Pues… Han vuelto a cancelar el estreno de la película de Los Nuevos Mutantes. Y lo suyo sería retrasar otra vez esta serie de posts sobre Los Nuevos Mutantes de Bill Sienkiewicz para que coincidiese con… Pffff… ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAAA!
En fin, vamos al lío y dejémonos de zarandajas, allá cada cual con sus películitas. Nos habíamos quedado en que Rahne y Berto habían sido poseidos por los poderes de Capa y Puñal y, aunque en un principio los interfectos habían rechazado ayudarles, finalmente entienden que todo el desaguisado es responsabilidad de ellos y acceden a echar una mano. Ah, y que el profesor Xavier es un idiota.
El cómic más o menos empieza con Xavier echándole la bronca a Illyana por haber intentado arreglar la enfermedad de sus amigos con sus poderes místicos de hechicer demoniaca del Limbo, sin tener en cuenta que Xavier tenía sus propios planes. Xavier le hace un mansplaining de libro sobre que los poderes de Capa y Puñal tienen «resonancia telepática, pero que no son de naturaleza mística» y que por eso su plan había fracasado. Un cuerno Chuck, la niña es casi la hechicera suprema de su propia dimensión y tu un calvo agonías que cada vez que ve una sombra debajo de su cama llama corriendo al Doctor Extraño, digo yo que la chavala algo sabrá más que tu de temas místicos.
Pero dejando de lado la trama del cómic, hay que decir que este cómic no parece entintado por Sienkiewicz, si no por un Kyle Baker desmelenado. Sienkiewicz no usa su trazo habitual y, aunque podemos pensar que todo puede venir de la falta de tiempo -quieras que no se le nota bastante apresurado en todos los aspectos y ni de lejos se permite los experimentos de números anteriores- Si que es verdad que a ratos parece irreconocible, y que a ratos es una auténtica pesadilla para el rotulista por la forma en la que coloca a los personajes en algunas viñetas. No, no es el mejor número de Sienkiewicz, pero aun así sigue estando a varios cuerpos de distancia de la mayor parte de sus contemporáneos.
Más tarde, y cuando Illyana básicamente repite su ritual pero esta vez con la ayuda de Xavier y Pícara -porque Illyana tenía razón- la pobre Rahne se pregunta si podría tener las pintas que le ponía el tener los poderes de Puñal, a lo que Xavier le responde que ella tiene el potencial de llegar a ser así. La pobre Rahne nunca vería su sueño y cumplido y así la vemos hoy en día, que no llega a ello. Curiosamente en un par de números posteriores llegamos a ver algunas versiones de los Nuevos Mutantes del futuro, pero ninguna de Rahne, con lo que nos quedamos sin saber si la idea de los autores de aquellos tiempos era que Rahne llegara a alcanzar ese «potencial» o si preferían que treinta años después siguira más o menos igual pero sin el rosario en la mano (o lo que usen los herejes de la rama del protestantismo que use ella, que hasta donde yo sé no todos los cristianos usan rosario).
El desenlace de la historia más o menos viene a ser el de siempre, Illyana lleva a cabo su ritual con Tandy y Tyrone como «sacrificios» mientras Pícara y Xavier realizan labores de apoyo, con lo que más o menos se viene a decir que el plan de Illyana funcionaba y que lo único que le hacía falta era lo que no tenía en aquel momento, el apoyo de Capa y Puñal como receptores de esa luz y esa oscuridad.
El cómic termina con Capa y Puñal siendo invitados por Xavier a vivir en su mansión para entrenar sus poderes y tratar de ayudarlos a perderlos -sin ser ellos mutantes ni nada de eso- pero ellos rechazan esa ayuda porque creen que hay muchos chavales sin hogar que necesitan su ayuda y blablabla. Es curioso ver como los mutantes de los ochenta eran la mar de solidarios y abrían sus puertas a todo el mundo, supongo que hasta los personajes de cómic van para atrás…
Poco más que contar, Capa y Puñal siguen a la suya, Sienkiewicz nos larga un pin up de Legión y en el número siguiente pues eso, nos toca uno de esos personajes que Chris Claremont creó con mucho potencial pero que nunca tuvo oportunidad de desarrollarlo a su gusto, con lo que no fue hasta muchos años después que otros autores pudieron hacer algo decente con él. En cualquier caso, será un Sienkiewicz con un poco más de tiempo que el del cómic de hoy y nosotros que lo disfrutaremos.
