No creo que yo sea el más apropiado para hablar de Curt Swan, porque tengo que reconocer que nunca me gustó la forma en la que dibujaba a Superman. Y claro, cuando estamos hablando del que para muchos es la quintaesencia de los dibujantes de Superman y el que definió su aspecto gráfico durante más de tres generaciones, casi parece una herejía que llegue yo con mis santos testículos y me quede mirando estos cómics de Superman y reconozca que sí, que Swan es un buen dibujante, pero… Es que no me gusta su Superman.
Yo siempre fui más de Wayne Boring o del propio Joe Shuster, a pesar de que el problema principal de los tres dibujantes siempre vino más desde el aspecto editorial que desde los propios dibujantes en sí. Swan, repito, es un dibujante excelente, un maestro con todas las letras, pero aun así su Superman y su estilo impuesto por DC a todos los dibujantes contemporáneos a su reinado -Jack Kirby incluído- han venido a significar para mi todo lo que Superman no debe de ser. El Superman defensor del status quo y del establishment, el Superman que descubría una kryptonita nueva cada semana, el Superman que se creía que podía maltratar a sus amigos de la forma más cruel porque «era por darles una lección moralizante», en definitiva, el Superman que odia todo el mundo que no conoce a Superman. Ése era para mi el Superman de Curt Swan, y hasta no descubrir el Superman de Byrne/post Byrne no acabé de encontrarle la gracia al personaje, empezar a tener el suficiente interés como para ir más allá y llegar a leer el Superman de Siegel y Shuster, que sigue siendo la mejor encarnación del personaje y por algo la que más éxito tuvo en toda su historia. Pero debemos reconocer que el Superman de Curt Swan consolidó a Superman como lo que es hoy en día, por más que en su día hasta la propia DC quisiera borrarlo del mapa.
Douglas Curtis Swan nació en Minnesota el 17 de febrero de 1920, y como a tantos niños de la gran depresión, le tocó desempeñar distintos empleos para ayudar a sacar adelante a su familia, combinando estas actividades con su pasión por el dibujo. Pronto, y con el estallido de la segunda guerra mundial, Curt pudo empezar a trabajar como dibujante para el Stars and Stripes, el periódico de los militares norteamericanos. Allí pasaría la mayor parte de la guerra, bastante lejos del frente, y gracias a ello pudo beneficiarse de una beca GI Bill para formarse como dibujante. Al poco de terminar la guerra y a finales de 1945, Curt Swan sería contratado para colaborar en Boy Commandos, la serie creada y editada en un principio por Joe Simon y Jack Kirby que sirvió como auténtica cantera para muchos de los futuros dibujantes de DC y otras editoriales.
Sin embargo, Swan pronto se movería a otros títulos y por fin llegaría a Superman en 1948, en una historia complementaria titulada «The Man who bossed Superman», y que curiosamente sería reeditada cinco años más tarde para el archifamoso «Three-Dimension Adventures Superman», cómic en anaglifo -lo que vienen a ser las 3D con gafitas de colores- que aprovechaba la locura por las 3D de los 50 y que a su vez fue reeditado otra vez en los 90 porque impactó tremendamente en la chavalería de la época. Pero estábamos hablando de Curt Swan…
El éxito de Swan no fue inmediato, ni mucho menos. A finales de los 40 la borrachera de poder de Mort Weisinger estaba en todo su esplendor, y el tiránico editor jefe de DC Comics trataba a todos sus colaboradores con desprecio en el mejor de los casos y como un auténtico monstruo de sadismo en el peor. Swan no sería una excepción para Weisinger, por lo que desde un principio tuvo encontronazos con el hasta que en 1951 el dibujante decide mandar al cuerno los cómics y dedicarse a la publicidad «para ahorrarse dolores de cabeza». Eran malos tiempos para el cómic en general y Superman, a pesar de gozar de bastante buena salud, notaba como el advenedizo Capitán Marvel le estaba comiendo la tostada a pesar de que el Hombre de Acero seguía teniendo presencia en seriales radiofónicos y cinematográficos, llegando a tener en preparación hasta una serie de televisión de imagen real; quieras que no trabajar en Superman se pagaba bien, por lo que Swan no tardó ni un año en volver a DC y hacer las paces con Mort Weisinger, que poco a poco empezaría a respetarlo, empezando a encargarle portadas -recordemos que para Weisinger los portadistas siempre tenían un status superior- hasta convertirlo en un dibujante estrella con el estreno de la serie de Jimmy Olsen, que ya dibujaba él por completo.
Cuatro años más tarde, en 1958, Swan era ya el dibujante de la tira de prensa de Superman y el referente gráfico del personaje, el tipo al que debían de imitar todos los demás dibujantes de Superman. Su trabajo mostraba un kryptoniano más cercano a Gary Cooper que a Cary Grant, que aporreaba villanos casi sin despeinarse y un hieratismo casi doloroso; y es que Swan no era un dibujante de acción, era un dibujante más dado al costumbrismo, con lo que sorprende que se convirtiera en el gran dibujante de Superman; Ya he dicho que no soy fan de Swan, pero lo peor de todo es que esto no era tanto culpa suya -cada uno tiene sus fortalezas y sus debilidades, vaya- como de la forma en la que la administración Weisinger le obligaba a dibujar. Si vemos su trabajo en los 70, lejos del «gremlin maligno» que decía Roy Thomas, vemos a un autor bastante más dinámico, pero que aun así está tremendamente lejos del referentes como John Buscema o, llegando al extremo opuesto, el mismísimo Jack Kirby.
