¿Os he dicho ya que la nueva Uncanny tras todo el berenjenal del X-Men Disassembled está bastante apañada? Rosenberg, Thompson y Brisson están revisando algunos conceptos fundamentales de la serie que necesitaban una puesta al día tras los últimos quince años, principalmente los concernientes al papel de los mutantes con respecto al resto de la sociedad. Y es que hay gente muy rebotada porque tras los Bendis, Brubaker, Fraction y demás se había equiparado a los mutantes con minorías étnicas o el movimiento LGTBI sin darse cuenta de que los mutantes solo llevan una generación o dos de existencia, y en ningún caso la extrapolación se puede hacer de una forma tan directa.
Que sí, que me hablarán de Apocalípsis, Namor y algun mutante centenario más, pero tradicionalmente los mutantes se llamaban los «Children of the Atom» por algo, porque se solia hablar de que las mutaciones habían surgido con el descubrimiento de la energía atómica. Siendo los mutantes personajes de los 60, en origen la historia nos hablaba de, como mucho, una o dos generaciones de mutantes, «gente nueva» que curiosamente aparecía a la vez que los «superhéroes», gente que había recibido los poderes por un experimento que había salido mal o porque les había picado algo radioactivo. Vamos, que los mutantes se han pasado años hablando de homosexualidad o discriminación racial sin ser exactamente eso, tradicionalmente se habló del Xavier Martin Luther King y el Magneto Malcom X, heredando la idea postGandhi de que la resistencia pasiva da hasta mejores resultados que la rebelión violenta (cosa que suele convenir bastante a las élites dominantes porque es mucho más fácil suprimir una revuelta que no va a contratacar y les deja matar a todos los periodistas, pero estoy divagando), pacifismo de boquilla porque al final los de Xavier partían bocas como los que más, pero que al marcar la línea entre matar y no matar dejaba claro que la Patrulla X eran los buenos. Pero claro, la susodicha línea con el tiempo se ha ido haciendo más borrosa, la metáfora se ha ido haciendo cada vez más forzada y la parábola mutante ha ido perdiendo gas porque, después de todo, si quieres hablar de minorías oprimidas lo que tienes que hacer es dejarte de carantoñas y hablar de ellas directamente.
La cuestión es que cuando Remender osó enfrentarse a la idea de mutante y hablar de la propia palabra como algo «sucio», hubo un sector que lo vió como señor blanco borrando minorías, porque para ellos era lo mismo ser mutante que ser gay en Rusia o kurdo en Turquía. Y lo cierto es que ser mutante no es lo mismo, porque dejando de lado que son un constructo de ficción y como tales pueden ser lo que Marvel desée, para que una minoría sea considerada como un grupo con una identidad propia tiene que crearse su propia cultura; tanto la diáspora africana en EEUU como los homosexuales tienen su propia cultura, desarrollada a lo largo de generaciones y dándo a sus miembros un sentimiento grupo conforme a su identidad. Y claro, la gracia de los mutantes era exactamente el hecho de que nadie sabía lo que era un mutante, era algo totalmente nuevo y los humanos «corrientes» tendían a rechazarlo; la clave estaba en coger el miedo adolescente al cambio y exacerbarlo, porque en vez de espinillas o pelitos en algunas partes, lo que te salían eran alas o espolones de hueso. Pero claro, a medida que fueron pasando 50 años desde la creación del grupo, resulta que nos encontramos que llevamos teniendo mutantes desde la Segunda Guerra Mundial, y eso son tres o cuatro generaciones, con lo que la novedad ya no lo es tanto y la metáfora ya no funciona del todo…
Y de ahí viene todo el fregado: para Claremont, Thomas o cualquier lector de X-Men de «primera generación», los mutantes son algo nuevo, mientras que para la generación posterior -y peor todavía la siguiente o la siguiente de más allá- empezaron en una época pretérita; pregúntale a cualquier chaval de veinte años de hoy en día si hace mucho de los 80, te dirá que eso lo menos es el paleolítico, no te digo ya si le hablas de la Segunda Guerra Mundial. Y claro, para ellos un mutante tiene las mismas posibilidades de haberse creado su propia cultura en los túneles morlock que los gays de Stonewall, obviando el hecho de que la cultura de estos últimos ha existido desde que la