La diminuta humanidad del Of Men and Monsters de William Tenn

Escarbar en librerías de segunda mano buscando encontrar ciencia ficción de la vieja sigue dando sus frutos, y no hace mucho encontré un pequeño lote entre el que se encontraba Of Men and Monsters de William Tenn, un autor y obra que desconocía por completo y que, hasta donde he comprobado, sigue inédita en nuestro país (aunque de Tenn se han publicado sus recopilatorios de historias cortas). Y en este libro Tenn presentó al público de la década de los sesenta una premisa tan peculiar como inquietante, con un final que aún no tengo claro si fue feliz o muy siniestro. Pero, interpretaciones aparte, estamos ante un libro bastante original que merece la pena descubrir.

Como añoro el arte de estas portadas

Hace siglos que la Tierra fue invadida por una raza de gigantescos alienígenas y la humanidad se vio impotente ante la avanzadísima tecnología de estos, convirtiéndose en refugiados en su propio mundo. En el presente, lo que queda de la raza humana sobrevive en madrigueras excavadas en los muros de las edificaciones de sus invasores y realizan peligrosas expediciones fuera de estas para robar alimentos y materiales de los nuevos amos del mundo. Pero en ese mundo sumido en su mayor parte en la ignorancia y la superstición, donde el conocimiento del pasado solo subsiste de forma fragmentada y entremezclado con leyendas, hay quienes buscan vengarse de sus conquistadores y recuperar su hogar, y que no solo tienen que hacer frente a estos, sino también a esos congéneres que viven de forma acomodada en esta sociedad y no quieren que nada cambie…

Si, los aliens son así tal cual

Sé que no soy el único que, ante esta premisa, pensó de forma inmediata en los Borrowers y los Diminutos/The Littles, y teniendo en cuenta que los primeros aparecieron publicados por primera vez en 1952, no descartaría que William Tenn (cuyo nombre real era Philip Klass) se inspirase en estos al escribir el relato corto inicial en 1963 (The Men in the Walls, en la revista Galaxy Science Fiction), que expandió a novela en 1968, porque las similitudes entre ambas historias son bastante altas. Pero donde difieren radicalmente no es solo en el barbarismo en el que se encuentran sumidas buena parte de las pequeñas sociedades humanas que han sobrevivido (y que suelen tener poco contacto entre sí), sino en ese escenario en el que los “gigantes” en cuyos muros viven no son ni remotamente humanos, y muchos aspectos de su sociedad son indescifrables, pese a que en otros se parecen a nosotros más de lo debido. Y es ahí donde reside lo interesante y original de esta novela.

Es un referente curioso para una novela como esta

Porque aunque a lo largo de los años me he encontrado con multitud de obras en todos los medios que tocan el tema de las invasiones alienígenas y las consecuencias de estas, no recuerdo ninguna tan extraña como esta. La historia se desarrolla desde el punto de vista de Eric, un joven que acaba de llegar a la edad adulta y que, para probar su hombría, debe salir de su madriguera y robar algo de los aliens que sea de utilidad para su pueblo. Una misión aterradora para él, pero de rutina para su gente, tras la cual todo en lo que Eric creía se pone patas arriba y tiene que tratar de sobrevivir en solitario por sus propios medios en un mundo “exterior” que le resulta completamente ajeno y hostil. Durante ese peregrinaje acaba conociendo a miembros de otras tribus, algunas mucho más avanzadas que la suya, que le abren los ojos a la realidad de su mundo y le llevan a creer que realmente se puede luchar contra sus invasores y obtener la victoria. Pero para ello tendrá que superar un largo camino hacia lo desconocido, lleno de obstáculos mortales, y a medida que descubra muchos aspectos de la sociedad alienígena que les oprime acabará deseando haber permanecido en la ignorancia.

Aquí volvemos a las ilustraciones que no tienen nada que ver con el libro

En el libro encontramos momentos de lo más originales, en los que se exploran esas sociedades primitivas y cómo el poquísimo conocimiento y tecnología que sobrevive del pasado se ha convertido en herramientas al servicio de una élite que vive muy cómodamente en lo profundo de sus madrigueras (vale, esta parte no es original, es real como la vida misma) mientras sus súbditos se juegan la vida para obtener migajas de comida alienígena o restos de los materiales que utilizan estos. En otras sociedades los conocimientos son algo mayores, pero tampoco completos, y nos encontramos con pueblos mucho más avanzados, aunque inadvertidamente también se encuentran algo atados por leyendas y supersticiones sin darse cuenta. Y todas ellas se encuentran amenazadas por hordas de salvajes sin ningún tipo de raciocinio o cultura, que merodean por los túneles buscando alimentarse de carne humana. Todo el trabajo que realizó Tenn para dar vida a estas diferentes sociedades y cómo interactúan entre ellas es lo más interesante del libro, pero pese a ello, en otros aspectos, este es muy hijo de su tiempo.