Es de suponer que Weisinger y su complejo de inferioridad querían un dibujante más cercano a Rockwell y los grandes ilustradores de revistas de la época, por lo que Swan terminaría siendo el dibujante de referencia de Superman hasta mediados de los ochenta y Crisis en Tierras Infinitas. Para entonces la nueva DC quería romper por completo con el pasado y por eso no tuvo ningún reparo en apartar a Curt Swan y personalizar en él todos los atributos del «viejo» Superman. Comercialmente la decisión era correcta, porque los lectores -yo- nunca habríamos vuelto a Superman si hubiera seguido estando realizado al estilo Swan. Pero a la vez, es completamente injusto el mandar al ostracismo a un hombre que se ha pasado cuarenta años trabajando en una empresa, encargarle un último especial para despedir a «su» Superman -el famoso Que fue del Hombre del Mañana, con guión de Alan Moore- y a partir de ahi no encargarle apenas trabajo. Es tremendo tener a un dibujante capaz de hacer tres o cuatro series al mes y encargarle solo una miniserie de Aquaman, dos páginas semanales en Action Comics Weekly -que vaya ideas de bombero hay que tener para serializar una historia de dos páginas semanales, oiga- hasta que por fin se juntó con John Byrne y Jerry Ordway para Superman: The Earth Stealers, en la cual Swan demostró que sí que podía tener un estilo moderno y que podría hacer historias modernas… Si le dejaran hacerlas.
Lo que queda por contar no es bonito. Pronto dejó de llegarle trabajo hasta que DC se olvidó por completo que estaba allí, con lo que Curt Swan dejó el cómic sin pena ni gloria. Su última contribución a Superman fue para el álbum de boda de Superman, publicado en 1996 poco después de su muerte, pero seguramente su trabajo más recordado por la época y que realmente le reivindicó como alguien realmente perjudicado por la miopia editorial fue su colaboración con Larry Niven para Penthouse Comix con «Man of Steel, Woman of Kleenex». Sí, Curt Swan tenía un estilo que pertenecía a «otros tiempos», pero estaba claro que podía dibujar «moderno». Que con un entintador apropiado -Ordway- sus cómics tenían otra textura y mayor actualidad. Pero DC no fue capaz de ver eso, y prefirió mandarlo al cementerio de elefantes por miedo a que su «antigüedad» perjudicara al personaje. Es triste, es lamentable, pero lo peor de todo es que es comprensible.
No, no me gusta Curt Swan ni soy la persona más apropiada para recordar su centenario, a pesar de que en todos estos años he aprendido a apreciarlo y soy consciente de su aportación e influencia en dibujantes posteriores. La injusticia ocurrida sobre Curt Swan debería dejar claro a todos los autores posteriores que la lealtad a la empresa no vale de absolutamente nada, y que da igual que seas el dibujante favorito de tres generaciones, porque ni Marvel, ni DC, Dark Horse o Image se acordará de tí cuando todos crean que tu trabajo está pasado de moda. Porque lo que le pasó a Curt Swan le está pasando ahora mismo a Jerry Ordway, a Kevin Maguire y sí, a Chris Claremont. Pero estoy convencido de que montones de autores y editores compartirán hoy un dibujito de Curt Swan en sus redes sociales, recordando sus tebeos favoritos y ni se les pasará por la cabeza mandarle un mensaje a Jerry Ordway para que les dibuje un Superman. Nunca aprenderemos…
¿Swan no volvió brevemente durante los 90 para dibujar aquella historia de «El contrato Simbad» (o algo así) repartida en los títulos de Superman durante un mes? Esa en la que un niño de Oriente Medio recibe superpoderes (si no recuerdo mal, eh).
Sí, con Messner Loebs. No recuerdo exactamente quién le entintaba pero volvíamos a lo mismo, con una mano de pintura el coche seguía funcionando la mar de bien.
Si hubieran tenido un poco más de ojo se habrían dejado de darle guiones de Superman de pascuas a ramos y lo habrían metido en Hellblazer o alguna serie de Vertigo…
Anda que no hubo series en Vertigo con dibujantes que no pasaban del aprobado raspado y gente como Swan en su casa.
Que ahora acordandome Breyfogle fue otro que tras realizar una de las mejores etapas de Batman de la historia del personaje desaparecio a finales de los noventa a principios de los dos mil y ya solo pudimos verle en cosillas esporadicas, comics digitales de batman beyond y poco mas hasta que sufrio el ictus.
Pero esos dibujantes solían encajar con el espíritu de «dibujo sucio» que parecía pedir la línea Vertigo. Swan siempre fue muy «limpio» en todos los sentidos… Claro que, efectivamente, ahí entraría en juego el entintador que toque, que puede «adaptarte» al cómic.
De hecho, Pat Broderick* acabó como dibujante regular de «La cosa del pantano» en Vertigo (la etapa de Doug Wheeler, creo recordar), así que partiendo de ahí…
*Que os quejaréis de cómo a algunos grandes dibujantes se les da la espalda en detrimento de las nuevas generaciones, pero está el curioso caso de otros dibujantes de su misma generación que sí se las apañan para seguir trabajando en el medio, a pesar de no parecer en principio destacables.
