Según empezó el presente siglo, con el cine de superhéroes a todo trapo con los primeros éxitos de Marvel y la Warner todavía saboreando las mieles batmanianas, muchos ejecutivos de Hollywood se volcaron en dar luz verde y encargar proyectos basados en cómics, algo que en realidad no era ninguna novedad porque llevaban haciéndolo desde antes de que Rob Liefeld empezara a vender humo. Pero lo interesante de aquel periodo fue ver como Hollywood, consciente de que el filón licenciado no era propiedad más que de Warner y Marvel, llegó a la conclusión de que tenía que crear sus propios superhéroes. Y así empezó la fugaz y hasta desastrosa era de los superhéroes netamente hollywoodienses.
Cine de gente con poderes o con doble identidad habíamos tenido desde el cine mudo, ya fueran poderes mágicos o simplemente héroes enmascarados como el Zorro; Los inicios del género en el cómic beben sin ningún complejo del cine y la literatura, y así es como el Conrad Veidt de El Hombre que Ríe inspira al Joker, o como el propio Batman es un remiendo de la Sombra que Bill Finger consiguió transformar en un personaje con su propia identidad. Sin embargo, y a pesar del éxito mediático que consiguen personajes como Superman o el Capitán Marvel en los años cuarenta y cincuenta, la imposibilidad de hacer una película de superhéroes que no parezca ridícula con los medios técnicos de la época hacen que los personajes queden relegados a la animación y la televisión infantil cuando no directamente a la comedia como en el Batman de William Dozier. Para cuando llegan los 70, los máximos exponentes de gente con superpoderes en el cine son los caballeros jedi de Star Wars y «películas de mutantes» vistas desde una óptica paranormal como las Carrie o The Fury de Brian DePalma; en todos los casos los personajes trataban sus poderes como algo místico e inexplicable que desde luego no usaban para combatir el crimen o beneficiar a la humanidad, a pesar de que la Furia es todo un eslabón perdido entre los X-Men de los sesenta y el tratamiento que se le daría a los mutantes tras la marcha de Claremont.
Hawkman mal. Y mira que se ha hecho veces mal Hawkman, pero estos lo hacen peor, pero como los superhéroes cinematográficos eran toda una rareza y nosotros nos conformábamos con taaan poco…
El primer movimiento directo para crear un superhéroe propio de un estudio se da como reacción al éxito de los Salkind explotando el filón Superman, cuando la Metro Goldwin-Mayer estena en 1980 «Hero at Large/Finalmente Héroe», en la que un John Ritter fresco del exitazo de «Apartamento para Tres» interpreta a un actor que malvive haciendo bolos publicitarios de la película «Capitán Vengador», para lo cual se disfraza del personaje en actos promocionales hasta que durante uno de ellos acaba haciendo una heroicidad y una cosa lleva a la otra hasta que termina sumergido en una comedia de superhéroes. Algo parecido -aunque con más presupuesto- presentaba poco después la Disney con su primer superhéroe de producción propia, Condorman, que se estrenaría allá por 1981 y que contaba la historia de un dibujante de cómics llamado Woodrow Wilkins al que se le iba la olla un poco y para inspirarse se disfrazaba de su propia creación, el tal Condorman, y se metía en un follón de espías (el cual a su vez estaba basado en una novela de espías de Robert Sheckley, The Game of X). A pesar del éxito de Superman, Condorman seguía jugando con la idea de que el superhéroe era una creación ridícula en el mundo real, con lo que el protagonista nos parecía un tanto «excéntrico» y se queda en una tierra de nadie que no debió de hacerle mucha gracia a los espectadores porque la película se la pegó en taquilla de forma estruendosa, siendo otro de los grandes fracasos de Disney a principios de los ochenta que estuvieron a punto de hundir al ahora todopoderoso ratón.
Mientras los grandes estudios se lamían las heridas por sus fracasos y los Salkind demostraban no saber hacer Superman sin Donner, la productora independiente Troma de Lloyd Kaufman creaba el primer superhéroe netamente cinematográfico exitoso con El Vengador Tóxico, una película de presupuesto absurdamente bajo sobre el conserje escuchimizado de un gimnasio que sufre el abuso constante de sus clientes hipermusculados, unos matones que no desentonarían nada con la Detroit de Robocop y que acaban tirando al pobre conserje a un cubo de desechos radioactivos, provocando que el mozo consiga poderes a costa de que su cuerpo se deforme de manera inhumana. A partir de ahí pues lo de siempre con Troma, sangre, tripas y chavalas en bolas pero con mucho cachondeo, crítica social cafre y Toxie defendiendo a la gente de bien como buen superhéroe que es, pasando completamente desapercibido en taquilla hasta que el fenómeno de las proyecciones nocturnas -algo de lo que tristemente ya no hay- provocó que se convirtiera en una película de culto con múltiples secuelas y en la mascota de la productora.