humanidad es humanidad. La cuestión es, ¿tiene sentido hablar de los mutantes como metáfora de minorías oprimidas, en vez de hablar de esas minorías en concreto? ¿Que sentido tiene a estas alturas hacer un «gazpacho de opresión» en una sola cultura ficticia? Teniendo en cuenta los cambios de autores y editores, eso iba a acabar mal por narices, porque no es lo mismo lo que le pasa un kurdo en Turquía que un millonario bisexual en Japón, y claro, por pelotas la óptica de los lectores variará y provocará más casos «hobo piss» (entendiendo hobo piss como la reacción visceral de Rick Remender cuando un grupo de tuiteros se lió a insultarlo porque no compartían su visión sobre los mutantes). Así que digo yo que ya es hora de que empecemos a darnos cuenta de que los mutantes son otra cosa, que no pueden ser un «todo indefinido» de opresión…
Pero claro, ahora mismo estamos bien jodidos. De entrada, la base del conflicto Xavier/Magneto estaba en que Magneto se percibía como algo externo a la humanidad y que veía un entendimiento imposible con ella, mientras que Xavier considera a los mutantes como parte de la humanidad y cree que ambos pueden convivir en paz. Magneto quería conquistar el mundo para conseguir la supervivencia de los mutantes, Xavier buscaba el que los mutantes se integraran en la sociedad; ¿entendéis cómo la idea de una «cultura mutante» nacía ya un tanto tocada desde un principio? Xavier, repito, en el fondo estaba diciendo que los mutantes eran humanos, y entrenaba a chavalillos para que dominaran sus poderes y luego vivieran su vida como «humanos corrientes» -aunque luego la mayoría optara por vestirse de licra amarilla para salvar el mundo y pocos volvieran a su vida «normal»- y es ese sueño de integración de humanos y mutantes el que se pega de morros con la idea de «cultura» mutante», que eso es más de Magneto. Llevamos quince años de mutantes poniéndose de los nervios porque no nacen más mutantes -que según el concepto de Xavier se la debería soplar- y una generación de lectores ha crecido creyendo eso a pies juntillas, en el «pueblo mutante», en la «nación mutante», en la identidad mutante. Y ahora es muy complicado volver atrás, sobre todo si tenemos en cuenta que vivimos en una sociedad bastante más polarizada que hace veinte años; si en su día el lector veía como algo «normal y no político» el que el gobierno de EEUU montara un acta de registro mutante o les echara los centinelas encima cada dos por tres, hoy en día un sector de orangutanes descerebrados se cabrearía muchísimo «bicosmahguvment». Y la Patrulla X no puede permitirse el lujo de no ser política, porque siempre ha sido política, un canto a la tolerancia y al respeto mutuo; el problema es que durante años ha estado siendo escrita por tarados que no han tenido la cabeza suficiente para ver lo que realmente estaban haciendo, proclamando a Cíclope dictador de un estado soberano, convirtiéndolo en una especie de revolucionario que no revolucionaba nada… El mensaje se diluía por completo entre tanto grito, tanta explosión y tanto número uno, con lo que ahora, cuando parece que Rosenberg, Thompson y Brisson tratan de limpiar la casa y arreglar a Cíclope, hay un sector de los lectores que les van a echar a los perros hagan lo que hagan.
Y no, lo siento, Cyclops was wrong. Cíclope se equivocaba, porque al final el sueño de Xavier no consiste en encerrar a todos los mutantes en un ghetto, en una nación soberana dirigida por Jean Grey ni nada parecido, el sueño de Xavier consiste en que humanos y mutantes convivan en paz. Se busca la integración, y por eso el X-Men The End de Claremont ponía como culminación -parcial- del sueño el que Kitty Pryde fuera presidenta del gobierno; insisto, no podemos pensar que los mutantes «son» negros, judios, homosexuales, nativos americanos o inmigrantes en general, porque son un «gazpacho de opresión» que como tal mezcla rasgos de minorías cuyas necesidades son muy distintas entre sí; un enfermo de SIDA no busca una cultura propia, busca curarse, busca vivir y que no lo discriminen social o laboralmente. Y los mutantes a ratos son enfermos de SIDA, a ratos son gitanos y a ratos son el niño gordo friki que soñaba con vaciar dos uzis en clase porque le trataban mal (porque Rojo Omega también es un mutante con sus propias necesidades, oye).