De hecho, Swan sí acabó dibujando un número de «La cosa del pantano» de Mark Millar (el último sustituto de Alan Moore). El de «Chester Williams, policía estadounidense», desarrollado en una realidad paralela conde el bueno del hippy Chester «veía la luz» y decidía limpiar su vida… y su país, ya puestos, con una postura ultraconservadora que haría llorar de emoción (o acojonar) a Trump, hasta convertirse en presidente.
Aunque siempre tuve la impresión de que le había elegido para dibujar esa historia porque esta empezaba con un tono de parodia/homenaje a viejos cómics de crítica a la juventud perdida y los hippies.
Tengo el cómic por aquí y es increíble lo poco que desentona este Swan con los dibujantes de Vertigo de la época. Y seguro que lo llamaron por lo que tu dices, y porque Millar es un friki de Swan tremendo.
En fin, solo espero que a Swan le siguieran pagando por no dibujar igual que tienen ahora a Claremont, por lo menos esa pasta que se llevó…
Yo hace poco leí la mini de Aquaman que hizo a finales de los 80 y estaba muy bien, con un entintador «moderno» podía haber seguido trabajando tranquilamente en esa época, porque seguía siendo un narrador excelente.
Su problema es esa falta de dinamismo evidente, como dices, pero era muy bueno caracterizando personajes, y hubiera sido un dibujante adecuado para los cómics más «cerebrales» que estaba empezando a hacer DC en aquella época al rebufo de Moore y Miller. Pero claro, para eso no le llamaban, porque era «antiguo», a pesar de que su influencia sobre algunos autores que entonces estaban en lo más alto, como puede ser el caso de Gibbons, me parece bastante clara.
Sí, se le daba muy bien el «costumbrismo», la gente hablando y tomándose algo en un bar. Habría tenido su gracia verlo en Predicador!
Por contraste, Jim Aparo siguió dibujando regularmente Batman hasta lo de Knightfall y por mandato expreso de Dennis O’Neill dibujó en el Batman 500 para que se beneficiara de las ventas.
Swan y Ordway no deben tener «protectores» como si los debe tener p.ej Jurgens
Te iba a decir que Jurgens vendía, pero luego me he dado cuenta de que Claremont también vende y aun así lo tienen mirando a la pared…
Pero es que Aparo, salvando las distancias, tenía un puntito a lo Neal Adams o John Buscema que le hacía más digerible en los 80/90 que a Swan.
Y Jurgens ya hace tiempo que está bastante arrinconado como dibujante, lo que pasa es que sí ha conseguido permanecer como guionista, convirtiéndose, quien lo iba a decir, en uno de los pocos supervivientes de su generación. A mí siempre me ha parecido un escritor de aprobado raspado, pero debo admitir que su reciente etapa de Action Comics acabó estando bastante bien y me dio pena que se acabara, a diferencia del Superman paralelo de Tomasi/Gleason que tuvo mucho mejores críticas, y que sin embargo me pareció un bluff.
Demasiados autores relegados al olvido. Una lástima.
Ordway y Maguire siempre serán buenos.
Claremont merece una serie regular o al menos miniseries que se vayan conectando. De esta forma se cumplirán dos objetivos : historia larga y recopilación en tomo.
A mí swan me gustaba, hieratico pero bueno.
El otro dia hablaba con Diogenes de Claremont y recordando su buen trabajo con los Nuevos Mutantes los dos coincidíamos en que deberían darle una oportunidad en escribir de nuevo un grupo de ese estilo pero alejado de los mutantes, aunque diferíamos en que yo prefería verle en los Young Avengers y el en los Campeones. Pero tal y como están las cosas en Marvel dudo mucho que veamos ninguna de esas cosas, como mucho algún otro numero único un día de estos.
Huy, he puesto mi correo en lugar de un nombre. Si lo podéis borrar y contestarme a la pregunta os lo agradecería XD
La pregunta es: ¿Que noticia hizo que Lois Lane fuera merecedora del Premio Pulitzer y si ha variado la noticia en cada adaptación del personaje?
No tengo ni la menor idea, la única noticia de Pulitzer que recuerdo de Lois Lane es la de Superman Returns con lo de «Por qué el mundo no necesita a Superman».
El mundo editorial mainstream es asín. Si tienes padrinos trabajas hasta la saciedad y si no, pues hasta que pases de moda, tengas un problema o enfades a algún editor por lo que sea. No importa tu calidad y profesionalidad. Hace unos meses le leía a Maroto que él dejó de dibujar para DC porque se murió el editor que le contrataba. Maroto de esto no supo nada. Él, humilde, pensó que no le gustaba a DC así que no preguntó porque le dejaban de lado. Y en DC lo que pasó es que nadie heredó o quiso heredar los contactos dese editor por lo que nadie sabía contactar con el magistral dibujante español. Al final esto es una industria pero, como en la audiovisual, de puertas para dentro no hay profesionalidad sino filias y fobias. Es como ese caso que nos contaban aquí años ha del editor acosador ese de DC. Como tenía amigos a nadie se le ocurrió despedirle, pero a Swan… O que pasa con Lobdell?
