Como lo prometido es deuda (menos si te llamas Diógenes) aquí esta mi humilde crónica del regreso del Salón del Cómic de Santa Cruz de Tenerife tras década y pico de ausencia. Un evento que de momento ha conseguido superar las expectativas que tenia depositadas en el, tanto por parte de la organización, que se lo han currado (aunque hay cosas que pulir), como por parte del publico, que al menos en esta primera jornada han llenado el recinto hasta la bandera. Y un inicio que no podría haber sido mas grande ya que he tenido la oportunidad de conocer y charlar brevemente con otro de mis autores favoritos, Don David Lloyd. Así que sin mas preámbulos vamos a por ese pequeño vistazo a los que nos ofrece el Salón.
El comienzo debo admitir que no fue del todo agradable ya que me retrase mas de la cuenta y me perdí las primeras horas de la inauguración del evento ya que no supe orientarme adecuadamente y acabe agarrándome (literalmente) al autobús equivocado. Todo ello provoco que para cuando conseguí localizar el recinto aquello ya estaba repleto de gente y el numero que me toco para la sesión de firmas que me interesaba no era precisamente de los mas bajos. Pero si algo he aprendido viviendo bajo el yugo de Diógenes es a soportar la adversidad, así que me arme de paciencia y me puse a curiosear por allí a ver que me encontraba.
Si nos centramos puramente en como esta montado el interior del Salón no hay mas que reconocer que el trabajo detrás ha debido ser arduo y agotador, pero el resultado final ha merecido la pena. Mini exposiciones repartidas por todo el lugar con multitud de posters, merchandising, muñecos, disfraces de superhéroes, una impresionante colección de aquellos primeros y feos muñecos de Star Wars (que me dieron ganas de romper el cristal y salir corriendo con los bolsillos llenos de muñecos) e incluso auténticos originales de V de Vendetta que quitaban la respiración.
También podía encontrarse uno con varios stands de librerías con la oferta habitual de cómics, merchandising y artículos de oferta e incluso un Artist Alley que debo reconocer que estaba un poco apartado, ya que se encontraba por fuera del recinto y no me entere de su existencia hasta que me marché tras finalizar la jornada (y la propia puerta de salida ya esta de por si algo escondida), señal de que convendría haber publicitado algo mejor su ubicación o incluso replanteársela, que si se va a poner algo así en el exterior (algo a lo que no había mas remedio dado el reducido espacio del interior) a lo mejor hubiese sido mejor idea colocar el Artist Alley a la entrada, donde todo el mundo lo viese al llegar, y no en la salida.
Pero tras pasear por allí un rato llego el momento de ponerse a la cola de la sesión de firmas, cola que podía tomarme con calma dado el numero que me había. tocado, tanto que creía que me marcharía de allí con las ganas de llevarme mis cómics firmados. Pero David Lloyd demostró ser todo un caballero, y armado de una paciencia y amabilidad casi infinitas aguanto mas allá de la hora programada de la finalización de la sesión de firmas para que nadie se quedase sin su firma o su dibujo.
Uno tras otro pasaron por su mesa (algo escondida en un rincón) numerosos fans que, sin animo de criticar (bueno, un poco si), parecía que de toda la obra de Lloyd solo conocían su V de Vendetta (un grandísimo cómic por otra parte). Pero finalmente me toco mi turno, pague (con el dinero de Diógenes) para pillarme el cómic digital de Aces Weekly que daba derecho a recibir un dibujo y tras el aluvión de diferentes ediciones de V de Vendetta que le llevo todo el mundo yo le plante sobre la mesa una de esas cosas raras que tanto me gustan para que me lo dedicase, en concreto el tomo de Abslom Daak: Dalek Killer. Una rareza de cómic que le saco una sonrisa a David Lloyd quien a continuación se puso a ojearlo, probablemente sorprendido de que alguien se acordase de ese cómic.
Durante un rato, que se me hizo muy corto, chapurree lo mejor que pude en mi ingles horroroso (y juraría que cada día sueno peor) sobre lo mucho que había. disfrutado con The Territory, contándome Lloyd como lo realmente importante de ese cómic era esa búsqueda de la autentica identidad de uno. Pero aquí debo reconocer que se me fue un poco la mano con todo lo que lleve (no tengo medida) y que cuando estaba terminando de firmarme todo ya se le veía algo agotado (aun me siento culpable) que no en vano había. pasado ya hace rato la hora en la que oficialmente terminaba la sesión de firmas. Pero pese a todo Lloyd cumplió con lo que había. prometido en redes sociales y termino haciéndome este bonito dibujo que aparece aquí abajo.
Tras esto, y un ultimo paseo por el salón, tuve que dar por finalizada mi primera jornada cubriendo a mi manera este regreso del Salón del Cómic de Santa Cruz de Tenerife que, aunque no es perfecto, ha tenido un comienzo de lo mas prometedor. La jornada del viernes es posible que no pueda cubrirla ya que creo que los secuaces de Diógenes están al acecho, pero que nadie ponga en duda que nada ni nadie me impedirá asistir el Sábado y el Domingo, que aun tengo dos o tres autores a los que acosar para seguir engordando la galería de arte de Brainstomping.
En todo caso te agarrarias a la guagua equivocada , je, je,je . Lo mejor para bajar y subir de Sta. Cruz a La Laguna es el tranvia , que siempre tardas lo mismo, por que el tráfico a ciertas hiras es un caos , pero es verdad que no hace parada cerca de ese recinto. Pero no dejes de visitar La Laguna antes de irte, que es Patrimonio de la Humanidad. El cartel del evento es una preciosidad
El muy desgraciado se va en avión a canarias y luego ya ves, incapaz de enterarse del autobús que tiene que coger!
David Lloyd es un gran autor. Lo conocí en el salón comic Barcelona de este año.
Le lleve v de Vendetta porque es una de mis obras favoritas de Alan Moore y David Lloyd. Va después de Watchmen.
Fue un gran momento con él.
Estoy leyendo esto con la voz de los de pantomima full.
Que sea con la voz de Alberto Casado por favor xd
Con la de los dos, pero primero Alberto.
(…)
Ya, ya, ya!
¿Le has hecho excribir a David LLoyd «Mi Rabo»?
Que grande