De un tiempo a esta parte no paramos de oir como tanto en el cómic, el cine o los videojuegos los productos que nos interesan acaban malográndose por intervención de los de arriba. A veces esto lo sabemos a ciencia cierta, otras veces vía gargantas profundas o directamente rumores que nunca acaban de quedar claros, pero desde que la cosa se ha desmadrado y colosos como Disney o AT&T se han liado a comprarlo todo, el nombre de gente que no tiene nada que ver con el cómic como Bob Iger o Randall Stephenson empieza sonarnos. Y claro, bastante problema tenemos ya para saber lo que hace un Publisher, como para tener que preocuparnos de que esa gente un dia se levante con el pie cambiado y decida que nuestra serie favorita debe ser cancelada. Pero, ¿cuando empezó a mandar gente sin ninguna idea de cómics sobre la gente que hace cómics?
Dejando de lado el hecho de que ni el Mayor Wheeler Nelson ni Martin Goodman tenían la menor idea de cómics -los tebeos siempre fueron el hermano pobre de las revistas, que era donde todos creían que estaba el dinero de verdad y el prestigio empresarial- dado que la historia de Hollywood y el cómic americano han ido bastante paralelas una con otra, creo que la mejor forma de explicar la situación actual sería centrarnos en el cine. En EEUU los pioneros del cine surgen a principios del siglo pasado, y no empiezan a consolidar una industria hasta la primera guerra mundial, cuando los europeos somos tan idiotas de matarnos entre nosotros en vez de construirnos un Hollywood bien gordo (tranquilos los del resto del mundo, seguimos siendo idiotas y os seguiremos dejando en paz, que por algo existe el brexit). Hollywood está fundado principalmente por productores de cine que conocen el medio -al fin y al cabo lo están inventando- y se implican directamente en las producciones. Y esto sigue funcionando así más o menos hasta los años 50 y 60, cuando los viejos fundadores empiezan a retirarse y deciden sacar a bolsa sus estudios para tener una buena jubilación.
Así, es en esos años cuando los estudios dejan de estar dirigidos férreamente por unos carcamales temerosos del código Hayes y empiezan a ser dirigidos por señores con corbata que no tienen ni la menor idea de cine, por lo que deciden dar via libre a los directores -curiosamente es en ese momento cuando surge Cahiers du Cinema y el concepto del director como «auteur» y toda esa mística- y ocurren catástrofes curiosas como cuando The Sound of Music (sí, Sonrisas y Lágrimas en España) rompió todas las taquillas con un género «poco comercial» y de repente todos los estudios de Hollywood sacaron apresuradamente sus musicales, que en su mayoría fracasaron en taquilla y provocaron la quiebra de más de uno. Así y con la llegada de los 70, el cine norteamericano tiene una indefinición de géneros por unos estudios que dejan todo en manos de los directores por reconocer su propia ignorancia sobre el medio, hasta la aparición de Star Wars en 1977 y la creación de la fórmula del Blockbuster. Pero no iba a ser solo eso, no, porque estaban también los japoneses…
Explicado rápido y mal para los profanos, antes de la segunda guerra mundial en occidente ya existían métodos estadísticos de control de calidad del producto; básicamente lo que se buscaba era controlar las cadenas de montaje para eliminar los productos defectuosos antes de que llegaran al cliente y que promovieron empresas como AT&T. Para la reconstrucción industrial de su país, los japoneses adquirirían este concepto y empezarían a darle un giro, el de buscar el producto más barato lo suficientemente bueno como para que satisfaciera las necesidades del cliente. Por eso los productos japoneses de los 50 y 60 eran considerados baratos y de mala calidad, poco a poco empezaron a considerarse baratos de buena calidad para acabar siendo una garantia de buena calidad que se pagaba bien cara. Vamos, exactamente lo mismo que hemos visto últimamente con marcas como Huawei.