Fenómenos como el de Toxie dejan claro que no debería parecernos raro que cuando la batmanía arrasó con el estreno del Batman de Tim Burton en 1989 Universal ya estuviera preparando para un año después el estreno del Darkman de Sam Raimi, una película en la que un científico interpretado por Liam Neeson se convertía en, básicamente, el Hush que Jeph Loeb y Jim Lee se «inventarían» para su etapa en Batman poco más de diez años después. Darkman no generaría un fenómeno equivalente a la batmanía, pero sí que tendría el suficiente éxito como para generar videojuegos, cómics y hasta dos secuelas directas a video de funesto recuerdo, además de dejar claro que se podía hacer cine de superhéroes original sin depender de licencias de cómic. Sin embargo, ni Universal ni sus competidoras intentaron seguir explotando el filón, y en un momento en el que ni se soñaba con la idea del universo cinematográfico, Darkman acabó convertido en una anécdota, en otro monstruo de la Universal que, curiosamente, tuvo una vida más larga en los cómics de la que la tuvo en el cine, llegando a tener una miniserie de la mano de Marvel y hasta un crossover con Evil Dead a cargo de Dynamite. Visto el percal, no me extrañaría ver a Darkman aparecer como un luchador extra de Mortal Kombat, vaya.
Y mientras se estrenaban películas como Tortugas Ninja y Hollywood compraba licencias como Rocketeer, La Sombra (que no era cómic, pero superhéroe si) o El Cuervo con éxito desigual, en 1993 nos encontramos con un fenómeno la mar de curioso, Meteor Man, la primera película de un superhéroe negro y que venía escrita, dirigida y protagonizada por Robert Townsend otra vez para la MGM. La película nos viene a contar como un profesor de instituto recibe el impacto de un meteorito que le da superpoderes y decide usarlos para luchar contra el crimen en general y el tráfico de drogas en particular, dándole un vuelco a las relaciones dentro de la comunidad y haciendo que todos los vecinos se unan contra la lacra del crimen organizado. Al final en la película los superpoderes son lo de menos, porque ésto lo podía haber protagonizado tanto Black Lightning como Mister T… Pero eso sí, es tremendo ver como por la pantalla va desfilando todo un quién es quién de los actores negros de la época, con veteranos como el ahora infame Bill Cosby, James Earl Jones, Sinbad, grupos como Cypress Hill o un Don Cheadle muchos años antes de convertirse en el Rhodey de Iron Man, además de contar como villano de la película al mismísimo Frank Gorshin, el Riddler del Batman de Adam West.
Y mientras avanzaban los 90 y los superhéroes empezaban a llenar la televisión con imitaciones de las Tortugas Ninja, Sailor Moon o iconos de la época como Las Supernenas, comedias como Mystery Men y Orgazmo empiezan a jugar con la idea de hacer películas de superhéroes distintas, de sacar al superhéroe del molde de la «película de origen». Orgazmo (1997, tras el batacazo de Batman & Robin) venía protagonizada por Trey Parker, el mismo Trey Parker que junto a Matt Stone -que también es productor de esta película- crearían ese mismo año la incombustible South Park; la película contaba la historia de un misionero mormón en dificultades económicas que aceptaba participar en una película de superhéroes porno y por una de esas vicisitudes del destino -sí, aquí ya vemos que hay una pauta- acaba combatiendo el crimen con su traje de superhéroe. La película sería otro gran fracaso en taquilla, cómo no.