Eddie Berganza, que ahora se ha montado una editorial de cómics latinos: https://twitter.com/AlternateEmpire
Más allá de la falta de lealtad que es horrible, lo que se nota es que hay un rechazo a la calidad tremendo, que es inexcusable y hace al que conozca un poco la historia de la industria del cómic pensar que esencialmente sobrevive a pesar de sus cabezas pensantes. Increíble lo obvio de muchas cosas, lo ignorante que se muestra mucha gente que dice amar al medio, cuyo sueldo depende de que lo conozcan y sin embargo nos encontramos viendo situaciones como estas y tantas otras que ya no deberían existir hoy en día.
Ojo, que nadie se engañe, yo a Swan lo habría movido y todo lo que quieras, pero yo como editor en 1990 no habría preferido a Swan por encima de Totleben, por poner un ejemplo. O por encima de Jim Lee, si vamos a un ejemplo extremo. Porque se que Jim Lee va a vender a espuertas, y Totleben es un tio actual. En un momento en el que lo petaban los dibujantes espectaculares, los puñetazos y los dientes apretados mirando al lector, Swan era la antítesis de todo aquello, un dibujante anquilosado en una era anterior Ditko, Kirby o John Buscema, ¡dibujantes que ya por aquel entonces se les veía como anticuados! Al final lo que estamos celebrando aquí es a un currante, un tio que amaba los cómics y que dedicó su vida a ello, a pesar de que estoy convencidísimo de que si Weisinger hubiera tenido a tiro la posibilidad de sustituirlo por Dan Barry o alguno de los grandes de las tiras de prensa, no le habría temblado el pulso ni lo más mínimo.
Y no, tampoco voy a pedir el milagro de que Weisinger fuera capaz de reconocer el talento de Kirby, Toth o Wally Wood…
Seguía la línea del final del post y los comentarios en realidad. Viendo lo poco que han cambiado las cosas y los ejemplos que se presentaban en los que Swan podría haber sido una opción artística muy buena.
Pero aún así; ¿Jim Lee vender a espuertas? Menciona a Rob Liefeld si vas a hablar de extremos; porque al final del día son exactamente lo mismo. Dos tarados con la suerte de tener una burbuja especulativa en el momento exacto en que Harras los tenía dibujando una franquicia echa sobre la espalda de Chris Claremont. Si Harras jamás hubiese existido, es probable que el mundo del cómic fuera increíblemente distinto hoy en día.
Vendía en Punisher War Journal y vendió hasta en Divine Right, que le vamos a hacer, el chaval vende. Desde luego los ocho millones del número 1 de X-Men no se los puede atribuir para el solito, pero su Superman o su Batman no vendieron por tener guiones de Azzarello o Loeb 😛
¿Acabas de defender a Jim Lee?
No, solo he dicho la verdad.
Acabas de defender a Jim Lee.
Pero admite que te ha jodido un poco decir la verdad xd
Pero eso es como decir que Rob Liefeld vende, y que Los Nuevos Mutantes subieron en ventas con la llegada de Liefeld. Sabemos que fue por la burbuja especulativa y el golpe de suerte que tuvo al encontrarse con ella, pero vender, vendía.
Otra cosa es que muchos de estos autores hoy en día «venden» porque el nivel está por los suelos…
Pues desde un punto de vista estrictamente comercial, sin entrar en calidades, Jim Lee bien puede ser el dibujante que más tiempo se ha mantenido en primera línea, que a lo tonto el hombre lleva 30 años en el » top».
El único caso así que se me ocurre puede ser Kirby, que vendía muchos Capitanes América a principios de los 40 y muchos 4F a finales de los 60, pero entre medias tuvo épocas en que perdió su popularidad.
No te creas, Boy Commandos dura hasta finales de los 40 y es justo en ese momento cuando Simon y él se montan su editorial de cómics románticos, con lo que el éxito lo mantuvo, lo que pasa es que vivió en una época en la que National tenía un monopolio en toda regla y llegó un momento en el que DC le cerró las puertas por el lio de Skymasters. Por su parte, Jim Lee tuvo un periodo de «retirada» a mediados de los 90 parecido hasta que vendió la empresa a DC y volvió a coger fuerza, pero series como Divine Right empezaron bien y luego cayeron con bastante fuerza a pesar de que seguía dibujándolas él.
A Kirby lo único que lo tumbó fue el fracaso del cuarto mundo, vaya.
Jim Lee es tan top artist como Joe Quesada; y me quedo mil veces con Quesada como artista, como editor y como persona. Y eso es decir mucho.
Y además, Alan Davis le gana con una mano atada a la espalda y ya que estoy Larroca también (¿qué ha sido lo último de Lee como artista? Así comparan con lo último que han hecho Larroca y Davis)
Ante todo debo defender a nuestro idioma y decir que Jim Lee es dibujante, que no artista. No es lo mismo, por mucho que los angloparlantes tengan una lengua tan limitada como para que les parezca lo mismo. Un cuerno.
Una vez hemos dejado esto bien claro, creo que en todo momento el debate ha girado sobre lo comercial de Jim Lee como dibujante, y es un hecho que el chaval vende. Y es lo que hay.
Bueno, es que artista es un término muy amplio que puede abarcar mucho, pero sí es verdad que a lo mejor lo estoy estirando demasiado con Jim Lee.
Yo es que no sé qué es lo último que ha vendido Jim Lee. Y de todos modos tampoco iba por esas, yo solo quería decir que los chicos Image son todos producto de la ilusión creada por la burbuja especulativa de que cualquiera de ellos tiene talento, por lo que Jim Lee y Rob Liefeld son exactamente lo mismo, con la diferencia de que Jim Lee se encontró con la DC de Didio mientras Liefeld, bueno, es un chico especial.
