Los Creature Commandos me han dejado con ganas de más

Ayer terminó la primera temporada de los Creature Commandos, la entrega más reciente del nuevo DCU y una que me ha sorprendido muy gratamente en todos los sentidos. Divertida, extremadamente violenta, a ratos vulgar y también muy emotiva, básicamente todo lo que se podía esperar de alguien como James Gunn. Así que, sin más rodeos, vamos a ver qué es lo que nos ha ofrecido esta primera entrega de las desventuras de este peculiar grupo y qué espero que nos depare el futuro en esa segunda temporada que ya se confirmó el mes pasado.

Creo que no hace falta ni mencionar que, pese a que la serie se llama Creature Commandos, al final ha resultado ser lo que la mayoría esperábamos que fuese: una serie del Escuadrón Suicida, pero con otro nombre. Porque, aunque es cierto que en el cómic existen muchísimas similitudes entre ambos equipos, la carne de cañón prescindible a quienes el gobierno estadounidense envía a misiones demasiado peligrosas para enviar soldados normales, el tono y el trasfondo de esta serie les asemeja muchísimo más al Escuadrón y no a uno cualquiera, sino al de John Ostrander (y Luke McDonnell).

Porque tampoco debe hacer falta aclarar que James Gunn adora a Ostrander. No en vano le incluyó en un pequeño cameo en su película del Escuadrón Suicida como el siniestro médico de Belle Reve, y la influencia de sus cómics se ha dejado sentir en el trabajo de Gunn no solo en el Escuadrón/Pacificador/Commandos, sino incluso en su trabajo en el MCU. La caracterización de sus personajes, las dinámicas entre ellos, sus diálogos, la forma de combinar la violencia con el humor negro… Y aunque Gunn bebe de muchísimas influencias y no todo se lo debe a Ostrander, es innegable que, como poco, comparten muchos puntos en común a la hora de escribir y que, en una serie como esta, se ha volcado de lleno en canalizar todo lo que ha aprendido de ese grande del cómic a quien no se valora todo lo que se merece.

Y vaya que sí lo ha hecho, porque en muchos aspectos estos Creature Commandos me han recordado más al Escuadrón Suicida de los ochenta que los que aparecieron como tales en la película de Gunn. Es como si, tras la experiencia de la película, Gunn hubiese refinado aún más la esencia de lo que hacía grandes esos cómics de Ostrander y hubiese perfeccionado la fórmula. Así es como aquí nos hemos encontrado con el esquema de cualquier historia clásica del Escuadrón, la misión moralmente ambigua, cómo los planes no acaban de salir como se esperaba, traiciones, dobles juegos, un puñado de personajes que parece imposible que puedan trabajar juntos y un final de esos que te dejan algo tocado y del que no todos regresan con vida…

Gunn y su equipo se han desenvuelto con todos esos elementos como peces en el agua, integrando a un grupo de personajes que en el cómic en muchos casos ni se han cruzado y permitiéndonos atisbar lo grande y poblado que es ese DCU que veremos debutar en toda su gloria con Superman. Las relaciones entre todos ellos han funcionado a la perfección, tanto de antagonismo como casi de amistad, aunque es cierto que en algunos casos ha habido personajes que han sido reinterpretados de arriba abajo, pero, para mi gusto, ha sido lo mejor. Ni siquiera el intercalar en cada episodio los orígenes, trágicos siempre, de cada miembro de los Commandos ha entorpecido el desarrollo de la trama, ya que siempre se ha escogido el personaje adecuado para cada episodio cuyo pasado encajaba mejor en lo que se estaba contando.

Todo ello aderezado, como no, con una violencia muchísimo más extrema y explícita de lo que incluso yo me esperaba para una serie así, y que casi siempre viene acompañada de un humor negrísimo que nos recuerda que Gunn, entre todas sus influencias, es un hijo de Troma. Y otro de los complementos de la serie que me gustaría destacar, y que es otro de los puntos fuertes de Gunn, la selección de la banda sonora. Encabezada por la genial versión de los Fanfare Ciocarlia del tema “Moliendo Café”, que jamás pensé que encajaría tan bien en una serie como esta. o ese delirante montaje musical que, al ritmo de “My Gypsy Auto Pilot” de Gogol Bordello, nos narra el origen de uno de los personajes de la serie, Gunn sigue teniendo un grandísimo oído a la hora de complementar sus historias con la música más apropiada y descubriéndonos, a quienes no somos demasiado melómanos, temas de esos que no podemos sacarnos de la cabeza.

