Ya he dicho por aquí en más de una ocasión que para mí Paco Roca es uno de esos autores con una bibliografía prácticamente irreprochable y con el que uno sabe que siempre acertará. Algo que he podido confirmar estas semanas con la lectura (con algo de retraso eso sí) de una de sus obras más recientes y exitosas, Los Surcos del Azar. En este comic que mezcla realidad y ficción y que me resisto a encuadrarlo dentro del “genero bélico” pese a su escenario, Roca nos cuenta es un drama tremendamente humano que nos descubre un capitulo injustamente olvidado de nuestra historia. Así que acompañemos a Paco Roca y descubramos junto a el a los héroes de la Nueve y el largo camino lleno de azares del destino que les llevo desde la España fascista a la liberación de París y al olvido.
Por suerte en tiempos recientes se ha reivindicado el lugar de estos héroes en la historia
Tras meses de investigación el autor de cómics Paco Roca cree haber encontrado en Francia al último superviviente de una mítica compañía de soldados españoles que lucharon contra el nazismo junto a los franceses y que pese a ello se convirtieron en poco más que una nota a pie de página en los libros de historia. Junto a este reconstruye la historia de unos valientes jóvenes que lucharon por defender su país del fascismo que acabo engulléndolo, un país que se vieron obligados a abandonar y que en su exilio forzado acabaron formando parte de una gran ofensiva que acabo liberando a la vecina Francia, solo para ser traicionados de nuevo y casi olvidados por la historia…
Tristemente y pese a que ayudaron a liberar Francia, no pudieron hacer lo mismo por su patria.
«Para que llamar caminos a los surcos del azar»
– Antonio Machado
De ese fragmento de uno de los «Proverbios y cantares de Campos de Castilla» de Antonio Machado toma prestado su nombre esta obra de Paco Roca, un nombre que simboliza como el azar llevó a cruzar una y otra vez los caminos de un grupo de hombres que, huyendo de un fascismo, acabaron ayudando a derrotar a otro. Pese a mostrarnos una historia real, la de la compañía formada por ex-combatientes Republicanos Españoles, relata esta historia desde la ficción, con un Paco Roca convertido en personaje de su propia historia y en la que encuentra al último superviviente de aquella compañía, Miguel Ruiz, personaje basado en el soldado tinerfeño que se cree que se llamaba realmente Miguel Campos (muchos utilizaban nombres falsos para evitar las represalias contra sus familias) y que desapareció de la faz de la tierra a finales de 1944 y nunca más se supo de él.
Realidad y ficción se entremezclan para contarnos una historia que nadie debería olvidar
Partiendo de esta premisa ficticia, y recurriendo a una herramienta narrativa bastante utilizada en este tipo de cómics bélicos (más bien anti-bélicos), la de simultanear dos tramas paralelas en las que entrevistador y superviviente de la historia reconstruyen los hechos del pasado, como ya sucedía en el Maus de Art Spiegelman, el As Enemigo: Amor de Guerra de George Pratt y tantos otros, Roca reconstruye lo mejor posible a partir del trabajo de diversos historiadores la historia de la Nueve y ese largo camino lleno de azares que les llevo de España a Francia por un camino muy largo lleno de tragedias.
Y es una formula que sigue funcionando a la perfección
La de los hombres que formaron parte de la Nueve fue una historia tremendamente trágica, ya que se vieron obligados a huir de España en 1939 para no morir a manos de los sanguinarios fascistas de Franco. Una vez en Francia, se encuentran con un país que primero no quiere aceptarlos como refugiados (de que me sonará eso) y que más tarde, tras la rendición gala ante el régimen nazi, obligaron a los refugiados españoles a escoger entre ser devueltos a España, alistarse en la Legión Extranjera o ser enviados a los campos de trabajo en Argel. Un destino este último que muchos exiliados españoles escogieron por considerar que los otros dos eran una sentencia de muerte y del que fueron liberados por los aliados. Una nueva libertad que utilizaron para alistarse a los Cuerpos Francos de África junto a los que, tras un camino lleno de sangre y más penurias, terminaron participando en la liberación de París.
Así comenzó un viaje lleno de imprevistos que les llevo a ser héroes
Una historia trágica en la que pese, a que Paco Roca no se regodea con los aspectos más descarnados de la historia y prefiere centrarse en el lado más humano de la misma, tampoco se corta un pelo a la hora de reflejar lo más duro de aquella realidad en la que los horrores de la guerra se muestran en sus viñetas con toda su crudeza, compartiendo con el lector el drama de un montón de gente cuya vida fue destruida por el fascismo. Unos momentos que se alternan con otros más “ligeros” en el presente, en los que la historia da pasó a un costumbrismo amargo que sirve de contrapeso al drama de la historia real y que no solo no lastran la historia, sino que le aportan una fluidez más que necesaria.
