Imaginad un mundo virgen, un mundo sin crossovers. Un mundo en el que Secret Wars era una serie limitada, y sus consecuencias se podían ver en las distintas series de Marvel, pero aquello eran «tie-ins», simplemente se hacía referencia a cosas que habían pasado en Secret Wars pero la historia principal estaba autocontenida en la serie limitada. Lo mismo se había hecho en Crisis en Tierras Infinitas aunque el nivel de «interferencia» de la serie principal había sido en distintos grados. Posteriormente y gracias al éxito de ambos crossovers, Jim Shooter llevaría a cabo su Secret Wars II ya no solo con tie-ins, si no a golpe de auténticos crossovers que se entrecruzaban con una serie limitada bastante corta, provocando que, esta vez sí, la historia se continuara a lo largo de todas las series de Marvel y en muchos casos el número del mes de tu serie favorita fuera un galimatías incomprensible.
Pero esto de cruzar dos series llevando tramas de un lado a otro como si un partido de tenis se tratara, en el fondo, lo había estado haciendo Claremont desde el momento en el que creó junto a Bob McLeod The New Mutants; tanto Uncanny como los susodichos pupilos de Xavier habían tenido cruces, no ya solo en eventos especiales como las Guerras Asgardianas si no en personajes que se iban moviendo de una serie a otra, eventos como la pelea de la Patrulla X contra el Nido que finalizaban en un enfrentamiento entre los Nuevos Mutantes y un Xavier controlado por los alienígenas… Provocando que muchos lectores a los que no les interesaba la serie de los Nuevos Mutantes (gentuza) se vieran forzados a comprarla. Lo que es peor, en España y como Nuevos Mutantes se editaba con retraso, muchos lectores de La Patrulla X -que llegó a ser quincenal- empezaron a perderse más que un lector de La Legión de Superhéroes. Y entonces sí, entonces llegó el primer crossover veraniego de Marvel.
Pero tampoco se puede decir que la Masacre Mutante fuera un crossover. O, por lo menos, no fue un crossover al estilo de lo que consideramos como tal hoy en día; hasta ese momento era normal que la masacre del Azote o la apertura del Cofre de los Antiguos Inviernos fueran mencionados en el resto de series de Marvel, con pequeñas notitas a pie de viñeta viniendo a decir que si queríamos saber de que iba todo eso, que miráramos en la serie correspondiente. Esto podía perjudicar seriamente al transtorno obsesivo compulsivo de cada uno, pero a la vez era un detalle majo porque veías que cada cosa que pasaba en una serie tenía una influencia en las demás, por pequeña que fuera. Había sido parte de la identidad de Marvel desde los tiempos de Stan Lee -cuando lo editaba/guionizaba casi todo- y por eso era totalmente aceptado por la mayoría de los lectores y hasta apreciado. Sin embargo, en el verano de 1986 Chris Claremont y el matrimonio Simonson iban a plantar la semilla de uno de los cánceres del cómic de nuestro tiempo…
Empezó como una idea sencilla; la fusión de La Furia y Nimrod iba a ir exterminando morlocks como un Terminator cualquiera repasándose el listín telefónico hasta que La Patrulla X consiguiera ponerle freno; una historia que se iba a alargar durante unos veinte números, con consecuencias para los personajes de la serie, dando lugar a un cambio radical de alineación, etcétera. Pero claro, de por medio y dejando de lado lo que ya comentamos la semana pasada, había pasado lo de Factor X; ahora había un nuevo grupo de mutantes, una nueva serie de mutantes y había que arreglar el roto que había dejado Bob Layton y su alegre banda. La nueva responsable de la serie, Louise Simonson, se dió cuenta de que aquella historia era demasiado grande como para que fuera contada solo en La Patrulla, que aquel o aquellos asesinos en serie de mutantes por narices tenían que llamar la atención de Factor X, que en aquel momento eran poco menos los «superhéroes mutantes oficiales» después de que los X-Men decidieran aceptar entre sus filas a gente como Magneto o Pícara. Así que Claremont y Simonson se pusieron a hablar…
No iban a ser cruces directos, cada serie tendría su propia historia y si acaso compartirían villanos, porque tras lo de Moore el villano pasaron a ser varios, Los Merodeadores, y así era más fácil ir pasándose los distintos personajes de una serie a otra. Así, el 210 de Uncanny presentaría a los Merodeadores e introduciría a la propia Patrulla X a la existencia de Factor X, dejando bien claro el contexto feísimo provocado por la estrategia ideada por Cameron Hodge; el sentimiento antimutante estaba tan disparado que hasta el Club Fuego Infernal empezaba a proponer treguas por una simple cuestión de supervivencia, y Claremont aprovechaba de paso para recordarnos de qué iba realmente esta serie y por qué era tan importante mantener la cabeza en su sitio hasta en los peores momentos de la tensión entre humanos y mutantes.
