Los Merodeadores no dejaban de ser un aborto, y los lectores de la época se dieron cuenta al momento. Y es que se hacía muy raro que una serie tan basada en jugadas a largo plazo, con villanos presentándose con meses de antelación, de repente se llenara de adefesios requetemalísimos como si esto fuera una serie de Jonathan Hickman. Todos eran personajes nuevos con la excepción de Dientes de Sable y Vértigo, los dos personajes menores que habían aparecido el primero como villano de Iron Fist y la segunda como uno de tantos mutados de Niño Listo en la historia de la Patrulla X y Spiderman que ilustró Michael Golden para Marvel Fanfare. Eran, en resumidas cuentas, lienzos en blanco.
Paralelamente a todo esto y tal vez para compensar el completo fiasco de la creación de Factor X, Marvel sacaba a la venta Classic X-Men, una reedición de la etapa de Claremont en Uncanny en la que el guionista aprovechaba para hacer pequeños retconeos sobre la historia original, ampliándola, aclarando el asunto Fénix que tan trastocado había dejado la «genial» idea de Kurt Busiek y, en general, satisfaciendo el horror vacui de Claremont de forma magistral gracias a las pequeñas historias cortas dibujadas por John Bolton que acompañaban a cada número. Precisamente en una de ellas, Classic X-Men 10, Claremont aprovechará para poner el foco sobre la relación de Lobezno con Dientes de Sable, comenzando un desarrollo del personaje que nunca llegará a fructificar del todo porque Jim Lee, Harras y tal. Pero no nos vayamos tan lejos, seguimos en el verano de 1986 y en ese momento los Merodeadores lo que hacen lo están haciendo por dinero, como buenos mercenarios que son.
La primera aparición del grupo que no es en sombras y demás es en la primera página del 211 de Uncanny, y también es la «última» de algunos de ellos. Claremont continúa estableciendo ese tremendo contraste entre Greymalkin Lane y el callejón de los morlocks, con la vida pacífica e idílica de la Patrulla X contrastada con la masacre que se está llevando a cabo en las alcantarillas hasta que uno de los morlocks consigue llegar hasta la escuela de Xavier y dar la voz de alarma. El grupo se pone en marcha, llega hasta el campo de batalla y se da de tortas con varios de los Merodeadores, que tienen tan poca piedad con los X-Men como han tenido con los morlocks y así Rondador, que ya venía malherido, acaba hecho unos zorros y Kitty convertida en un fantasma al tratar de salvar a Pícara, con lo que el mismo Coloso que la semana pasada nos hablaba de lo importante que era mantener el sueño de Xavier y el diálogo y blablabla se agarra un cabreo que no te menées y se carga a uno de los Merodeadores a manos desnudas. Alguno en aquel momento ya se llevó las manos a la cabeza «¡la Patrulla X no mata!» y con razón, pero para el número siguiente nos encontraríamos a Lobezno explicando un poco el asunto…
Y es que si bien el grupo consigue escapar con unos pocos morlocks supervivientes, las instrucciones de Tormenta para Lobezno son claras: necesito un merodeador vivo para ser interrogado, el resto son tuyos. Y así se va Logan a trinchar merodeadores, con el número 212 siendo protagonizado en gran medida por él y su primer enfrentamiento con Dientes de Sable, que ya en aquel momento le dice «old son» y viene a decirle que entre los dos hay una laaarga historia; hay que tener en cuenta que en aquellos tiempos el pasado de Lobezno era un completo misterio, y así es como el personaje nos pegaba estas sorpresas de vez en cuando. En cualquier caso, Claremont utiliza el enfrentamiento entre ambos personajes para dejar claro que sí, que el grupo se encuentra en una situación bastante más oscura y hasta se está saltando sus propias reglas, pero que la diferencia fundamental entre Dientes de Sable y Lobezno siempre estará en que el primero es un asesino y el segundo es un hombre que a veces mata. Pues vale.