Si me tiras con figuras de venta es obvio que no tendré mucho que decirte; pero en cuanto relevancia, perdurabilidad y ya diría que ventas en total ahora mismo seguiría poniendo a Davis por delante en los primeros dos aspectos (no solo comenzó antes y con Miracleman en su CV sino que uno de sus últimos trabajos es Thanos con la Saga del Infinito del MCU acabando) y en cuanto comercialidad a Larroca porque ha sido un constante en Marvel y Star Wars cosa que Jim Lee nunca fue en ningún sitio y eso sin la ayuda del mercado especulativo.
Así que Jim Lee vende, como Liefeld vendía, desafiando toda lógica. Porque sigo prefiriendo a Quesada como dibujante, editor y persona.
Yo no conozco personalmente a ninguno de esos señores, pero poco se habla de lo que perjudicó el Quesadismo a la coherencia del universo Marvel. Pero bueno, entre todos la mataron y ella sola se murió…
No sé. Para mi DeFalco/Harras son los que realmente perjudican a la coherencia del universo Marvel. Quesada es muy inteligente comparado con esos dos, pero es un horrible editor y las dos facciones editoriales de Alonso y Brevoort le jugaron malas pasadas, uno quemándose por estar en todo y otro no haciendo nada. El resto solía moverse más o menos al nivel del mismo Quesada y lo que acabó siendo su peor legado y lo malo de estas 2 décadas es la completa regresión del cómic como medio por culpa de editores que no saben hacer su trabajo.
Porque al final del día y por mucho que odie OMD, sigue estando entre dos etapas de Spider-Man longevas y bien recibidas por el público (quizás no éxitos, pero bueno). Algo que no se puede decir de ningún cómic Marvel de los ’90. Por más basura que fuera Civil War; yo diría que es un golpe fatal a toda la línea Ultimate y para colmo puede echarnos en cara el Capitán América de Brubaker, o Los Vengadores de Bendis con todos aquellos a los que les gustan. No digo que estuviera bien, solo digo que la cosa venía jodiéndose ya desde X-Factor, y sin embargo la gente le tira el muerto a Quesada cuando ese no es su punto más débil.
Aunque machacaran a eventos la editorial hasta convertirla en pulpa quebrada, Harras y DeFalco se preocuparon por mantener la coherencia; hasta en la peor etapa de la Marvelution tu no podías usar al Capitán América en X-Men porque tenías que pedir permiso a su editor. Hoy en día -y después de Quesada- eso no pasaría, porque la coherencia del relato global no les importa nada, con tal de que el TPB sea coherente consigo mismo el resto les da absolutamente igual. Cada TPB tiene que ser el primer cómic de un nuevo lector y al resto de lectores que les zurzan, que como ya están enganchados a la droga tanto da.
No sé, a mi un 95% de Marvel en los ’90 me parece completamente incoherente por más que Capitán América solo aparezca en su propio cómic. Que tampoco defiendo a Quesada, de verdad, muchos cómics bajo su mandato son horribles y fallan en las cosas más básicas. Pero eso puedo decirlo también de DeFalco y Harras.
Para mi es como si le reclamaras al que pinta las paredes no cuidar los cimientos cuando los dos obreros que vinieron luego del arquitecto no han hecho más que taparlos con torres de basura (como el número ese de Warlock).
Al final del día o va a pintar o va a sacar la basura que tapa los cimientos, pero para arreglarlos no tiene tiempo ni tiene el título de arquitecto. En mi analogía Quesada es un mal pintor de todos modos, pero la basura ya estaba ahí. Y al final nos jodemos, pero ¿a quién le echas la culpa?
Y sí, es una mierda de editor por lo de los TPB, por todos sus eventos estúpidos y por seguir teniendo a Brevoort en plantilla (cada vez que leo algo editado por él, más me convenzo de que no eleva a ninguno de sus colaboradores de ninguna forma). Pero otorgarle la muerte del Universo Marvel es mucho crédito, cuando los ’90 se esforzaron tanto por lograrlo.
La situación actual es tan culpa de los ’90 como de su manejo editorial pero sigue teniendo la ventaja de que hay tantas lecturas disfrutables durante su tiempo de Editor en Jefe que con DeFalco y mucho más que con Harras.
Mira, gran parte de los cómics de Marvel de los 90 eran ilegibles, eso no te lo puede discutir nadie. Pero una vez terminó «la guerra», se podía construir sobre aquello. Spiderman, Vengadores y hasta X-Men pudieron pasar página, construir sobre sagas de clones, encrucijadas, Josephs y demás y los personajes seguían siendo ellos mismos, las cosas funcionaban. Pero después de Quesada eso no pasó ni pasará. Han sido tantos años de tener rotos a los personajes, de cambios de comportamiento según viene uno u otro autor, de ponerlo patas arriba una y otra vez sin que nadie se diera cuenta, de los mutantes montándose una nación independiente en una serie y viviendo el sueño de Xavier en la otra, que la cosa ha llegado a tal punto que no nos creemos ya nada.
Y por eso Quesada a largo plazo ha sido más dañino que DeFalco y Harras.