Era el descenso a los infiernos de la Patrulla X, la prueba de fe del sueño de Charles Xavier, Uncanny 210 era un repecho, la pausa para tomar aire para lo que estaba por venir. Pasa algo parecido en el número 9 de X Factor, publicado ése mismo mes, en el que Louise Simonson nos introduce el cómic con otra escena de fervor antimutante en el que Factor X, que en aquel momento se venden al público en general como una especie de «cazafantasmas mutantes», son llamados para hacerse cargo de la Freedom Force, que no son otra cosa si no la vieja Hermandad de Mutantes Diabólicos de Mística trabajando ahora para el gobierno de EEUU. La turba xenófoba antimutante, que en otros tiempos habría salido corriendo ante un pisotón de la Mole, ahora se envalentona porque no los ve tan agresivos y trata de lincharlos (buena suerte), con lo que Factor X se pone por medio y la Fuerza de la Libertad aprovecha para escapar y seguir con su misión, que era detener a un mutante (Rusty Collins, más soso que una serie sobre una tostadora espacial) que se ha escabullido por los túneles de los morlocks.
Factor X y la Fuerza de la Libertad no tardan en darse de tortas en los túneles hasta que Destino le comunica discretamente a Mística que su poder precognitivo ve dolor, mucho dolor y que lo mejor que pueden hacer es salir por patas, que esos túneles están a punto de llenarse de muertos y que de quedarse ellos no serían una excepción. Así que Factor X pronto se encuentran solos en los túneles junto a varios morlocks y un aullido desgarrados cruza los túneles hasta ellos; había empezado la Masacre Mutante.
Lo primero, ya que no pude comentar en las anteriores entradas relacionadas, felicitar está serie de artículos. Aunque la diversidad tématica siempre es bienvenida…no, miento, felicidades por hablar de lo que realmente importa. La Marvel de los 80.
Por otra parte en este articulo concreto revindicar la intervención de Power Pack en la masacre mu… no, miento de nuevo.
En cuanto al tema de los crossovers esa piedra ya había sido lanzada y masacre mutante fueron las primeras ondas. Legends de DC (la de Ostrander) no sé si es antes, después o a la vez que está Masacre Mutante pero muy cercana. La jodienda total vino después cuando los editores (editores-guionistas, los que ejercían de arquitectos de la continuidad) fueron perdiendo peso y ya los cruces debían ser sí o sí por decreto ley y en vez de llegar a ser uno anual, ya empezaron a publicarse por estaciones hasta lo insufrible que aún hoy en día son.
Gracias!
