Nicieza abarcando demasiado: Wizard, The Guide to Comics #17 (V)

Fabián Nicieza no tuvo el don de la oportunidad a la hora de iniciar su carrera como guionista de cómics, y a la vez tuvo la suerte de que en Marvel espantaran a todos los guionistas buenos en un cortísimo periodo de tiempo, todo por cortesía de la nueva administración de Tom DeFalco. Podemos decir que hay muchos factores que DeFalco no controló en aquellos siete años, sobre todo en los últimos cinco según entro Perelman, pero el balance global de su etapa tiene muchísimos más contras que pros; si algunos decían que la etapa final de Shooter había sido irrespirable para el talento creativo de Marvel, la de DeFalco terminó siendo un desierto en el que casi todas las series las tenían que escribir antiguos editores un tanto limitados en sus dotes literarias. Y de ahí salió Fabián Nicieza.

Si Nicieza era el guionista de New Warriors, había sido principalmente porque no había nadie interesado el proyecto. Había escrito casi la mitad de los números de Psy-Force, una serie del Nuevo Universo de Jim Shooter que, como todas las demás, se había mantenido en el mercado con alfileres. Tras unos quince números en la serie, llegó la cancelación a mediados del 89, con lo que Nicieza se vió editando tres series de licencias y sin ningún comic para escribir; Tom Brevoort recuerda a Nicieza con auténtica hambre por seguir escribiendo, y la ocasión la pintaron calva cuando DeFalco crea New Warriors en un número de Thor, con la idea de que sean un nuevo grupo que sirva como contrapartida a los Nuevos Titanes de DC. Sin embargo, absolutamente nadie en el bullpen se toma en serio al nuevo grupo, formado principalmente por personajes de derribo y en el que el único personaje realmente nuevo era otro negro con monopatín, mostrando claramente que los creadores del nuevo grupo juvenil estaban completamente desconectados de la realidad de los adolescentes del momento. Y no ayudaba nada en absoluto que viniera acompañado por Speedball, una creación de Steve Ditko que había espantado a absolutamente todo el mundo. El editor encargado de la serie, Danny Fingeroth, pensó en darle un equipo creativo de relumbrón a la nueva serie, pero en un momento en el que todas las grandes figuras estaban largándose por la puerta de atrás (aunque un par de años más tarde la cosa se pondría peor todavía, desde luego) le resultó imposible conseguir a un guionista de renombre. Y por éso cayó en manos de Nicieza y Mark Bagley, el flamante ganador del Marvel Try-Out y que todavía estaba esperando que lo convirtieran en un verdadero dibujante profesional de Marvel.

Para enero de 1993, Fabián Nicieza ya era una estrella de la Marvel de aquel momento, con series como la propia New Warriors, Nómada, X-Force, Cable o X-Men bajo su mando, con lo que le había llegado el momento de ser más selectivo; la propia entrevista de Wizard resalta lo ocupadísimo que está editando Wonder Man, Tek World, Ren & Stimpy (de Dan Slott), una serie de Darkman, Hellstorm: Prince of Lies, la adaptación de la película Meteor Man y un especial de Evan Dorkin, Fightman, «además de otras cosas en proyecto». Así, era lógico que la calidad de sus cómics fuera francamente peor, porque en la entrevista todavía habla de series limitadas de Masacre y hasta de una hipotética segunda serie de New Warriors «porque ya tenemos demasiados personajes en la serie». Si los primeros números de New Warriors habían sido un milagro ya de por sí, lo sorprendente ahora era que Nicieza aguantara ese ritmo de trabajo sin que éso se viera reflejado en su obra… Y lamentablemente se estaba reflejando. New Warriors iba en la curva descendente, Nómada siempre había sido un absurdo sin pies ni cabeza, y su llegada a X-Men, con su clara intención de seguir el trabajo de Claremont y Simonson, acabó siendo una repetición de tópìcos sin pies ni cabeza que se vió coronada con la destrucción absoluta del personaje de Charles Xavier. Que a posteriori mucho se dice que aquello era todo cosa de Bob Harras, pero ya se sabe que a la burra entre todos la mataron y ella sola se murió.

El Nicieza que vemos en el número 17 de Wizard es uno que no parece consciente de sus propias limitaciones, porque todavía habla de una miniserie de Speedball y Rage, una serie regular del Trillador Nocturno (el Batman con patinete, sí) otra serie mensual de Nova además de una hipotética miniserie a cargo de Erik Larsen y Chris Marrinan… O Fabián Nicieza estaba explotando el método Marvel a niveles dignos de Stan Lee, o aquello tenía que ser espantoso. Y no, no era espantoso ni mucho menos, hay muchos lectores que guardan muy buen recuerdo de aquella etapa y cuando Marvel bajó la calidad de sus cómics a niveles subterráneos New Warriors fue el refugio de muchos lectores… Aunque no para mi, sobre todo cuando veía que era un cómic que no paraba de rescatar personajes horrendos como Darkhawk; Nicieza era como un chatarrero que va recogiendo juguetes rotos, y con la tontería precisamente éso es lo que le consiguió su carrera como guionista.

Sin embargo, tanto en X-Force como en X-Men su trabajo sería completamente secundario; en un principio porque su papel tenía que ser completamente suplementario a Rob Liefeld, que a posteriori no paró de decir a los cuatro vientos que él es el único creador de Masacre, a pesar de que Nicieza fuera el que lo convirtió en un personaje realmente interesante por su personalidad, a pesar del nombre y diseño horrendos de Liefeld. Aun así, los lectores de aquel estercolero volaron en cuanto Liefeld desaparecio (de la mano de los especuladores, por su puesto), con lo que su X-Force se convirtió en una operación de supervivencia no apta para cardiacos; Nicieza todavía sentía el hambre de no tener una sola serie que escribir, con lo que seguiría aguantando los mangoneos de Harras durante dos o tres años más. Finalmente, en 1995 y tras un insalvable desacuerdo sobre el futuro de X-Force, Bob Harras lo despedió, entregándole las llaves del reino a Scott Lobdell. Eso sí, tras una breve aportación de un Mark Waid que no tardó en salir espantado y echando pestes no tanto de Harras como de Scott Lobdell. «Nunca quise dejar X-Force y no veo mi despido como algo justificado… No recuerdo que se me diera una razón por la que fui despedido, pero tampoco recuerdo haberla pedido… Teniendo en cuenta que era una serie que estaba entre las 10 más vendidas, creo que era una decisión completamente injustificada». Y era cierto, puede que X-Men se vendiera sola en aquel momento, pero X-Force no.