Pero, por encima de todo, esta ha sido una serie de personajes, donde su caracterización e interacciones han sido lo mejor de la serie. Aunque, como señalaba más arriba, Gunn se ha tomado algunas libertades, muy grandes en algunos casos, , en general ha sido para bien, al tratarse en la mayoría de los casos de personajes tan poco desarrollados que eran casi un lienzo en blanco. En ese aspecto, una de las cosas con las que más he disfrutado es con su caracterización de Amanda Waller. Una completamente continuista de cómo la había tratado en el Escuadrón Suicida y en Pacificador y que, a su vez, eran muy deudoras de Ostrander. Una Waller que, sí, es un mal bicho de pocos escrúpulos y moral más que ambigua, que está dispuesta a cruzar casi cualquier línea para proteger los intereses de su país (a veces incluso del mundo), pero que aún tenía cierta humanidad. Una Waller muy alejada de la demente villana megalómana que hemos tenido que sufrir en los últimos años en el cómic y de la que, por suerte, aquí no hay ni rastro.

Aunque la mayor sorpresa me la he llevado, como ya señalaba en mi reseña anterior de esta serie, con los personajes de la Novia y Frankenstein. Dos personajes que Gunn ha reinterpretado por completo y que, en muchos aspectos, por no decir todos, solo se parecen a sus contrapartidas del cómic en lo físico (aunque la Novia aquí tenga unos cuantos brazos menos que en el cómic). Frankenstein aquí se ha convertido en la personificación absoluta del machismo más tóxico, una criatura tan obsesionada con su “amor” por la Novia que está dispuesto a todo, literalmente a todo, para estar con ella y que jamás aceptará un no como respuesta. Un papel que David Harbour borda a la perfección con ese monstruo tan educado y elocuente y, al mismo tiempo, tan despreciable, pero al que da gusto ver en acción.

Por su parte, Indira Varma ha conseguido, con su interpretación de la Novia —un personaje que en el cómic no podía haberme importado menos y que casi había olvidado que existía—, que esta se convierta en mi personaje favorito de la serie. Un personaje trágico como todos en la serie, aunque quizás en su caso un poco más. Creada para ser simplemente un objeto de deseo, la Novia lleva más de un siglo huyendo de un acosador incansable incapaz de aceptar que ella tenga poder de decisión alguno en su propia vida, a quien le sigue costando encontrar su lugar en el mundo. Pero también es una mujer que, pese a su poco convencional origen, todas esas malas experiencias y traumas que la han llevado a crear una coraza en torno suyo y a volcarse en la violencia extrema, sigue siendo más humana que muchas de esas personas “reales” que la rodean.

Y no quiero terminar sin hablar de la otra genialidad de la serie: el G.I. Robot. Un personaje muy secundario y olvidado de los cómics bélicos de DC que, pese a haber sido creado por Robert Kanigher (y Pepe Morino Casaras), siempre estuvo a la sombra de los grandes del género de la editorial, como el Sargento Rock o el As Enemigo, entre otros. Pero lo que hacen aquí con el personaje es una auténtica genialidad, ya que, aunque al principio parece un mero alivio cómico, con su obsesión por matar nazis, cuando llegamos al momento de conocer su origen, vaya que sí cambian las cosas. En principio no difiere demasiado del cómic, y sigue siendo el robot creado para luchar en la Segunda Guerra Mundial, donde se encontró con unos cuantos viejos conocidos.

Pero, para cuando termina la guerra, y dejando de lado cierto sorprendente cameo que espero que sea un prólogo de algo que está por venir en el DCU y que me muero de ganas de ver, llegamos a uno de mis momentos favoritos de toda la serie. Cuando ya en el presente nos encontramos con un G.I. Robot para el que ya no parece haber lugar en el mundo, convertido literalmente en una reliquia, Gunn nos recuerda de una forma tan explosiva como divertida que el mal se esconde bajo muchas formas y que, por desgracia, el mundo sigue necesitando a seres como este robot entrañable, para el que no parece que vaya a escasear el trabajo.

