Los Vengadores de 1993: Wizard, The Guide to Comics #17 (I)

Wizard 17 se publicaba en enero de 1993 con una portada dedicada al universo Valiant, ése que en un principio Wizard se volcó en apoyar pero no tardó mucho en abandonar en cuanto Image y Marvel empezaron a hacerle más caso. Y bueno… Si sois lectores habituales de Brainstomping, imagino que ya sabéis de sobra lo que pasó en 1993; fue el final de las vacas gordas, de los editores con deportivos de lujo, de los dibujantes que se hacían millonarios hasta cuando no dibujaban. La burbuja de la especulación reventó aquel año, así que esta Wizard no deja de ser el testigo del principio del fin.

Se suele decir que el final del reventón no llegó hasta 1997 con la bancarrota de Marvel, pero aquel traspiés no tuvo su origen en la propia Marvel, si no en la forma en la que su propietario, Ron Perelman, buscó recapitalizar la editorial para sacarla de la bolsa sin soltar apenas dinero; su estrategia habitual durante veinte años había sido la de hinchar las empresas a base de comprar y comprar otras empresas hasta crear un holding empresarial con mucho nombre pero poca sustancia, para acto seguido decirle a los accionistas que estaban podridos de deudas y que si no aceptaban su plan de rescate para la empresa -y le vendían todas sus acciones a un precio bajísimo- iba a declarar la bancarrota y sus acciones bajarían aun más de precio. Normalmente, los accionistas solían aceptar el chantaje de mil amores porque las cifras realmente estaban indicando esa deuda abismal, pero… Esta vez se metió de por medio Carl Icahn, otro de los grandes tiburones de la época y ofreció un trato distinto a los inversores, provocando una guerra entre los dos magnates del bono basura que desembocó en la bancarrota de Marvel y su intervención judicial al final de 1997. Pero la burbuja no estalló por la crisis de Marvel, si acaso lo que hizo fue aplazar esa bancarrota y deformar por completo la realidad de la empresa a ojos de Perelman, que la había comprado a principios de 1989 cuando la burbuja ya se estaba hinchando con los primeros trabajos de McFarlane y demás.

Así que el que Wizard publicara un par de páginas hablando sobre los planes de futuro de Marvel para 1993 para desmentir «los rumores de que no están preparados para el nuevo año y de que no pueden aguantar la marcha constante de autores a otras compañías» y no deja de hacernos cierta gracia, porque nosotros como lectores sufrimos aquello en nuestras carnes y sí, efectivamente, Marvel no soportó la espantada de Image ni en lo más mínimo, sobre todo porque los «buenos», los que no se fueron a Image, trataron de crear desesperadamente sus series independientes para sacarle tajada al filón de la burbuja. Unos se sacaron bastante dinero con ello, otros no, pero lo cierto es que Marvel empezó a verse tan falta de talento que la máxima de su presidente Terry Stewart se repitió entre los editores de la Casa de las Ideas como un mantra que no se creía nadie: lo importante son los personajes, no los autores. Nadie se lo creía, y el hacer como que no pasa nada promocionándote el crossover entre Vengadores y X-Men Lazos de Sangre no hace más que reafirmar que la situación era desesperada. Lazos de Sangre, recordemos, es aquella historia en la que Fabián Cortez raptaba a Luna, la hija de Mercurio con Crystal y que supuestamente servía para celebrar el treinta aniversario de ambas series. El cómic era tan soberanamente malo y hacía tanto hincapié en espantajos noventeros como Éxodo y la enésima guerra civil en Genosha que contribuyó firmemente a mi exilio de las series de mutantes y Vengadores, porque a mi los Vengadores de Harras como que tampoco me hicieron nunca tilín…

Algo que no recordaba yo era que durante aquel crossover también se disolvieron oficialmente los Nuevos Vengadores -vamos, los Wacos- porque aunque la cosa empezó a torcerse con la decisión de matar a la Inteligencia Suprema por lo de Operación Tormenta Galáctica y yo pensé que aquello iba por eso, pero el 102 de Avengers West Coast (si, reordenaron el nombre de la serie durante la etapa de Byrne, como siempre marcaba territorio) el Capitán América va a poner orden en la costa oeste porque todo les va fatal y se les mueren miembros, a los wacos no les gusta que les lean la cartilla y de repente aparece Iron Man exhibiendo sus galones de fundador del grupo y si te he visto no me acuerdo, ahora los wacos somos Force Works, sea lo que sea eso. Huelga decir que el cómic es malísimo, los Vengadores parecen niños discutiendo en una guardería y todo el mundo está enfadado y lo más parecido a un razonamiento lo lleva a cabo el Capitán América negándose a discutir con nadie, ¡y éso con lo que le gusta al Capi discutir estas cosas, manda huevos! Huelga decir que, por mucho que no le tenga cariño al trabajo de Thomas, éste último número viene escrito por Dan Abnett y Andy Lanning, el nuevo equipo de Force Works, y tiene que poner a sus niños de cara a vender la nueva serie… Que no saldría hasta seis meses después. Que por cierto, como decíamos Wizard habla de este episodio en el número de enero del 93… Y Lazos de Sangre no se publicará hasta diciembre de ese mismo año. Supongo que entre tanta canción del tarugo y tanta mandanga mutante no les daba tiempo, que por en medio había que lobotomizar a Magneto y no daba tiempo. Los caminos de la administración DeFalco son inescrutables y todo eso.

Es una época loca en los Vengadores, porque unido al hecho de que tienen que mostrar como los wacos se están desmoronando a lo largo de todo ese año, con la mayor parte de los miembros dejando el grupo y quedándose en él segundas filas como Spiderwoman, Máquina de Guerra o el USAgente, en los Vengadores tenemos la etapa de Harras y Epting con todo aquello de Proctor y estando todo el día enfadados. Sigo sin entender cómo le pueden gustar al personal esos cómics, supongo que porque comparado con casi todo lo que se publicaba en la editorial en aquel momento debía ser gloria bendita, con los personajes teniendo sus subtramas y los villanos teniendo sus razones para romper cosas, pero a mi me siguen pareciendo bastante mediocres. Por su parte, el Capi vive en mitad de la etapa Gruenwald en un caso claro de que el dibujante te puede arruinar cualquier etapa por buena que sea, porque el trabajo de Rick Levins trata de imitar a Jim Lee -le dibuja las cejas al Capi- y para no variar se queda en esperpento; era la época en la que Iguana era un secundario más de la serie, con D-Man asomando todavía de vez en cuando. En Iron Man teníamos el regreso de Tony Stark tras su supuesta muerte por una temporada, con su regreso siendo celebrado con una portada metalizada y el cómic estando escrito por Len Kaminski y dibujado por Kevin Hopgod; para que os hagais una idea, a lo largo de este año se creará la armadura modular esa tan fea que tuvo el personaje durante los 90 y que acabaría siendo la que sale en el Marvel Superheroes de Capcom y la serie de animación del personaje. Además, anuncian la maravillosa idea del Iron Manual, que Wizard anuncia como un especial a lo «armería de El Castigador» y que al final fue un repaso de Elliot R Brown a todas las armaduras del personaje hasta ese momento -que no eran tantas- y un poco de fantasticiencia para todos. Como curiosidad os diré que pintaron todas las armaduras de Iron Man de rojo y amarillo, con lo que la Silver Centurion aparece un tanto dorada.