En 1940 tanto Charles Clarence Beck como William «Bill» Lee Parker más o menos contaban con la misma edad, unos treinta años. Beck era del mismo estado que el Capitán Billy (Minesota) y se había criado leyendo su Whiz Bang, mientras que Bill Parker venía de New Jersey y, aunque su trayectoria profesional se había centrado en el periodismo, dos años antes se había unido a Fawcett para editar revistas de cine, misterio y demás, y así le pilló en 1939 la proposición por parte de su jefe Ralph Daigh de encargarse de la nueva división de cómics y crear todos sus personajes.
Y es que a pesar de lo que dijera Roscoe Kent Fawcett, el creador de todos los personajes de la nueva Whiz Comics fue el propio Bill Parker, encargándose del aspecto gráfico prácticamente en su totalidad el propio CC Beck. Parker crearía al Capitán Marvel en un principio bajo el nombre de Capitán Thunder, siendo más cercano a Doc Savage que a Superman, ya que en vez de tener los poderes de seis héroes mitológicos lo que hacía era liderar a seis tipos con un poder distinto cada uno, pero Daigh no acababa de ver el cómic como una historia de grupo -Whiz Comics era una antología con seis o siete héroes, no tenía sentido añadirle ocho más en una tira de trece páginas- y Parker decidió combinarlos todos en un solo personaje al que rebautizó como Capitán Marvel, entregándole el concepto a Beck para que diseñara su aspecto gráfico. Sin pensar en absoluto en Superman, Parker le indicó que el personaje debía una capa un tanto peculiar «de aspecto hessiano» y un emblema en forma de trueno en el pecho, con lo que el personaje de Beck rehuía todo parecido con Superman más allá de que era superfuerte, tenía capa y en vez de tener la capa roja su uniforme era el rojo (y antes de que lo diga alguien no, Superman en aquel momento solo saltaba, mientras que el Capitán Marvel volaba). Y sí, los dos levantaban el mismo coche en la portada de su primera aparición, pero en el caso de Marvel lo lanzaba contra una pared y que narices, puede que la identidad secreta de Superman fuera un periodista, ¡pero la del Capitán Marvel era un niño periodista que trabajaba en la radio y no en un periódico! ¡No había confusión posible entre los dos héroes!
Pero todo esto daba igual, porque si Superman había sido un exito fulgurante, el Capitán Marvel lo iba a ser más, porque en un año ya había alcanzado tanto éxito como para tener su propio serial cinematográfico, su propia serie -Captain Marvel Adventures, siendo el primer número realizado por los mismísimos Joe Simon y Jack Kirby- y sus creadores empezaron a ganar mucho dinero, llegando Beck a cobrar 50 dólares por página; teniendo en cuenta que estamos hablando de 68 páginas al mes y calculando la inflación a través de Google, me sale que Beck se estaba metiendo al bolsillo cada mes unos 61000 dólares. Y todo esto con la Segunda Guerra Mundial en marcha y con la mayor parte de autores siendo llamados a filas, crisis del papel, etcétera, por no hablar de que en aquellos tiempos se daba lo que se llamaba el «método Fawcett»…
El método Fawcett no tenía mucha mística, simplemente era una cadena de montaje. Y es que si el primer año del Capitán había sido dibujado exclusivamente por Beck, el éxito fulgurante del personaje y la demanda provocaron que se hiciera primero con un ayudante -Pete Constanza- y más tarde y con Shazam en la cresta de la ola, llegara a consolidar una cadena de montaje en la que uno abocetaba, el cómic se rotulaba a lápiz, luego se perfilaba el personaje del Capitán -esto lo podía hacer Beck o tres o cuatro de sus ayudantes- mientras el resto de dibujantes se encargaban de los demás personajes -teniendo cada personaje un dibujante que siempre solía ser el mismo- y, en palabras del propio Beck, «los fondos ya los hacía cualquiera». Pero la cosa no acabó ahí y terminó degenerando hasta tal punto que Beck empezó a funcionar más como un editor artístico -aprobando cada página- y menos como dibujante, limitándose a corregir alguna que otra cabeza según lo viera necesario y siempre como último recurso.
