Vamos a ir con la sinceridad por delante: a mi Baby Yoda o como se llame nunca me pareció guapo, ni cuqui ni leches. Es un lagartijo feo que hace ruiditos, Yoda me parece bastante más entrañable y eso que es una patata arrugada. Asi que no se puede decir que The Mandalorian haya conseguido hacer que me estremezca con la sensación de Disney+, igual que tampoco consiguió esta temporada que yo me volviera loco… (Y aquí mejor pongo el cartel de SPOILERS, que buena falta que hace)
…cuando aparecieron Bo Katan o Ahsoka Tano en la serie, a pesar de que me ví toda Clone Wars y me encantó Rebels. Pero el capítulo final de The Mandalorian ya ha sido otra cosa, porque culmina un in crescendo constante desde el primer capítulo de la serie. Cuando en uno de los capítulos anteriores, La Tragedia, el bebé había llamado a «los jedi», todos asumimos que alguno aparecería, y sabíamos que el único disponible -que se sepa- era Luke Skywalker. Pero claro, Mark Hamill está mayor y todos los rumores apuntaban a Sebastian Stan como posible sustituto. Según avanzaba el episodio y veíamos como los personajes iban colocándose en la escena final, vemos aparecer un X-Wing. No tiene pinta de que sea Ahsoka, tampoco es la Ghost de Rebels -que podría serlo perfectamente- ni son los rebeldes -porque siempre serán los rebeldes- porque es solo un X-Wing, un simple X-Wing. Perfectamente podría ser ÉL X-Wing, claro. Cuando vemos que se baja de la nave un tipo vestido completamente de negro, encapuchado y en los monitores en blanco y negro empieza a despiezar dark troopers con un sable láser, podríamos hasta barajar por un momento la posibilidad de que sea Ahsoka. La música de Ludwig Göransson cambia radicalmente y empieza a adquirir un tono casi onírico, como si la serie hubiera estado anclada a unas reglas y la última de ellas hubiera saltado por completo.
Poco a poco empezamos a ver detalles del misterioso encapuchado; el sable es verde -¡VERDE!- lleva un cinturón con hebilla metálica, el sable es el sable de Luke Skywalker, ¡ES LUKE SKYWALKER! Y sabemos lo que estamos viendo mientras el guante de la mano robot del jedi va destrozando todos los androides que van poniéndose en su camino. Es una versión larga de la entrada de Luke en el palacio de Jabba, pero es tan jodidamente satisfactoria; estamos hablando de un personaje al que llevábamos casi cuarenta años sin ver, un Luke en plenitud de facultades, destrozándolo todo. Y sí, probablemente sea otro actor, pero maldita sea, es Luke. Hay que entender que lo que realmente está en el centro de La Guerra de las Galaxias es ése personaje, el avatar del propio George Lucas, de la aventura que escribió pensando en lo que le habría gustado ver en el cine cuando era niño. Da igual que nos hablen de viejas, altas o nuevas repúblicas, cuanto más nos separamos cronológicamente del Imperio y la Rebelión menos se parece lo que vemos a la Star Wars que todos conocemos, la que realmente triunfó, la que funcionaba. Un Luke joven es el protagonista de Star Wars por autonomasia, es el centro de todo. Y de repente lo tenemos ahi, trinchando soldados imperiales.
Y Luke se mete en un ascensor, y las luces son las mismas que las del de la Estrella de la Muerte, y ese Luke destrozando troopers por el pasillo casi parece la escena de Vader en Rogue One, como si estuvieran reconciliando lo viejo y lo nuevo. Y te da igual que los Dark Troopers parezcan hechos de papel, y que el Imperio no haya aprovechado el beskar para reforzarlos un poquito; al fin y al cabo tampoco hay tantos jedis en la galaxia. Tampoco importa que la misión de los protagonistas parezca hecha en balde si Luke iba a aparecer de todas formas y salvar el día; en realidad ya nos han dejado claro que Gideon había bloqueado la fuerza en el bebé mediante unas esposas, con lo que es lógico que Luke tardara en localizarlo y solo cuando el Mando se las quita el jedi sea capaz de encontrarlo. Da igual, Luke sigue avanzando y llega el momento de la verdad, la puerta se abre, el Luke de 2020 se quita la capucha y… Nos han hecho un Rogue One.
