Estas ultimas semanas he visto con algo de retraso la serie de Hollywood que Netflix estreno hace tres años y en la que se nos ofrecía una visión radicalmente diferente del Hollywood de la edad dorada. Una visión alternativa, ficticia y edulcorada (algunos dirían que demasiado) que aunque no ha sido del gusto de todos a mi me ha dejado muy satisfecho y que reconozco que en parte he visto porque sentía curiosidad por ver que tal es como actor uno de sus protagonistas antes de que le veamos volar por ahí vestido de rojo y azul. Así que vamos a viajar a este Hollywood que nunca fue pero que debería haber sido.
Hollywood, una industria de ensueño y glamour en donde si tienes la piel blanca, eres heterosexual o puedes aparentar que lo eres y dejas los escrúpulos a un lado, tus sueños pueden hacerse realidad aunque el precio que pagues por ellos pueda ser muy alto. O al menos es así hasta que un día el azar pone en marcha una reacción en cadena que empieza a cambiar las cosas, que pone en marcha una revolución que pondrá patas arriba la industria del cine en la que todos quienes habían quedado al margen hasta entonces tendrán su oportunidad de brillar bajo los focos.
Pese a que me suelen gustar mucho estas ficciones sobre historia alternativa al principio me resistía a ver esta serie por la implicación en ella de Ryan Murphy, quien probablemente sea mas conocido por ser el responsable de American Horror Stories, una antología con la que me lo he pasado muy bien pero con la que también he tenido ganas de pegarle a alguien. Pero para quienes tengan esas mismas reticencias debo decir que aquí estamos ante un Ryan Murphy radicalmente diferente, quizás por ser solo el co-creador junto con Ian Brennan o sencillamente porque aquí quería apartarse de su linea habitual y hacer una serie que rebosa optimismo.
La serie parte de un Hollywood en los años cuarenta tan real como la vida misma. Una industria donde esa imagen idílica que se vendía no era mas que una fachada que escondía una sucia realidad en la que el machismo, el racismo y la homofobia campaban a sus anchas, los abusos de poder eran una constante y había muchísimo talento que se veía marginado por no encajar en lo que se consideraba aceptable en aquella época mientras se encumbraba a lo mas alto a quienes representaban esa imagen que se quería vender. En esa situación nos encontramos con los protagonistas de la serie, quienes consiguen una oportunidad tras otra solo por ser una cara bonita o por ser capaces de ocultar quienes son realmente mientras otros se ven relegados a lo mas bajo porque no pueden ocultar el color de su piel o su genero del mismo modo que otros su sexualidad.
Pero tras esta puesta en situación la serie comienza a introducir pequeños cambios que como en aquel poema sobre el clavo por el que se perdió una guerra, cambian por completo el panorama de la industria. Un buen día una antigua actriz retirada, (enorme Patti LuPone) se encuentra al mando del estudio de su marido, uno de los grandes de Hollywood, y tras décadas siendo nada mas que una esposa, madre y ama de casa y llevando una vida de frustración se encuentra con el poder de darle una oportunidad a quienes como ella jamás han podido ver cumplidos sus sueños.
Este es el aspecto de Hollywood que me he encontrado que mas ha frustrado a mucha gente por considerarlo poco realista y artificioso, pero que para mi ha sido de lo mejor de la serie. Y es que dejando a un lado que para muchos realismo sigue siendo sinónimo de miserable, parece que hay un sector importante del publico y la critica que esperaba aquí poco menos que un documental que presentase una visión “autentica” de esta historia alternativa, mientras que Murphy y su equipo lo que nos han dado no es lo que fue ni lo que podría haber sido, sino lo que debería haber sido. Desde el comienzo de la serie esta juega con el apodo de Dreamland para referirse a la industria del cine, al principio de forma irónica, siendo este nombre la contraseña utilizada en una red de prostitución enfocada a la industria del cine.
Pero poco a poco esa palabra comienza a cobrar otro significado, a representar que lo que estamos viendo no sigue las reglas del mundo real ni es una serie documental del Canal Historia o nada que se le parezca, sino un mundo de sueños, una fantasía que nos muestra como debería haber sido una versión ideal de la industria del cine. A partir de ese punto lo que estamos viendo hay que entenderlo como una fabula, casi como un cuento de hadas en el que hay que abrazar con fuerza la suspensión de la incredulidad y dejarse llevar por la historia. Y si al contrario que muchos críticos uno es capaz de seguirle el juego a la serie, esta se convierte en algo apasionante.