Sí, DC es más responsable de los crossovers «metomentodo» que Marvel, después de todo Crisis acabó con todo el Universo DC y, aunque casi todas las series más o menos siguieron como estaban, otras terminaron del todo y fueron reiniciadas. Éso no pasó con Secret Wars, y en el caso de Secret Wars II ya la cosa fue por barrios; en el caso de Spiderman tenemos crossovers más o menos inocuos, pero con los mutantes Claremont entró a saco en el juego y Nuevos Mutantes está metidísima en la historia (tanto que al final del crossover se pegan con los Vengadores, tela) y Uncanny lleva gran parte del peso de la trama de Rachel en el crossover con el Todopoderoso. Luego ya tenemos Legends, Millenium, Invasion… Crossovers que si se hacian por decreto en DC y eran masivos y mucho más parecidos a lo que se hace hoy en día; de hecho te diría que el primer crossover de Marvel que realmente se parece a los de DC -dejando de lado a los de los annuals, que esos viven en su propia realidad aparte- es Inferno, y eso no pasa hasta 1989.
Realmente, ¿la cosa no iba a derivar más en los crossovers mutantes, que iban un poco por libre?
Inferno, Proyecto: Exterminio, y ya después de Claremont, Canción del verdugo, Atracciones fatales, Era de Apocalipsis…
Supongo que hay que diferenciar entre los crossovers que son una historia continuada de una serie a otra y los que son eso mismo pero encima cuelgan de un porrón de «tie-ins», que en muchos casos ni se entienden si no lees la serie principal. El modelo de Marvel hoy en día es más bien el segundo, solo que ahora los tie-ins van en series limitadas aparte y fuera de las series regulares (con algunas excepciones en las que el crossover gira alrededor de algo que pasó en una serie regular, claro).
Durante los 90 el modelo de Marvel fue el que dices tú, los crossovers «familiares» que van de una serie a otra, llegando a ocupar un cuarto o un tercio de los cómics de cada serie ese año; ¡hasta los 4F de DeFalco se montaron crossovers mierderos como Atlantis Rising!
Y lo que fastidiaba cuando el crossover mierdero se cruzaba con tramas bien urdidas y con el desarrollo integral de tus personajes favoritos.
Aaahhh De Falco!! Cuánto daño te hicieron los crossovers.
Con lo bien que ibas.
HAS IDO A HACER DAÑO!!!
Reseña los 4F de DeFalco y así podrás dejar claro que a su etapa no la afectaron los crossovers!
Léela tú y me lo cuentas!
No es lo mismo y lo sabes
¿Para saber si le afectaron los crossovers? Claro que es lo mismo, empieza a leerla ya, so vago!
El publico quiere que lo leas tu!
No estamos hablando de lo que quiera el público, estamos hablando sobre si los crossovers afectaron a una etapa determinada!
Sí estamos hablando de lo que quiere el público! Y el público pide pan, circo y 4F de DeFalco!
Y artículos de Claremont, que te están quedando muy bien estos, felicidades
Si. Ahora me arrepiento!
«¡hasta los 4F de DeFalco se montaron crossovers mierderos como Atlantis Rising!» Ahí te doy la razón.
Inferno aunque tenía lo que hoy se llaman muchos tie-ins igual seguía siendo un “crossover familiar”. ¿Quizá Guantalete del Infinito? Porque sí es como dices lo de “Atlantis Ataca” y La Guerra de la Evolución” son otra cosa como un parentesis.
Yo suelo decir Inferno porque tuvo tie ins/crossovers con todas las series y la mayor parte de ellas tuvieron consecuencias; se refundaron los Vengadores, Spiderman tuvo lo del demoduende y en general hay que reconocerle a Harras que fue un crossover bien montado en sus cruces (que luego la historia de Mister Siniestro y tal fuera un pelín chapucera ya es tema para otro día) y que tuvo consecuencias aunque Vengadores y Patrulla no se cruzaran mucho. Creo que la trilogía del infinito si que entraría en la definición de crossover de tener a todos enmarronados, aunque los mutantes siempre estuvieron en ellos muy de pasada.
Fíjate que para tener un crossover que realmente juntara a Vengadores, Patrulla, 4F, Spiderman y toda esta gente tendríamos que irnos ya hasta Onslaught… Y bueno, creo que eso ya sería ser demasiado puntilloso. Por eso me quedo ya con Inferno como primer crossover/evento/fregao «moderno».