Lo importante de este proceso es que occidente lo incorporó rápidamente entre finales de los 70 y 80, con lo que si volvemos al ejemplo del cine, lo que se hizo fue una imitación de los blockbusters de Lucas y Spielberg mirando solo las estadísticas. Supongo que por eso se puso de moda por aquella época el contar cuántas balas había en una película, cuántos muertos y cuánta puñeta y promocionar las películas con datos tan estúpidos como esos. Lo importante es que a través de ese proceso y para cuando llegaron los 90, los grandes estudios volvían a estar completamente dirigidos desde arriba y tenían más importancia las hojas de excel que cualquier criterio de guionistas y directores, de los creadores. Para entonces tanto Marvel como DC ya estaban en manos de señores con corbata con estudios de cine, por lo que no es nada extraño que la forma de actuar de ambos, sumada a la burbuja, fuera parecida. Muerte de Superman, «muerte» de Batman, sustituciones de héroes principales a porrillo, eventos veraniegos como si fueran blockbusters cinematográficos… Según las estadísticas de «los de arriba» ese era el modelo correcto y debían de seguir practicándolo en todo momento, con lo que para cuando estalló la burbuja y empezaron a dar pérdidas, Marvel fue reestructurada por completo por los señores con corbata mientras que DC consiguió mitigar el impacto en gran parte por la presidencia de Jenette Kahn, que se codeaba con los señores con corbata y disfrutaba de una mejor comunicación con ellos y con Paul Levitz. Por el contrario, el presidente de Marvel era Terry Stewart, un tipo que apenas se comunicaba con un editor jefe al que habían nombrado porque el anterior les molestaba demasiado (y no, creo que no hace falta deciros el nombre de ambos).
Jenette Kahn dejaría su puesto en 2002 y sería sucedida por Paul Levitz hasta el año 2009, cuando lo sucedió Diane Nelson como presidenta y Dan DiDio y Jim Lee como publishers de la editorial. Y sí en la etapa de Levitz en solitario las cosas habían ido de mal en peor, con la etapa de Nelson ya fue cuando todo se desmadró, porque allí donde tanto Kahn como Levitz habían tenido un trasfondo editorial, Nelson solo lo tenía en publicidad y probablemente se fió a pies juntillas de lo que le decían DiDio y Lee. Y el resultado pues ya lo hemos visto. Pero tampoco os creáis que las cosas en Marvel iban a ir mejor…
Porque Ike Perlmutter se hizo con el control de Marvel a finales de los 90, y para él la hoja de excel es religión. No por nada tiene la reputación de ir recogiendo clips de las papeleras de Marvel, de ofrecerle un plátano y un vaso de agua al mismísimo Bob Iger cuando fue a comprarle la editorial o de haber conseguido que los sueldos de Marvel bajen espectacularmente y aun a día de hoy sigan siendo más bajos que los de DC cuando durante años tuvieron la reputación de ser más altos. Es el mundo en el que vivimos, el de recortar salarios para que el de arriba gane más, pero en esto de los tebeos de superhéroes la cosa se ha desmadrado hasta tal punto que ahora mismo le sale más a cuenta a un dibujante el hacer cuatro portadas que el dibujar un cómic entero. Y así nos va.
Por eso no nos suena tan raro cuando oimos que el despido de Dan DiDio ha venido por obra y gracia de AT&T -normal, quieras que no son sus jefes- pero a la vez tenemos que ser conscientes de que Dan DiDio y Jim Lee no dejan de haber tenido el privilegio de haber hecho lo que les ha venido en gana durante años. Que no han tenido a Perlmutter tratando de exprimir hasta el último centavo a una empresa cuyo capital principal no era el dinero que saca vendiendo cómics, si no las licencias que va creando. No nos engañemos, tanto Marvel como DC sacan bastante dinero vendiendo sus tomos y eso está en las hojas de excel de los de arriba, pero a la hora de la verdad los señores con corbata más peligrosos son los que no se conforman con eso y creen que se puede sacar más dinero con una de sus brillantes ideas…
¡Bien escrito!
Algo así hacía falta dejarlo para la posteridad.