Y mientras Warner trataba una y otra vez de sacar adelante otra película de Superman -sí, ésta es la época del Superman de Nicholas Cage, Tim Burton y el peluquero de Barbra Streisand- la propia Warner estrenó la mejor película de Superman después de Donner: The Iron Giant, que aunque estaba basada en la novela The Iron Man de Ted Hughes, lo hacía de forma tan «creativa» que casi podría decirse que ésta película de animación de Brad Bird es una creación propia. El Gigante de Hierro nos viene a contar la historia de un robot alienígena asesino defectuoso que aterriza en la Tierra en plena guerra fría, haciéndose amigo de un chaval y descubriendo su veradera vocación en la vida, y hasta ahí puedo leer; es una película de obligado visionado para todo fan de los superhéroes y que hace del mundo un lugar mejor, con eso os lo digo todo. Lamentablemente, pasó lo de siempre y se estrelló en taquilla al igual que lo hizo Mystery Men (1999), una comedia de superhéroes estrafalaria que también se basaba muy «creativamente» en los cómics de The Flaming Carrot de Dark Horse y que hasta Legends of Tomorrow probablemente haya sido lo más parecido que hayamos tenido a una adaptación cinematográfica de la Liga de la Justicia Internacional, aunque éso sea conformarse con bien poco.
Tras Blade, Neo volando al final de The Matrix y taquillazo de X-Men, el nuevo milenio arranca con la que para muchos fue su película de superhéroes favorita hasta que se estrenó la siguiente, El Protegido/Unbreakable de un M. Night Shyamalan que venía de hacer El Sexto Sentido y que repetía protagonista con un Bruce Willis en todo su esplendor. La película nos venía a contar por enésima vez el origen de un superhéroe, pero en este caso se prescinde de los disfraces estrafalarios y los «malentendidos cómicos» para mostrarnos una película que intenta ser «realista», aunque entienda el realismo como gente triste mirando al suelo y que los personajes en general no tengan muchas ganas de vivir. La película tendría una secuela «secreta» dieciseis años más tarde y otra más en 2019 titulada como el antagonista de la original, «Glass», pero para entonces su trascendencia se había diluido casi por completo (aunque sería tremendamente influyente en una tendencia de la década pasada, como veremos más tarde). Su triste legado es el de haber influenciado al maligno, aunque el pobre Shyamalan no tenga ninguna culpa de que Zack Snyder sea como es.
La semana que viene seguiremos con la llegada de Marvel a los cines, Spiderman y el impacto de Christopher Nolan en el cine de superhéroes.
Supersonic Man. La contribucion espaňola a este popurri. Que como toda pelicula especialmente mala a tenido su recorrido.
Juan Piquer Simón se merecería su propio post!
Hace unos meses vi «La Grieta», y oigan, una película donde coinciden el sargento Hartman, Pocholo y Biggs Darklighter es algo que no se ve todos los días!
Yo cuando descubrí a este hombre flipé cosa mala, era como ver películas de un universo paralelo en el que el cine español tenía unos huevos como plantas gasificadoras de grandes!
Y no solo Piquer, que anda que no era un flipamiento del quince lo de Jacinto Molina, alias Paul Naschy, queriendo hacer películas de hombres lobo y demás monstruos en plenos 60 hasta principios de los 80… Y el caso es que funcionó, y a nivel internacional. Bueno, lo de los 80 ya menos, que era otra era…
Y porque no se cortaba un pelo a la hora de tirar de actores y técnicos de la Hammer, que había un intercambio cultural por toda Europa tremendo que luego misteriosamente se ha perdido justo cuando entramos en la UE…
Como homenaje a los seriales de aventura fantástica de EEUU de los 40 y tal (con presupuesto igual de irrisorio) es muy maja, y además a todo color XD.
El problema fue querer estrenarla después del Superman de Donner para aprovechar el tirón de este último, cuando quizá de haberlo estrenado 10 años antes, no habría desentonado tannnto… (En el 79, sí se asemejaba a ciertas producciones baratas italianas (por algo Supersonic Man estaba coproducido con Italia) y turcas, pero estas tenían un rollo algo menos inocente).
A veces lo que se intentaba era estrenar antes de y no después, porque entonces te merece más la pena y hacer como The Asylum y titular la peli algo en plan «EL SUPERMAN… De Torrevieja» así, en pequeñito.
Apoyo un futuro artículo sobre «El Gran Héroe Americano»; hará dos o tres años, emitieron la primera temporada en uno de esos canales de televisión que compran paquetes enteros de series ochenteras, y me sorprendió ver que es una serie que, a pesar de su tono humorístico y de estar pensada «para toda la familia», se toma bastante en serio su premisa, mostrando algunos villanos que, a diferencia de los del Equipo-A, pueden llegar a matar gente o suponer una amenaza a tener en cuenta (el villano de uno de los episodios es un militar estadounidense que quiere provocar una guerra termonuclear explotando un «vacío lógico» en un sistema de respuesta automatizada de los misiles nucleares norteamericanos, y la serie lo presenta como una amenaza creíble). Con lo que la serie, más que una parodia de «Superman», me pareció más bien una versión tremendamente amable y optimista de «Green Lantern».