Teniendo en cuenta que Marvel Studios está a días de empezar a desarrollar la integración de los mutantes en el MCU, más le vale a Marvel Comics espabilar y empezar a consolidar una idea clara de lo que son los mutantes en 2019 antes de que el estudio de Kevin Feige vuelva a dictarles el camino a seguir; pase lo que pase Marvel va a tener a mucha gente cabreada en contra porque son muchas formas de ver a los mutantes y muchas de ellas son totalmente excluyentes unas de otras, con lo que lo más polémico de la nueva película de X-Men no va a ser el actor que sustituya a Hugh Jackman, si no exactamente lo mismo que nos está pasando ahora mismo con los tebeos de la Patrulla X: que todavía hay tarados que creen que Cíclope tenía razón.
Y un cuerno.
Los mutantes están en un agujero negro del que no se si podrán salir. Nunca podrán suplantar a la humanidad , nunca podrán vivir en paz y su metáfora es más rancia cuantos más mutantes superpoderosos y malvados aparecen.
Son los únicos “héroes” que cimentan su identidad en sus poderes , todos los demás dejan claro que sus poderes son una herramienta pero que lo que les hace héroes es su actitud.
Tienen personajes geniales pero el concepto de pueblo mutante tiene que morir o matará a toda la franquicia. Y además todas las “utopías” mutantes terminan en dictaduras controladas por los mutantes más poderosos.
Que esa es otra, en Dissasambled X-man dice una cosa muy cierta , los mutantes normales normales están cagaditos ante los omegas, temen su poder porque no lo pueden controlar , lo cual hace a todos los mutantes iguales que los humanos.
En fin, un desastre
Pero eso que comentas de mutantes asustados de los omegas es una idea interesante, es lo bueno de esta nueva etapa, que están dándole vueltas de tuerca a la idea de mutante y no se están limitando a repetir lo de siempre; ¿cómo carajo no va a tener miedo un mutante capaz de saltar ocho metros de otro mutante que es capaz de reordenar la realidad?
Ahí está el truco , por esa regla de 3 como no va a tener miedo un humano normal a un mutante que lanza rayos de energía por los ojos . Destruye la metáfora porque muestra que al final no son diferentes de los humanos por lo que toda su cruzada es en balde.
Aunque crearán su sociedad mutante aquellos que no encajarán con un nivel de poder medio serían tan temidos y odiados como pos X-Men.
Y eso funciona precisamente porque entra de la lógica del desarrollo del conflicto; de hecho la idea original de los Neo iba precisamente por ahi, aunque el resultado final fuera tan lamentable.
¿Mike Carey no intentó más o menos recuperar esa idea de los Neo con sus Children of the Vault? (ni recuerdo cómo se tradujeron, si como Hijos de la Cripta, de la Bóveda o qué).
Vaya, un grupo de superseres que aparecían de repente pero que «siempre habían estado ahí», que se consideraban «el verdadero futuro evolutivo de la humanidad» y que miraban a los mutantes por encima del hombro como poco más que unos prototipos que se daban demasiada importancia a sí mismos.
Una forma muy «shonen manga» XDD de darle vidilla a la Patrullosa (lo de introducir otro grupo teóricamente superior a los protas y muy chulillo para que los héroes «se pongan las pilas» y no se duerman en los laureles); pero vaya, rompían al menos el estancamiento de humanos vs mutantes en que se había quedado la cosa.
O al menos, así lo recuerdo (también recuerdo que los Children esos, aunque los consideré mejor escritos que los de Claremont, al final me parecieron una simple versión gótica de los Neo ¿me pierden mis prejuicios?).
Lo que desde luego no es que no recuerde, es que no me enteré porque no llegué a leer el final, al igual que con los Neo, fue en qué narices acabó aquello. Los detalles, digo. Ya sé que acabó en agua de borrajas, como suele decirse, pero vaya: la curiosidad… Porque mira que la idea de otra especie terrestre que «deje atrás» a los mutantes es increíblemente seductora para volver del revés al mundillo mutante (y por extensión todo el universo Marvel), pero parece que los únicos que creen en ello son los guionistas que los escriben y nadie más.