La paridad entre cine y cómic está bien reflejada. Es curioso como se siguió un camino similar y como se cometieron los mismos asesinatos a la creatividad.
En el fondo es algo tan sencillo, como esa entrevista a John Sculley, en donde cuenta que fichó por Apple abandonando Pepsi; porque alguien le dijo, si no se había hartado de vender agua con azucar y no prefería vender alta tecnología.
El verdadero problema es que esta gente les da igual vender refrescos de cola, ordenadores o corbatas.
Si les sale bien son genios de las finanzas, si les sale mal son fracasados, pero hacen todos lo mismo. Están desconectados de sus productos.
El problema es que las megacorporaciones estas han crecido tanto que ahora mismo tienes a un ejecutivo de TV dirigiendo una mala bestia formada por canales de TV, de streaming, estudios de cine, parques de atracciones, editoriales… Y por eso acaban prefiriendo que lo dirija un experto en marketing al que le de igual vender coca cola que zapatos.
Yo ya me he mentalizado para lo peor
Es que les contratan para ganar dinero, no para sacar productos de calidad baratos o asequibles para todos. Pero yo creo que lo peor es que cuando fracasan nadie dice que es el modelo de negocio, si no que es culpa de la persona y se pone a otro. O sea, hoy ni en Hollywood ni en el mainstream hay quien se preocupa por hacer algo bueno, y los currantes tan poco porque tienen la escapada de las indis. De todos modos no todos los males son por los de la corbata y los bomberos metidos a publisher, también están los especuladores y los Marvel y DC zombies. Todo ellos hacen que el mainstream cada año esté peor y resulte cada vez menos motivante para una corporación mantenerlo.
Es el modelo económico basado en la especulación y el beneficio cortoplacista: «genera dinero hoy aunque destruyas la posibilidad de ganar dinero pasado mañana»
Los directivos que ocupan todos los cargos de importancia salen de las facultades ansiosos de aplicar el método a la empresa que sea donde recalen. Son voraces, pero además son intercambiables. Si se van antes de la debacle quedan como los genios de las finanzas; si llegan cuando la debacle se va a producir quedan como los culpables. Cuando todos son peones del mismo modelo económico.
Que conste que hay ya resistencias a ese modelo que se ha impuesto, y si queremos un capitalismo sano es imprescindible ponerle cotos.
«Capitalismo sano» me parece un oxímoron muy bonito. Yo creo que el capitalismo acabará con todos nosotros si no acabamos antes con él. Y no me refiero a que cierre Marvel, sino a que el planeta reviente. Eso sí, ni idea de cuál es la alternativa. Es probable que muramos todos, a excepción de unos cuantos superricos, que consigan instalarse en Marte o algo así cuando llegue el apocalipsis.
Bueno, en realidad el capitalismo, la búsqueda de ganancia sin preocuparse de las consecuencias, es -seguramente- una de las fuerzas que crearon la Historia. Es decir, -seguramente- fue una de las cosas que obligó a inventar la escritura porque desfasó la cantidad de dedos disponibles y capacidad de memoria/almacenamiento de información de ntros. antepasados. El asunto es que el capitalismo ha ido transformándose y sobre todo expandiéndose siempre como una práctica, es decir, sin interés por reflexionar sobre él desde la ética y la ecología como si la economía fuese inocua para las personas y la naturaleza. Pero el problema, creo, viene de cuando resurgió la idea de progreso en Occidente . Entonces se impuso la idea de que no había límite y así se echó gasolina al fuego. Por la unión de la fe en el progreso y el capitalismo estamos como estamos. No hay límite para imprimir dinero ni para la codicia pero para el resto de cosas sí, y a pesar de que todo pueblo indígena del planeta se lo viene diciendo al hombre blanco desde el siglo XIX este sigue sin querer asumirlo. Igual que se hizo la revolución contra la mentalidad guerrera y se acabó triunfando (bien es cierto que sólo en Europa), se puede batir el mamonismo. El problema no es el capitalismo per se, el problema es la mentalidad psicopática o sociopática de una forma concreta de entenderlo que es la que se inculca en las facultades de Economía. En fin, que como con todo, los malos son las personas, no los conceptos, que en este caso surgen de algo esencialmente humano (ambición, codicia…). Una de las cosas que tenemos que hacer los de la calle es no consumir por consumir y no consumir lo que hace una empresa sólo para ganar dinero. Hay que ser más crítico y serio. No hay que dejarse pastorear por la corporación de turno.