Parece que todos se están reservando para hablar de Legión.
No sé, me parece mucha justificación para Illyana que era lo opuesto a lo que Claremont escribía (osea, encaja más con el final que le da Harras). Illyana necesitaba volver a aceptar las cosas que le habían sido arrebatadas en Limbo; lo truncado de lo que Claremont venía contando con ella que se ve claramente aquí con la bronca de Xavier yendo por el lado de profesor (porque él es Profesor Xavier, no Charles) superado por la situación y por lo tanto largando un «chica, no lo sabes todo,» o en inmediato un «no seas tonta» (que luego es «aprende de tu error»). Y de nuevo cuando Magneto le da una mano en Limbo y le viene a decir «chica, esto no es tu responsabilidad y solo tu responsabilidad, ¿para que diablos estamos los demás sino?». Así Claremont nos cuenta la diferencia entre su Xavier y su Magneto a la vez que nos muestra lo que Belasco le había arrebatado a Illyana mientras avanzando un arco argumental que solo a Harras se le puede ocurrir que acabe con la chica sacrificándose en Inferno. Sacrificio que no solo echa atrás cosas como la miniserie Magik de Claremont y Buscema sino que también hace responsable a una adolescente de algo que se le impuso en su niñez de forma vil. No sé como alguien puede hacer otra cosa que no sea odiar a Inferno.
Y si he vuelto a hablar de Claremont porque Sienkiewicz aquí lo borda pero no nos sorprende con lo bonita que es su Rahne o lo imponente de su Illyana, aunque sí que le presta poquísima atención a Ty y Tandy (es casi como si a ninguno de los autores le interesaran los personajes demasiado).
Pues ya digo que seguramente este sea uno de los peores -si no el peor- números de Sienkiewicz, porque se le nota tremendamente apresurado.
Luego sobre lo de Illyana… Buf, es que es un debate que sería mejor dejarlo para otro día, pero quieras que no la historia que acaba quedándose sobre la mesa es la de la chica a la que todos prometen ayudarla llegado el momento y todos le dan la espalda. Desde Xavier a Magneto pasando por el Doctor Extraño, quieras que no al final los únicos que están para ella son Los Nuevos Mutantes y su hermano, y aun así Louise Simonson -que ha heredado su historia y se nota que nunca supo muy bien que hacer con ella- le da lo más parecido a un final feliz.
Para que luego llegue Lobdell y se la cargue. Gentuza.
Ayer iba a comentar algo pero se me jorobó el escrito antes de mandarlo.
Con mucho resumen.
Illiana aguantaba unas cosas porque anhelaba tener una vida normal. Con normal entiendase ir a clases, ver la tele, salir de juerga, y claro, recibir broncas que también forman parte de la vida normal.
Lo de Xavier es chanante: «Tengo a una alumna que es la reina hechicera de una dimensión demoníaca, se teletransporta cuando le da la gana allá para hacer rituales demoníacos que dejarían a todos los brujos de la era hiboria cagandose en las túnicas. Y yo no me doy enterado de la envergadura de lo que tengo entre las manos.»
Xavier, te aconsejo que dejes de mirarte tanto al ombligo con tus rollos de teorias mutantes de cohabitación y respeto y mires un poco mas a tu entorno inmediato.
Porque a lo largo de tu vida no has hecho más que permitir que se generen a tu alrededor Magnetos, Juggernauts, Proteus, Legiones, Darkchilders, Scotts Summeres idos de la pinza, etc, etc, etc, y tú mirando para otro lado.
Digo yo que podías haber prevenido algo de todo esto. Igual una charla o algo de aprecio podrían haberte evitado muchos problemas futuros.
Claremont siempre trató a Xavier como el profesor que nunca supo adaptarse a que sus alumnos crecieran y hasta lo superaran, con el choque con el nuevo equipo tratando de «educarlos» -cuando algunos como Lobezno ya tenían más mili que él- o luego cuando recuperó el uso de sus piernas y quiso liderar el grupo por delante de Tormenta, con dos cojones. Con los Nuevos Mutantes debería haber funcionado mejor, pero los presionó tanto para que no tuvieran aventurillas que al final ellos siempre las tenían a escondidas, con lo que acabó fallándoles también a ellos y largándose al espacio, dejándole a un Magneto totalmente inexperto con todo el marrón.