Harras no pasó página con Heroes Return; retrocedió a la Marvel de fines de la era Shooter, comienzos de la era DeFalco. Marvel Knights fue la que pasó página y por eso Quesada se ganó el puesto de EiC sobre Harras. Porque es mucho más inteligente y en vez de ir a por los coleccionistas que el mismo Harras espantó con Liefeld, Quesada fue a por un público nuevo; un público inocente e impresionable al que Steve Rogers involucrándose en la Guerra contra el Terror le parecería novedoso, o que Los Vengadores hablaran como idiotas una seña de «prestigio». Pero sobre todo, un público que no podía seguir toda la saga de Marvel así que más vale que le puedas vender todo el universo en un arco argumental coleccionado en tapa dura; y al diablo con la coherencia, que nadie tiene dinero suficiente como para comprobar que la continuidad este correcta de todos modos.
Quesada es un hijo de las circunstancias que Harras no aprovechó, intentando buscar lo que se perdió tras los ’90 y hacer algo que no sé hubiese hecho antes. Y tiene muchos fallos, y puedes decir que él rompió al universo Marvel, que para mi es completamente recuperable, otra cosa es que nadie lo haga. Pero para preferir a Harras o DeFalco voy a necesitar mucho más para convencerme, porque los ’90 fueron «tantos años de tener rotos a los personajes (X-Force, X-Men, Los Vengadores, etc.), de cambios de comportamiento según viene uno u otro autor (Revolution, Thunderbolts), de ponerlo patas arriba una y otra vez sin que nadie se diera cuenta (La saga del Clon, Matanza Maxima, Heroes Return)». Y eso no es en defensa de Quesada. Yo creo que Dissassembled es tan horrible como cualquier cosa de Harras, Civil War lo mismo, OMD, etc. etc. Pero para bien o para mal eso no hace toda la carrera editorial de Quesada.
Y ahora me dirás que era mala idea retroceder a la era Shooter después de que la de DeFalco y la Marvelution fueran un auténtico despropósito tras otro. Y no te engañes, esa época fue la única en la que Harras tuvo algo de libertad de acción, porque enseguida los de arriba le echaron encima a Bill Jemas y no hubo vuelta atrás. Yo también le echaba en tiempos toda la culpa a Harras porque lo veía como último responsable y me cabreaba un huevo su etapa como editor mutante, pero a la hora de la verdad y cuando pudo hacer y deshacer a placer, echó la marcha atrás e hizo posible Thunderbolts, Heroes Return y hasta el regreso de Claremont a los mutantes.
Y acto seguido llegó Quesada y se cargó todo eso, estableciendo el todo vale de continuidad. Que sí, que lo hizo por mandato de Bill Jemas, pero cuando montó lo de Marvel Knights ya era de ese mismo pensamiento.
A los fines de la era Shooter, dije. Así como también por que eso significó que Quesada y su Marvel Knights se quedaran con todo. Al final del día ambos tienen a Jemas y Dan Buckley encima; pero Quesada es el que recupera la imagen perdida con DeFalco/Harras. Hasta la llegada del trío Austen/Bendis/Millar, Quesada lo que había hecho, como recuentas tu mismo, era «recuperar» las joyas de la corona y mantener una semblanza de seguridad que no remite a otras épocas para hacerlo. Y luego él mismo se la carga en una situación completamente distinta a la que Harras tenía cuando tomó o cuando dejó Marvel.
Harras con libertad tenía a Howard Mackie en Spider-Man mientras el MK de Quesada tenía a Kevin Smith, Paul Jenkins, Christpher Priest y luego Garth Ennis (y no eran obras maestras, pero Howard Mackie estaba en Spider-Man). No voy a defender la falta de coherencia y continuidad, pero eso no hace a Harras inocente (así como Quesada tampoco lo es).
Si, y precisamente porque uno se cargó la continuidad del todo y el otro la mantuvo, prefiero a Harras a Quesada. Y te puedo asegurar que en 2000 te habría dicho que prefería a Quesada, pero porque no sabía que iba a exportar el modelo de MK hasta las últimas consecuencias. No lo olvidemos, en aquellos años creíamos -porque eramos así de inocentes- que la línea Ultimate era inofensiva porque no iba a afectar a las series principales. Y así es como llegó la era del borrón y cuenta nueva con la llegada de cada autor y demás.
Que por cierto, Harras no volvió a la etapa final de Shooter, en absoluto. La etapa final de Shooter tenía a los Vengadores del Doctor Druida, Capitana Marvel y demás, los 4F de Crystal y Sharon Ventura y los X-Men de Silvestri, nada que ver con lo que nos trajo Return de vuelta que en esencia eran los Vengadores de Shooter y Pérez, los 4F volvieron a su uniforme clásico preByrne y los X-Men volvieron a ser Kitty, Coloso, Tormenta, Rondador y Lobezno.
Heroes Return fue un back to basics global de Marvel, y un back to basics tremendamente necesario.
En calidad era la Marvel de fines de Shooter. La sensación que te deja es la de Marvel de fines de Shooter. Porque, como dices con el back to basics, eso es lo que buscaba, devolverte a esa Marvel sin saber como se logró y eso es la Marvel de fines de Shooter.