Y encima era anterior al Equipo A y al Coche Fantástico (Knight Rider), con lo que había más bochorno por lo que se nos «atontaron» las series de sobremesa. Los críos ni nos dábamos cuenta, solo veíamos a William Katt dándose tortazos contra las paredes, pero cuando Cuatro la recuperó hace unos años como que nos dimos cuenta de que aquella serie era mejor de lo que la recordábamos.
Yo diría que es el mejor superhéroe «de hollywood», una pena el sabotaje de la segunda temporada.
Ahora que mencionas el Equipo A, hace nada he visto un video en Latinoamérica (donde la serie era conocida como Los magníficos o la Brigada A) en el que hacían mención a su cuarta temporada, la de la introducción de James Vaughn como Amanda Waller, digo… como el Général Hunt Stockwell. En esa temporada el Equipo A era finalmente capturado, aparentemente ejecutado pero pasaban a operar como un escuadrón suic.. secreto! del gobierno para hacerse cargo de misiones que el ejército no podía asumir, a cambio de conmutar su pena si llevaban a cabo suficientes misiones con éxito.. ¿Podéis establecer si cronológicamente esta temporada es anterior a Legends?
Al final era así. Introdujeron a ese 5º miembro que era un indio americano joven. Y sí, basicamente era el Escuadron Suicida.
Pero ya era descafeinada.
Es el mismo año, y El Equipo A fue cancelado justo esa misma temporada por la baja audiencia. No creo que hubiera una conexión directa, sobre todo porque era una idea muy extendida en el cine de la época.
Además, esa temporada era… Muy discretita, vamos a dejarlo ahí.
Doce del Patíbulo, que por aquí nos justa mucho, juega con una idea prácticamente idéntica y es de 1967, siendo la novela en la que se basa de 1965.
¡Precisamente creo que hoy emiten «Doce del Patíbulo en La 2!
Sí, a las 22h!!
Jo, debo ser la única persona en todo el planeta a la que le gusta más la quinta y última temporada de «El equipo A» (que fue donde se produjo ese cambio con Robert Vaughn, «Frankie Santana» y etc.) que las dos inmediatamente anteriores XD. Al menos le intentaron dar algo de vidilla a la serie, que ya tenía una fórmula gastada, reconvirtiéndola en una «Misión imposible» pero en cachondo. Era una serie nueva y por eso me gustaba… y el resto del mundo la odíais XDD.
George Peppard había dicho en una entrevista que para él, el éxito de «El equipo A» se debía a que era un cruce entre «Misión Imposible» y «M.A.S.H.». en realidad eso es lo que define a la temporada final de la serie, precisamente (de ahí mi debilidad por ella).
Lo que sí era originalmente El Equipo A, era una versión moderna de «Los 7 magníficos» (eso se nota en el episodio piloto, que se puede encontrar por la red con el título de «El Equipo A 1×01 El pueblo de San Rio Grande» o algo así) y «M.A.S.H.» No es de extrañar que en Latinoamérica la llamaran «Los magníficos» (lo de «Brigada A» creo que fue específicamente en Argentina).
Bueno, en eso tiene mucho que ver que Frankie Santana era un tipo la mar de insoportable XDDD
La serie tenía muy buenos guiones. Ponía a los personajes en verdaderos bretes morales y daba enseñanzas muy valiosas. Y efectivamente los malos eran a tener en cuenta. No eran risibles.
A mí me tocó bastante las narices que cuando me puse a repasar «El Gran Héroe Americano» coincidió con que habían añadido «El Vecino» a Netflix, y no dejaba de encontrarme cada dos por tres con que alguien decía que «Es como la versión española de El Gran Héroe Americano» y lo que yo pensaba al leer eso más vale que no lo reproduzca aquí.
Muy buen tema.
Hacia falta meter un repaso a todos estos superheroes creados por el cine. Es algo que ahora mismo falta bastante.
Me ha llamado la atencion la falta de la aportación de Hanna Barbera, que no es cine, pero al menos comentarla.
El gran heroe americano es una serie magnífica. Humor descacharrante y autoreferencial muchos años antes de que se pusiera de moda.
No he metido nada de animación más que lo obligatorio (Brad Bird) pero de hacerlo pues sí, Hanna Barbera y Gárgolas tendrían que estar.
