Que el cine de acción ya no es lo que era no hace falta ni decirlo. Lejos están los años de gloria del género en los que este tipo de cine no solo arrasaba en taquilla, sino que se convertían en clásicos de culto. Por suerte a día de hoy, aunque muy de vez en cuando se estrena alguna cinta que consigue hacernos recordar que este tipo de cine aun puede darnos muchas alegrías. Este es el caso de la película que hoy nos ocupa, Shoot ‘Em Up/En el punto de mira.
Si es que hasta el poster es la ostia
Cuando se estreno esta película no le hice el más mínimo caso, pensé que sería el enésimo subproducto de acción que pasaría sin pena ni gloria por las pantallas como tantos otros y eso que tenía un reparto interesante. Pero un día, bastante después de su estreno vi un fragmento de la película que me dejo impactado, una escena que me hizo pensar que igual esta película era bastante más interesante de lo que parecía a primera vista. Y es que no todos los días ves cortar el cordón umbilical de un bebe a tiros.
¿Quien quiere unas tijeras teniendo una automatica?
La película nos cuenta como el misterioso señor Smith (Clive Owen) se ve involucrado sin pretenderlo entre la persecución de una mujer embarazada por unos matones armados. Interviene para salvarla sin demasiado éxito, pero consigue salvar al bebe a quien por algún misterioso motivo también quieren ver muerto. Pese a que Smith no tiene nada que ver con esto asume la responsabilidad de proteger al bebe, lo que provocara que sea perseguido por ingentes hordas de asesinos a las ordenes del señor Hertz (Paul Giamatti). Aunque no estará solo en su tarea, contara con la inestimable ayuda de una prostituta llamada Donna (La impresionante Mónica Bellucci).
La película me engancho no solo porque contiene algunas de las mejores escenas de tiroteos que he visto en el cine de acción en los últimos años. No es solo que este todo salpicado de un humor bastante negro o que Paul Giamatti como villano se salga por los cuatro costados. Es que esta película es además un curioso y retorcido homenaje a todo un clásico de la televisión. Los Looney Tunes. Si, lo digo muy en serio, no me he vuelto loco.
A quien me recordara este señor comedor de zanahorias…
Por una parte tenemos al señor Smith, un tipo que se mete donde no le llaman, que se pasa toda la película comiendo zanahorias y haciéndole la puñeta al Señor Hertz, un tipo bajito, malhumorado y con barba que esta todo el día cabreado y pegando tiros. ¿No son acaso análogos de Bugs Bunny y Yosemite Sam? Una vez que te das cuenta de esto la película adquiere otra dimensión, es como ver una versión adulta y de carne y hueso de los dibujos animados de tu infancia. Es una lástima que no hicieran una secuencia introduciendo nuevas y oscuras versiones de otros personajes clásicos.
Así que no puedo hacer más que recomendar esta película. Quizás no esté a la altura de aquellos clásicos de los años 80, pero le falta muy poco. Y nos demuestra que incluso en estos tiempos en los que lo políticamente correcto parece imponerse en todo aun se puede hacer cine de acción del cafre. Y es que como dice el personaje de Paul Giamatti en la película “La violencia es una de las cosas más divertidas para mirar”