Así nos encontramos con ese estudio en el que su nueva presidenta decide que la mejor candidata para protagonizar su próxima película será una actriz negra que hasta entonces había sido relegada a interpretar papeles de criada, que su director será medio asiático, su guionista un hombre negro y gay que le dan igual las protestas de voces dentro del propio estudio o las amenazas de boicot, que va a contar con los mejores para cada posición. Y como en el mundo real hay protestas contra la película no demasiado diferentes de las que nos seguimos encontrando hoy en día en redes sociales, cines que amenazan con no proyectar la película, obstáculos a cada paso. Pero donde difieren la realidad y esta fantasía es en la facilidad que estos se superan, en como poco a poco mas gente se va sumando a este sueño imposible en el que el talento les lleva hasta el máximo triunfo.
En esta mezcla de realidad y ficción se encuentra otro de los aspectos que mas criticas ha recibido de la serie, para ser mas concretos en el uso que hace la misma sobre diferentes personajes históricos. Y es que aunque muchos personajes de la serie están mas o menos inspirados en personas reales, otros aparecen aquí de forma directa. De esa forma nos encontramos con como se reivindica la figura de Anna May Wong (interpretada aquí por Michelle Krusiec) la primera estrella chino-americana de Hollywood, poniendo énfasis en como fue rechazada para protagonizar la película “La Buena Tierra”, por la que Luise Rainer, maquillada para parecer china, acabo ganando el Oscar a la mejor actriz. También se pone el foco en Hattie McDaniel (Queen Latifah) quien si tuvo la oportunidad de ganar un Oscar por su papel en Lo que el Viento se Llevo, pero recordando aquel vergonzoso incidente por el cual no se le permitió sentarse junto a sus compañeros de reparto durante la ceremonia y fue obligada a sentarse en otra habitación que se utilizaba como almacén.
Mientras que estos momentos que recuerdan (o descubren) al espectador los aspectos mas crueles e inhumanos de la industria no se alejan demasiado de la realidad, el tratamiento de otro personaje histórico si que ha sido el mas polémico, el de Rock Hudson. Este, como en el mundo real, consigue poner un pie en la industria por su atractivo físico pese a ser tremendamente torpe como actor en sus inicios, y por supuesto es obligado a ocultar su homosexualidad. Pero aquí esta versión ficticia de Hudson se deja arrastrar por esa ola de cambio, se enamora y se atreve a dar el paso que en la realidad nunca dio en vida. En este aspecto puedo entender las criticas recibidas por alterar de esta forma la historia de alguien real y probablemente hubiese sido mas acertado, incluso respetuoso, crear otro personaje de ficción que ocupase su lugar aunque fuese obvio a quien representaba. Pero el mostrar a uno de los actores gays mas populares de la edad de oro de Hollywood (aunque pocos lo supiesen entonces) viviendo la vida que los prejuicios de la época le robaron tiene una fuerza tan grande que también puedo entender la decisión de contar esta historia.
Y aunque el reparto de la serie esta lleno de grandes actores quiero destacar dos por diferentes motivos. Primero tenemos a una inmensa Patti LuPone quien se come cada escena en la que aparece en su papel de Avis Amberg, la frustrada esposa del presidente de uno de los principales estudios de Hollywood. Un personaje al que conocemos en un momento emocional muy bajo, siendo relegada a ser poco mas que una figura decorativa y desahogando sus frustraciones contratando los servicios de prostitutos. Verla evolucionar, tomar las riendas de su vida y negarse a dejarse pisotear de nuevo es todo un espectáculo, LuPone hace de su personaje una fuerza de la naturaleza que utiliza ese poder que ha caído en sus manos no para vengarse de una sociedad que la ha marginado, sino para ayudar a quienes como ella han visto negadas una oportunidad tras otra. Un desarrollo que sin duda para muchos no sera “verosímil” ni “natural”, pero que es todo un placer ver en pantalla por como LuPone consigue a cada paso que resulte totalmente creíble, por como transmite esos pequeños momentos de miedo y de dudas y especialmente esa generosidad que la lleva a hacer lo correcto simplemente porque es lo correcto, aunque le pueda costar un alto precio.
