Chris Claremont vs X-men (II): X-men 98 (2ª parte)

Decíamos ayer que los centinelas estaban en racha cazando a todo hombre X que pillaban por en medio, y lógicamente el que Xavier estuviera de vacaciones no iba a evitar que fueran a por el:

Podían haberle puesto equipo submarino al centinela, en plan batiscafo para soportar las altas presiones del océano y todo eso…

Lo chulo de esta escena es que el barco de Peter Corbeau se llama Dejah Thoris (esto fijo que es cosa de Cockrum, que años mas tarde dejaría Uncanny para hacer la serie de John Carter), aunque también llama la atención eso de que aparezca un centinela desde el fondo del mar y se lleve a Xavier. Habría sido más normal que hubiera venido volando, pero es que el cabrón del robot prefiere despistar y pillarte por sorpresa. O eso, o Cockrum se flipaba también con Tiburón…

Hombre, en estas viñetas Cockrum dibuja a Lobezno tan desproporcionado que tampoco parece humano.

Lo siguiente ya nos situa cuatro días después, un 28 de diciembre de 1975, cuando… Un momento; ¿tenía Claremont alguna esperanza de llegar a hacer la serie en tiempo real o qué? No olvidemos que cuando sale el primer número de X-men en 1963, Claremont tenía más o menos la misma edad que los personajes, y en éste número actua como si Cíclope y Jean tuvieran veintipico largos. En fín, mejor dejarlo, que esta escena es importante y no quiero dejarme nada olvidado: Xavier, Jean, Banshee y Lobezno han sido secuestrados por Steven Lang, un fabricante de centinelas venido a menos que aun conserva un ejército de científicos locos a los que les gusta hacer chequeos médicos forzosos al primer mutante que se cruzan por ahí. Es entonces cuando uno de ellos le dice a Lang que las lecturas que reciben de Lobezno son tremendamente distintas a las del resto de mutantes, con lo que Claremont juguetea con la idea original de Len Wein de que Logan no fuera un mutante… Aunque vete a saber, porque tras años de decirse por activa y por pasiva que la idea original de Len Wein era que Lobezno era un Glotón mutado por el Alto Evolucionador, desde que cobró los royalties de Wolverine Origins no ha parado de negarlo por completo y decir que su idea siempre fue que fuera humano. ¡JA!

Mientras la podía mirar las tetas de reojo no pasa nada, pero cuando la manosea otro…

Lo importante es que Lang les chulea y golpea a Jean, cosa que provoca que Logan se enajene y rompa sus ataduras. Esto habría quedado bastante mejor si hubieran dicho que hasta entonces había estado sedado o algo así, lo que no tiene sentido es que Lobezno se pase atado cuatro días seguidos por puro gusto. El caso es que Logan les pega una paliza a todos y larga una charleta que para si querrían Spiderman o Masacre. Esta escena es importante, ya que si bien al principio del número veíamos la cara de Lobezno por primera vez, ahora se ve que sus garras son parte de él; es en momentos como este en los que dudo de que Lobezno sea un personaje de Len Wein…

No sabe ná el tío…

Otra escena clásica, nostalgia pura y dura. Hasta ahora Lobezno sólo ha sido un bocazas más, pero a partir de este número empezará a ganarse al público para acabar siendo su favorito y a ratos hasta el protagonista absoluto de la serie. Logan, Banshee y Jean se lían a tortas con todos los centinelas, y consiguen escapar hasta que ven algo que los acojona. Mientras tanto, Cíclope y el resto de la Patrulla se estan rompiendo los cuernos para averiguar el paradero de sus compañeros secuestrados. Su ordenador detector de mutantes, Cerebro, es incapaz de localizarlos y sólo la visita de Peter Corbeau, el compañero de crucero de Xavier es capaz de hacerles darse cuenta de lo que esta ocurriendo en realidad: La base de los centinelas no está en la Tierra. Y hasta ahí el número 98 de X-men.