Joer, es que a veces en Marvel parece esto como los emperadores romanos, que siempre decían que los anteriores eran dioses o el puto demonio, no había termino medio. Y claro, los Children of the Vault, los Neo y yo que sé que más son el ejemplo típico de serie de X-Men que existió pero que ahora todo el mundo parece ignorar, igual que le pasó en su día al Xtreme X-Men de Claremont o el Uncanny de Casey -porque solo existió el New X-Men de Morrison, por supuestísimo- o más recientemente los X-Men de Soulé y la resurrección de Charles Xavier, que Rosenberg borró de un plumazo y ya nadie quiere hablar de que ahora mismo Xavier está dando vueltas por ahi con una personalidad un tanto retorcida y con el cuerpo de Fantomex.
Que cojones, todo lo de Inhumanity venía a ser exactamente más de lo mismo, otra especie que iba a dejar obsoletos a los mutantes, pero entre el tufo «corporativo» que llevaba toda la maniobra y que se fue al cuerno por la compra de Fox, pues como que con la tontería Marvel ya lleva como tres o cuatro intentos de «raza superior a los mutantes» que han salido mal y de los que nadie quiere volver a hablar.
Y se quejaban de que la patrulla de los 80 era liosa…
Bueno, los Uncanny X-Men de Casey diría que no es que fuera un caso de que al terminar su etapa, se le ninguneara, sino que directamente cuando se publicaba en USA lo recuerdo como algo que ya recibió bastantes críticas por parte de los fans, por cosas como lo de Stacy-X y el «rancho X».
Vamos, que había gente que ya deseaba que su etapa no existiera antes incluso de que acabara (lo de X-Treme de Claremont y los New X de Morrison duraron más, sí tuvieron mayor aprecio público; lo de Casey parecía ser al final «el patito feo» del trío).
Hasta que llegó Chuck Austen y logró desatar mayores iras que Casey… («otros vendrán que bueno me harán» y tal…). Pero eso ya es otra historia.
La verdad, diría que el mayor problema de los mutantes desde finales de los 80 (sí, ya desde entonces) siempre ha sido el exceso de series X.
Hay etapas geniales en las series derivadas, pero siempre dependiendo de la pericia de los autores, porque lo que son los mutantes de por sí, cuando resultaron impactantes de verdad y la serie de culto de Marvel fue cuando eran una sola serie a principios de los 80. Con la cantidad de spin-offs en forma de series mensuales, tengo la sensación de que el concepto se diluyó un montón. Lo mismo que con los Vengatas, ojo.
La paradoja es que solo gracias a tener múltiples series pueden surgir etapas más «experimentales» (y por tanto, refrescantes) como la Fuerza X de Milligan y Allred, o el Excalibur de Davis (que sí, que la empezó con Claremont y este la continuó en solitario un rato, pero Davis la pulió e hizo brillar como nunca). Pero luego el resto, por bien hecho que esté, da la sensación de que está para «rellenar», para mantener un mínimo de títulos mensuales. Y así es difícil que haya una sensación de solidez, ya no digamos evolución. Digo yo.
El norte se perdió cuando se pasó de dos guionistas controlando cuatro o cinco series (Uncanny X-Men, X-Factor, New Mutants, Excalibur, Wolverine) a que empezaran a meterse terceros a descolocarlo todo. Claremont no aguantaba el ritmo de dos series teniendo obligatoriamente que escribir quincenalmente Uncanny cada dos por tres, y así es como la cosa se fue al cuerno por un editor que no era consciente del problema que podía dar esto a largo plazo.
Y cuando hablo de ninguneos no hablo tanto de odios del público como de editores que pasan totalmente de lo que se cuenta en esa serie y permiten que otros autores la contradigan sin ninguna consecuencia; el ejemplo más claro está en como Morrison prescindió de los X-Corps y toda esa mandanga y cuando quiso meter personajes de otra serie de X-Men metió a Sage y Bishop de Xtreme X-Men. Que a la vez el ninguneo en ocasiones también viene bastante bien, porque como bien comentas X-Force de Milligan/Allred en un principio fue ninguneada pero con el tiempo ha sido reivindicada y hasta Doop ha aparecido en el Wolverine & The X-Men de Aaron.
