Tengo que reconocer que cuando se anunció Westworld pensé que era un proyecto sin mucho sentido; en aquel momento estábamos viendo como se acababa de hacer un remake de Parque Jurásico -Jurassic World- y la historia de los parques temáticos que acaban atacando a la gente parecía tremendamente gastada, con lo que no veía mucho sentido el hacerle una serie entera al hermano pobre de los dinosaurios, sobre todo teniendo en cuenta que las películas de vaqueros probablemente estén viviendo uno de sus periodos de mayor impopularidad. Pero luego salió la primera temporada y nos volvimos locos.
Nos volvimos locos porque seguramente nos habíamos olvidado de la Westworld original, que no dejaba de ser una serie sobre robots que se volvían locos y se ponían a asesinar gente -cosa que en la serie de HBO no pasa hasta final de temporada- y acabábamos de recordar todo el aspecto de crueldad contra las IAs que sí estaba presente en la película original. O mejor dicho, en su secuela original. A ver si me explico; en la película original de Michael Crichton se veía que algo no iba del todo bien en Delos, pero al final no dejábamos de hablar de un parque temático en el cual las atracciones empezaban a fallar y a cargarse gente, una especie de versión barata de Parque Jurásico en la que en vez de perseguirte un tiranosaurio te persigue un terminator interpretado por Yul Brinner -y sí, hay muchísimo de Terminator ese pistolero de negro, hay planos del androide asesino avanzando por pasillos oscuros que son idénticos en la película de Cameron. Sin embargo, creo que Joshua Nolan y Lisa Joy no han bebido tanto de la película original como de la secuela «bastarda» que salió tres años más tarde sin la participación de Crichton, Futureworld.
Pero que nadie se lleve a engaño y corra a verse Futureworld pensándose que va a encontrar una joya de la ciencia ficción setentera, una porra, si Westworld era más bien mediocre Futureworld era directamente mala. Y aun así, tenía unas cuantas ideas de ciencia ficción «de andar por casa» que igual os suenan familiares; en la película veíamos como la corporación Delos volvía a abrir el parque y, viendo la reticencia del público a visitarlo dos años después de la masacre, invitaban a unos periodistas a visitarlo de cara a promocionar la reapertura. Los periodistas, conscientes de que hay algo podrido detrás de Delos después del asesinato de uno de sus confidentes, no parecen muy dispuestos a cumplirle el gusto a la corporación, pero aprovechan la situación para buscar entrevistas entre los visitantes del parque, todos ellos gente famosa e influyente de todo el mundo. Para cuando llegan al parque todo parece ir bien y el personal técnico parece dedicar todos sus esfuerzos a que no se repita el menor incidente, pero al espectador pronto se le revela que la cosa va mucho más allá, y que están estudiando mucho más de cerca a los propios visitantes. Lo que es peor, la mayor parte del personal técnico son robots, porque los muy ceporros creen que lo de la película anterior se debió al «error humano»…
Y sí, en esta película ya se ve una de las grandes revelaciones de la temporada, Delos está estudiando a los visitantes y los está archivando. En este caso van mucho más allá, porque directamente los clonan mientras duermen, tienen una máquina de generar señores japoneses con katana y hasta otra capaz de meterse en la cabeza del personal y ver lo que sueñan. Porque esta Delos aspira a dominar el mundo y esas cosas de supervillano con mensaje ecologista incluido -los gobernantes del mundo son unos zoquetes y están destrozando el planeta, hay que pararlos- pero los guionistas ni se plantean calentarse mucho la cabeza y la cosa no va mucho más allá, y es que aunque se revela que el ejecutivo de mayor rango del parque es un robot, el científico loco a cargo de todo el complot parece ser bastante humano y que los robots ni tienen conciencia propia ni tienen nada que decir al respecto porque son máquinas al servicio del malo y en paz.
Y sin embargo, este «Doctor Schneider» de Futureworld no deja de recordarme un poco a Ford, salvando las enormes distancias entre el primero y el personaje interpretado por Anthony Hopkins. Es un personaje que oculta sus motivaciones y a ratos parece tremendamente ambiguo, pero a la vez me recuerda mucho al M.Bison de Raúl Juliá, con lo que agradecerle a la película las risas que nos podemos echar con la tontería. Y puede que Futureworld acabe desaprovechando todo el potencial de la historia que plantea en principio, pero lo que hacen precisamente Nolan y Joy es recoger la idea de la Westworld original -máquinas que matan gente- y mezclarla en su segunda temporada con la premisa de Futureworld -una corporación usa un parque temático para poder hacer copias de gente influyente-, combinándola con la premisa de que los propios androides son un jugador más en el tablero, suponiendo para el final de la segunda temporada el centro de la historia.
Sin embargo, mentiríamos si dijéramos que no hay androides autoconscientes en Futureworld; uno de los trabajadores tiene un robot con el que juega a las cartas, un secundario cómico sin rostro al que podemos ver haciendo trampas o llorando cuando descubre que su amigo tiene que irse por miedo a las represalias de Delos. Futureworld es una secuela de serie b hecha de prisa y corriendo, pero no por ello deja de abonar mucho el terreno de posibles ideas para la serie de HBO. Serie que, dicho sea de paso, a ratos no es ni mucho menos perfecta -mucho enrevesar los planes de Dolores y Ford para que la trama llegue hasta lo pedante- pero que, como ya dije al acabar la primera temporada, es un alivio tener ciencia ficción en televisión haciéndose unas preguntas que nos hacen mucha falta hacernos justo en el momento en el que parecemos estar al borde de la singularidad. Dicho esto, os dejo con los dos planos finales de Futureworld, con los buenos escapando del malo y haciendo esto:
¡Una puta joya cinematográfica, quiero la última temporada de Westworld acabe así!
Lo que me hubiera gustado que Teddy le hiciera eso a Dolores ( me refiero al dedito del final jajaja)
A su manera lo hizo, aunque se disfruta más lo del dedito porque ves la reacción del malo!
El capítulo que más me ha convencido de la temporada es precisamente el menos enrevesado, el de la historia del indio.
Pues sí, y eso que al final era más relleno que otra cosa, porque el señor indio ese lo único que hizo fue irse de excursión con el resto de los androides.
Westworld esta cayendo en el mismo pozo de arrogancia que Lost en su dia… pero a un ritmo mas rapido.
Se salva por tener temporadas más cortas y más espaciadas en el tiempo, pero el peligro está ahi, sí.
Westworld no ha condicionado su historia a la explicación final, es decir lo que pase puede gustar más o menos pero no hay un gran misterio del que dependa la serie.
(No , la escena final con William no es ningún misterio de hecho en una entrevista la autora explica los detalles de la misma para que nadie se saque interpretaciones raras )
Y eso se ha visto esta temporada, las historias de Maeve o el indio comosellame han resultado más interesantes que la de Dolores y Bernard a pesar de que eran la trama principal.
La segunda temporada me ha gustado pero un poco alargada.
Esta manía de jugar con el tiempo, funcionaba perfectamente en la primera temporada. Pero ahora llega a ser demasiado confusa.
El final con la escena poscréditos no me la esperaba y me hace dudar sobre que es real o no.