Estos siete episodios, aunque personalmente me han sabido a poco, han cundido muchísimo y, sobre todo, me han dejado con unas ganas tremendas de ver su segunda temporada. Una temporada de la que hemos tenido un breve anticipo en la forma de algunos de los nuevos monstruos que se unirán a los Commandos y entre los que hay cierto viejo conocido al que me muero de ganas de ver interactuar con el resto. Por no hablar de esa escena postcréditos que, aunque no vaticina nada concreto, nos muestra cómo hay algunas muertes más duraderas que otras. Lo que sí espero es que, ya sea en esa segunda temporada o en la segunda de Pacificador , donde también va a aparecer, conozcamos un poco más a este Rick Flag Sr., ya que es el único del que no nos han contado demasiado. Pero dejando todo eso a un lado, mi confianza en el DCU de James Gunn es cada vez mayor, ya que hasta ahora no ha fallado ni una sola vez y ha demostrado con creces que sabe tratar con el cariño y respeto que merecen todos estos personajes.

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4 días han pasado desde que se escribió esto

¿Pepi Morino Casarás es el primo americano de Pepe Moreno Casares? XD

Diógenes Pantarújez
Admin
4 días han pasado desde que se escribió esto
Responde a  M'Rabo Mhulargo

QUE VERGÜENZA!

manolin
manolin
4 días han pasado desde que se escribió esto

Aquí se presenta otro que tiene a John Ostrander como uno de los grandes.

Roger
Roger
4 días han pasado desde que se escribió esto

James Gunn es uno de los directores que dan esperanzas para las películas de superhéroes, a mi me encantó su Escuadrón Suicida y Peacemaker.
Robert Kanigher fue un guionista injustamente olvidado durante décadas, por ser demasiado Silver Age, aunque luego se ha comprobado que sus extravagancias tenían más jugo y eran mucho más aprovechables (y disfrutables) que presuntos cómics «serios».
Mi visión del Frankenstein y su Novia de DC es de los cazadores de monstruos que sacó Grant Morrison en su momento. ¿Se apartan mucho de ello?

Diógenes Pantarújez
Admin
4 días han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Roger

En realidad no se apartan mucho pero de una forma bastante extrema y más lógica, Frankenstein no te va a caer precisamente bien.
A mi me ha gustado.

Drfabius
Drfabius
4 días han pasado desde que se escribió esto

Spoiler
Aún estoy hecho polvo por lo de Nina: su origen y su final me han «matao» 😭💔😭

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
3 días han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Drfabius

👌🤓🖖

Majestic
Majestic
3 días han pasado desde que se escribió esto

Cómo siempre Gunn destaca con la dinámica y profundización de personajes. Le imprime carisma a los personajes y hace que te importen. Dan ganas de más Creature Comandos precisamente por eso.

Creo que el formato y duración de capítulos resiente la propuesta. La trama principal es anecdótica y no se desarrolla la personaje antagónica lo suficiente como para que se sienta una historia satisfactoria, en ese aspecto.

Lo de Frankenstein es un crimen considerando el personaje trágico propuesto por Morrison. La única forma de entender lo que presenta Gunn es que no es el de Morrison como referente y tira del personaje clásico versionándolo a su manera. Ahí sí encaja este personaje. Lo que me preocupa es que la gente que no ha leído comics de DC se quede con esta imagen del personaje en demérito de la visión de Morrison.

Y la música de la intro tuvo la curiosa virtud de agradarme en la medida que la escuchaba en sucesivos capítulos.

PD: no creo que lo de Nina sea definitivo.

Last edited 3 días han pasado desde que se escribió esto by Majestic
Diógenes Pantarújez
Admin
3 días han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Majestic

A mi no me parece tan distinto, básicamente porque el de Morrison dura bastante poco y el poco tiempo en el que está con la Novia le viene a decir eso de «estás hecha para mi» y ella pasa de él. Y ésa es la clave de la relación de la versión de Gunn, solo que completamente pasada de vueltas porque no nos engañemos, el personaje que le interesaba a Morrison es Frankenstein y el que len interesa a Gunn es la Novia.

Majestic
Majestic
1 día han pasado desde que se escribió esto

Sí, estamos de acuerdo. A Gunn le interesaba La novia y necesitaba posicionarla.

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
2 días han pasado desde que se escribió esto

Sin relación, pero: Feliz cumpleaños a Tetsuya Chiba (Joe del mañana).