Para mi, los pecados de Quesada ya habían sido cometidos por Harras desde el mismísimo X-Factor a sus Thunderbolts a la Revolution de los X-Men. Y yo no elimino las presiones externas y de arriba ni bien asume Quesada, porque no supongo que hayan dejado de existir solo por que él viniera de MK. Y para colmo no considero tremendamente necesario el back to basics global, para mi Marvel tenía que poner primera y lo que hizo fue quedarse en neutral con Harras y arrancar en quinta con Quesada. Y así les fue.
Pero si me das a elegir sigo considerando a Quesada mejor porque creo que Harras solo habría acabado haciendo lo mismo solo que con mucho, mucho peores historias.
Harras no tiene nada que ver con X-Factor, más bien al contrario, es el responsable de enderezarla y sacar algo productivo de ella. X-Factor es un producto 100% de Shooter, Michelinie, Layton, Byrne y Busiek. Si tan importante te parece ese cómic, lo menos que debes hacer es asegurarte de a quién debes de apuntar la catapulta de la mierda.
Y vamos, decir que Thunderbolts o Revolution se carga la continuidad me parece una auténtica burrada, Thunderbolts puede que te sacara un «lado amable» de Atlas o de Pájaro Cantor, pero quieras que no esos personajes antes de Thunderbolts no eran nada y nunca se había contado la historia desde su punto de vista, con lo cual es algo mucho más justificable que el que de la noche a la mañana Shang Chi se ponga a matar gente con una ametralladora -que eso lo hemos visto, literalmente-. Y Revolution no se cargó absolutamente nada, pegó un salto en el tiempo y los personajes seguían siendo ellos mismos mucho más de lo que habían sido en los últimos diez años.
No sé, creo que es evidente que el momento en el que se jodió el metarrelato está en la etapa de Quesada, luego hay algún tarado que tiene la teoría de que aquello fue cuando DeFalco y la saga de los sueños, pero eso siempre fue un chiste divertido.
La catapulta de mierda viene por Inferno, que es el cómic que le dice a todos los que no les gustó X-Factor, que se aguanten porque van a doblar la apuesta, incluso haciendo al personaje simpatético un invento del villano de turno que hace pactos con el diablo (eso es decir, si no te gusto X-Factor es porque eres un invento de Mr. Sinister que hace pactos con demonios del limbo). Lo menciono porque donde Shooter dejó una espina (una muy muy molesta espina), DeFalco y Harras clavaron estacas y por eso le tiro X-Factor encima.
Y bueno, si crees que la Marvel de Harras es la última era que mantiene la coherencia del Universo Marvel, está bien. Yo personalmente, ya explique que no me lo parece y que no creo que puedas tener a Quesada sin Harras. Tirarle el muerto es injusto pero tampoco voy a defender a Quesada más que eso porque lo único que hizo fue demostrar ser mejor que Harras, el adalid de la coherencia del metarelato.
Inferno fue primeros auxilios, lo «clavar estacas» lo dirás porque no te hizo gracia el remiendo, pero es que al final es eso, remendar la continuidad como se pudo. Y es que romper la continuidad no es hacer algo que no te guste o darle un giro a la historia muy loco, ronmperla habría sido resucitar a Jean porque sí y que de repente todos los personajes hubieran hecho como que nunca había existido Madelyne y siguieran con su vida. O, otro ejemplo claro y más actual, que de un número a otro y sin dar explicación alguna, los personajes pasen de ver el matar como la línea que los separa a los malos a verlo como lo más normal del mundo. Tu puedes explicar que exista una Wonder Woman de la Segunda Guerra Mundial y a la vez exista otra que empezó en los ochenta, puedes explicar por qué Xavier decide que son el Homo Superior y se monta una Utopía cuando antes se consideraba parte de la humanidad, tu puedes explicar que Lobezno pase a considerar su traje amarillo como ridículo y prefiera ir vestido de cuero negro. Puedes explicarlo, pero si como autor te niegas a explicarlo, si metes esos cambios de la noche a la mañana, estás rompiendo la coherencia, el contrato no verbal con el lector de hacer una historia consecuente con lo que vas contando. Y por mucho que te fastidie, el encaje de bolillos de Maddie tenía sentido: Mister Siniestro hizo un clon de Jean para tener controlado a Scott. Te puede gustar la explicación más o menos, pero lo han explicado.
Y sí, creo que podemos tener a Quesada sin Harras, porque la política de Harras fue diametralmente opuesta a la de Quesada. Por muy jodidos que fueran los 90, aquella Marvel trató de mantener en continuidad hasta mamarrachadas como Adam X, X-Man y hasta el Tony Stark niño de Encrucijada. Eso con Quesada no lo habrías visto explicado en ningún momento, porque justo cuando estaban haciendo todo aquello en la Marvel de Harras, Quesada en Marvel Knights estaba sacándote al Punisher «celestial» que como fue un fracaso nadie se molestó en explicar como acabó todo aquello y luego te metieron al de Ennis y Dillon como si no hubiera pasado nada con el personaje. Que a mi eso me gustó, ojo, pero aquello siguió siendo una chapuza en toda regla.