Y mientras los Kirby, Siegel y Shuster y toda esa generación de autores acababan en el ejército con mayor o menor fortuna, Bill Parker también se veía imbuido por el espíritu del Capitán Billy y se unía a filas, siendo destinado a la guerra del Pacífico y llegando a alcanzar el rango de Mayor. Sin embargo, al volver de la guerra no parece estar nada interesado en volver a los cómics, a pesar de que en aquel momento todavía era el creador de la mayor parte de los personajes de la editorial. Parker tomaría un puesto de editor en Today’s Woman para acabar en la antigua Modern Mechanics and Inventions (por entonces ya rebautizada como Mechanix Illustrated) hasta su temprano fallecimiento en 1963 con solo 51 años. Mientras tanto, el Capitán Marvel iba a librar su propia guerra.
Porque los años cuarenta habían sido del Capitán Marvel y DC había ido viendo como sus personajes iban cayendo como pichones gracias al desinterés del público por sus publicaciones, con lo que la línea de títulos del Capitán Marvel se había convertido para entonces en el monstruo a batir mediante títulos como la propia Whiz Comics, Captain Marvel Adventures o la Marvel Family, que había introducido a personajes que acabarían con serie propia como Mary Marvel o el Capitán Marvel Jr. Visto el percal y conociendo a las criaturitas que gobernaban DC por aquellos tiempos como Jack Liebowitz o Harry Donenfeld, no era de extrañar que las similitudes entre el Capitán Marvel y Superman les dieran pie para meterle una demanda bien gorda a la Fawcett, litigio que comenzaría ya en 1941 y que se prolongaría a lo largo de toda la década simultaneamente al periodo de mayor popularidad del primero y menor repercusión del segundo; curiosamente la discusión no se resolvería hasta que DC se aseguró de tener el control total del Hombre de Acero, ya que no podemos olvidar que fue en 1947 cuando la editorial arrebató el personaje definitivamente de las manos de sus creadores.
El juicio llegó finalmente en 1951 y… Llegaba tarde. Para entonces ni Superman ni el Capitán Marvel vendían lo que en tiempos, y Fawcett Publications ya no veía su sección de cómics con tanto interés. Por su parte National -que así se llamaba DC en aquellos tiempos- no tenía otro ingreso que los cómics, por lo que se agarró al pleito como una garrapata y, cuando perdió el primer juicio, apeló con todas sus fuerzas. Fawcett se dió cuenta de que esto costaba demasiado dinero y claudicó, acordando con National una indemnización de cuatrocientos mil dólares y no volver a publicar nada del Capitán Marvel ni personajes relacionados. Ésto se tradujo finalmente en que Fawcett cerró por completo su división de cómics, vendiendo algunos personajes a la Charlton y despidiendo a CC Beck y Otto Binder, que tras la marcha de Parker se había convertido en el guionista que más historias había escrito de Capitán Marvel y que no tardaría en ponerse a trabajar para National y padecer a Mort Weisinger.
Tras una temporada en el campo de la ilustración publicitaria, Beck se retiraría a Florida y pondría un bar allí, teniendo alguna que otro intento frustrado por volver a hacer cómics. Ajeno a la debacle del Comics Code y el renacimiento del género de superhéroes, el Capitán Marvel durmió el sueño de los injustamente tratados hasta que, tras la retirada de Mort Weisinger y los inicios de la nueva era Infantino, DC decidió recuperar el personaje de Capitán Marvel y darle una serie propia, porque por lo visto los arribistas de una editorial de jipis llamada Marvel Comics habían decidido registrar el nombre de Capitán Marvel para un nuevo personaje. Pero eso ya es otra historia…
Curioso . ¿ Son cosas mias o C.C. Beck en esa foto de los 80 se parece a los personajes que dibujaba C.C. Beck en los 40 ?