La verdad es que hablo muy mal de Scott Summers, pero el Profesor Xavier también se las trae…
Mirandolo retroactivamente da mucho que pensar la actitud de Xavier.
La sensación que queda es que montó la Patrulla-X para curarse de la frustracion de la silla de ruedas. En el plan de: «Ya que yo no puedo ir por ahí viajando y haciendo lo que me da la gana me monto un grupito de mozalbetes a los que dirijo con la excusa de una escuela, para vivir a traves de ellos; pero realmente me importan una mierda sus vidas»
¿Acaso usó a Lilandra para ir a hacer turismo por el espacio cuando le convenía abandonando la Tierra y sus autoproclamadas responsabilidades?
El único caso en que si se implicó en un caso similar, fue con Jean Grey y el Fenix; y solo porque como se aburría en esa corte en la que nadie reconocía su genialidad se puso a mirar los archivos sobre el cristal aquel y la actuacion de su propia Patrulla. Y ahí se cayo de la burra.
O sea, que precisa ver la burocracia archivista de una raza extraterrestre para enterarse de la situación de lo que hay en su propia casa. ¿?
Kitty Pride tenía toda la razón. El profesor Xavier es un gilipollas. Pero también otra serie de cosas, como ser un egomaniaco y alguien con la cabeza más cerrada del universo.
Es algo similar a Vincent Vega en Pulp Fiction, que durante toda la película no hace más que cagarla y el espectador no se entera y cree que es un tío duro y guay.
Xavier va de genio cuando no ha hecho más que cagarla.
Y eso por no hablar de que antes de Claremont fingió su propia muerte, dejando a sus alumnos abandonados y teniendo que cerrar la escuela. Chapuza editorial o lo que quieran, pero a la hora de la verdad la historia del personaje es una sucesión de engaños y desprecios a sus alumnos para luego llorar y hacerse el sufrido cada vez que les pasa algo!
Me llamó la atención sobre eso el resumen de la serie que hizo Scott en el entierro de Jean Grey.
Recordó cuando Xavier volvio de la muerte y como de estafado se sintió por el engaño. Queda claro que Claremont tenía eso en la cabeza cuando escribia a Xavier, que en el fondo percibía lo manipulador y altivo que era con todo su entorno.
Por no hablar de que Stan Lee ya le metió un rollo muy retorcido al personaje con ese interes romántico por Jean Grey en bocadillos de pensamiento.
Que no volvió a surgir el tema. Pero que mostraba que el propio creador del Universo Marvel ya dejaba claro que Xavier era muy cuestionable sobre sus motivaciones.
Tristemente lo de Stan Lee no era poner a Xavier como retorcido, porque por aquella época no estaba tan mal visto que a un tipo de 50 años le fueran las quinceañeras. Creo que Lee solo buscaba darle cierta «humanidad» al personaje, pero más allá de ese bocadillo de pensamiento no llegó a hacer nada al respecto y la cosa se fue quedando en una anécdota. Por lo demás para Lee Xavier era un mentor, un líder, un guía y un dechado de virtud.
Que por cierto, visto ahora en perspectiva, lo de Xavier y Magneto en Krakoa queda peor todavía, porque no deja de ser Xavier otra vez manipulando a toda la banda «porque el sabe lo que es mejor para ellos».
Sí. Seguramente era eso. Porque lo cierto es que las frases exactas dan más la sensación de «estoy en silla de ruedas no puedo aspirar a captar la atención de esa chica que… » muy propio del sentido del drama decimonónico de Lee.
Pero que chungo ir detras de tu alumna quinceañera aunque sea en pensamiento. ¡Que épocas que no fueron tan lejanas!
Eso lo escribes ahora y das a entender que el sujeto es un depravado pedófilo, cuando en aquella época era relativamenre habitual que profesores se casasen con alumnas. Podía generar controversia, pero se hacía.
Y los padres encantados de que la niña se casara con un señor respetable con una buena nómina! Esto remite directamente a El Sí de las Niñas y mucho más allá!