Si la Masacre Mutante en Factor X era solo una excusa para cargarse al Ángel y que Factor X se de cuenta de que su idea de los «cazadores de mutantes» era una idea horrenda que solo empeoró la situación, en Uncanny X-Men es la culminación de la caída en desgracia que se venía perfilando prácticamente desde antes de que Tormenta tomara el liderazgo de los Morlocks, con la saga del Nido; y es que en aquella historia el grupo asumió que era necesario cargarse a los eslizoides del Nido porque al final no dejaban de ser parásitos aunque fueran vida inteligente, luego vimos como se unían al grupo villanos como Pícara o Magneto mientras los Morlocks empezaban a pulular por todas partes y la ortodoxia del grupo, personificada por Scott Summers y Charles Xavier, desaparecía por completo del mapa. Tormenta era la nueva líder, una líder que, al igual que Magneto, tenía sus dudas respecto a qué era lo correcto, qué era lo que debía de hacer. Y puede que poco antes Lobezno consiguiera evitar que Fénix asesinara a Selene a sangre fría, pero el que Coloso matara a un merodeador y se quedara con ganas de matar más marcaba un punto de no retorno que provoca que Ororo poco menos que acabe en una crisis nerviosa, porque se siente que ha fallado completamente como líder.
Y así es como acaba pegándose con una Calisto que no la deja claudicar -ojo a los rayos y truenos que hay de fondo en la pelea, que se supone que Tormenta ya no tiene poderes- y que viene a retomar el liderazgo de los morlocks, con lo que la Masacre Mutante acaba en un epílogo en el que, dejando de lado el fracaso de Tormenta, lo más reseñable es que Elizabeth Braddock se consagra como nuevo miembro del grupo al plantarle cara al pesado de Dientes de Sable, del cual supuestamente consigue sacar información sobre quienes son los Merodeadores y su misterioso líder pero… En realidad no saca nada en claro porque ni siquiera creo que Claremont supiera en aquel momento quién era el tal «Mister Siniestro». Y ésa es la tragedia de la Masacre Mutante, que aunque el viaje de los personajes protagonistas está más que masticado y bien llevado, los villanos son una hoja en blanco, un vacío absoluto que no es de extrañar que a los lectores de la época les espantara, porque te quedabas como estabas.
De hecho, en Factor X estaba pasando exactamente lo mismo, los personajes estaban descubriendo sus propios errores -mucho más rápido, eso sí- y un misterioso villano, Apocalipsis, iba haciendo jajejijoju por la serie y hasta llegaba a interferir brevemente en la Masacre de marras. Tardaríamos mucho en saber quién era el misterioso Mister Siniestro y más todavía cuál era la intención original de Claremont para con el personaje, pero dejando ese asunto de lado, lo importante es que el camino para Australia ya estaba en marcha; la renovación del grupo había empezado con la incorporación de Betsy que, sumada a la pérdida de Kurt/Kitty, empezaban a dejar claro que la Patrulla X no volvería a ser la que era. Y esta vez era de verdad, porque nunca volvió a ser la misma.
Se va Romita Jr. prácticamente que al mismo tiempo que sus mayores aportes a esta etapa (esencialmente Rachel y Nimrod pero también Freedom Force iba a tener muy corta vida post-Romita Jr.).
Para mí la perdida de Romita Jr. se vuelve tremenda cuando Silvestri queda como el reemplazo definitivo. Más allá de sus diseños Romita Jr. estaba tremendamente cerca de lo que sería en Daredevil y no había nada que no pudiera contar. Pero creo que era más el preferido de Nocenti que del mismo Claremont.
De los personajes que van quedando en las trincheras, pues ya lo dije en el primer comentario que hice en la serie y antes incluso, los personajes se están «lobeznizando» y Claremont lo podrá justificar con que están empezando a vivir lo que Lobezno ha vivido, pero la realidad es que la tragedia no es nada nuevo para ninguno de estos personajes y por eso el lector se agarra la cabeza. El tema es que Claremont necesita una tragedia para sacudir las cosas y cerrar los pocos arcos que le van quedando alrededor de la maduración de Peter y Rogue (Peter nadie le ordena usar violencia extrema; estamos entrando creo yo en el muchacho aceptando su adultez, la responsabilidad sobre sus decisiones y las consecuencias de estas, Rogue deja de lidiar con los problemas alrededor de sus poderes y ahora iremos más a como maduró más allá de las decisiones que tomó antes de unirse a los X-Men ahora que ha aceptado y es una X-Men de pleno derecho).
