, dos jóvenes autores Croatas, el guionista Darko Macan y el dibujante Edvin Biukovic enviaron a Dark Horse su propuesta para una miniserie de esos “Grendel Tales”. Por aquella época la Guerra en la antigua Yugoslavia se encontraba en su apogeo y fue en ese ambiente bélico en el que estos dos artistas crearon su obra maestra en las miniseries “Devils and Deaths” y “Devil’s Choices“, una de esas excepciones a la regla de que los años 90 fueron basura para el cómic americano.
Aprovechando la libertad que les daba el poder contar sus historias en cualquier punto de la historia del mundo que Matt Wagner había creado, Macan y Biukovic ambientaron la suya en un pequeño país europeo que había quedado aislado del resto del mundo en una de esas guerras que Wagner había contado en otro lugar. El contacto con el mundo exterior se ha perdido, nadie sabe realmente que ha sucedido con el Grendel Khan (El Emperador del mundo), y en esa situación este país cae en la anarquía.
Los viejos odios resurgen, distintos clanes de Grendels se enfrentan en una guerra fratricida solo para vengar viejas afrentas que ya nadie recuerda y para agarrarse al escaso poder que les da el gobernar esa pequeña región del mundo. El aislamiento ha provocado que la tecnología futurista de ese mundo se vaya deteriorando al no quedar nadie que sepa como repararla, lo que deja a estos clanes cada vez más cerca del borde de tener que pelearse entre ellos con palos y piedras.
Todo esta caída en la barbarie y odios inútiles los vemos a través de los ojos de Goran, un niño perteneciente al clan de los Agramitas al que lo único que le importa en la vida es ser un guerrero tan grande como su hermano Drago. Pero a medida que crezca, Goran se dará cuenta de que hay otras cosas que merecen la pena y que tiene que haber una forma mejor de vivir que esa guerra eterna y sin sentido de la que no parece haber escapatoria.
Utilizando como metáfora el mundo creado por Wagner, lo que Macan y Biukovic nos están contando realmente es la situación en su propio país, la situación que estaban viviendo en el mismo momento en el que estaban realizando esta historia. Una crítica a lo absurdo de una guerra en la que se te impulsa a odiar a tu vecino, o a que este te odie, solo por pertenecer a otro “clan” (religión, provincia, etc.). Todo para satisfacer las ansias de poder de los líderes de las distintas provincias. Se trata de algo más que de un grandísimo comic, es casi una lección de historia, que como decía Lorenzo F. Díaz en la introducción del tomo que recopilo estas miniseries en España “Es un comic notable, bien escrito, bien dibujado, mejor narrado, hace pensar…”
Tras estas miniserie la carrera de ambos autores en los estados Unidos despego. Macan se ocupo de varias miniseries de Star Wars (Jedi vs Sith es otro pedazo de comic), algunos números de Hellblazer, una de las etapas más curiosas del mutante Cable bajo el titulo de Soldier-X… Y luego desapareció de EEUU. A comienzos de los dos mil dejo el mercado americano y volvió a escribir solo para su país, una gran pérdida para el comic, aunque al menos en su país pueden seguir disfrutando de su talento.
Pero para perdidas, y de las tristes, la de Edvin Biukovic. Tras estas miniseries dibujo algunas miniseries de Star Wars, una miniserie de “The Human Target” junto a Peter Milligan y unos cuantos comic bélicos, algunos de ellos junto a su amigo Macan. Esto fue lo último que pudimos ver de su magnífico trabajo ya que en 1999 falleció a consecuencia de un tumor cerebral cuando tenía tan solo treinta años, dejándonos sin uno de los mejores dibujantes que habían surgido en las últimas décadas.
Decir que recomiendo este comic sobra a estas alturas, lamentablemente se trata de un comic editado en nuestro país hace más de doce años y que no se ha reeditado desde entonces. Conseguirlo es cuestión de recurrir al mercado de segunda mano, pero es una búsqueda que vale mucho la pena ya que se trata de unos de los mejores comics que he leído (y releído) en muchísimo tiempo.
Que gran historia¡
Eso si como se nota que esta gente supo contar lo que era una guerra en si misma, todo bajo el ambiente que nos ofrece Grendel.