¿No se supone que al final esos son los Eternos para todos en la Tierra?. Una raza tan evolucionada que ya cuentan como dioses. Supongo que harán algo por el estilo cuando Marvel haga una película con ellos (que por lo que escuche ya tienen planes).
Entonces los Desviantes también deberían estar en la pelea, que ya se sabe que en la Tierra supuestamente ganaron los humanos mientras que con los Skrulls ganaron los desviantes.
Y entonces me pongo a echar cuentas y me salen Eternos, Desviantes, Humanos, Mutantes, los Neo, Children of the Vault, Inhumanos y ya que estamos los vampiros. Genial. No sé, creo que con el concepto de mutantes más poderosos asustando a otros mutantes más «corrientes» ya nos vale.
Lo de la evolución del Universo X es una de las cosas, sociológicamente hablando, más curiosas de la ficción de las últimas décadas.
Como al final, fue una sopa ideológica en donde cada uno ha cogido lo que más le interesaba o más se adecuaba a sus propios intereses, para luego convertirse en un fanático de esa versión. Sin preocuparse, de por lo menos enterarse de que existen otras versiones.
Es un comportamiento muy repetido, me adscribo a un movimiento y/o cultura; pero solo de lo que me conviene, del resto hago como que no me entero.
Yo es que creo es que gran parte del problema está en que hoy en día los guionistas no se mantienen en la serie más de un año o dos y Marvel tiene el impulso de relanzar las series con una dirección distinta a cada cambio del equipo creativo, y eso en el caso de los mutantes viene a traducirse en «otra metáfora de grupo oprimido» porque es lo que dices tu, cada uno se queda con lo que quiere. Se supone que el trabajo de los editores debería ser el de mantener el rumbo, pero a la vez vemos que todos los editores que no son Brevoort cambian más que los precios un mes antes del Black Friday.
El gran problema de crear una historia es ese, lo fácil es hacer “otra metáfora de grupo oprimido” que permite practicamente cualquier cosa y te da infulas de historia trascendental aunque más veces vista que el jueves.
No hay historias a largo plazo ni dirección hacia donde ir.
Pero encima hay un prototipo de receptor del producto se ha convertido en un adicto que solo quiere eso.
Jorobados estamos.
Pero el problema inherente es que en los cómics de súpers nunca ha habido intención de «historias a largo plazo ni dirección» ¿no? Solo mantener los títulos el tiempo que vendan. Sí, Claremont lo intentó en los 80, pero ¿esa intención no estaba condenada desde el principio, desde el momento en que tus historias forman parte de un tapiz más grande (que puede ser el universo Marvel como el de DC), cuyos elementos se retroalimentan constantemente, provocando que no puedas tener control absoluto de «tus» personajes desde el principio (ya que no son tuyos, son de la editorial, he ahí el dilema)?
Madre, qué pregunta más larga me ha salido XD.
La intención de la última década de historias pensadas con un plazo de cinco años (las idas de olla que se montaba Bendis con el universo Marvel y tal) quizá sea la solución «menos mala». Otra cosa es que esas historias tiendan a girar generalmente en torno a un solo guionista estrella (o esa sensación tengo) y el resto parezcan sentirse constreñidos. Y que cuando se acabe esa etapa los sustitutos tiendan a desmontar lo que les da la gana… pero ese problema siempre lo ha habido en las series de cómics, sobre todo los de súpers.
Otra cosa es que al no tratarse de una sola serie, sino una línea entera de series, las expectativas y las posteriores decepciones por el «tanto bombo para nada» sean mayores.
Yo suelo decir que lo que me atrajó del género en un principio era el mundo en el que vivían los personajes, que era consistente, que era sólido, que parecía «real». Quería entender esos personajes, ver por qué eran así o directamente como había empezado todo, y eso no podría haberme pasado con -por poner el ejemplo de siempre- el Superman de Weisinger, que era completamente estático y sin apenas continuidad. Cuando Stan Lee se pasa 6 o 7 años escribiendo en mayor o menor medida casi todas las series de la editorial, consolida lo que conocemos hoy en día como universo de superhéroes, y en el fondo los quince años de Claremont en X-Men son una evolución de esa idea; Lee cuenta historias que aparentemente son autoconclusivas, pero el Doctor Muerte recuerda y cambia según se va enfrentando a los 4 Fantásticos, mientras que Claremont hace que los personajes vayan de un punto A a un punto D pasando por un B y un C y a lo largo de meses. Si el concepto iba a fallar desde un principio -que no te digo que no, «es el mercado amigo» y esas cosas- todo el experimento del universo de superhéroes que se montó Stan Lee iba a tener el mismo resultado.
