Hace algo menos de un año descubrí Dark y hace apenas cinco días que termine su tercera y ultima temporada. Esa serie alemana de Netflix de la que todo el mundo hablaba (aunque yo la descubrí casi de casualidad) como algo tremendamente confuso, complejo y apasionante que había que ver. Y tras devorar sus dos primeras temporadas en muy poco tiempo y esperar con ansia el estreno de una tercera temporada que completaría la historia, y que vi dosificando al máximo si visionado para estirar lo mas posible su final, no puedo hacer otra cosa que reafirmarme en lo que pensé en su día y reconocer que Dark es una de las series con las que mas he disfrutado en muchísimo tiempo. Y por ello voy a tratar de hacer una reseña que revele lo mínimo posible porque esta es una serie que merece la pena ser descubierta viéndola.
Lo que han conseguido Baran bo Odar y Jantje Friese, el matrimonio responsable de la creación de Dark, ha sido increíble. Esa serie que comenzaba jugando con los estereotipos de los pueblecitos en los que se comete un crimen y todos tienen algo que esconder, fue revelándose como algo muchísimo mas ambicioso y complejo. O parafraseando a uno de sus personajes (y repitiéndome tras el titulo del articulo), todo lo que conocíamos en aquel momento era una gota, y lo que desconocíamos era un océano.
Pero por encima de esta compleja trama, que a veces daba ganas de ir tomando notas para llevar la pista de todo lo que sucedía, lo que ha hecho grande a Dark han sido sus personajes. Aquí nos hemos encontrado con unos personajes tan complejos como la propia historia en la que nadie era enteramente bueno o enteramente malvado, donde no había blancos y negros, solo una enorme variedad de grises en los que villanos horribles han terminado siendo personajes tremendamente trágicos condenados a sufrir personajes nobles cometiendo autenticas atrocidades convencidos de estar haciendo lo correcto.
Un constante juego con las expectativas e ideas preconcebidas del espectador que se ha mantenido hasta el ultimo momento en todos sus aspectos, llegando al extremo de que en esta ultima temporada se ha agarrado todo lo que creíamos saber de lo que estaba sucediendo y se le ha dado un nuevo giro. Y pese a que esto en manos menos capaces podría haberse convertido en eso que llaman “saltar el tiburón”, aquí ha estado tan bien llevado que aunque ha sido una revelación sorprendente e inesperada uno no tarda en reconocer que se nos había estado indicando casi desde el comienzo que todo acabaría desembocando por ahí.
Revelaciones y giros argumentales con los que sus creadores han respetado la inteligencia de sus espectadores, sin dedicarse a llevar a este de la mano explicándolo todo con detalle para que no se pierda, sino dejando caer en muchas ocasiones los indicios para que nos demos cuenta nosotros mismos de lo que ha estado sucediendo sin necesitar que algún personaje vaya explicándolo todo en voz alta. Algo que requiere que esta sea una de esas series que es imposible ver sin prestarle una completa atención, porque cada detalle cuenta.
Una atención al detalle que no se ha limitado al nivel argumental, sino que se ha llevado a todos los extremos. Aquí me gustaría que mis conocimientos de cinematografía fuesen mayores para poder analizar con detalle el increíble trabajo que hay detrás de esta serie, pero haré lo que pueda. A nivel visual la serie ha sido todo un placer no teniendo nada que envidiar a ninguna superproducción a ese nivel (y superando a muchas ya que estamos). Ha sido apasionante la forma en la que han jugado con el montaje algunas escenas y con los paralelismos de las diferentes tramas y personajes, repitiendo planos en diferentes escenarios con diferentes personajes, siendo el primer episodio de su ultima temporada el mejor ejemplo de ello. Por no hablar de esa intro que nos mostró mas de una vez como a través de caleidoscopio alguna que otra pista de lo que estaba por llegar. Un juego visual que han llevado al extremo en los episodios finales con detalles tan sutiles que uno o ni se da cuenta de ellos hasta ver un par de episodios o los descarta como errores de continuidad, pero no, en Dark todo tiene una razón de ser y nada se hace por casualidad.
Este Goodbye de Apparat que suena en la intro tardare en sacarmelo de la cabeza
Un increíble trabajo detrás de las cámaras que no hubiese sido lo mismo sin todo el enorme talento delante de ella, con un reparto increíble que lo ha dado todo y que ha hecho creíble esta historia increíble (por no mencionar a un equipo de casting cojonudisimo a la hora de encontrar a las versiones juveniles y adultas de sus personajes) Todo acompañado por una excepcional banda sonora que combina temas de grupos de las diferentes eras en las que se ambienta la serie con el trabajo orquestal, en ocasiones minimalista y siniestro del compositor Ben Frost. Una banda sonora de la que quiero destacar este «Alles Ist Miteinander Verbunden» que se me ha quedado grabado a fuego en la memoria.