Sí, es Luke Skywalker con efectos digitales, otra vez la cara de Luke joven pegada igual que la vimos pegada en Leia o en la resurrección de Peter Cushing con el Tarkin de Rogue One. Este Luke es mejor, pero sigue siendo antinatural, sigue pareciendo raro… Pero es Luke. Luke con su cara, no otro actor, es Luke Skywalker. Roba completamente el resto de la escena, la despedida del mandaloriano de su hijo, hasta la escena postcréditos de Boba Fett; Luke Skywalker sigue vivo, existe, y vamos a poder seguir viéndolo. Cuarenta años de negarnos nuevas aventuras de Luke Skywalker se rompen con esta escena, coronada por la guinda de ver a R2D2 de vuelta. Éso es La Guerra de las Galaxias, Star Wars, como queráis llamarlo, éso es lo que queríamos en 1999, en 2015 y en 2020. Luke digital, con sus glitches digitales, con su hieratismo, con su innaturalidad, pero a estas alturas me conformo con lo que sea, es Luke. Parece una aparición de la Virgen, sí, y la escena es hasta ridículamente exagerada en lo solemne, pero la catársis que nos proporciona lo justifica todo.
Esto es, básicamente, la teoría de la «inversión emocional» de la que hablábamos hace poco llevada hasta el extremo; esta escena en 1984 apenas habría llamado la atención, si se hubiera hecho en una novela o en un cómic nadie la miraría dos veces. Pero se ha hecho en imagen real tras más de treinta y cinco años, se ha llevado a cabo después de hacerle desistir a los espectadores de la posibilidad de poder verlo; las secuelas prometieron un regreso a esto que no lo fue, y la realidad imponía el peso de los años en un Mark Hamill que desde luego no podría hacer esto. Sí, existía el milagro digital, pero la mayor parte del público había desistido, queda muy raro, queda muy feo, queda mal, y precisamente por eso la escena funciona tan bien; la inversión emocional es tan grande que la suspensión de la credibilidad está por las nubes, el que a los espectadores le des un Luke primero peleando, luego con la cara descubierta y finalmente hablando va derribando todas las renuncias que habían hecho en un principio.
Y así nos hemos quedado de impactados, recordando todas esas polémicas sobre «la resurrección digital», lo ético de resucitar a Tarkin en la Vengaza de los Sith o en Rogue One, sobre si debería haberse hecho otra resurrección digital de Carrie Fisher en El Ascenso de Skywalker… Y, ¿sabéis qué? Ya me da igual que Disney sea una máquina corporativa sin sentimientos, me da igual que se hayan comprado casi todo lo que me gustaba de crío y que seamos rehenes emocionales de sus ejecutivos. Me da igual que tarde o temprano crean que Marvel, Star Wars o Alien es un juguete roto y que es mejor dejarlo guardado en un cajón durante décadas, hoy he visto a Luke Skywalker y la sensación ha sido impagable. Éso es lo que me ha parecido más bonito, más cuqui y más maravilloso de todo The Mandalorian, y éso es con lo que me quedo. Que me resuciten digitalmente a Luke, a Han, a Leia, a Lando y a quien haga falta, yo encantado de volver a verlos.
FANSERVICE!
¿Qué es exactamente el fanservice? Porque yo solo veo una historia llegando a su conclusión lógica, vaya.
Fanservice, en este contexto, es malmeter y cizañear xdd
It is treason, then
Traición sería actuar en contra de uno mismo!
You were the Chosen One! It was said that you would destroy the fanservice, not join them!
Eh, eh, eh! Que yo con el Imperio a tope, eh? Que quede claro que si esta escena hubiera salido «porque sí» la habría criticado como el que más, pero toda la trama de la serie desde el final de la primera temporada ha girado en torno a Mando buscando un jedi para endosarle el chaval, y que se sepa (exceptuando a Ahsoka) el único jedi disponible ahora mismo es Luke. Vamos, que está completamente justificado que Luke aparezca, ¡una porra fanservice!
The fanservice side of the force is a pathway to many abilities, some considered to be unnatural.
«I’ll try spinning, that’s a good trick!»
¿La trilogía de las precuelas o la de Raimi de Spider-man, cuál tiene mejores memes?
Spiderman 3, ella sola tiene los mejores memes del mundo mundial! Ya solo la escena de emo parker bailando por la calle es oro puro!
https://youtu.be/2BYmm38YEG4
Obra maestra!
