Este año se estrena Man of Steel, la película del Superman de Zack Snyder. En Warner ya es tradición tratar de vendernos una película del personaje a la mínima oportunidad, saben que la versión de Richard Donner es uno de los mayores éxitos de la historia y quieren repetirlo. Sin embargo, esta vez las apuestas están mucho más altas respecto a otras ocasiones, como cuando fracasó el Superman Lives de Tim Burton o los discretos resultados del Superman Returns de Bryan Singer hicieron inviable una segunda parte: esta vez está en juego el prestigio de la compañía, su imagen pública, sus acciones, su título de «casa de los superhéroes».
¡Eh, yo fuí el primer Superman con barba!
Desde que Warner compró una empresa de parkings a finales de los 60 y acabó no se sabe como con DC Comics en propiedad, hay que decir que no le había prestado mucha atención a la editorial propietaria de Superman, Batman y toda la banda. Ya en los 70, sólo se interesaron por Superman cuando los Salkind les vendieron el proyecto de una película del personaje. Al ver el éxito del primer largometraje del Hombre de Acero, Warner se interesó por hacer un Batman, dejando el desarrollo de la franquicia de Superman en manos de los Salkind, que seguían teniendo en propiedad los derechos audiovisuales del personaje. Casi una década después y cuando el éxito de Superman en los cines ya había desaparecido gracias a una gestión nefasta de la franquicia, Warner consigue su primer éxito superheroico «in house» con la primera entrega del Batman de Tim Burton.
Y esto era considerado «oscuro» en los 80…
Pero las cosas no conseguirían ir mucho más allá, y tras una segunda parte a cargo del mismo equipo, Batman cae en manos de Joel Schumacher y un abismo de mediocridad que condena la franquicia al olvido hacia finales de los 90; se había repetido la misma situación que con Superman durante los 80, dos primeras películas decentes para cargarse la serie con una tercera parte mediocre y una cuarta parte para olvidar (Batman y Robin). El público en general siempre consideró que el responsable del colapso de Batman fue debido a las excentricidades de Joel Schumacher, que recreó al personaje a su imagen y semejanza y olvidando totalmente lo que había hecho funcionar a las entregas que había dirigido su predecesor Tim Burton. Sin embargo, Joel Schumacher tenía jefes. Jefes cuyos nombres no diré, pero que si uno se fija un poco, no eran muy distintos de los que tenía Tim Burton, ni tampoco de los que tuvo años después Christopher Nolan en Begins o Dark Knight. De todos es conocido Michael Uslan, el hombre que se mete en todos los saraos superhéroicos de la compañía o John Peters, el famoso expeluquero de Barbara Streisand que tanto sacó de quicio a Kevin Smith. Es entonces cuando nos damos cuenta de que, si estando en el puesto de productor más o menos la misma gente salen películas estupendas y a la vez salen películas horrendas, ¿qué es lo que esta fallando? ¿El tipo de máxima responsabilidad, cuyo trabajo como jefe debe consistir en ver cuando los creativos estan vagueando y están haciendo un mojón como el culo de un elefante?
Jon Peters, el peluquero que es kriptonita para Superman.
El jefe de Warner, Barry Meyer, se jubilará a finales de este año. Su sustituto Kevin Tsujihara tiene clara la asignatura pendiente que le deja su predecesor, y es que aunque Warner ha conseguido colocarse a la cabeza de las grandes distribuidoras de cine de todo el mundo, ahora mismo esta fracasando en subirse al carro del gran filón de superhéroes. Disney se lo esta llevando calentito con su compra de Marvel, y hasta Fox ha conseguido reponerse de los desastres de Xmen 3 y Wolverine Origins con su First Class. Hasta ahora Warner había conseguido salvar la honra con los Batman de Nolan, pero la herida que dejó Green Lantern y la salida en falso de Superman Returns todavía escuecen en la compañía. El caso de Green Lantern es más triste si cabe, ya que venía producida por un equipo distinto a los Uslan y Peters habituales que estaba llamado a comenzar el desarrollo de una franquicia en la misma dirección del Iron Man y Vengadores de Marvel, pero el desastre fue tan absoluto que tuvieron que volver a la casilla de salida con los productores de siempre, sólo que añadiendo a la gente de Nolan y Legendary Pictures y rezando para que el producto final de Zack Snyder tenga éxito. Eso sí, en declaraciones recientes, Kevin Tsujihara ha dejado claro que sus planes de futuro con la Liga de la Justicia vienen condicionados por el éxito de Man of Steel.
Amethyst es uno de esos casos de DC Comics «probando a ver si hay suerte».
Hay que decir que Tsujihara, al igual que su antecesor, es un «tecnócrata»: es un ejecutivo de pura cepa, y lo suyo son los números. Si Man of Steel no tiene éxito, Warner tendrá que hacerse una pequeña auditoría y ver que es lo que está fallando en su producto; dan por hecho que el problema no viene de la franquicia en sí (Batman y Superman tienen el mismo peso o más que Vengadores o Spiderman) así que empezarán a darle buscarle las cosquillas a toda la cadena creativa, desde la productora hasta el propio «generador» de la franquicia, DC Comics. Y es entonces cuando llegamos a Diane Nelson y a los nervios de última hora…
Uh… La peli es un poco mierda, ¿no?