Mmm, es interesante lo que comentas pero no sé yo si el capitalismo es uno de los motores de la Historia. Creo que esa idea (al igual que la de consumir responsablemente) tiene algo de propaganda capitalista, en el sentido de que parece algo consustancial a la humanidad, el único sistema posible. Y no creo que sea así. Tiene que haber una alternativa al consumismo, y no es el «consumismo responsable».
Lo que pasa es que estamos tan convencidos de que no hay alternativa que solamente intentamos mitigar el daño que causa pero en ningún caso luchar por un sistema distinto. Que oye, a lo mejor no se puede montar un sistema distinto, qué sé yo. Pero con el actual nos vamos derechitos al abismo.
Hombre, todo esto ya es entrar en el terreno de la especulación. O sea nadie puede tener la razón. Pero no es que el capitalismo sea el motor de la Historia, sólo lo es desde el XIX, sino que el tener una economía compleja lleva a una serie de cosas como desarrollar la escritura. En todo caso es que hoy, los miles de millones que somos, el nivel tecnológico que tenemos y la cantidad de necesidades creadas que hemos de cubrir hacen inviable que nos mantengamos dotra manera. Y claro que hay una alternativa al capitalismo. Al margen de las teóricas hay una que existió, que duró más que el capitalismo y que está documentada. Podemos vivir como en la Prehistoria. Que no es tanto ser cavernícolas sino hacerlo en sociedades pequeñas donde todo el mundo se controla con el fin de que nadie sea más rico que su vecino y donde se educa a los niños para que no sean ambiciosos y violentos. Los jefes y los comerciantes lucharon siglos contra eso hasta que pudieron romperlo. Antaño la gente consensuaba, vivía con las propiedades justas y no atesoraba. No hay otra manera -casi seguro- para mantener los cambios al mínimo durante milenios. Y no vivían mal. Los pueblos que llamamos de la Edad de Piedra tienen una esperanza de vida superior a los del 3º Mundo (alrededor de 65 años para aquellos y alrededor de 50 para estos) y tienen una vida más sana; y nada contaminante y consumista. Lo único es que así no se puede vivir ni en el desierto ni en el ártico. Se necesita un ecosistema rico y variado que no es lo típico de la Tierra, que por otro lado, por ejemplo en Europa, nos los hemos cargado. Ah, y nada de veganismo. Se ha de comer de todo, que es lo verdaderamente humano.
Ponerle cotos es algo que se está haciendo ya. Prohibir las pajitas y cubiertos de plástico. Imponer de una santa vez la transaccion a las energias renovables en vez de quemar fosiles como si fuesen interminables y sin consecuencias.
Pero sobre todo, hay que plantear el paso a una economía no consumista. Y eso si que es la madre del cordero.
Lo que está claro es que no se puede mantener ad eternum el consumismo del plástico barato y del cambio de movil cada seis meses y del «En España se tira a la basura el 50 % de la produccion de tomates por motivos estéticos y como somos deficitarios de tomates los importamos de otro continente como si eso fuese gratis»
El problema es que el capitalismo (y los capitalistas) viven con esa premisa: la del crecimiento económico eterno y el aumento de las utilidades… los gobierno podrán querer evitar la obsolescencia programada en los productos, pero ni Apple ni Samsung deberán tener mucho interés en que sus usuarios cambien de teléfono cada cinco o seis años!