Además de (en lo que es mi lectura del personaje) sacudir a Tormenta y sus niveles de empatía subidísimos que son parte del viaje de humanidad que crea Claremont (temor, debilidad, comprensión, afecto, responsabilidad, indefensión, empatía, y todo un montón de cosas que Claremont le va dando a la diosa africana que le había dejado Wein). Hasta ahora Tormenta lleva su re-descubierta humanidad a flor de piel; ser dispuesta a todo por los que quiere (apuñalando a Callisto), determinada ante temores y dificultades (comienza con la claustrofobia y luego se gradúa a la perdida de sus poderes para llegar a la lucha con Cíclope esencialmente por la entrada de Magneto a los X-Men) independiente ya no por sentirse una diosa sino por considerarse una igual (la escena con Kitty post-cambio de look), etc. etc. Este es el último paso donde tanto el personaje como el mismo Claremont entiende (o dan a entender) que la humanidad no es solo todo lo que admiramos en lo que consideramos humano sino que también lo demás y que siquiera se puede tener lo uno sin el otro (tampoco que Claremont estuviera escribiendo el absoluto pináculo resplandeciente de la humanidad pero sí que estaba dando a Tormenta todas las victorias en combate/moralidad).
Y por supuesto, seguir separando a Lobezno de las verdaderas bestias después de que salvara a Selene de Rachel y aquello con Katie Power. Que ese Logan asusta pero es un santo.
Y no quiero hablar de Scott porque a estas alturas Scott ya no existe. Pero me parece que estos números también dejan entreveer en su ausencia lo que Scott significaba para el grupo y lo que me gustaba tanto del personaje dentro de los X-Men (y que lo de Harras es una abominación!!!).
Sobre Scott, unos pocos meses después de la Masacre Mutante, Louise Simonson lo caracterizará en «Factor X» como si estuviera a punto de volverse loco, porque te encuentras con números como los del enfrentamiento con Molde Maestro que en pleno combate está hablando solo y alucinando (en el sentido literal) con el profesor X.
Qué diferencia con el Scott Summers del nº 175 de «Uncanny X-Men»…
Es que en esa época los mutantes se deslizaban por la peligrosa senda que lleva a la depresión insportable, el llanto histérico y el monólogo autocompasivo incesante.
A mi ese cómic me encanta, sobre todo porque es de un liante que flipas -al más puro estilo JJ Abrams introduce lo de «los doce» sin tener Simonson la menor idea de a dónde quería ir con ello- y hasta cierto punto se revela que la decisión de Cíclope estuvo completamente condicionada. Vamos, que perfectamente podían haberlo enlazado con lo del Rey Sombra en Uncanny y les habría salido la cosa mucho mejor.
Scott está perdiendo la cabeza porque esencialmente se durmió en el punto A (con Maddie y su hijo en Alaska) y se despertó en el punto C dirigiendo a Factor X allá por el número 6 de la serie (cuando Simonson comienza a escribirlo). Pero en vez de tomarlo justamente como que pasó eso, quieren que todo lo escrito por Layton tenga sentido como el punto B (¿por qué? No sé, Shooter se estaba yendo así que probablemente fuera culpa de HARRAS!). Eso acaba con el personaje y termina acabando con los X-Men cuando en Inferno hacen mala a Maddie. No hay palabras para decir lo destrozado que deja al personaje todo lo que se hace con Harras como editor porque cada nuevo número dobla la apuesta y lo desfigura un poco más, sin contar además el efecto domino sobre el resto de personajes tratandolo como si fuera el mismo Scott de toda la vida.