Porque los portadores de lápices rojos en Warner van a mirar con lupa a DC, quieren conocer el porqué de que los personajes de DC no tengan en pantalla el mismo éxito que los de Marvel. Hasta ahora, dentro de Warner, el éxito o fracaso editorial de DC no es algo que tengan muy en cuenta; para ellos es una granja de ideas, y lo que les importa es que les produzcan cosas que explotar en cine y TV. Sin embargo, el fracaso de Green Lantern ya encendió bastantes alarmas cuando se vió claramente que una producción hecha al estilo de Marvel fracasaba si se aplicaba a los personajes de DC (aunque eso sí, dentro de Warner no han querido darse cuenta de lo estúpido que es hacer los efectos especiales antes de tener un guión o un director, pero eso ya es otra historia). Este fracaso no fue tenido muy en cuenta en aquel momento, ya que DC Comics empezaba justo en ese momento (y tal vez de forma demasiado oportuna) su New52 y las ventas subían como la espuma. Meses después, la situación de DC es la de una editorial que que tiene un puñado de series que venden bastante bien (no más de diez series) y de unos cuarenta y pico títulos que se hunden en el abismo. Los editores lo tienen claro, si quieren competir con Marvel, tienen que fortalecer su «gama media».
Los experimentos son cada vez más raros (y algunos hasta interesantes), mientras las cancelaciones cada vez son más rápidas.
Con los números en la mano, DC ha iniciado una progresión en caida libre a la que han seguido una serie de cancelaciones y creaciones de series totalmente arbitrarias y sin ningún sentido, con lo que algunas series han llegado a ser anunciadas y canceladas antes de que su primer número saliera a la venta. Y eso por no hablar del infierno creativo al que están sometiendo a sus guionistas, que huyen en desbandada a otras editoriales soltando todo tipo de pestes a quien quiere oirles. Autores que tienen contrato en exclusiva con la editorial son maltratados y mareados de un título a otro tratando de apagar un incendio que no declararon ellos, twitter se convierte en un hervidero de autores de fuera apoyando a los de dentro como pueden, y la imagen de la editorial se resquebraja por la salida de gente como Karen Berger y la destrucción de la línea Vertigo. De aquí al estreno de Man of Steel, DC tiene programado el final del crossover de Batman, Trinity War y la salida de la nueva serie de la Liga de la Justicia, mas la salida del Superman de Snyder y Jim Lee. La idea principal es que para cuando Man of Steel triunfe en los cines, su homónimo en los cómics haga lo propio. Y si fracasa, que Diane Nelson pueda decirle a los de la auditoria interna que no es culpa de ella, que los cómics de Superman venden como churros y que la culpa debe de ser de John Peters y Zack Snyder, que no saben hacer Superman.
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Sin embargo, el ambiente está enrarecido. Si bien hasta ahora la gente que seguía trabajando en la editorial se mordía la lengua, poco a poco las cosas están cambiando. Las filtraciones cada vez son mayores, los propios empleados cada vez se expresan de forma más sonora a webs de cotilleos como Bleeding Cool, y el propio James Robinson expresó su amplia satisfacción de que Power Girl volviera a su traje original con un sonoro «thank fuck for that!». ¿Quiere esto decir que hay un cambio de guardia en el horizonte para DC? Puede ser. Si los señores de los lápices rojos deciden que lo que hay que hacer es copiar el modelo editorial de Marvel, muy probablemente se acaben dando cuenta de que lo que pasó con la Marvel de Joe Quesada fue que el tipo saqueó de mala manera las oficinas de la propia DC. Que la editorial que manejan hoy en día Dan Didio y Jim Lee esta formada en gran parte de todos los que fueron despedidos antes de y durante la etapa de Joe Quesada, y que el mayor mérito del EiC actual de DC, Bob Harras, fue el de haber puesto en manos de Jim Lee y Liefeld la franquicia más importante de la Marvel de aquellos tiempos para que luego pudieran montarse Image y dejar a la editorial con el culo al aire. Que es, a fin de cuentas, lo que podría hacer Jim Lee hoy en día en cualquier momento.
Pero eso sí, si Man of Steel tiene éxito y es una gran película, habrá vía libre para la (otra vez pospuesta) película de Justice League y Dan Didio puede darse por salvado…
Cual Moises con los israelitas, Dan Didiot y Bob-fundi Marvel en los 90s-Haras han llamado a sus guionistas a peregrinar a Charllote, Carolina del Norte, donde al parecer van a proceder a realizar un retiro espiritual de 7 dias. Aca dejo algunas postales de dicho viaje, tomadas en el lugar de los hechos por sus propios protagonistas…
Brian Booch(The Flash) y Kyle Higgins(Nigthwing) rascandose las bolas durante una hora en el aeropuerto de Memphis porque se les retraso el vuelo…
https://twitter.com/BrianBooch/status/300593099795742720
El temerario Scott Snyder( I’m Batman) manejando por la ruta… https://twitter.com/Ssnyder1835/status/300582549049204736
Mientras tanto, tras cruzar el Atlantico desde las islas Britanicas, Andy Diggle( Action Comic) se dispone a pegar una siesta en el tren… https://twitter.com/andydiggle/status/300351724214968320
Y ya esta confirmado que Jimmy Palmiotti, la indespedible Gail Simone, Brian Azzarello, el doblemente cancelado Justin Jordan, la verguenza ambulante Scott Lobdell, y el destacado dibujante mas pesimo guionista Francis Manapul, ya han entrado en la casa del Gran DCeita…
Antes decidía los guiones la santísima trinidad, ahora copian los retiros de la Marvel a ver si con eso salvan los trastos y sus guionistas les dejan de odiar. Es un gran paso…
Igual hay suerte y alguno de ellos se vuelve loco y empieza una matanza, en ese retiro hay mas de uno cuya «desaparición» no lloraría xd