Pero que nos quiten lo bailao oye, que esos tebeos siguen ahi y cualquiera puede leerlos venga de la generación que venga.
Y antes de que alguien me malinterprete, sí, se siguen haciendo buenos tebeos de superhéroes. Pero ni Marvel ni DC tienen un universo compartido tan bien engrasado y coordinado como llegaron a tenerlo en los 80.
Hombre. Pues sí.
Precisamente que Claremont pudiese estar 14 años seguidos fue lo que convirtio a X-Men en la serie que trascendia el género.
Y precisamente por eso, es a X-Men a quien se le echa en cara la perdida de ese caracter.
Que otras series también tuvieron animo de superar las limitaciones de una grapa/una historia y a ver si seguimos publicando el mes que viene. Pero ninguna como X-Men.
Igual ese es su principal lastre a día de hoy. No se puede echar de menos lo que no se tuvo jamás.
Aprovechando el contubernio…
¿El rollo de los Omega surgió con la pelicula de los X-men para justificar el subidon de poderes de Jean Grey sin meter pajaros cósmicos en el medio, o ya había salido en los cómics?
En una exposición de figuras tochas de la Marvel; delante de una Fenix clásica con el halo del Fenix detrás totalmente definido, una chica soltó: «Es tan poderosa porque es una mutante de nivel Omega»
Nueva generación de «entendidos por lo que ven en las películas» Me aguanté las ganas de decir nada.
Al lío, que lo de los mutantes Omega no fue más que el apaño de las películas y se incorporó al cómic, o había algo que lo sustentase anteriormente en el medio impreso.
Lo de los omega empezó con Nimrod cazando a Rachel allá por los tiempos de Claremont y Romita Jr, pero a priori era precisamente para definir a alguien con poderes al nivel de Fénix. Con los años se olvidó el término y surgieron otros como los Doce, los Neo y tal, pero creo que fue en tiempos de Morrison cuando se recuperó lo de los Omegas para referirse a Quentin Quire, Franklin Richards y demás, aunque cito de memoria y no pondría la mano en el fuego.
Pero estoy convencido de que lo de los omega empezó a mediados de los ochenta con Nimrod, eso fijo.
Vale. Gracias por la contestación.
Me parece, que fue un concepto no desarrollado, y que nunca se molestaron en explicar razonadamente. Pero que lo sueltas y con eso te ahorras explicar cosas en la historia.
Yo creo que era más para decir que los centinelas tenían un sistema de clasificación de mutantes que algo que debiera usar la gente «normal», pero la gente se flipó y…
Y que habrías podido decir, si tu mismo reconoces que no sabes de donde viene el término? Dices de la «nueva generación de entendidos» y realmente tu te sentiste tentado de corregirla pese a que no sabías realmente si llevaba razón…
¿Acaso no es eso precisamente ser un enteradillo?¿Corregir a alguien por algo que crees saber de oídas pero de lo que no estás seguro? (y que de hecho al final no es como tú pensabas).
El término de mutante omega viene de muuuuucho antes de las películas, se usó ya en los 80 por el propio Claremont, y si, claro que se popularizó por las películas (como todo) pero es muy anterior.
Cyclops has been wrong all his fucking life
Es como el Capitán América pero MAL!
Lo que necesita Marvel son arquitectos pero de verdad. Gente que le construya la estructura de un Universo que delimite a los guionistas. El tema es que cada mes que pasa el pretender que la Tierra Marvel es igualica que la ntra. deja de sostenerse con tanto inventazo, tanta especie nueva, tanta visita alienígena, tanta década con superhéroes. Uno ya no se lo puede creer, al menos alguien que lleve leyendo más de 5 años. Mantener un equilibrio entre Continuidad, lógica y ntra. realidad está matando al Universo Marvel.
Pero… Pero… ¿Entonces las reuniones anuales de editores y guionistas para que son, para sacarse fotos para el twitter?