Cuando suena esto sabemos que va a suceder algo horrible
Si tuviese que criticar algo de Dark, y seria una critica menor, seria que esta ultima temporada, como cierre de esta complejisima historia, ha perdido un poco ese ritmo pausado de las temporadas anteriores, donde uno se podría recrear en lo que estaba sucediendo, y esto ha sido reemplazado por un ritmo en ocasiones vertiginoso en el que la historia saltaba en todas las direcciones para ir aclarando (casi) todos los misterios de sus dos primeras temporadas. Un ritmo que en ocasiones costase digerir las dimensiones y consecuencias de lo que se nos revelaba. Pero pese a ello, la satisfacción de ver como (casi) todo iba encajando en su sitio, como cada pequeño misterio, las pistas que fueron dejando caer o las aparentes incongruencias tenían una razón de ser, ha sido enorme.
Pero también hay que reconocer que quizás no todo ha encajado a la perfección, ya que dejando a un lado que aparte de seguir el juego a los creadores de la serie sobre como funciona todo lo que sucede aquí y que en algún momento han forzado un tanto la maquina dándonos alguna paradoja que otra sobre las que es mejor no pensar demasiado, hay al menos un cabo suelto que me ha sorprendido por su falta de resolución. Se nos ha quedado un personaje cuya existencia y las tramas que le rodeaban parecía en las anteriores temporadas que iban a ser de bastante relevancia, pero aqui en la tercera y ultima han sido dejadas de lado dejando algunos de los misterios que rodeaban a dicho personaje sin resolver. Quizás fue simplemente un cambio de opinión durante la elaboración de la ultima temporada, o su presencia en la serie y su nombre nunca fueron mas que pistas falsas para que mirásemos para otro lado. Pero es una pena que una serie como esta, en la que todo ha encajado tan bien, se haya quedado este pequeño cabo suelto colgando.
Y entonces llegamos a ese final. Un final que yo había retrasado un poco por puro miedo, por temor a que esta fuese otra de esas series que me han enganchado para destrozarlo todo con un final sin sentido en el que se nos metía uno de esos giritos sorpresa de los que hablaba Diógenes el otro día y que tiran por la borda todo el trabajo previo de la serie. Pero aunque este final si que parte de una de las ultimas revelaciones sorpresa, esta encaja bien, tiene sentido y es coherente con todo lo que habíamos visto hasta ahora pese a que se nos revela que todo lo que creíamos saber no era exactamente así, y que detrás de todas las maquinaciones, manipulaciones y tragedias de sus protagonistas había algo mas.
Pero si, este final funciona a varios niveles. Por un lado nos encontramos esa ultima revelación que se nos hace de uno de los personajes, haciendo no solo que de pronto todas sus acciones cobren un nuevo sentido, sino que le da una motivación perfecta para todo lo que ha hecho y dejado hacer a los demas. Y por el otro nos encontramos con un momento tremendamente agridulce que no podía desarrollarse de otra forma y que le da el remate perfecto a esta gran serie pese a que nos deje un poco rotos por dentro.
Tres temporadas y veintiséis episodios pueden parecer poco, pero como sus creadores han dicho esto era lo que tenia que durar, lo que tenían planificado desde el comienzo y demos gracias de que no han cedido a la tentación de alargar la serie a lo tonto para exprimirla lo máximo posible. Pero teniendo en cuenta lo densa que ha sido la serie (en el mejor de los sentidos) que ha hecho que cada episodio cunda mas en contenido que varios de otras muchas, de mi no vendrá ninguna queja de su duración. Ahora lo que me queda es un vacío enorme y la sensación de que tardare mucho en encontrar otra serie que me atrape de esta manera. Lo que si tengo claro es que ahora mismo estoy esperando con ansia ese nuevo proyecto de Baran bo Odar y Jantje Friese, titulado simplemente 1899 y que me tienta cada vez mas hacer mas llevadera la espera volviendo a ver Dark desde el comienzo.
Empecé a ver esta serie pero no me llamo mucho, quizá era demasiado lenta para mí. Además tiene un problema estético que no es suyo exclusivo. Es de la mayoría de series europeas que veo en Netflix (y americanas también). Viven en un mundo sin color. Todo es gris, ceniciento, oscuro. Siempre hay un cielo encapotado. Todo el mundo es paliducho. Todo el mundo es tan rancio que jamás abre la luz dentro de casa. Es deprimente, la verdad. Y que te pongan así un episodio, vale, pero que SIEMPRE sea así, cansa. Si Alemania es así, no me extraña que se vayan un mes a Mallorca. Es eso o pegarse un tiro.
Los dos episodios que vi no estaban mal, aunque me recordaron mucho a Stranger Things.
A mi tampoco me llama nada, pero no veas lo pesado que se pone M’Rabo con ella! Es como si cualquier cosa que vea yo da absolutamente igual, tienes que ver sus mierdas o si no se enfada y no respira!
«como si cualquier cosa que vea yo da absolutamente igual»
Es que tu no tienes tan buen gusto como yo!
Sin entrar mucho en spoilers esa estética es muy intencionada y tiene una razón de ser.
El director es daltónico?