Hace años, leyendo el Jueves, en su sección de “Para ti que eres joven” dedicado en aquella ocasión, creo que a las series de televisión, había una viñeta buenísima en la que el propio Albert Monteys aparecía retratando viendo la serie de “Joey” y exclamando indignado “¡Joey! ¿Qué te ha pasado? ¡Tu tenias gracia en Friends!”. Viñeta que me ha servido como inspiración ahora que me ha tocado sufrir de nuevo la maldición de escribir.
Seguro que a todos se nos vienen a la memoria unos cuantos personajes, reales o de ficción, que en un momento dado fueron divertidos y que luego con los años, por diversos motivos perdieron toda esa gracia que un día tuvieron, y es a ellos a los que está dedicado el día de hoy. Así que pasen y vean.
Comenzaremos con el inspirador de este post, el personaje de Joey Tribbiani al que daba vida Matt LeBlanc. Joey en Friends era uno de los personajes más divertidos para muchos, entre los que me encuentro, quizás porque con su amistad con Chandler no podía evitar acordarme de Booster Gold y Blue Beetle cuando les veía juntos. Era tal el éxito del personaje que cuando Friends termino le ofrecieron a LeBlanc protagonizar una nueva serie dedicada en exclusiva a Joey, y ahí la cagaron. Lo que funcionaba perfectamente en pequeñas dosis combinado con el resto de personajes aquí no funcionaba. Tener a Joey de protagonista absoluto acompañado de su hermana y sobrino fue una de las peores ideas que pudieron cometer en el canal. Los chistes sobre lo cortito que era Joey a veces o lo mucho que ligaba no daban para llenar 20 minutos enteros, y así, tras solo dos temporadas la serie fue cancelada.
El siguiente de la lista es sin duda el del que más me ha sorprendido su caída en desgracia, pese a que hoy en día cuente con miles de fans. Estoy hablando de Pablo Motos. L a primera vez que supe de él fue en el programa que tenia Julia Otero en Onda Cero, allí motos se ocupaba cada tarde de soltar un pequeño monologo que era mi parte favorita del programa, en unos pocos minutos era capaz de hacerme soltar la carcajada hablase de lo que hablase, pero un día despidieron a Julia Otero y le perdí el rastro durante una buena temporada.
No volví a saber de él hasta verle un día por casualidad en el Club de la Comedia, y seguía siendo el mismo tipo divertido que recordaba, todo parecía seguir como siempre, y un día leí que tenía un programa de radio en solitario. Averigüe en que cadena se emitía, su horario, me dispuse a escucharlo… y aquello no era lo mismo. Ahora Motos era el protagonista absoluto, en lugar de una pequeña sección hablaba durante todo el programa, unas cuantas horas, y como que ya no parecía tener la misma gracia, lo achaque a los colaboradores, a que estaba medio dormido al escucharlo y después de unos días deje de escuchar su programa. Pero entonces, un par de años más tarde comenzó su andadura en televisión con el Hormiguero, y allí me di cuenta de lo que pasaba realmente.
Nunca fue tan cierta esa frase de van der Rohe de “Menos es mas”. Mientras Motos tuvo apariciones cortas era un tipo divertidísimo, en cuanto tuvo horas para explayarse y dejo salir a flote su ego se convirtió en un tipo insoportable. Chistes sin gracia, un humor burdo, protagonismo absoluto en cada una de sus secciones, entrevistas de vergüenza ajena en las que quiere destacar más que su invitado…Todo un despropósito. Por desgracia parece que ya jamás volverá el Pablo Motos monodosis de antaño y ya solo nos queda esta maquina vigorexica de dar vergüenza, una lástima.
Y mañana seguimos con la segunda entrega, que el jefe me riñe si hago estas cosas demasiado largas.