Y lo que hubiese molado si sale Kyle Katarn de la nada y se queda casi todo el mundo a cuadros porque no saben quien es? xd
Pues seguramente será porque yo no tengo la misma inversión emocional en Luke, pero a mí esas caras inertes interactuando con gente de verdad me siguen cantando la traviata, y me sacan de la experiencia inmersiva necesaria para que algo me emocione como espectador. Aparte de que es el ejemplo máximo de darle al público únicamente más de lo mismo, que es que ya no se admite ni el paso del tiempo por los actores.
Hombre, es que en las pelis ya hemos visto el paso del tiempo, ¡y de que manera! para mí estas «caras inertes» son el equivalente a las maquetas, escenarios de corchopán o retroproyecciones cantosas del cine clásico, que a veces quedaban la mar de bien pero otras cantaban la macarena y aun así te daba igual porque tenía sentido, te metías en la historia y en paz.
Y no estoy de acuerdo en que esto sea darle al público más de lo mismo, porque al final esto es una aparición mariana en una serie que hasta ese momento había limitado los palitos de colores lo máximo posible, de tal forma en que Ahsoka apenas usaba sus poderes y así es como Luke aparece de forma tan contundente. Si la serie hubieran sido jedis haciendo cosas de jedis pegándose contra jedis de palito rojo si que te daría la razón, pero esto no deja de ser la historia de un Iron Man de marca blanca metiéndose en follones que le vienen demasiado grandes.
A mi aunque me jode estar de acuerdo con Diógenes y preferiría seguir malmetiendo, prefiero ver a un personaje que es probablemente el mas representativo de la saga, al menos para los que crecimos en los 80, haciendo su segundo «Retorno del Jedi» , regresar a lo grande aunque sea para un cameo (de momento) que cualquier personaje nuevo que me quieran presentar, aunque sea con una cara que no acaba de quedar real.
Y quizás es porque con el genero superheroico estoy acostumbrado a tener siempre mas o menos a los mismos personajes, pero yo no veo ningún problema en que SW regrese a los originales siempre que pueda (y ojala hagan una serie sobre la Nueva Republica o la Academia Jedi con Luke, Leia y Han), y mas ahora tras el anuncio del otro día de todos los nuevos proyectos en marcha que tiene Disney, donde habrá para todos los gustos, desde personajes clásicos como Lando (y espero que también Han y Chewie) a personajes completamente nuevos.
«no estamos viendo la serie por los ojos de Mando, sino por los ojos de un espectador de un serie de Star Wars»
Y si lo vieras por los ojos de Mando tendrías la visión muy restringida, que el casco ese te quita toda la visión periférica.
Supongo, aunque para mi es una de las razones de que el capítulo de Rick Famuyiwa haciendo homenaje a Sorcerer (o la película francesa en la que se basa Sorcerer, que no me acuerdo el nombre) sea el mejor de la temporada.
Cada uno va a lo que va, y es muy libre de hacerlo! Pero ya ves, me emociono por una vez en mi vida y ya me están llamando de todo!
Nos estamos portando, yo diría, que has comenzado el post diciendo que Baby Yoda es un lagartijo feo que hace ruiditos.
Yo especialmente estoy demostrando una elegancia tremenda, xD
Pero eso ha sido para dejar patente el hecho de que yo soy un tipo duro nada sensiblero! Era un contraste necesario para acentuar el tramo final, una antítesis como una casa!
Ohhh, como el personaje de Bill Burr en Chapter 15: The Believer!
METARREFERENCIA!!!
Se nota por la respuesta que era súperplaneadísima la referencia!
Raro que no fuera una al capítulo en cuestión, pero tampoco te voy a culpar por preferir hacer metarreferencia al mejor episodio de la temporada. xD
Espero que te emociones igual cuando estrenen Wandavision!
Lograste emocionarme con tu entrada. Aunque a mí ni me va ni me viene Star Wars.
No sabes como te lo agradezco, me sentía aquí rodeado de lobos inhumanos buscando mi sangre…
Vale, ya hablando en serio. Estoy de acuerdo en que Luke está bien metido en el guión y me gustó verle desenvolviéndose en su cénit, pero me toca las narices que tengan un universo entero para explorar y vuelvan una y otra vez sobre lo mismo.
