Una vez más volvemos a la carga con otra serie de televisión británica. Esta vez viajamos hasta los psicodélicos años sesenta para hablar de una serie que acabo convirtiéndose en un programa de culto. Que sinceramente, en este repaso que estoy pegando a la producción televisiva británica es un pecado no haber hablado antes de esta serie. Así que viajemos hasta la Villa y conozcamos a su más célebre Prisionero…
Corría el año 1967 y Patrick McGoohan, el protagonista de la exitosa serie de televisión “Danger Man”, se encontraba algo cansado de esta y quería hacer algo diferente. Así que cuando anuncio a los directivos de la cadena que dimitía y estos le preguntaron que si no quería hacer algún otro proyecto con ellos no desaprovecho la oportunidad y les propuso un proyecto al que llevaba años dándole vueltas, “The Prisoner”. Basándose en algunos sucesos reales en los que su propio gobierno había mantenido aislados y vigilados a agentes extranjeros y en una idea desechada para “Danger Man”, la idea de McGoohan consistía en contar lo que le sucedía a un agente secreto británico que dimitía y era secuestrado y trasladado a un extraño lugar en el que trataban de sonsacarle información, Mucho se ha especulado con que si el Prisionero era una secuela encubierta de Danger Man. Algunos detalles contribuyen a creer esto, como que en ambas series aparece un personaje, Potter, interpretado por el mismo actor en los dos casos, aunque Patrick McGoohan siempre ha negado esto.
La serie comienza cuando un agente secreto británico, del que jamás sabremos su nombre, presenta su dimisión. Al volver a su casa es gaseado y despierta en un misterioso pueblecito al que sus habitantes llaman “La Villa”. Estos habitantes, pese a su peculiar forma de vestir, parecen vivir unas vidas tranquilas y apacibles, con la pequeña peculiaridad de que ninguno tiene nombre, sólo un número. Tras conseguir una audiencia con el administrador del lugar, quien se hace llamar Nº2, nuestro misterioso protagonista descubre que ahora se le conocerá solo como Nº6 y que el motivo por el que se encuentra en la Villa es que sus desconocidos anfitriones puedan averiguar los motivos que le llevaron a dimitir. Todos sus intentos por averiguar quién está al mando de la Villa y quien es el misterioso Nº1 serán en vano, a lo que se sumara las continuas sustituciones de Nº2 que siempre actuara como si nunca hubiese habido otro. Sus intentos de escapar de allí también serán inútiles, siempre bloqueados por los sistemas de seguridad de la Villa, que incluyen a “Rover” un enorme globo de color blanco que persigue a los huidos hasta dejarles inconscientes y llevarles de vuelta.
La situación en la Villa para Nº6 será tan insostenible que no podrá confiar en nadie, cualquier habitante de la Villa podría ser un agente doble al servicio de Nº2, quizás todos los sean. Poco a poco aprenderá que solo puede confiar en sí mismo para salir de allí. Y es que si hay un tema importante y recurrente en esta serie es el de la libertad, no hay más que ver la frase que da título a este post y que se podía escuchar en los créditos de inicio de cada episodio. Aunque para ser más exactos seria la libertad individual frente al colectivismo representado por la Villa. Sin duda una crítica al comunismo. Así que a lo largo de los diecisiete episodios de los que consta la misma veremos los continuos intentos de Nº6 de escapar o por lo menos de arruinar los planes de los líderes de la Villa. Mientras que estos utilizaran todos los medios a su alcance para doblegarle, hipnosis, drogas, control mental, manipulación de sus sueños, adoctrinamiento… Enfrentamientos que sumados a la creciente influencia de Nº6 sobre los habitantes de la Villa acabaran llevando a que los lideres en la sombra tomen medidas drásticas contra el que acabaran llevando a un inesperadísimo y controvertido final. Aun hoy continúan las especulaciones y teorías sobre cómo termina la serie. Yo solo diré que hay que verlo, no puede explicarse con palabras.
La serie a día de hoy es un clásico de culto y su influencia se ha dejado sentir en muchas obras. Iron Maiden le dedico una canción al Prisionero. DC comics publico una secuela de la serie. Los Cuatros Fantásticos fueron aprisionados en otra Villa por el Dr. Muerte. Y no podemos olvidar la aparición que el mismísimo Nº6 hizo en los Simpsons, doblado por el propio Patrick McGoohan y en el que Homer, ahora Nº5, era gaseado y llevado a una isla misteriosa en la que encerraban a la gente que sabía demasiado.
Incluso se rodo un remake el pasado año. Pero sinceramente, tras verlo lo único que puedo decir es que Ian Mackellen es un actor como la copa de un pino, pero que mejor verle en otros papeles y ver la serie original. Palabra de anglófilo baboso.
La nueva versión es bastante mala, se hace aburrida.