Dicen que los perros se acaban pareciendo a sus amos, sucede lo mismo con los dibujantes y sus personajes ?
Hay muchos ejemplos que demuestran que así es: Trimpe, Liefeld , C.C. Beck
Supongo que dibujaba los estilismos que el mismo conocía, con lo que se los aplicaba a su persona. Yo que sé.
Hay que tener en cuenta que muchos dibujantes se usan a si mismos de modelos para las expresiones faciales, trabajando con un espejo delante.
Lógico que se parezcan a sus propios personajes.
Muy buen artículo. Me clarifica bastantes cosas que más o menos sabía, pero que no tenía concretas.
¿61000 dolares al mes? Una pasta. ¿Eso cobrarían los autores que no estaban siendo explotados malsanamente?
Sobre como le comío la tostada el Capitán Marvel a Superman me quedan muchas dudas. Que en muy poco tiempo se multiplicasen las películas del personaje es bien sabido; ¿pero el número de comics vendidos al mes de ambos se puede saber de alguna manera?
No había números de circulación, pero hay unanimidad por todas las partes. Si sumamos a todo esto la de pasta que se estaban levantando unos y otros, pues si que parece que lo estaba petando de mala manera. Luego ya llegó la posguerra y hubo bajón para todos, pero creo que el bajón lo notó más DC que Fawcett, porque DC perdió casi todas sus series.
Y estoy convencido de que los «ayudantes» de Beck no cobraban tanto ni de broma.
No. Evidentemente habría jerarquías, pero es un tratar bien a los autores que ojalá se hubiese estilado más.
¿Pero merece la pena acercarse a estos tebeos? Pregunta seria
No si no estás interesado desde un punto de vista histórico del mismo modo que te interesarían otros autores como Dan DeCarlo y toda esta «línea clara» de los años 40/50. Personalmente yo los valoro en su contexto histórico y hasta entiendo su éxito, pero sobre todo en el siguiente post ya me extiendo más sobre lo que suponía tener a CCBeck haciendo cómics con este estilo en los años 70. Que formalmente probablemente estaba mejor Captain Marvel que el Superman de Siegel y Shuster, pero la fuerza que tienen sus primeros números para mí lo hace bastante más interesante, porque al final el shazam este nacio ya de por sí bastante convencional.
Eso sí, hay una excepción interesante que es la de Captain Marvel Jr, que venía dibujado Mac Raboy y era más de la cuerda de Harold Foster; tiene historias más elaboradas y algo más interesantes porque seguramente que Otto Binder se veía más «inspirado» cuando lo escribía al no ser tan «formulaico»; y es que al ser la identidad «civil» del Capi Jr un chaval tullido tenía un aroma stanleeniano curioso, pero aun así la marca pesa y no son cómics muy recuperables, aunque igual en un futuro hago algún repaso de sus peleas con el Capitán Nazi, que a mi estos cómics de la guerra me entretienen mucho.
Y ése es el problema que se encuentra DC con Shazam y familia, que más allá de lo que hizo Ordway solo tienen lo que está haciendo Geoff Johns.
El que deberíamos leernos es el Shazam! The Monster Society of Evil de Jeff Smith a ver que tal es, que Smith suele ser bueno.
Y no olvidemos el Convergence: Shazam de Jeff Parker y Evan Shaner, que fue cortisimo pero daba gusto leerlo
https://dc.fandom.com/wiki/Convergence:_Shazam!_Vol_1
Pues oye, nos cascamos una semana temática si quieres…
No me gustó mucho el Monster Society de Smith pese a su estupendo dibujo. El Convergence de Shazam sí está bien pero la mejor historia moderna de la Familia Marvel es de Morrison en Multiverso.
Lo digo porque con estos comics destinados a niños nunca sabes que esperarte, es jna moneda al aire.
Hombre, de vez en cuando te encuentras alguna idea graciosa, pero son formulaicos a morir y con el camp subido pero sin la coña del Batman de William Dozier.