No quiero nostalgia, quiero que me sigan enseñando los rincones escondidos de un mundo que tiene un potencial tremendo, no la misma superficie una y otra vez.
Bueno, yo ese cabreo lo reservaría para cuando en la tercera temporada vuelvan a sacarte a Luke y le robe todo el protagonismo al Mando. En este caso es normal que aparezcan los dos jedis disponibles porque está buscando donde colocar al niño, pero seguramente lo que más me sobre sea Boba Fett.
Boba Fett siempre sobra, vaya.
Tengo curiosidad por ver que hace Robert Rodríguez.
Me sigue sorprendiendo muchísimo que hayan conseguido liar a Rodriguez no ya para un episodio, si no para una serie entera. Es un tío que lo ha montado por su cuenta a lo George Lucas, muy friki el sí, pero que lo ate Disney para semejante pitote… Tela, tiene que ser más fan de Star Wars que Tarantino de Star Trek.
Imagino que se habrá comprometido por una sola temporada.
Coincido. Yo soy un fan de Star Wars, acérrimo. Pero de su universo, las pelis fuera de la V, no sé si las volvería a ver. Pero el universo de Star Wars es mucho más grande que las películas. Por eso esta serie me llamaba (todo bien con los guiños) pero creo que hay tanto para explorar y para inventar todavía.
Me encantaría una serie del Republic Commando, por ejemplo.
Los entresijos imperiales son la mar de interesantes y solo han sido explorados en videojuegos y cómics, a ver si Bad Batch lo explora un poco.
Ok, no.
Porque no, no está bien que me hagas dos temporadas mostrándome la relación entre Mando y el lagartijo feo para después decirme que “solo se lo quería endosar a un Jedi”, algo que se nos dice, seguro, pero se nos demuestra muchísimo menos. No le da el niño a Ashoka (vaya capítulo que resulta totalmente inconsecuente… Porque es un backdoor pilot), se deja la vida (y la armadura de beskar, si hasta tiene más consecuencia Boba en el «all is lost episode» que Ashoka) protegiéndolo y va contra el mismísimo imperio con tal de rescatarlo (otra vez, porque ya lo hizo en la primera temporada). Pero cuidado, que han metido un muñeco de cera al final del capítulo y se lleva el niño porque, da igual, aceptamos que nos digan que la serie va a ser sobre Mandalore y la espadita negra esa aún cuando hemos visto que Mando no para de romper credos y reglas por Grogu. Vaya desperdicio de dos temporadas si lo que vamos a resaltar es la aparición de un personaje que no sé si ni el nombre nos dicen.
La serie lo que ha hecho es integrarse al universo de Star Wars a través de «precuelizar», por eso nos parece que vuelve una y otra vez sobre lo mismo; «oh, ha aparecido Ashoka ¡síguela en su propia serie!», «oh, ha aparecido Boba Fett ¡Síguelo en su propia serie!», «oh, ha aparecido un muñeco de Mark Hammill ¡a que los emociona como cuando Anakin se convierte en Darth Vader y grita ‘nooooo’!» (si no te suena como precuelizar; piensa en Darth Maul y demás personajes que tuvieron que desarrollar en series animadas para poder vender los juguetes). El potencial de la serie no está solo en los rincones inexplorados, sino que en estar bien contada y lo siento mucho pero los Jedis atentan contra historias bien contadas especialmente de la forma que se los introduce en esta temporada.
Lo importante de la trilogía original no es que Luke se vuelve un Jedi, son las aventuras que tiene con Han y Leia y Chewie y Lando y el impacto emocional que conllevan todas sus figuras paternas y su rebelión contra estas. No puedo creer que sea yo, la persona menos interesada en Star Wars el que tenga que decirlo. NO IMPORTAN LAS ESPADITAS. NO IMPORTA LA FUERZA. IMPORTA LA HISTORIA. Y no me puedes decir que esta es lo conclusión lógica de la historia con cara seria, cuando siquiera es un buen cliffhanger (no es malo, pero no es bueno tampoco, porque es como si el cliffhanger del Imperio Contraataca fuera Luke marchándose a Dagobah a buscar a Yoda).
En serio, son las peores señales que ha dado la serie y son lo que más han destacado.
Buf. Disculpa, que en realidad lo que quería decir es que me divertí mucho con tus intercambios con Diógenes más arriba.