(Risas enlatadas)
En tiempos eran para que Bendis soltara el crossover que tocaba ese año y todos se plegaran a sus planes. Hoy en día supongo que todos dicen los planes que tienen hasta que Brevoort señala a un guionista y le dice ERES EL ELEGIDO, TU HISTORIA SERÁ EL CROSSOVER! Y con eso ya está completa la papeleta 😛
El problema de los XMen es que no ha vuelto ningún Claremont, ningún Demiurgo que controle todo y sienta enorme cariño por sus personajes. Nadie ha vuelto a crear nada con los mutantes que perdure realmente. TODOS acaban tarde o temprano a revisitar lo que hizo CC: Que si Fenix, que si los Shiar, que si Magneto bueno/Magneto malo, Gensoha, etc.
Como ya habéis dicho algunos deberían reducir a una sola serie y dejar a un guionista a su aire como dejaron a Claremon en los 80, pero en la megacorporación que es hoy Marvel eso es imposible.
Es que no solo es tener «un Claremont» -que de por sí bastante difícil es- es también tener un editor que pelée junto a el por las historias que están tratando de contar. No vale de nada contratar a un Grant Morrison durante dos o tres años y echarse a dormir, porque así es lo que te pasa con New X-Men que terminó siendo una historia completamente cerrada, con lo que sus sucesores ni siquiera supieron por donde tirar hasta House of M.
Exacto, el tema son los editores. Hace años que ningún guionista en Marvel y DC escribe lo que quiere. Ahora las historias sescriben darriba a abajo. Un ejecutivo piensa algo y se lo pasa al jefe editorial, que lo engorda interpretando los deseos de su jefe antes de pasarlo al editor que toque, que lo engorda interpretando los deseos de su jefe antes de dárselo a un guionista para que lo convierta en un relato que los habituales puedan tragar.
Y así salen origenes tergiversados como el de Life of Captain Marvel, que sin tener mucho que ver con el original salió por encargo de alguien que oyó campanas y se quedó sordo.
Diría que Brian Bendis y Tom King sí escriben lo que les da la gana…
Y cuando les da la gana, ni escriben. Al último número de Batman me remito, madre mía…
Creo que lo mejor que les pudo pasar a personajes como Kaos o Pícara fue recabar en los Uncanny Avengers de Remender y Duggan. Cambiaron de aires, volvierona ser importantes, eran «muties» pero héroes Marvel a la vez. Mucho mejor que dejarlos pudrirse en el miasma de series mutantes.
Pícara ahora mismo está aguantando una serie propia con Gambito, lo cual no está nada mal porque pocos personajes que no son Lobezno han aguantado su propio spinoff.
Porque, a ver, la gente la compra por Pícara, ¿no? Quiero decir, nadie la compraría por el petardo de Gambito. Digo yo.
Más que aguantando esta malviviendo en ella, que ha pasado de ser un pilar vengador a estar en una serie de segunda que cancelan pasado mañana.
No infravalores una serie de Kelly Thompson…
(Hablo a nivel de calidad claro, que ya os veo venirme con la cancelación de WCA!)
Valiente porquería es WCA Por supuesto Pícars estaba mejor de líde de los Vengadores (En cuya serie nació como personaje) que arrastrándose compartiendo cabecera con como has dicho, el petardo de Remy.
¿Por qué te parece una porquería?
No me gusta la serie, me parece aburrida y lo peor, pretendidamente graciosa. No hay nada peor que querer ser gracioso sin serlo. Por supuesto su peor pecado lo tiene en el nombre. Está en las antípodas dd lo que debería ser una serie de los Vengadores y el line up es muuuuuy cutre. Por supuesto los viejos Costa Oeste barren el suelo con estos: Serie mensual de ciento y pico números, 6 annuals y una serie limitada vs 10 míseros comics de los que nadie jamás se acordará. Pero es lo que pasa cuando prescindes de Iron Man ,Spiderwoman o Wonder Man para meter a Gwenpool y los otros cutrepwrsonajes. Pobre Clint, siempre acaba en los peores spin off.
Hombre, si esas son tus pegas te digo que la serie de Picara y Gambito no tiene nada de eso. Venga, un día de estos la reseño y me extiendo con sus virtudes, que merece la pena tratar el tema.