Independientemente de si merece la pena o no, que es cuestión subjetiva, el problema es que no se puede (al menos por medios legales). DC los iba a reeditar coincidiendo con la película, pero entonces alguien se dio cuenta de que estaban llenos de los estereotipos raciales propios de la época, y en lugar de poner una de esas notas introductorias que avisan de este hecho y lo ponen en contexto (como se hace desde hace años con las obras de Hergé o Tezuka, por ejemplo, o en los DVDs de los cortos animados clásicos de Disney) en DC decidieron cancelar la reedición y santas pascuas.
Digamos que he preferido no mencionar en profundidad cierto secundario de la serie ni como Beck seguía hablando de las «negro associations» que protestaron, porque M’Rabo anda por aquí y ya sabemos como se pone!
Eso es lo que están haciendo en los tomos que recopilan el Green Lantern de la Silver Age debido a que llamaban «Pieface» a Tom Kalmaku
Lo triste es que es la escena más antiracista que uno se pieda imaginar.
Después de pensarlo un poco y como no sé hasta que punto esto se puede hacer en la UE -los yanquis dicen que están libres de derechos, pero el tema del copyright por estos lares es más complicado- solo os diré que estos cómics se pueden leer online en Comic Book+ y el resto lo dejo en vuestras manos.
Y cuando decidan hacer eso en la Biblia… La nueva edición tendrá como 4000 páginas extra de «contextualización histórica».
Chistes aparte; es lamentable que algunas obras pasen por estas cortedades de mente terribles, mientras ninguno de esos hipocritas que defienden estas cosas diga nada sobre el libro que más influencia ha ejercido en la Historia y que más lleno de salvajadas está.
A mi me escandaliza más que haya gente que se tome ese libro al pie de la letra como si dos mil y pico años de civilización no nos hubieran hecho aprender nada. Es como si yo cojo la República de Platón y digo que a la mierda el contrato social, que todo lo posterior a Platón es dañino de cojones; es totalmente absurdo y nadie me tomaría en serio.
Vaya pasada la última portada de Whiz Comics.
Sobre el Capitán Marvel me llama mucho su atención la evolución de su uniforme: ¿cuándo perdió esas horribles hombreras? ¿Y el botón en el pecho? Veo además que en una de las viñetas lleva la faja en la cintura como lo dibujaba Alex Ross. De todas formas mi look favorito es el tradicional: Sin botón, hombreras ni faja. El más claro, sencillo e imbatible. El peor sin duda el de Geoff Johns/Gary Frank con la capucha , esa versión tan fea del relámpago, etc.
Me dio mucha pena que el Gran Queso Rojo se fuese de la Liga de la Justicia Internacional en tan sólo 7 números. Hubiese sido glorioso tenerlo toda la etapa junto a Beetle, Booster, Guy y compañía, guionizado por Giffen y dibujado por Adam Hugues.
El pulpo mutante ese de la última portada de Whiz es tremendo, como si los ayudantes de Beck hubieran dicho «a la mierda, si me vais a echar pienso darme un homenaje». Lo peor es que me hace preguntarme si Beck era el obstáculo para que el Capitán Marvel evolucionara, porque al final era de la escuela Weisinger de hacer cómics sencillos para niños simples. Y aun así ves todos los giros locos que le mete Binder a muchas historias y que van surgiendo ideas por detrás de la fórmula hiper rígida, y joder, es que te da rabia de no saber a dónde habrían podido llegar de atreverse a romper esas reglas.
¿Vas a mencionar en futuros artículos, aunque sea de pasada, la curiosa génesis de Marvelm… quiero decir Miracleman?
De pasada lo acabé mencionando, sí. Si de por sí era un repaso superficial a la historia del personaje sin detenerme a analizar el esquema de las historias en tiempos de Beck o saltarme algunas etapas del personaje, pues como que no me pareció que fuera el momento de ponerme a hablar de Mike Anglo.
Aunque no descarto ponerme con ello en un futuro, ya sabes que a mi estas cosas me encantan.