Como bien dice @Luisru, que bonito oximoron es «capitalismo sano»
Chapek en general lo hizo bien cuando estaba en la división de Parques Temáticos de la compañía. El fandom de los parques (Tan o más inquieto que el de comics) tenía buena impresión de él (Invirtió un montón en I+D y dio luz verde a proyectos faraónicos en los distintos complejos del mundo) hasta que llegó Star Wars Galaxy’s Edge que fue una cagada monumental, de la que es cierto que se están recuperando, pero cuyo fracaso inicial se podría resumir en una mezcla de avaricia, tratar al cliente como idiota, ansia desmesurada por los beneficios, chapuzas y pensar que la marca Star Wars por si sola podría salvar un producto por debajo de los estándares de la compañía. Esperemos que haya aprendido la lección a la hora de gestionar todo el emporio, es decir, también las pelis y Marvel Comics.
Sobre Didio y la JLI. ¿Lo de su odio a la JLI es cierto o se basa en especulaciones por el mal trato a los personajes en todos estos años? Es decir, es público y conocido que DD ansiaba matar a Dick Grayson pero ¿Alguna vez dijo abiertamente que le repugnaba la JLI o algo así? Me resultaría curioso pues a Giffen jamás le faltó trabajo en DC con Didio. ¿No sería una mezcla de torpeza y/o ganas de llamar la atención de Didio con muertes que le aseguraban llamar la atención mediática sin tener que cargarse a los grandes-grandes de la editorial? A ver si los responsables van a ser los guionistas y Didio «sólo» les dio permiso: Melzter con Sue, Morrison, Waid, Rucka y Johns con Ralph, Johns con Beetle y Max Lord (villanizarlo fue casi peor que matarlo), Rucka con Rocket Red, Winnick con Hielo (No la mató él pero la retconeó una vez resucitada y escribía a todos los de la JLI como idiotas profundos) etc. etc.
Yo creo que a la JLI la odiaba más Geoff Johns, ya lo dices tu mismo con lo de Beetle y Max Lord, pero como siempre DiDio se ponía por delante para llevarse todos los palos. Cosa que, por otro lado, es tremendamente admirable. Y lo de Meltzer viene desde distintas fuentes como un encargo de la editorial, se propusieron hacer algo «radical» y supongo que Meltzer estaba a mano y tenía el suficiente nombre como para que les dejara salir en los periódicos.
A mímehubiese encantado que la víctima de IC hubiese sido Snapper, violación inclusive. Además que tenía muchísima más historia con la JLA que Sue, que a penas salía nunca en la serie clásica, algún cameo ocasional y basta. Es cierto que para la época Satélite el señor Carr ya estaba fuera pero alguna excusa podrían haberse inventado.
Habría estado más divertido que se hubieran dejado de violaciones y mierdas truculentas y hubieran contado que el que andaba lavándoles el cerebro y haciendo maldades fuera Snapper que iba en plan Punisher liquidando villanos. Oscureces la trama, justificas el que varios villanos de la edad de plata no volvieran a aparecer y encima la culpa es de JLA por no haberlo visto venir.
Eso sí y solo sí quieres «oscurecer» la JLA, claro.
Que ni puta falta hacía.
Tienes toda la razón. Lo de la violación sobra de todas todas. Lo que pervierte todo es el morbo por el morbo.
Por no hablar de que en los ochenta y noventa en DC se hicieron unas cuantas cosas la mar de morbosas que muchos tomaron por violaciones, con lo que tampoco estaban haciendo nada nuevo.
Tienes razón y no es disculpable, pero entonces no se hizo como reclamo y siempre se dejó claro que eso carecía de sentido dentro del mainstream. El problema como siempre es querer explotar algo más allá de lo razonable.
El problema es precisamente lo que mencionas al principio, que consumimos productos y que pensamos que, como son productos culturales, tienen que tener un cierto respecto por el consumidor. Pero no, solamente han sido fabricados para ganar dinero. Antes, hasta los 90 más o menos, creo que se podían producir obras de arte en el cómic mainstream. Pero ahora cada vez es más difícil, como señalan por aquí, porque se va en busca más del concepto que pueda adaptarse en cine o tele que de un buen cómic que se quede en cómic y ya, aunque sea un superventas.