También quiero hablar de David Corenswet, quien interpreta aquí a Jack Castello, uno de aquellos actores que tenían las puertas de Hollywood abiertas de par en par pero que como Avis, acaba utilizando su posición. de privilegio, aunque sea precaria, para ayudar a sus compañeros. Un actor que a mi no me sonaba de nada hasta hace bien poco, cuando se anuncio oficialmente que sera el próximo Superman, y mentiría si negase que el ver que tal es como actor ha sido uno de los motivos que me ha llevado a ver esta serie. Y aunque aquí su personaje es en muchos aspectos muy diferente de lo que presumiblemente será el Hombre de Acero, su papel aquí me ha convencido de que no hará mal papel. Pese a algunas decisiones cuestionables que toma su personaje, Corenswet consigue transmitir una inocencia, bondad, e incluso ingenuidad, que consiguen que alguien como Jack, con todas las papeletas para caer mal acabe resultando simpático. Unas cualidades que dejan claro los motivos por los que James Gunn le ha escogido para ponerse las mallas rojas y azules.
Quienes busquen un retrato fidedigno de lo que fue el Hollywood de aquellos años sin duda saldrán decepcionados con esta serie, pero quienes quieran asomarse a ese sueño de como deberían haber sido las cosas de ser el mundo un poco mas justo tienen aquí la historia ideal. Una que para quienes como yo tengan alguna reticencia hacia el trabajo de Ryan Murphy pueden acercarse sin miedo, ya que aquí este se ha alejado radicalmente de su tono habitual para contar esta especie de cuento de hadas de los que quizás necesitamos unos cuantos mas.
Vi la primera temporada y me pareció que chirriaba. Recuerdo que pintan un Hollywood en el que el tema del racismo se supera muy fácilmente, con solo una mirada desaprobatoria de algunos periodistas. Luego el chantaje sexual que impone un productor a sus actores se pasa por alto muy fácilmente.
No recuerdo todos los detalles, pero en general me decepcionó la serie.
Primera y única temporada, esto era una miniserie sin visos de continuidad. Pero como ya señalaba en el articulo esta serie no pretende contar la realidad, ni siquiera una realidad alternativa, es un cuento de hadas, esa Dreamland que tanto se menciona a lo largo de la serie, por eso los obstáculos se superan con facilidad, y la sociedad cambia simplemente porque un pequeño grupo de gente ha decidido levantar la cabeza. Con perdón por el frikismo, es como decía Uhura en Star Trek III, esto no es la realidad, esto es fantasía, y nunca pretendió ser otra cosa.
¿En qué punto se pasaría a mostrar escenarios históricos de formas demasiado idílicas y nos meteríamos en zarzales como el de «Canción del Sur»?
Pues curiosamente cancion del sur es mencionada en la serie como algo negativo por mostrar a los esclavos felices de trabajar. Aquí es que los escenarios idílicos que muestra es que los racistas, homófobos y demás basura acaban dejando de protestar (aunque protestan, y amenazan de muerte y atentan) poco menos que eclipsados ante el talento de esta gente. Es irreal pero no en el mal sentido.
Y tanto. Es algo que no pasa ni hoy. Lo que no quita que la serie sea buena (y que dea un poco de esperanza este pasado divergente…o no, que cada vez soy más cínico, pero de vez en cuando me gusta autoengañarme).
Aprovecho para preguntar por Ryan Murphy. Nip&Tuck me gustó mucho y de American Horror Story, vi las dos primeras temporadas y también me gustaron ¿Sigo con ella? ¿Mantiene el nivel?
Yo Nip&Tuck no la soportaba, y American Horror Story al ser en la practica series diferentes englobadas bajo un mismo titulo (y compartiendo buena parte del reparto) tiene una calidad irregular que va por gustos, asi que no se yo si soy el mas apropiado para recomendar nada suyo. Yo de momento con esta ultima me estoy dejando llevar por si me interesa la temática de cada temporada, Apocalypse por ejemplo me gusto mucho, pero 1984 se me hizo muy pesada porque no soporto los slashers.
¿No te gustó Nip&Tuck? a mí me pareció tremendamente transgresora, tocando muchos temas interesantes. Tengo que decir que la relación profesional entre los protagonistas y la carga de sexo en cada capítulo eran lo que más me interesaba. Tengo pensado verla de nuevo.