Actos de Venganza también afectó a todo el Universo Marvel. En los X-Men, el Mandarín fue parte de la conversión de Mariposa Mental en ninja psíquica.
Ya, pero volveríamos al mismo caso que Inferno; mientras que uno era el cortijo mutante, el otro era el cortijo Vengadores.
Es curioso que, aunque tanto para Claremont como para Simonson les repateaba Actos de Venganza, sus números de crossover fueron muy entretenidos.
Visto así , pues sí.
Dias de tiempo futuro y dias de tiempo pasado que se realizaron en los anuales……
Otra de las grandes consecuencias (editoriales) de Masacre Mutante es el tener a Dientes de Sable de nuevo por decreto ley teniendo que pelearse al menos una vez con todo bicho viviente del universo Marvel (Lobezno ya estaba en ello haciedo team-ups) y sacándole en tropecietas mil miniseries a ver si salía un Lobezno malote que vendiera como después sí lo hizo Veneno.
Y otra es tener a los dos anteriores cada fin de semana cosiéndose a tajadas como hijos de p*** un mínimo de tres días por semana sin librar ni en festivos.
Peleas que van de lo soso a lo lamentable, pues son dos cretinos que se rajan y se regeneran, se regeneran y se rajan, así dale perico al torno…
Las peleas de los ochenta entre estos dos aún tenían gracia porque el Lobezno de esa época seguía teniendo un factor curativo «normal» que no le iba a salvar si las heridas eran lo suficientemente graves. Era entrañable ver cómo Lobezno, tras recibir un katanazo, pensaba «Uy, ésta vez me ha ido justo y casi no lo cuento». O procurando mantenerse fuera de la línea de tiro de un fusil en vez de cargar de frente y encajando toda la ráfaga de balas.
Entonces pase, pero es que he leído comics donde se ve a Old Man Logan peleando contra tres Hulks y era absurdo. Se curaba de todo en tres segundos.
Desde luego muy tontos. Como si les bajara treinta puntos de cociente intelectual cuando se juntan. Estos dos lo que necesitaban era una terapia con Doc Samson y que les explicará que como viven en un mundo antimutante, machista, homofobo, etc. expresan con violencia lo que es un probable caso de homosexualidad latente, que es lo que subyace entre tanta pelea con penetraciones de garras.
desde luego deberían atarlos juntos por el monte y que se desahoguen como los conejos…
Pues sí. La verdad que daría para un post (a ver si nos lee y toma nota alguno de los dos prebostes de la página) ver cuantas enemistades de estas que “te odio mucho” en realidad son un “estoy enamorado de ti”.
Yo otra que veo un poco de este palo es la de Daredevil/Bullseye. Con el matiz de que Daredevil aquí seria como el que ya ha pasado página y quiere cerrar la relación para dedicarse a vivir su vida y Bullseye el despechado de la pareja que no deja de llamar a su ex que ya se ha cansado de él.
Los numeros 201 al 210 de «Uncanny X-Men» me parecieron desde el momento de su publicación por Forum una etapa extraña de la que lo único que recuerdo es el duelo entre Cíclope y Tormenta, que se pelean con Nimrod, y que pasa algo de las Secret Wars II que jamás he leído pero supongo que tendrá que ver con lo ocurrido con los Nuevos Mutantes.
No sé si el crossover con las Secret Wars II resulto especialmente intrusivo para lo que Claremont tenía pensado originalmente, pero es como si esos dos números le hubieran trastocado el tirmo y no lo recuperara hasta el enfrentamiento con Nimrod, donde se quita encima a Rachel Summers de una forma muy brusca. Hay numeros como el de Rondador Nocturno en Mundo Asesino, que me parecen puro relleno, y otros que son más raros que un perro verde como el de Lobezno y Energizadora, que empieza con un «in media res» brutal y da la sensacion de ser una historia para un Annual comprimida en un número normal. En cambio, a partir del numero 210 Claremont parece retomar su estilo habitual de escribir historias de dos o tres números cada una que van enlazándose entre ellas.