Para mí lo más remarcable del viaje en estos números está en la vulnerabilidad de Tormenta, en el hecho de que dejamos el modelo de líder que siempre toma las decisiones correctas y empezamos a ver que no solo ella, si no todos los demás se cuestionan lo que están haciendo; a esto contribuye bastante el hecho de tener personajes como Magneto o Fénix dando vueltas por ahí y la huella que van dejando en el resto, ampliando esa falta de certezas cuando casi todo el grupo se renueva y los nuevos están más verdes que el superskrull. Y al final todo esto no deja de ser una decisión consciente, porque si quieres llevar la serie a un lugar más oscuro tienes que mostrar por qué se va en esa dirección y a los personajes equivocándose; ésto provocará que a largo plazo esta etapa sea hasta considerada como algo «malo», cuando lo que en realidad está intentando es empezando una etapa cuya culminación era la de dejar claro hasta que punto era necesaria la Patrulla X como dique de contención entre el resto de la humanidad y el apocalipsis mutante.
Bueno, tan verdes como la Segunda Génesis no; Dazzler, Havok y Elizabeth Braddock tienen bastante más encima que Ororo, Peter y Kurt cuando se unieron a los X-Men (y Rogue un poco menos, Rachel y Longshot son lo más parecido a aquella segunda génesis).
Pero sí, Claremont está siendo muy consciente en lo que está haciendo, y es parte de lo que me hace pensar en los personajes como lo hago; la presencia de Scott proveía al grupo de una seguridad paternal que no tenía nada que ver con que fuera el padre estereotípico sino con que los personajes tuvieran esa estabilidad emocional de que pasara lo que pasara Cíclope iba a ser un aburrido que estaba siempre pensando en ellos (en términos quizás no de absoluto cariño, pero es que en demostraciones de afecto Scott no se entendía demasiado… exactamente como un padre de su generación). Mientras que con su marcha el grupo da paso a las posibilidades de cambiarlo todo quizás desde la base (algo que Factor X arruina bastante por no decir del todo, ya que elimina el contraste entre lo pasado y lo presente/futuro). Esto no es malo, así como tampoco lo es la tragedia como catalizador de este cambio. A mi personalmente no me gusta el tono que toma la serie de aquí en más, pero como digo, el mayor problema viene con que lo de Harras es una abominación!!!
Sobre el acontecimiento de la Masacre Mutante en sí, cabe decir que en la etapa Hickman ya han aparecido unos cuantos morlocks resucitados en Krakoa (entre ellos Tommy, la «chica arcoíris» que fue de las primeras en morir), con lo que podemos suponer que los pusieron los primeros de la lista de gente a resucitar y ahora mismo la Masacre Mutante se ha quedado en absolutamente nada.
Esto me ha parecido una oportunidad desperdiciada, porque durante la Masacre Mutante el Profesor-X estaba de parranda con los Saqueadores Estelares, y además se suponía que los morlocks eran indetectables por Cerebro (no sé si porque algunos de los morlocks creaban algún campo de interferencia, o sencillamente el Callejón, que era un refugio militar abandonado, era impenetrable a los sensores de Cerebro), de manera que aquí había la justificación perfecta para que los morlocks asesinados por los Merodeadores fueran irresucitables, haciendo todavía más terrible la masacre. Pero no, de alguna manera, existía una «copia de seguridad» tanto de sus personalidades como de su ADN, porque de lo contrario no se les habría podido resucitar. Lo inquietante es que la única manera que se me ocurre de haber obtenido ambas cosas es que la Masacre Mutante hubiera sido planeada a medias por Míster Siniestro y Charles Xavier como la única forma que se les ocurrió de tomar las muestras necesarias para poder resucitarlos en el futuro (me imagino a los Merodeadores deteniéndose unos segundos junto a cada cadáver de morlock para ponerle algún tipo de «grabador cerebral» en la cabeza mientras le toman una muestra de sangre). ¡No, si al final resultará que lo de matarlos al final era para hacerles un favor!
La resurrección de los morlocks, evidentemente, más allá de algunos fugaces cameos (sobre todo en un número de «Hellions» donde pasaban a «saludar» a Cazador de Cabelleras), no parece haber tenido ni la más mínima repercusión entre los que sobrevivieron a la masacre. Si alguien esperaba ver alguna escena conmovedora de Calisto reencontrándose con todos los amigos que perdió en ese fatídico día, que siga esperando.