Spaaaaaaaaaaaaaaace…

Que sacamos en claro de este cómic? Pues que ya de novato, Chris Claremont concebía la serie como una única historia. Consciente de que sus días en la serie podían estar contados en cuanto Wein quisiera recuperar su juguete, introduce comentarios que aluden a subtramas 100% Wein como lo de que Lobezno no es un mutante, pero a la vez ya introduce temas propios como el que Jean se va haciendo cada vez más poderosa o el choque que significa para Cíclope el encontrarse con gente como Tormenta, que no necesita ningún tipo de guía para sus poderes porque ya sabe controlarlos perfectamente y para ella son como el respirar y no suponen ningún tipo de maldición. Claremont explorará estos caminos a lo largo de los próximos 15 años, y su etapa se verá sembrada de historias que llegan a ser y a veces se ven anuladas por el camino, y por las que será tremendamente criticado en su época y en las posteriores. Pero para ver en que consiste exactamente esto, creo que sería mejor cambiar completamente de tercio y coger un cómic de una etapa posterior de Claremont que no sea la clásica de Cockrum/Byrne. Nos vamos a ir a los años 1983 para descubrir junto a Paul Smith que el Profesor Xavier tiene algo en común con Scott Summers:

Sé que por el camino me he saltado una burrada de clasicazos, pero la idea de estos artículos es pillar épocas totalmente distintas de la serie.

Ya que estamos, y por si queda alguno por ahí despues de semejante tochazo, voy a comentaros un poco por encima lo que Marvel estaba publicando en ese momento:
En Amazing Spider-Man Len Wein escribía el primer cómic que he leido del personaje.
Claremont guionizaba como podía Goliath Negro, una serie sobre la única víctima de Civil War.
Los Vengadores calentaban motores para la saga de la contratierra con un par de fill-ins a cargo de Tony Isabella.
Kirby se enajenaba hasta el paroxismo en Capitán América, marcando el camino a seguir por Remender en su etapa actual.
Los Campeones iban por su número cinco demostrando con creces por qué son uno de los peores grupos de Marvel.
Conan se pegaba con una polilla gigante (este a su rollo).
El Daredevil de un todopoderoso Marv Wolfman se pegaba con Bullseye en un circo.
En Deadly Hands of Kung Fu Claremont sigue con su Iron Fist, Mantlo con Tigre Blanco.
En Defenders, Gerber ha recuperado a Nebulon y… Oh mierda, de este también tengo que hacer un artículo algún día.
En Doctor Strange… Digamos que es la época de LSD de Englehart, y Eternidad resetea el universo y lo crea de nuevo sin que nadie se de cuenta. Tal cual.
Fantastic Four vive de una original historia de Roy Thomas en la que Ben Grimm… ¡ABANDONA LOS CUATRO FANTÁSTICOS!
En Ghost Rider Johnny Blaze le esta robando la novia a Daredevil, con una Karen Page que ya inicia su espiral descendente hasta Born Again, cuando hacía porno a cambio de jaco.
Hulk se pega contra el Coleccionista. Hulk aplasta a esos malditos coleccionistas.
Los Inhumanos de Moench y Pérez… Entintado por Vince Coletta. Que manera de reventar un buen cómic.
Iron Fist (a secas, en color) por Claremont y Byrne. Un clasicazo.
Len Wein cuenta una batalla de Iron Man contra un monstruo mutante (y no, no es su nariz, es Happy Hogan).
Ka-zar de Doug Moench. Pues eso, Ka-zar pegándose contra un monstruo prehistórico en Londres.
Claremont cuenta una historia de Tigra contra Kraven. Ojo que con esta, van cuatro las series que se ha metido ya Claremont entre pecho y espalda.
En Marvel Premiere Roy Thomas intenta guionizar la JSA, Seven Soldiers o lo que sea.
Los Guardianes de la Galaxia de Gerber contra… Eh… Un bicho cósmico que se lo come todo. Este también tomaba cosas raras.
Englehart seguía perpetrando Super Villain Team-up.
Thor contra el señor del fuego. Pues eso.
En Warlock Jim Starlin contaba una aventura de Pip el Troll en solitario.
En X-men Chris Claremont hacía su quinta serie del mes, pero creo que de eso ya hemos hablado…