Hace poco tuve el privilegio de disfrutar de Slide, el ultimo trabajo surgido de la mente de todo un genio de la animación como es Bill Plympton. Un western muy particular en el que Plympton ha dado rienda suelta a toda su creatividad para ofrecernos una visión diferente, pero al mismo tiempo tremendamente clásica, del salvaje oeste y que es uno de los mejores ejemplos de las enormes posibilidades que ofrece un medio como la animación para contar historias que se salen de la norma.
Los habitantes de Sourdough Creek llevan demasiado tiempo sufriendo bajo el tiránico control de los hermanos Zeke y Jeb, el alcalde y el sheriff del pueblo respectivamente, quienes han puesto en marcha un nuevo plan para enriquecerse convirtiendo su hogar en un plató de cine. Pero esos planes se tambalearan con la llegada de un reservado guitarrista a quien el azar ha llevado allí y que no se va a quedar indiferente ante la rampante corrupción que encontrara allí…
Tras medio siglo de carrera a sus espaldas no debería ser necesario presentar a alguien como Bill Plympton, un artista con mayúsculas que ha dedicado su vida al cómic y la animación. Poseedor de un estilo y una visión únicas en el medio, Plympton es sin duda uno de los creadores mas reconocibles en el mundo de la animación por esa particular y surreal forma de contar historias que han convertido cada uno de sus obras en algo memorable, algo en lo que Slide no es una excepción. Esta película no deja de ser en esencia un western de lo mas tradicional, con su pequeño pueblo perdido, sus habitantes oprimidos y la llegada de un misterioso forastero que acaba haciendo prevalecer la justicia sin que lleguemos a saber de donde viene o hacia donde va.
Sobre ese esqueleto tan clásico Bill Plympton ha armado una de esas historias pertenecientes a ese particular universo irreverente y surrealista suyo en el que pocas cosas son lo que parecen y las sorpresas acechan en cada esquina. Así nos encontramos con que este vaquero no es un pistolero sino un guitarrista que practica la técnica del “slide” a la que debe su apodo, que Sourdough Creek se esta transformando para recibir el dinero de un gran estudio de Hollywood y que en los bosques que rodean el pueblo acecha una misteriosa criatura que no es lo que parece.
La película desde el principio nos atrapa con la particular forma de narrar de Plympton y ese humor tan particular que alterna entre lo surrealista y lo vulgar, convirtiendo esta historia repleta de tópicos del genero en una experiencia única con la que es difícil reprimir las carcajadas o quedarse mudo de asombro ante lo que nos esta contando. Algo que como no podía ser de otra forma Plympton ha llevado a cabo con ese sello suyo tan personal como artesanal, dibujando a mano cada fotograma para dotar a su obra de esa personalidad que ya es marca de fabrica.
Una película que además de jugar con los tópicos del western y de su humor vulgar y en ocasiones cruel, contiene un mensaje tan actual como poco sutil. Toda la película es una critica brutal y directísima contra la corrupción política y la gentrificación, personificado en ese alcalde que no tiene problemas en arrasar el pueblo entero para convertirlo en poco menos que un parque temático al servicio de Hollywood y el turismo, desplazando a sus habitantes a los que ha convertido en mano de obra barata a la que explotar. Algo que enlaza con ese mensaje pro-ecologismo patente a lo largo de esta película en la que podemos ver como la naturaleza acaba cobrándose su venganza de una forma inesperada.
Pero aunque Slide en si es un prodigio y un gran ejemplo de lo grande que es Bill Plympton, no he podido evitar cierta tristeza al conocer el proceso detrás de la misma. Para que esta película haya podido llevarse a cabo Plympton tuvo que recurrir a un crowfunding con el que recaudar los fondos necesarios, algo que consiguió sin problemas, pero el comprobar que el dinero recaudado para el proyecto apenas ha superado los ochenta mil dólares me ha provocado algo de rabia. Alguien como Plympton, con su trayectoria, no tendría que verse obligado a recurrir a esto, en un mundo mas justo los estudios y productoras tendrían que estar llamando a su puerta ofreciéndole financiar sus proyectos y darle la libertad necesaria para ello, ya que para esas compañías el dinero necesario para algo así es poco menos que calderilla.
Pero no vivimos en un mundo así y alguien como Plympton no solo debe ser visto casi como un riesgo para esas compañías, sino que se empeñarían en controlar cada paso del proceso y el resultado final, mutilando la creatividad de este y ofreciéndonos algo inocuo e insípido. Así que aunque sea una injusticia, toca intentar alegrarse de que gente como el tengan una forma de poder dar rienda suelta a su creatividad.
Y aunque recomiendo efusivamente el visionado de esta película me temo que no se cuando será esto posible. Por ahora Slide solo se esta proyectando en festivales y se esta intentando conseguir una nominación a los oscars, pero tarde o temprano acabara siendo distribuida de alguna forma. Y cuando esto se haga una realidad, que todo el mundo se haga un favor y la vea, porque se trata de un Bill Plympton en estado puro demostrando que en esto de contar historias tiene pocos rivales y que a sus setenta y siete años sigue teniendo una imaginación y mala leche que espero que le duren muchos años.
Willie Plympton es DISTINTO. Y esa es una de sus mejores cualidades.
En el mundo ideal, esta gente deberia tener todas las facilidades para hacer lo que les saliese de las meninges.
En el mundo real, Alan Moore no conseguía encontrar editor que le publicase From Hell.
Si no llega a ser por Kitchen se queda en el limbo eterno.
Lo de que grandes autores tengan que ir pidiendo calderilla para poder trabajar muestra como es la industria.
¿Me pongo a hablar de Kurosawa o Jacques Tati ?
Hablando de comics interesantes : mañana dale nuevo tomo de El Capitan Torrezno .
Creo que el ultimo era de 2018 , aunque yo lo descubrí en 2021 y me los leí todos entre enero y noviembre de ese año, asi que solo llevo unos dos años de «mono»
¿ No iban a hablar de ese comic ustedes alguan vez ?