Bookish – Mark Gatiss nos trae un detective diferente

Como suele ser habitual, las series de televisión británicas parecen surgir por generación espontánea, enterándonos a menudo de su existencia cuando estas se estrenan. Eso es justo lo que me sucedió hace un par de meses con Bookish, una miniserie detectivesca creada y protagonizada por Mark Gatiss, que nos lleva a la Londres de los años cuarenta para seguir las peripecias de un detective aficionado que es mucho más de lo que aparenta a simple vista. Una divertida miniserie bastante más original de lo que se podría presuponer y que ya tiene en camino su segunda temporada.

Al final si que leer va a ser algo peligroso

Gabriel Book es el algo excéntrico propietario de Book’s, una librería de segunda mano en la Londres de posguerra que aún se está recuperando de las secuelas de los bombardeos nazis. Pero también es, gracias a una presunta recomendación del mismísimo Winston Churchill y a su amistad con un inspector de la policía, un asesor extraoficial de esta, ayudándoles en los casos más complicados que requieren de su conocimiento enciclopédico sobre casi cualquier materia y sus habilidades deductivas. Dos facetas contradictorias bajo las cuales se encuentran otras muchas que por su propio bien prefiere que no salgan jamás a la luz…

No es un libro abierto precisamente

Es difícil no ver esta serie sin pensar que a Mark Gatiss le seguía picando el gusanillo de hacer más historias de detectives tras la última temporada de Sherlock, y que con lo ocupados que se encuentran ahora mismo Benedict Cumberbatch y Martin Freeman con otros proyectos, este ha decidido crearse su propia serie (junto con el guionista Matthew Sweet), su propio detective, protagonizarla él mismo y quedarse tan a gusto. Una decisión que me alegra muchísimo, ya que el resultado de esta primera temporada ha sido una delicia, pues Gatiss y su equipo han sabido combinar la esencia clásica del género con temas bastante más actuales y ambientarla en una época que puede dar muchísimo juego.

Al final se ha quedado jugando solo

 

Algo que me llamó mucho la atención, y en el buen sentido, es lo poco, o más bien nada, que se parece Book a Holmes (hasta el punto de que ni hay guiños a este) y a otros muchos investigadores contemporáneos. Gatiss se ha esforzado en que su detective sea un personaje completamente diferente en casi todos los aspectos, y aunque ambos comparten su colaboración informal con las autoridades y un cerebro prodigioso, no podrían ser más diferentes. Book es alguien muy cercano, empático y con sentido del humor, y para él su trabajo como investigador es más bien una afición, siendo su principal ocupación su librería que comparte local con la tienda que regenta su esposa. Mark Gatiss borda este papel hecho literalmente a su medida, encajando su estilo interpretativo tan teatral, bordeando en ocasiones el histrionismo y la caricatura, con el carácter un tanto excéntrico de su personaje. Pero también es alguien que esconde unos cuantos secretos, tanto personales como profesionales, que hacen de este un personaje mucho más rico y complejo de lo que esperaba.

A veces es demasiado dramático

A este lo acompaña una extensa “familia” de secundarios que se complementan muy bien con él y que ayudan a diferenciarle aún más de muchos de esos otros investigadores con los que inevitablemente se le va a comparar. Book está casado con Trottie (Polly Walker), su amiga de la infancia y compañera en sus investigaciones, con quien mantiene una tierna aunque muy compleja relación. Juntos han acogido en su hogar y en sus dos negocios a Jack (Connor Finch), un joven recién salido de prisión a quien le han dado una nueva oportunidad en la vida sin que él sepa los auténticos motivos detrás de ello. Y casi acogida está también Nora, una joven que quedó huérfana durante la guerra y que pasa más tiempo en la librería de Book que en casa de sus tíos, tratando de convencerle de que la deje ser partícipe de sus investigaciones, solo que pese a lo que podría parecer esta no es una especie de “Irregular de Baker Street”, limitándose Book a dejarla ayudar en la tienda y a buscar documentación de vez en cuando para no ponerla en peligro. Y por último tenemos al inspector Bliss (Elliot Levey), quien suele recurrir a la ayuda de Book cada vez que tiene un caso complicado, pero sin que este le trate con condescendencia como si fuese inferior a él, sino con un gran respeto que no le impide pincharle de vez en cuando de forma amistosa. Una especie de extensa “familia” que parece diseñada a medida para evitar cualquier comparación posible con Holmes.