Lo intente varias veces porque en la tele la ponían antes de una serie que seguía y solía picar cuando no veía nada en otro canal que me interesase, pero nunca pude con ella, no era el tipo de serie que me llamaba.
A mí Nip Tuck me gustaba, podía ser muy entretenida, aunque cada vez metían los personajes en fregaos más grandes hasta ser casi difícil de creer en ocasiones.
El hijo del cirujano sosainas era insoportable. Pero eñ resto de la serie muy bien, bastante acida y lucida en algunas críticas y dudas morales.
Lo que pasa es que el McMahon hizo un Dr.Muerte en las primeras de 4F para pegarle… y nunca va a caer bien en un foro como este.
Yo empecé a ver ‘Nip/Tuck’ cuando la echaban por la tele en abierto (creo recordar que en Canal 2 Andalucía… a lo mejor me equivoco) y empezó gustándome un montón… pero hubo un momento que se me hizo muy, pero que muy pesada. Era como demasiado drama forzado, constante y continuo, sin ningún respiro. Ni siquiera la presencia de Famke Janssen hizo soportable el suplicio.
Y el ‘cast’ de McMahon como Muerte me da mucha rabia… pero precisamente porque creo que hubiera sido un Doctor estupendo si el guión le hubiera apoyado y con una buena dirección de actores. Y no lo pienso tanto por ‘Nip/Tuck’ sino por su Cole en ‘Embrujadas’, que no es que tenga mucho que ver con Muerte, pero demostró que podía dar vida a un malo exageradísimo (en una serie bastante chorra, la verdad) y mantener la dignidad
A mí McMahon como Victor von Doom me parecía una buena elección precisamente por el papel que le había visto hacer en «Embrujadas» y físicamente le veía lo suficientemente parecido al Doom sin cicatrices de «Secret Wars».
Y, bueno, ahora que lo pienso, tanto Chris Evans como Michael Chiklis me gustaban para hacer de Johnny Storm y Ben Grimm. ¡Incluso Ioan Gruffudd me gustaba como Reed Richards! (Jessica Alba como Susan Storm me ejaba indiferente). No, si los problema de esa película no residían precisamente en el casting…
Lo de McMahon erá coña compadres. Obvio que el hombre poca culpa tiene de como salierón las pelis.
El McMahon se salía en Embrujadas.
McMahon siempre me ha parecido muy McMajo.
A ellas, embrujadas o no, tambien. Pero majisimo.
El mejor pillado era Galactus !!!
??????
Una vez el padre amenazó al hijo con mandarlo a un internado, y de haberlo cumplido, se hubieran ahorrado algunas tramas muy chungas. Como la de la cárcel.
Es que McMahon no era adecuado para el señor de Latveria. Eso era un fallo de cásting.
Y la peli era mala por sí sola.
Sí que la peli no la salva ni Marlón Brando en su plenitud de acuerdo.
Pero fuera de mi primera gracieta sí creo que McJamon sí da bien para el papel. Tiene (o tenia) un porte muy altivo y mirada cruel. Como han dicho el problema no era de casting.
A mí me gustaba para Muerte. Era un tío más atractivo que Reed, altivo, arrogante… Era innecesario crear un triángulo amoroso con Sue, ridículo. Eso solo funciona con Namor.
Debo decir que recuerdo la peli con cariño y agradezco especialmente que los traductores introdujeran exactamente las frases tal y como las leíamos en Forum entonces y no cualquier variante en plan «el ataque de Hulk!!!! Me encantó escuchar ese Llamas a mí y por supuesto ese diálogo:
Las pelis no las hubiese salvado ningún casting. Se puede hundir un buen guion, pero no hay talento que salve uno malo (en ese caso un actor talentoso solo es capaz de destacar entre la mediocridad general …y ya mecho logro es cuando pasa).
Insoportable es poco. Madre mía, qué cargante era!!!
A mí tampoco me gustó (lo que no le quita el valor, claro).
Suena como que tienes que saber lo que pasó en la vida real para poder apreciar lo que te muestran en la serie. ¿O explican de alguna manera lo que pasó en la vida real?
La propia serie explica lo suficiente sobre los personajes históricos que aparecen aquí como tales para entender su situación, así que por ese lado no hay problema. Aunque obviamente se disfruta mas conociendo un poco como era la industria en aquella época.