Que narices, no sería mala idea hacer otro post solo sobre superhéroes de animación…
¡QUE EMPIECE EL PELIGRO!
Y Pato Aparato, y si me despistas hasta PATOMAS, aunque ese creo que no salió de los tebeos!
Patomas, qué grandeeeee!!!!
Patomas es una cosa curiosísima, porque se ve que procede de unos cómics italianos (donde se llama Paperinik) con una continuidad al margen de todo lo demás de Disney.
Y Supergoofy también era invento de ellos, no?
De acuerdo con la wiki en portugués e italiano, no. Fue creado por Paul Murry para los comics Disney en EEUU.
Y para ver de verdad los superheroes Disney, hay que mirar a Brasil. Porque puede que Italia haya creado los «Ultrahéroes» en 2008… pero Brasil ya tenía el «Club de los Heroes» en 1986.
https://universohq.com/materias/super-herois-disney-os-grandes-crossovers/
En portugués, pero merece la pena aunque sea sólo para ver de donde viene esta imagen…
Que cosas, entonces el superhéroe más pocho era de los yanquis y el mejor era italiano! APRENDE DISNEY!
No nos olvidemos de Hong Kong Phooey.
Si no fuese, por que sus primeras apariciones están demasiado proximas en el tiempo yo pensaría que es la parodia definitiva de Shang Chi.
Tampoco «Dynomutt, Dog Wonder» o en España Dinamita. Otra gran serie.
Y Birdman y su serie parodia «Harvey Birdman, Attorney at Law» ¡Qué tiene ya 22 años! ¡Qué viejo me siento!
Eso sin olvidarnos de Space Ghost entrevistando gente…
Si es que en Hanna Barbera ya no sabían ni que hacer con todos esos personajes!
Hombre, porque en realidad lo de Space Ghost Coast to Coast no era ya de Hanna-Barbera, sino que yo sepa de los gamberros de Williams Street, que están detrás de Adult Swim XD. Ventajas de trabajar para Cartoon Network, cuando la empresa madre (Turner) ya tenía todo el catálogo de H-B para hacer lo que quisiera.
Y que dios se lo pague, porque realmente nadie estaba haciendo nada con esos personajes y hubo cierto revival de Space Ghost por la época. Un día de estos tenemos que hablar de por qué esos personajes de Alex Toth se fueron al cuerno, que tiene tela…
Mystery Men es muy divertida (yo por lo menos me reí bastante). La mayoría de las otras no las he visto.
Pues El Gigante de Hierro es una de las imprescindibles, yo le echaría un ojo!
El Gigante de Hierro es una obra maestra. Se la puse a mis hijas de 10 y 11 años y les encantó!!!
Y encima es eso, que es atemporal. Recuerdo unos chavales que solo querían cgi y cgi y cgi que fue ponerles El Gigante de Hierro y flipar! Si es que es lo que digo, que no es que la chavalería pase del cine anterior a su nacimiento, es que hay que darles una oportunidad!
Es bastante importante saber qué ponerles a la chavalería. Hay un crítico de cine y de «cosas frikis» cuyo nombre no voy a mencionar porque me parece un tipo bastante impresentable, que en una reseña que hizo de un Salón del Manga (poniéndolo a parir porque evidentemente no le gusta ni el manga ni el anime) mencionaba de pasada, como ejemplo de lo poco que leen los jóvenes de hoy en día, que le había regalado «El Cetro de Ottokar» a un sobrino suyo y al chaval no le había gustado. ¡Pues me parece que esa fue una reacción completamente normal, porque es uno de los álbumes más aburridos que hay de Tintín (que ya de por sí es un personaje que no es plato de gusto de todos, por muy aficionado que se sea al comic europeo)! ¡Sí quieres que alguien se aficione a Tintín, la carta de presentación ha de ser un álbum que vaya de aventuras y salgan el capitán Haddock, el profesor Tornasol y Hernández y Fernández! ¡Haberle regalado «El Secreto del Unicornio» (¡que además tiene gancho para la secuela!), «Las Siete Bolas de Cristal» o «El Cangrejo de las Pinzas de Oro»!