Y sin necesidad de recurrir al gore o a los primeros planos Paco Roca nos deja claro lo horrible que es la guerra
Porque Paco Roca no es solo un grandísimo guionista, es un autor completo que como dibujante poco tiene que envidiar a nadie. Partiendo de una estructura algo rígida que sabe cuándo romper, Roca hace gala de un dibujo detalladísimo y muy expresivo en el que se nota la extensiva labor de documentación que ha llevado a cabo y en el que quizás lo que más destaca es su uso del color. Este es un terreno en el que Roca se maneja como quiere y de cuyo talento como colorista hace gala aquí con un uso de la “iluminación” utilizando una paleta de colores con unos tonos algo apagados con los que consigue dar a su obra un aspecto casi de película antigua. Una herramienta que utiliza para diferencia los dos periodos temporales en los que transcurre la historia y en los que si nos encontramos con un pasado a todo color, el presente se nos muestra con un trazo mucho más simple, con viñetas sin enmarcar y con un sencillo coloreado en dos tonos de gris que ayudan a dar más peso a la parte “real” de la historia que nos está contando.
Pocos autores hay ahora mismo tan completos y tan todoterreno como Paco Roca
Los Surcos del Azar es una de esas lecturas imprescindibles no solo por ayudarnos a descubrir un capítulo de nuestra historia que yo al menos desconocía, sino que como comic es una obra redonda que engancha desde la primera página y que no debería faltar en la biblioteca de nadie. Una recomendación que desde aquí quiero hacer extensiva hacia toda la obra de Paco Roca, un autor que a estas alturas ya puede codearse por méritos propios con los mejores del mundo y que parece incapaz de hacer un mal comic.
Algunos cabrones sólo buscan engrandecer su bolsillo y ni para eso valen…
Que suerte tenemos de que Paco Roca pueda hacer del tirón cómics de trescientas y pico páginas y haya editoriales como Astiberri que los publiquen, que me sé yo de muchos grandes defensores del cómic que todavía tendrían al pobre Paco dibujando tebeos de polla en chocho.
Además que en la segunda guerra mundial hay episodios silenciados a tope como el Marocchinate o como se abssolvió al general SS Erich von dem Bach Zelewski por testificar en contra de sus ex-jefes, etc…
Pero volviendo al comic que se reseña,cierto, cierto afortunados somos.
Sobre todo en esta época que volvemos al ensamblaje de comics a lo bestia, hay comics USA de superheroes que tienen tantos dibujantes para cumplir lo plazos que parecen recopilatorios del personaje más que un número de serie.
Pero que conste que tú, Diogenes tienes como todos, ejem, ciertos lapsus.
¡Mira lo que me he encontrado en la web «señores que aman las LUGER en Latveria» XD XD XD
http://2.bp.blogspot.com/-HoT1Cu2D-3s/VLms25vpMJI/AAAAAAABErs/yJGfYY07grg/s1600/Muerte.jpg
Me ha hecho gracia/asombro volver a ver esa viñetaza de Kirby, que también aparece reproducida en glorioso b/n en el libro sobre el rey de Evanier acompañada de un texto que elogiaba el trabajo de entintado de Joe Sinnott: «Joe era también un trabajador dedicado. Sinnott empleó al menos dos horas para entintar sólo la pistola de la página anterior. Algunos entintadores no dedicaban ni siquiera dos horas para toda la página».
Lol! Sí, Remulo , efectivamente Joe Sinnott era todo lo contrario de Vince Colletta en el entintado.
Dissfrute la viñeta antes de que Diogenes nos lo cambie por un Ruizma 😉
Para ser justos tambien hay que reconocer que no es lo mismo tener que hacer veintitantas paginas de un comic cada mes que poder tomarte un año o mas para hacer con calma un trabajo, que no todo el mundo se puede permitir lo que hace Paco Roca. Pero si que es verdad que muchos dibujantes les sentaria mejor un ritmo de trabajo a la europea y sacar dos o tres albumes al año, o algo unico realmente tocho, pero no se yo si el mercado estadounidense aguantaria algo asi.
Si eso es una luger, los pistolones de Liefeld son AK47s!
Y pensar que yo le descubri en ese tipo de comics…
¡Tu que vas a descubrir, si estaba yo leyendo Arrugas antes de que salieras del cubo de basura!
Una gran lectura y un gran autor. Su arrugas me hizo llorar, invierno dibujante conocer situación tebeos, el resto de su obra muy buena. Es el perfecto autor para hacer películas animadas de sus obras.
Hubo gente que hizo Historia, y hubo gente que la Historia les pasó por encima. Recordarles es una obligación moral.
Paco Roca tiene una obra publicada, que ya le gustaría a muchisimos autores de éxito internacional. Basicamente cuenta la misma sensación, la nostalgia del tiempo pasado, pero siempre lo hace de una manera distinta. Es flipante. Tan flipante como que haya conseguido publicar en España. Ese logro aparte de por su mayúsculo talento, ha sido por una conjunción planetaria similar a la de unir a Kirby con Sinnott.