Le presupones mucha planificación a alguien como hickman que suele llegar a contar SU historia sin importarle lo mucho que tenga qu eignorar las caracterizaciones e historia de los personajes que maneja xdd
Y en cuanto a esperar cosas, yo aun espero a que Magneto y Doug Ramsey se encuentren y charlen un rato, que después de lo mucho que le afecto al primero la muerte de Doug uno esperaría que se acercase a el o algo, pero ni lo hizo cuando ambos vivían en Utopia ni ahora en Krakoa…
O tal vez Ramsey haría algo lógico, aunque traumático, e iría a ver a sus pobres padres. Pero no, una vez te haces X-men, te tienes que olvidar de tu familia humana para siempre.
Ya han hablado en algún que otro cómic, supongo que hasta que Claremont o Simonson no hagan un «complemento de Classic X-Men» nos quedaremos con las ganas.
El problema de retconeos masivos como el de Krakoa es que acabas teniendo los mismos problemas que cuando DC montó Crisis o Flashpoint; no todo el mundo se acuerda de todo y así nos luce el pelo.
Pero vaya, que no hace falta un retconeo gordo para cagarla, no nos olvidemos lo que siempre recordamos por aquí, Doug Ramsey resucitó mucho antes y Magneto ni se inmutó al respecto.
«Si la Masacre Mutante en Factor X era solo una excusa para cargarse al Ángel y que Factor X se de cuenta de que su idea de los «cazadores de mutantes» era una idea horrenda que solo empeoró la situación»
alguna idea del motivo tras bambalinas de lo sucedido con Angél, de su transformación en archangel,
«Coloso que la semana pasada nos hablaba de lo importante que era mantener el sueño de Xavier y el diálogo y blablabla se agarra un cabreo que no te menées» por cierto, ahora que hablas de los cambios en los personajes, caigo en cuenta que para inicio de masacre mutante, en el 210 vemos a Rogue volando y en su monólogo habla de que la situación está cada día está más difícil, y que tendrán que tomar medidas extremas y que solo wolverine y ella son capaces de matar, (debido a que ella era una «villana» y etc, etc) pero para infierno esa personalidad o forma de pensar de ella ya casi desapareció, y no recuerdo sucesos en ella para dicho cambió, quizá el paso por el sitio peligroso es lo que la terminó volviendo a la rogue que conocimos en los 90´s ¿o hubo algo que me perdí?
El motivo de lo del Ángel era simplemente darle un meneo al personaje, que como tal era bastante sosainas; casi toda la Patrulla X original estaba cortada más o menos del mismo patrón, siendo la Bestia el único que era algo distinto gracias a sus pelos azules y personalidad desarrollada en Vengadores; pero claro, justo en el arranque de Factor X le hicieron un back to basics y la habían ensosado un poco… Otro al que intentaron desarrollar fue a Bobby, con todo aquello de Loki y el cinturón ese que controlaba sus poderes, aunque seguramente fue el que menos movieron porque la situación de Scott y Jean tenían bastante prioridad.
Sobre lo de Rogue, pues… Hay que ponerlo en perspectiva, en aquel momento ella sigue siendo la exvillana que se cargó a Carol Danvers y algún resquicio queda de aquello en ese monólogo interno; pero creo que ella está hablando de su percepción de ella misma y no donde realmente estaba ya en aquel momento, porque creo que la Pícara de aquel momento ya no estaría dispuesta a cargarse a nadie. En cualquier caso pues oye, si sigo con estos artículos digo yo que ya lo veremos, ¿no?
en cuanto a lo de angel, de pronto me salió la duda porque fue muy violento su cambio, en cambio a lo de rogue ok, esperaremos más entregas
Kurt Busiek en la segunda parte de «Marvels» apunta que en esa época no es sólo que los personajes sean más violentos: es que los guionistas los ponen en situaciones cada vez más difíciles.
Me parece interesante también que en esa época ya hay dos mujeres líderes de grupo (Tormenta y la Avispa en los Vengadores… tres si contamos a Vindicadora en Alpha Flight) y todas pasan por crisis muy severas.