Y eso que Ottokar es posterior a El Loto Azul, que es cuando Hergé empezó a ponerse las pilas y tratar de evitar soltar panfletos chovinistas. Pero hace falta ser animal para regalarle un cómic de hace casi cien años al sobrino, un cómic que para entenderlo tienes que tener un contexto que el chaval seguramente ni habrá olido. Cualquier cómic deb Hergé posterior a la guerra es bastante más accesible e icónico -Tintín en el Tibet o De la Tierra a la Luna son la imagen que se ha quedado del personaje- pero lo que nunca entenderé es el darle a un crío un tebeo de los años 30. Vamos, a mi me da reparo soltar un Claremont de los 80 a un chaval de hoy en día, como para soltarle un Captain America de Simon y Kirby de los tiempos de la guerra…
Los dos tintins que mencionas son de lo mejor, pero para un chaval quizá apreciará más Estoc de Coque, en el Tintin derriba un caza con kalashnikov.
Todo esto si pensamos en meterle Tintín al chaval, cosa que no sé para qué tendríamos que hacerlo estando Batman.
(JOJOJO)
Yo digo, que Tintin tiene que estar en la casa, y que el chaval se acerque a ellos por curiosidad.
Que sea él el que indague y se meta en el maravilloso mundo de Tintin.
Se precisan muchas lecturas para entrar en un mundo tan maravilloso, pero al mismo tiempo tan cerebral.
De niño yo los devoraba, pero es que esos lomos amarillos me retaban mil veces a sumergirme en sus páginas.
No sabría que decir como primera entrada para un niño.
Tal vez La Oreja Rota, La Isla Negra y La Estrella Misteriosa; porque son historias muy autocontenidas, sin unas referencias geopolíticas demasiado evidentes; y de busqueda de objetos por el mundo con aventuras muy visuales. En el fondo no distan mucho de las típicas aventuras de Mortadelo y Filemon.
También cabe decir que un detalle fundamental es si el chaval vive en una casa donde exista hábito de lectura o no.
Tengo una foto que guardo como oro en paño donde aparezco yo con unos tres añitos de edad sentado sobre las rodillas de mi abuela, quien tiene abierto ante mi un álbum de «Johan y Pirluit» y me lo está leyendo. A saber lo que yo entendería de lo que me contaba, pero seguro que fueron esos momentos con mi abuela leyéndome cosas lo que me inculcaron el interés por los «Don Miki», los «Mortadelo», los «Superlópez», las «Mafalda» y más adelante los «Pocket de Ases» de mi hermana mayor que estaban guardados en una librería en el pasillo del piso de Barcelona donde vivíamos, y ante la que tenías que pasar sí o sí para ir a cualquier habitación.
«La Oreja Rota» tiene toda la trama de empresas petroleras extranjeras interviniendo en países latinoamericas y la parodia que hace de las guerrillas revolucionarias («¡Viva el general Álcazar! ¡Viva el general Tapioca!») que la hacen un poco espesa. «La Isla Negra» y «La Estrella Misteriosa» ya son historias con un tono mucho más aventurero, y además tienen a secundarios robaescenas como Hernández y Fernández en la primera y el capitán Haddock en la segunda, así como villanos más memorables, como el doctor Müller o el profeta Filípico. La verdad es que a partir de cierto álbum, Hergé empieza a dominar muy bien la creación de secundarios interesantes. El piloto Szut de «Stock de Coque», por ejemplo, a mí me caía muy bien y mira que sale poco, y la manera en que termina Wolff al final de «Aterrizaje en la Luna» me dio mucha penita (y es algo que jamás verás en un «Astérix», que es normalmente el cómic con el que suele compararse «Tintin», obviando que son tipos de historias muy diferentes).
A esto tan sentido tengo que responder obligatoriamente.
Yo tengo fotos similares. Con mi abuela. Nací en una casa que tenía los Tintin los Asterix y los Mafalda completos y muchos Lucky Luke, Spirou, además de otras cosas.
Mi madre me los leía mil veces y el regalo para mi eran cómics en cantidad. Los pitufos, Johan y Pirluit y Gaston Lagaffe, que maravillas.
Nacer en un entorno lector es el verdadero gran regalo que se le puede hacer a un niño.
Cuando ibamos a casa de mí tía, y mi madre y ella se ponían a sus cosas. Mi tía, que tenía una colección de VHS desopilante, me ponía películas para tenerme entretenido.
Maravilla de maravillas.
El secreto de la piramide, Valhalla, Dersu Uzala (pocas películas enseñan más que esta, verla con 10 años o así definen la vida) mí conocimiento cinematografico se fraguó ahí.