Es un poco así la vida en las madrigueras

En concreto, el libro tiene un tinte machista muy acentuado en su último tramo que es difícil ignorar. Es cierto que desde el comienzo, en la sociedad de Eric, las mujeres tienen un papel relegado a los papeles de esposa, madre y curandera/hechicera, pero tratándose de una sociedad tan primitiva no canta demasiado. El problema llega cuando se nos presenta más adelante a un personaje femenino perteneciente a una tribu muy diferente, y nos encontramos con una mujer fuerte, independiente, que sabe defenderse sola y que ha estado sobreviviendo sin ayuda durante una buena temporada, además de ser una científica de lo más capaz y que posee conocimientos que para el pueblo de Eric serían como magia. Pero en el momento en el que esta se casa, su personalidad se diluye y se convierte en un personaje dócil y pasivo, esperando siempre a que su esposo le diga lo que tiene que hacer, como si la hubiesen lobotomizado. Y aunque, teniendo en cuenta que William Tenn había nacido en los años 20 y que su percepción de los roles de género debían ser los habituales en su generación, resulta triste ver lo cerca que estuvo de crear a una heroína bastante interesante y en qué acabó esta.

Si, por desgracia acaba siendo otra damisela en peligro

Aunque quizás el aspecto más interesante del libro es su final, uno que no quiero desvelar, pero que cambia radicalmente la perspectiva de la historia. En este se desvela un plan para hacer frente a los invasores que lleva fraguándose generaciones, y que cuando se nos muestra en su totalidad, y en lo que supone para la humanidad, resulta complicado tener claro si estamos ante un final optimista para esta o si es algo con unas connotaciones de lo más inquietantes, pese a que no es algo que llegue completamente por sorpresa porque toda la historia nos iba guiando hasta este punto.

Y mas portadas genericas

Por finales arriesgados como este es por lo que me encanta la ciencia ficción de décadas pasadas, porque aunque en demasiadas ocasiones esta refleja algunos de los peores aspectos de la sociedad en la que fueron creadas, es raro no encontrar multitud de elementos interesantísimos, premisas que no son muy comunes hoy en día y esa frescura que provenía de estar inventando el género. Y aunque estamos ante un libro que a día de hoy no se puede encontrar traducido al español, espero que esto sirva al menos para animar a descubrir todas estas obras del pasado que aún tienen la capacidad de sorprendernos.

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Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
20 días han pasado desde que se escribió esto

Hay muchas novelas, relatos y cómics de diminutos. Esta no la conocía, o ya la había olvidado (en mi adolescencia consumía este tipo de literatura por arrobas, y pese a mí relativamente buena memoria, decenas de libros se han ido ya de mi cabeza o me he quedado con una sinopsis muy básica, caso de la saga de las amazonas de Darkover), probablemente lo primero.

Payton Wynn
Payton Wynn
20 días han pasado desde que se escribió esto

La premisa de la raza humana teniendo que esconderse de unos alienígenas gigantescos me recuerda un poco a la película de animación francesa-checa «La planète sauvage», que era una cosa muy lisérgica incluso teniendo en cuenta que es de 1973.

Manolin
Manolin
20 días han pasado desde que se escribió esto

El Capitán Torrezno (sobre el que se dijo que se haría una reseña aquí. Ejem) también bebe mucho de esta literatura «liliputesca» , aunque no sé si Valenzuela leería esto. Los «Técnicos» acaparando tecnología entre los muros me recuerdan también a los 4F pervertidos de Planetary

Zatannasay
Zatannasay
20 días han pasado desde que se escribió esto

¿El nombre no será también un homenaje a «Of mice and men» de Steinbeck?

Jesús Manuel Martínez Otero
Jesús Manuel Martínez Otero
20 días han pasado desde que se escribió esto
Responde a  Zatannasay

Probablemente.