Seguimos exprimiendo el nuevo crossover entre Marvel y DC

Como decía la semana pasada, este nuevo especial de Marvel y DC, pese a contar como historia principal con el divertido, aunque algo intrascendente, encuentro entre Batman y Masacre, también incluía otras historias de las que había prometido hablar. Así que lo que toca hoy es seguir exprimiendo ese especial que ha dado bastante de sí y comprobar si vale la pena que estos encuentros se repitan y expandan en el futuro.

La segunda de las historias de este especial es sin duda la que me hubiese gustado que se llevase la parte principal del mismo, una historia en la que Chip Zdarsky y Terry y Rachel Dodson nos muestran la larga amistad, nacida durante la Segunda Guerra Mundial, entre el Capitán América y Wonder Woman. Pero este encuentro no ha estado exento de polémica por las circunstancias en las que se conocieron, en pleno Berlín, dentro del búnker de Hitler con este arrodillado ante un Capitán América dispuesto a ejecutarle a sangre fría por sus crímenes. Pero entonces Wonder Woman aparece y le convence de que, pese a que Hitler obviamente no merece vivir, matarle así no sería justicia, que lo correcto es arrestarle para que sea juzgado por sus innumerables crímenes y allí se decida su destino.

Un destino que, como en el mundo real, acaba con ese monstruo tomando la salida cobarde de agarrar un arma y suicidarse (aquí no hay una Antorcha Humana original que le queme vivo).

Y claro, esto ha molestado a muchos porque de alguna forma han entendido que WW defiende a Hitler o simplemente tienen en sus cabezas esa imagen distorsionada del personaje y querían que le decapitase con su espada, le ahorcase con su lazo o algo así. Pero Chip, aunque no es perfecto, es un guionista bastante inteligente, y lo que ha hecho simplemente es mostrarnos a una Diana como debería ser caracterizada siempre, como esa guerrera que si no le queda más remedio que matar en defensa propia o para salvar a otros lo hará, pero que siempre tratará de evitar llegar a esos extremos, y que le recuerda al Capitán América quién es realmente. Un encuentro que define a la perfección a ambos personajes y que se encuentra salpicado con pequeños vistazos fugaces a la relación entre ambos en las décadas venideras que nos dejan con ganas de muchísimo más.

Momentos como ese supergrupo que rescata al Capitán América del hielo y entre quienes están la Avispa, Thor, Iron Man pero también Superman y Wonder Woman, la trágica muerte de Supergirl durante unas Crisis, enfrentamientos contra Galactus y otros dos momentos especialmente memorables. El primero, cuando nos muestran que en este mundo Wonder Woman no le partió el cuello a Maxwell Lord porque el Capitán América estaba ahí para recordarle que no son ejecutores, y el segundo, cuando vemos que durante la Civil War Wonder Woman estuvo al lado del Capitán América. Por eso espero, aunque no quiero ni pensar en lo poco probable que es, que este especial haya funcionado muy bien a nivel de ventas y podamos disfrutar de ver expandida esta historia en forma de especial o miniserie, porque necesito seguir explorando ese mundo.

También encontramos dos historias que no podrían ser más radicalmente diferentes en todos sus aspectos, pero que comparten la cualidad de ser un divertimento sin más. En la primera, Kelly Thompson y Gurihiru (Chifuyu Sasaki y Naoko Kawano) cruzan los caminos de Krypto y Jeff el tiburón de tierra, quienes comparten una historia de corte marcadamente infantil que admito que me pilla algo mayor para disfrutarla pero que entiendo que para su público objetivo debe ser una delicia. En la segunda tenemos a Frank Miller desatado, con colores de Alex Sinclair, mostrándonos el enfrentamiento entre el Batman de Dark Knight y alguien a quien llaman Old Man Logan pero que es simplemente Lobezno viejo. Aquí Miller hace una gamberrada de las gordas, parodiándose a sí mismo y jugando con los estereotipos que le achacan (algunos merecidos y otros no tanto), demostrando que goza de un buen sentido del humor.

Un humor que encontramos también en el peculiar intercambio cultural que se produce entre los Guardianes de Oa y los Guardianes de la Galaxia, donde Al Ewing y Dick Ruan convierten a Mapache Cohete en un Green Lantern mientras Hal Jordan se va de viaje con Starlord y compañía. Un intercambio que no acaba de funcionar porque Mapache tiene tendencia a ser más rebelde que Hal y Guy juntos y a hacer las cosas a su manera, mientras que Hal ha recaído en viejos vicios a la hora de acumular poder absoluto… Otra historia que aunque no deja de ser un chiste hubiera merecido contar con bastante más espacio.

Espacio con el que sí contaron Kevin Smith y Adam Kubert para contarnos el encuentro entre Daredevil y Flecha Verde, dos personajes con los que Smith ha trabajado en el pasado y que Kubert dibuja a las mil maravillas. Aquí nos muestran una ajetreada noche en la Cocina del Infierno en la que Flecha Verde se está enfrentando a los ninjas de La Mano mientras Daredevil, en la azotea de enfrente, hace lo propio contra los ninjas de la Liga de Asesinos. Un intercambio de enemigos que parece surgido de una de aquellas películas de los 80 que llenaban los videoclubs durante el cual bastones y flechas vuelan por todas partes y que acaba con un bonito homenaje hacia el legado de ambos héroes. Una historia algo más extensa, siete páginas, pero que igualmente saben a muy poco.

En general, aunque este especial no ha sido un cómic extraordinario, sí que ha sido un buen escaparate para comprobar el potencial que tienen estos crossovers entre Marvel y DC. Por ello espero que esto haya sido un superventas, o por lo menos que haya vendido lo suficiente como para que ambas compañías se planteen que necesitan sacar más proyectos conjuntos y que se animen a hacerlos un poquito más extensos, que viendo cómo en el pasado de estas colaboraciones han salido grandísimos cómics como el Patrulla X/Titanes o el JLA/Vengadores, no me gustaría quedarme sin la posibilidad de que surja algún otro cómic a la altura de estos.