Sobre Tintin, la subtrama revolucionaria es paródica del todo y un añadido. Puedes buscar libros de Historia para enterarte de la Guerra del Chaco; pero un niño lo lee, y ve perfectamente la insensatez de la guerra por la busqueda de la riqueza, sin que lastre el cómic.
En Johan y Pirluit está el Señor de Pikodoro con su trama de intrigas palaciegas, corruptelas, y las geniales escenas de Pirluit haciendo el balance de cuentas o la de llevarlo a la horca.
Los niños sabemos más de lo que se piensan, y si no sabemos aprendemos.
No me canso de decirlo, del nacionalismo me vacuné para toda la vida con «Verde pitufo y pitufo verde»
Y sí, Herge tenía una capacidad de caracterización de secundarios en los tramos cortos prodigiosa. Ese Carreidas caracterizado a base de dialogos delirantes es una maravilla, pero todos los demas de su entorno también.
Asterix no se permitía perder su aura de cómic humorístico jamás por mucho que se tratasen temas muy serios en él. En cambio Tintin variaba el tono y podía meter humor de porrazos y después una muerte seria. El suicidio fuera de plano de Mitsuhirato es llamativo por realista.
Los comparaban porque en su día las librerías «de libros» los únicos cómics que tenían eran de Asterix y Tintín, que para encontrar un Mortadelo tenías que irte al Kiosko, al Corte Inglés o a una juguetería… Lo cual era trágico, porque paralelamente a todo esto el Fuera Borda estaba agonizando en los kioskos hasta que desapareció.
Hombre, los clásicos son los clásicos por algo. Por mucho que me meta con el Hergé anterior al Loto Azul -que lo hago, y lo seguiré haciendo- estaba a años luz de la mayoría de lo que se publicaba por la época. Y aunque creo que los chavales tienen hasta más tragaderas que los adultos -te digo yo que antes se lee un chaval de 10 años el Ulysses de Joyce que un jovencito de 25- para mí Tintín no es un producto «actual», «moderno», como tampoco lo serían los cómics de Jack Kirby.
Pero esto no lo digo como un absoluto, lo digo como un «tu prueba suerte y si funciona estupendo», si no a otra cosa y deja de clavarte las uñas en las palmas de las manos porque tu niño prefiere un cuento de la Patrulla Canina a «El cetro de Ottokar», que tampoco es el fin del mundo. Los críos van a seguir decepcionándote igual que tú les decepcionarás cuando sean adolescentes, es ley de vida.
Para mí, es una peli adelantada a su tiempo, y que se merece más atención de la que ha recibido en términos generales. Sólo la idea de Geoffrey Rush, Eddie Izzard, Paul Reubens, Tom Waits, Lena Olin, Janeane Garofalo y William H. Macy compartiendo pantalla ya debería merecer un poco mas de interés, no digamos el resto del concepto
Salió en una época rara en la que las distribuidoras creían que los superhéroes eran nicho después del fracaso de Batman & Robin y Blade o X-Men tenían complejos a la hora de decir que estaban basadas en cómics de superhéroes.
Tiempos la mar de oscuros, vaya.
Eso le da especial valor, porque tiene más coraje sacar obras así en tiempos oscuros de lo que parece. Es como sacar Marvels en mitad de la era Image.
Ya te digo que eran oscuros, como que en el verano del 97 empalmaron dos exitazos como Batman & Robin y Spawn, ¡como para no pensar que los superhéroes estaban muertos!
Buenos ejemplos me das. las dos son más malas que pegarle a un padre.
Lo que estaba muerto en los 90 era el superhéroe que no fuera un oscuro vengador de dientes apretados.
«Mystery Men» es una película muy curiosa, porque abusa demasiado del humor zafio para mi gusto (ay que risa, uno de los protagonistas tiene el superpoder de tirarse pedos), pero luego mete escenas como la madre del Rajá Azul dándole el beneplácito a su carrera de superhéroe («puedes llevarte la cubertería de plata») o la del Cavador despidiéndose de su esposa antes de ir a combatir al villano, sin saber si se la encontrará cuando vuelva («Adios, Eddie. No estaré aquí cuando vuelvas» «Es un riesgo que estoy dispuesto a correr. Porque de lo contrario, tal vez no haya un hogar al que volver.») que me conmueven muchísimo más que todas escenas de caras largas tras el Chasquido en el MCU.
Bueno, mi frase favorita es de Invisible Kid: «papá, me voy a mi cuarto con tres adultos desconocidos». Y el padre no deja de mirar la tele… ¡Sí que era invisible, el pobre!