Y que conste que no tengo nada en contra de lo comercial, si te apetece consumir tal o cual producto cultural, me parece fetén, pero tienes que tener claro que es un producto. Que desde hace años la gente se lleva las manos a la cabeza por los megaeventos, las renumeranciones, la diversidad y no sé cuántas cosas más que molestan porque yo quiero la Patrulla de Claremont o los 4F de Byrne. Pero como lo de siempre no vende, te cambio el sexo o la raza del personaje, lanzo un nuevo número 1 y a ver si así hago caja. Y si no funciona, como los 4F, en barbecho durante meses (¿años?). Es lo que tiene la obligación de sacar rentabilidad, que los personajes importan una mierda a los editores y que a los guionistas de ahora no les gusta ni escribir cómics. Y no digamos ya los mandamases, que no sabrán si los suyos son los derechos de Superman o de Spiderman.
Por eso cada vez leo menos mainstream americano, encuentro menos originalidad y, en general, cómics peor escritos que años ha. No sé si la industria acabará reventando o le queda cuerda para rato pero creo que los tebeos de superhéroes son peores que hace 20 años, y no digamos que hace 40.
Y una sugerencia: todos esos «cuantos» del quinto párrado son con tilde, yo la pondría. Pero es que soy muy especialito.
Tampoco nos engañemos, si a un editor le entregas un All Star Batman y vende, él encantado. Pero si le entregas un All Star Superman que encima le va a dar premios y prestigio, y un tomo que va a poder seguir vendiendo durante los próximos 50 años, pues como que muchísimo mejor. Al final es lo que comentábamos, tu puedes hacer una moto que dure x años para que el consumidor tenga que comprar otra en el periodo más corto posible sin que se sienta estafado, pero a la vez si haces una moto tan buena que el consumidor decida regalarle una a su novia y a su primo de Cuenca porque se ha enamorado de la moto, pues como que mejor todavía. Pero claro, hacer una moto tan buena es muy muy difícil. Y eso exactamente pasa con los cómics, por eso en DC estaban como locos por recuperar a Alan Moore y le ponen a Frank Miller a hacer todo lo que le de la gana por poco que lo entiendan.
Y gracias por los cuantos, pensaba que al ser de cantidad no llevaba tilde, pero en realidad es interrogativo. Dicho lo cual, es un buen momento para recordar que M’Rabo lleva 10 años poniendo solo las tildes que le pone el autocorrector del Word…
Tengo que leer All Star Superman, Morrison en general me da pereza aunque luego haya cosas suyas que me gusten. Cierto, las majors quieren publicar cómics decentes que se vendan por los siglos de los siglos y por eso apuestan a veces por miniseries con autores «de prestigio» a los que les dejan hacer un poco lo que les viene en gana. Aunque casi nunca sale bien en los últimos tiempos, vaya usted a saber por qué.
Me refería más bien a etapas largas decentes, que están ya muy de capa caída. Tom King parece que ha aguantado mucho en Batman y puede que su etapa sea buena, pero como no leo nada actual de DC… Y Hickman es probable que tenga apalabrados 100 números en X-Men pero su etapa no sé si se leerá en siglos venideros. Me da que no. En cambio, la Patrulla de Claremont, cualquier cosa de John Byrne de los 80, la Liga de Giffen / DeMatteis, el Hulk de David y hasta los Vengadores de Busiek yo creo que se seguirán leyendo ad eternum. Y, a día de hoy, me parece improbable que etapas así puedan producirse de nuevo cuando hay que sacarse de la manga un concepto nuevo que lo ponga todo patas arriba cada 5 minutos.
Hoy en día los únicos que se permiten el lujo de hacer etapas largas son los guionistas, porque los dibujantes tienen que meter tanta rayita que no les da la vida.
Le tienes manía a los pobres Immonen – Larraz XD
Todo lo contrario, me encantaría que pudieran dibujar un cómic cada mes sin provocarse enfermedades cardiacas!