» Que a mi eso me gustó, ojo, pero aquello siguió siendo una chapuza en toda regla.» Y ahí acabas de dar en el clavo exactamente a como veo yo la relación Harras-Quesada:
El manejo de los mutantes de Harras rompe con todo lo que hacía a los mutantes ellos mismos, esencialmente rompiendo ese contrato con el lector del que hablas, solo que en vez de no decírtelo te hace un número de X-Force que intenta explicártelo pero en realidad no entiendes nada y es lo mismo porque estás leyendo X-Force. Su manejo de Marvel en general es lo mismo; Tony Stark ahora es un adolescente pero yo ni bajo amenaza de muerte me leo Encrucijada para entenderlo; e incluso sí la leo puede que no lo entienda. Pero seguro, luego contrata a Busiek y Claremont como si el universo Marvel siguiera siendo el de los ’80 cuando estamos entrando a un nuevo milenio donde los cómics de Christopher Priest son contados entreverados como película de Tarantino y Kevin Smith es famoso, y creemos que el hombre sabe lo que se hace mientras perdemos rápidamente el interes.
Quesada sabe demasiado bien en que mundo vive; así que decide salvarse el tedio de explicarte lo que sabe no te interesa. El problema es que no siempre te cuenta algo que te interese y la cosa decae muchísimo más rápido. Y he ahí el mayor problema por el que esta Marvel sufra tanto. No la coherencia del Universo Marvel; sino que la habilidad de contarse bien, que se perdió con Shooter sinceramente.
Pero tu no te das cuenta de que al final volvemos a lo mismo, que no te gustan esos cómics y que eso no tiene nada que ver con la continuidad? Cuando Liefeld empezó a llenar de mamarrachos los Nuevos Mutantes dejé de leer la serie, pero no fue porque rompiera la continuidad ni nada parecido, simplemente introdujo un elemento disruptor -EL PUTO CABLE- que transformó a los personajes por completo. Usando la excusa de que la Patrulla X estaba muerta y ellos completamente desamparados, los llevó por un camino completamente autodestructivo que culminó con ellos convertidos en un circo paramilitar. ¿Se cargó la continuidad? No. ¿Es una mierda de tebeo? Sí.
Cuando yo hablo de un contrato con el lector me estoy refiriendo a que el autor le promete al lector que los personajes van a actuar como si fueran seres vivos y no van a cambiar de comportamiento según a él le venga en gana. Es tan simple como que si Ewing me muestra a un Bobby DaCosta adulto y responsable, no tiene sentido que luego venga Brisson y me ponga a un Bobby rejuvenecido y actuando como si tuviera 12 años. Claro, mañana podrían contarte que Bobby después de Usavengers se cruzó con Alpha el mutante y lo rejuveneció o yo que sé, pero sabemos que en la era Quesada esas explicaciones no se van a dar porque no les sale de las narices. Pero en tiempos de Quesada, aunque no te gustara el cambio y no te molestaras en leerte el cómic, esas cosas te las explicaban. Se molestaban en limpiar sus propios desastres, y mira, me parece una actitud bastante más profesional.
El mayor valor que tenía Marvel Comics era el universo compartido y coherente que le hacía creer al lector que cuarenta años después seguía leyendo la misma historia, con Quesada eso se lo han cargado del todo por sistema. Ya no hablamos de casos puntuales ni de nada parecido, desde el primer año de Marvel Knights Quesada decidió que le importaba un cuerno la historia de los personajes, cada guionista ahora era libre para reinterpretarlos a su gusto. Y eso no tiene nada que ver con lo que me interese lo que me cuente, porque te aseguro que la mayor parte de lo producido por Lobdell y Nicieza en X-Men no me interesó ni lo más mínimo.
¿Dejaste de leer? Y eso con etapas tan distinguidas como la de Liefeld, Lobdell y Nicieza, que tienen tan pocos detractores como el resto de trabajos que Marvel produjo en los ’90.
No sé hace cuantos comentarios ya, escribí que el público que Quesada tenía enfrente no podía permitirse la saga de Marvel al completo. No haciendo la coherencia del universo algo innecesario, pero sí dejándola atrás en la lista de prioridades así como Harras dejó de tener a Claremont como prioridad cuando era editor mutante. El EiC perfecto no habría cometido estos errores, pero Harras y Quesada están lejos de eso. Y si vamos a seguir con que Harras mantiene la coherencia, vamos a seguir estando en desacuerdo porque las historias no me gustan, no porque exista un consenso casi histórico alrededor de ellas y esencialmente hayan cambiado al completo como un cómic de superhéroes es percibido por la audiencia obligando a ciertos cambios en toda la industria.
Y si esto se tratara solo de Quesada, por dios, obviamente, ese hombre no tiene ni idea. Pero Harras menos.
Me las leí años después, pero en aquellos años la economía no estaba para fiestas y no iba a seguir comprando un cómic que me deprimía todos los meses.
Es como Scott Snyder, vender vende, pero escribir ya no se le da tan bien…
Volviendo a Curt, Ordway ha contado que DC le mantuvo el contrato y el seguro médico hasta 1993, año en el que Swan, mal aconsejado, se marchó. En 1995 no tenía trabajo ni seguro médico, Dan Jurgens coincidió con él en una convención y supo su situación. Fueron a comer y comprobó lo noqueado que estaba por no haber seguido con Superman. A renglón seguido, Jurgens habló con Ordway y convencieron a DC para que Swan volviera a ser contratado y tuviera seguro. Así fue y cuando Swan falleció, era «empleado» de DC. Sus últimos trabajos corresponden a ese período.
No lo sabía y me alegro un huevazo. Tristemente lo único que salva a los profesionales del cómic del olvido suele ser el que alguien de arriba sea fan de ellos.