Holmes nunca haría algo así

La ambientación también ayuda a diferenciar a este de otros famosos detectives, y Gatiss se ha alejado de la Inglaterra victoriana para llevarnos al Londres de 1946 (aunque rodando en Bélgica). Una ciudad que aún se está recuperando de las secuelas de la guerra, con barrios todavía reducidos a escombros por los bombardeos nazis que también dejaron numerosos huérfanos, militares sin nada que hacer y un mundo sacudido que aún se encuentra en tensión. Una época que juega un papel fundamental tanto en las diferentes historias que nos cuenta esta temporada (tres historias dobles en seis episodios) como en las tramas a largo plazo que continuarán en la siguiente, especialmente sobre el estado en el que se encuentra la ciudad, el papel que jugaron varios personajes antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, o los cambios que está despertando en Europa el avance del comunismo. Y esto comparte espacio con temas que, aunque son universales, no solemos ver muy a menudo en historias ambientadas en estas épocas y que aportan a la serie una dimensión diferente y muy interesante que espero que se exploren con mayor profundidad en la siguiente temporada.

Los restos de la guerra siguen dando juego

Todo esto envuelve unas historias de corte muy clásico en las que las más bajas pasiones, el desamor o las ansias de venganza llevan a gente corriente a cometer toda clase de crímenes que ocasionalmente la policía no puede resolver por sí misma. Pero pese a que la serie tiene un fuerte componente dramático en algunos momentos, no se puede decir que estemos ante un drama. El tono de la serie se orienta más hacia la aventura, con momentos puntuales que beben más de la serie negra e incluso toques de humor. Una combinación bastante equilibrada que da como resultado un tono que podríamos llamar acogedor, donde la violencia apenas se muestra, solo sus consecuencias, centrándose más en las relaciones entre los personajes y en las labores deductivas de Book.

Resulta reconfortante seguir contando con series así

Todo esto ha conseguido que Bookish se haya convertido en una de las sorpresas más agradables de este pasado verano, llegando por sorpresa, rompiendo las expectativas y sin llegar a ser algo radicalmente innovador, convertirse en un visionado muy agradable de esos que nos dejan con ganas de más. Ahora solo nos queda esperar que su segunda temporada no se haga esperar y que estas sean solo el comienzo de una larga trayectoria.

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3 Comments
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Roger
Roger
2 meses han pasado desde que se escribió esto

Parece simpática. ¿está en HBO?
Da la impresión que el que haría de irregular sería más bien el exconvicto, que quizá recurra a viejos conocidos de su desperdiciada juventud.
Un Sherlock casado y con empatía sí es una novedad. Que no trate como un idiota a su Lestrade (aunque en los relatos sí lo respetaba, por ser tenaz y honrado) ya lo diferenciaría de otras series.
¿Qué hay pocas series de los años 40? Hombre, si es de la guerra, andamos sobrados. De la postguerra menos. Recuerdo una que iba de Berlin en 1946 y de los problemas que tenía la policía para funcionar normalmente con la ocupación aliada (por ejemplo no pueden llevar ni pistola, ni siquiera porras, y van con patas de silla).
Mientras los británicos están algo obsesionados con Churchill y su gran momento, los españoles intentan olvidar que los 40 y su nacionalsocialismo, hambre y represión existieron. O pintarlos con una imagen absurda. Hace poco Jean Reno salió en una serie española en que te ponían una mujer detective en A Coruña en esa época… y claro está ni mencionaban el franquismo, ni el machismo enfermizo, ni nada. Creo que no aguanté un episodio.

Alejandro
Alejandro
2 meses han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Roger

En Justwatch dice que no está disponible en España.
Y mirando en Wikipedia, veo que es de UKTV, una operadora privada de canales que es propiedad de BBC Studios.

Erminzah
Erminzah
2 meses han pasado desde que se escribió esto

Apuntada queda, que hasta que empiece Slowhorses tengo un hueco entre Peacemaker y Alien Earth.
Gracias!