Aunque la Masacre Mutante propiamente dicha empiece en el número 211, en el 210 ya hay un «prólogo» de ella con la subtrama de la morlock y el soldado del Club Fuego Infernal perseguidos por los Merodeadores. Cabe decir que esta subtrama siempre me ha parecido una pequeña genialidad al darte la sensación de que hay una historia entre estos dos personajes que jamás llegaremos a conocer. ¡Un mercenario del Club Fuego Infernal y una morlock que son amigos, o tal vez incluso pareja! ¿Cómo se conocieron? ¿Cuánto tiempo llevan juntos? ¿Cómo acabaron en el punto de mira de los Merodeadores? ¡Jamás lo sabremos, y lo peor que podrían hacer al respecto es contárnoslo (la chica, por cierto, ya ha aparecido fugazmente en Krakoa, mientras que el chico, evidentemente, sigue bien muerto por tratarse de un vulgar humano).
Si que era curioso ese «cameo» del mercenario y la chica arcoiris esa…
Es que en Krakoa las relaciones interraciales son de mal gusto, por decirlo suavemente.
¿Que trajes más feos son esos azules con blanco?
Son los que usaba Factor-X cuando se hacían pasar como «humanos cazamutantes». Fíjate en que Warren lleva una mochila enorme para esconder sus alas y poder pasar por humano. Luego se ponían otros trajes más «superheroicos» para hacerse pasar por mutantes rescatadores de mutantes.
Dado que se ha mencionado de pasada, yo creo que «Secret Wars II» fue el mas disparatado crossover de toda la historia de los comcis. La serie «central» no tenia ningún sentido si no te habías leído los cruces con las colecciones regulares. Y pese a su supuesta «evolución», el Todopoderoso pasaba de un panoli a ser un gurú de emociones de una colección a otra. Un horror.
PD: Aunque Byrne se marco un curioso numero de los 4F, en que el Todopoderoso parecía un trasunto del Fantasma Errante animando a Jhonny Storm, debido a la muerte de un niño.
El de «Daredevil» también estaba bastante bien, con el Todopoderoso ofreciéndole a Matt Murdock la posibilidad de recuperar la vista.
¡Y el de los «Nuevos Mutantes» sí que era una verdadera masacre mutante!
SW II es un evento horrible que genero algunos buenos tie-ins. El de Nuevos Mutantes probablemente mi favorito. También el mencionado de Daredevil, los de Byrne en 4F y el de Spiderman con el edificio de oro en el que le da cargo de conciencia coger una puñetera libreta de una papelera.
En el de los 4 Fantasticos, según tengo entendido, el papel del Todopoderoso estaba reservado para el Vigilante.
Pero se reciclo el guion para cubrir el evento de marras. Por eso destaca, estaba preparado de antes.
Pero tambien comparalo con el de el Todopoderoso descubriendo el placer de la carne y poniendose orondo comiendo rodeado de tias en bikini. O el del Puma siendo más poderoso que el Todopoderoso por haberse hecho uno con el Universo gracias a descubrir su objetivo vital
Vaya maneras de perder la oportunidad, de ver a un ser omnipotente pero ingenuo intentando escuadriñar lo ínfimo.
Pues este es un legado negativo de los añorados 80: los crossovers incomprensibles sacacuartos.
Es curioso que lo que más recuerdo de la Masacre Mutante es a Thor haciendo correr a los Merodeadores como nenazas. Buenos tiempos!
Otra cosa que recuerdo es que cuando los X-Men se van a Asgard, la pobre Madelyne Pryor tiene que dar a luz sola. Y nadie le pide disculpas por dejarla plantada de 9 meses.
También me chocó lo cabrones que son los X-Men a veces, que Coloso vuelve hecho polvo de las primeras Secret Wars (una amante se le ha muerto en los brazos) y todos están en plan «bueno hombre, el muerto al hoyo y el vivo al bollo, aquí tienes a Kitty Pryde». Sin dejarle ni un segundo de luto. Vaya banda tarugos a veces…