¿Es Oliver Reed el malo de Condorman? Pobre, supongo que estaba en aprietos económicamente. Además de eso, nunca le voy a ver lo práctico de tener un coche modificado siendo capaz de volar nuestro «héroe».
Sólo espero que el Hawkman de Black Adam se vea un 30% mejor que el Condorman éste.
Sobre lo del coche pues… Yo que sé, había que vender juguetes!
Y como superproduccion tambien veo que falta Hancock de Will Smith. Por lo que atendiendo esta omision quiza las acusaciones de racismo de M’Rabo sean fundadas.
Hancock se estrenó allá por 2010 y este post cubre hasta el 2000, espérate un poco!
Siesque M’Rabo siempre está igual, ahora paga a la gente para que entre a meterse con mis posts por las razones más locas!
Ya esta el conspiranoico negándose a aceptar que simplemente el pueblo le esta calando…
ajaja aqui teniamos a El
Santo, Blue demon, Tinieblas, Chabelo y Pepito, Mil Mascaras
No los conocía, pero Chabelo y Pepito parecen el hijo no reconocido de Abbot y Costello con los Hermanos Calatrava! Los insignes creadores de ese hito de la desgracia fílmica que es «El Ete y el Oto»!
el Santo, Blue DEmon, Tinieblas, fueron luchadores (lucha grecoromana y acrobacias) que pelearon contra todo el universo desde marcianos, venucianos, jupiterianos, de Arturus, de Alfa centauri, hombres lobos, vampiros, momias, zombies, mujeres fatales espeias rusos, espias americanos, nonono y Mil mascaras salvo a Japon (era mexicano pero triunfo en Japòn) de Kaijus y Chavelo y Pepito eran adultos que parecen nños (un chiste local dice que Chabelo firmo de testigo en la constitucion de Cadiz y fue redactor de Rodrigo Diaz de Villar el Cid Campeador super heroe del siglo X…
Algo oí sobre el éxito de los luchadores en Japón, con todo aquello de liarse a hacer mangas y animes sobre el tema como aquello de Tiger Mask.
Tomo nota y esperaré pacientemente los temas que quedan en el tintero: superhéroes animados (si se puede, un artículo entero sólo para las Gárgolas) y qué ocurrió con los héroes de Alex Toth.
Y no quiero dejar pasar la oportunidad de decir que Iron Giant es la segunda mejor película de Superman que he visto, después de la de Donner. Su clímax siempre me saca una lágrima.
De Gárgolas no hay un post, ¡hay dos!
https://brainstomping.com/2011/01/17/gargolas-cuando-disney-no-era-nona-1%c2%ba-parte/
https://brainstomping.com/2011/01/18/gargolas-cuando-disney-no-era-nona-2%c2%ba-parte/
Claro que es de hace diez años y lo hizo M’Rabo, así que casi es como si no los hubiera!
racista!
Fuera de que los posts piden actualización a gritos (ji, ji), el segundo concluye con la amenaza de un tercero. Espero que M’Rabo se ponga a ello, y demuestre que no es bueno dejar algo inconcluso, como hizo Diógenes con los post de Shooter (je).
Los post de Shooter… ¡QUE ATAQUE MÁS GRATUITO!
Acabo de recordar la razón por la que en el Gran Heroe Americano los extraterrestres le dan al prota el traje que es tal cual de superheroe.
Es porque están preocupados de como ven las cosas en el planeta Tierra. Creen que estamos al borde de la destrucción nuclear y quieren evitarla.
Y crean el traje como el de un superheroe porque ven que los heroes de aquí lo llevan. Se ve que leían cómics.
Pero lo verdaderamente importante es que en el fondo no importa tanto lo que haga el portador del traje como el ejemplo que da.
Lo que importa del superheroe no es hacer heroicidades, es inspirar a los demas para ser heroes a su vez.
Me queda claro que esos extraterrestres sí sabían leer cómics de Superman.
Teniendo en cuenta, como está la situación del planeta con la amenaza de la guerra nuclear; el Gran Heroe Americano es la serie que más necesitamos ahora mismo.
No sé si entran en esta categoría, pero hace unos años hubo en Argentina una serie llamada «Los únicos». Trataba de un grupo a lo Brigada A, pero con superpoderes. Sus valores de producción eran paupérrimos, siendo generoso.
Vamos, como los Inhumanos de Jeph Loeb (JOJOJO)