No, aquí no deberíamos tener nazis. Oficialmente, el gobierno de Francisco Franco apoyó al régimen de Adolf Hitler hasta 1945, aunque en realidad ya se había empezado a distanciar un par de años antes cuando empezó a limpiar la casa de elementos filonazis como su cuñado Serrano Suñer, a pesar de que siguiera enviando españoles a morir en el frente ruso. Las ambiciones del gobierno franquista eran patentes, pero la realidad de un estado al que, tras una guerra fratricida, se había devuelto prácticamente a la edad media, forzaban una neutralidad incómoda, aunque de puertas para adentro se continuara con una retórica triunfalista que nadie con una cartilla de racionamiento en la mano debería creerse. Comoquiera que se diga, el estado español no tardó en dejar de ser filonazi y pasó a ser filoyanqui, entregándole varias bases y poco menos que convirtiéndose en un protectorado. La muerte del dictador hace cosa de cincuenta años encaminó al estado a una integración en la alianza atlántica, y en esas hemos estado desde entonces…

Y culturalmente así seguimos, aunque de una forma un tanto más radical; el franquismo no dudó de desmarcarse del relato pronazi para ajustarse al de los aliados, llegando a extender la idea de que la entrevista entre Hitler y Franco en Hendaya no dejaba de ser Franco dándole largas al cabo austriaco. Y, aunque hay algo de verdad en eso -las demandas de Franco a Hitler para entrar en la guerra eran desmesuradas- si Hitler no lo presionó más fue porque fue consciente de que el ejército hispano estaba completamente acabado, y que de entrar en la guerra la cantidad de kilómetros de costa de la península servirían como una cabeza de playa ideal para una invasión del continente por parte de los aliados. Que, cierto es, en 1940 Hitler estaba convencido de haber ganado ya la guerra porque de toda europa solo se le resistían las islas británicas, pero tampoco estaba de más no tentar a la suerte. En cualquier caso, los alemanes pasaron de ser los buenos en todos los periódicos del régimen a pasar a ser los «enemigos del comunismo» al igual que los yanquis. La hemeroteca del ABC de Sevilla es un caso palmario de lo que supone recoger cable, y ésto no solo pudo verse en los periódicos, si no en la forma en la que trató la ficción que se publicaba España el espinoso asunto de la Segunda Guerra Mundial; siempre estuvimos del lado de los americanos, los americanos nunca fueron aliados de los rusos, la tercera guerra mundial va a llegar en cero coma pero no te preocupes porque Franco se encargará de que aquí no venga, aunque tengas una base americana a menos de dos kilómetros de tu casa y se les vayan perdiendo los bidones radioactivos. Y sí, sí, ahora voy con el tema de la ficción…

A finales de los 60 en España ya se podía ver que los alemanes habían sido los malos, hasta el punto de que se publicaban historias de superhéroes enfrentados a nazis sin que nadie levantara una ceja -para disgusto de algunos. Lo cierto es que, publicamente, uno tenía que decir que estaba en contra del comunismo y a favor de Franco, y a partir de ahí podía cagarse en Hitler y Mussolini sin ningún problema. El cine de la época hablaba de lo duro que era emigrar a Alemania («Vente a Alemania, Pepe») y lo bien que se vivía en España, con el turismo y las guiris y todo eso; las dos caras del Landismo. A pesar de que unos cuantos nazis se refugiaron en España y no rindieron cuentas a nadie por sus pecados, lo cierto es que aunque hubiera debates Franco sí/Franco no, en lo que no había duda era que Hitler y su régimen criminal cometieron genocidios, robaron y torturaron a montones de inocentes. De Franco no hablamos porque hay una ley de olvido y blablabla, pero de Hitler… Uy que feo lo suyo señor, y que feo lo de Stalin y Pol Pot, y Pinochet… «Bueno, ese no sé. Algo habrían hecho.»

Así que, cuando aquí veíamos Arde Mississipi, los españolitos podían poner cara de circunstancias y condenar el apartheid norteamericano, o reirnos con la conciencia tranquila de los chistes sobre el sudafricano en Arma Letal. Nosotros no hemos hecho nada, ¿no? Y por eso hemos podido disfrutar de Indiana Jones dándose de puñetazos con los nazis y hemos hecho picadillo de carne con nazis en el Wolfenstein, ¡y lo bien que sienta ver al Capitán América reventando krauts! Por eso nos choca que se publique el Absolute Batman Annual que comentaba M’Rabo la semana pasada y la gente, los españoles… Se pongan del lado de supremacistas blancos. ¿No éramos nosotros los españoles, los emigrandes, los herederos del landismo? ¿No somos los libres de culpa, que no tuvimos nazismo ni nada? Tengo un recuerdo de un programa de RTVE de finales de los 80, Tribunal Popular, en el que Javier Nart y Ricardo Fernández Deu ejercían como fiscal y acusación de un tema candente de la actualidad. Hablaron de unas cuantas cosas que hoy en día son debates superadísimos (ja) pero uno de ellos me sorprendió por lo extraño que era, «¿Somos los españoles racistas?». Tras haber expulsado a los judíos, esclavizado a los nativos de tres continentes y maltratado a los gitanos sistemáticamente desde la creación de España, habría que tener los huevos gordos para decir que no, en absoluto. «Cuando hay un negro, un gitano, un chino, un turquestaní, quien sea que viene a España en condiciones normales y quiere integrarse se puede integrar perfectamente» dijo la defensa en su alegato final «y eso el fiscal lo sabe», remataba. Añadía que el conjunto de la sociedad española apostaba por la libertad, amaba a su prójimo (en el mejor sentido del término, tenía que puntualizar) y que respeta, sea cual sea la etnia del color de su piel o de su raza. Se hacía un poco de lío pero oye, la idea estaba clara. El jurado popular del programa, por 10 votos a favor y 2 en contra, declaro a España culpable de racismo. La encuesta telefónica realizada durante el programa apoyó esta tesis, aunque no de una forma tan clara; un 49% con casi 10% de indecisos. Y ésto fue 1989, los años en los que ser racista estaba muy mal visto y en los cines todavía se estaba proyectando Indiana Jones y la Última Cruzada.

Ésto no quiere decir que seamos ahora más racistas o menos racistas que en tiempos; a finales de los 80 España no era un país que recibiera mucha inmigración y al discurso de la extrema derecha le costaba calar entre una población que en su mayor parte todavía recordaba el hedor de épocas pretéritas. Y aunque se hable de que la extrema derecha ha hecho presa de la juventud vía TikTok, estoy convencido de que buena parte de los españolitos indignados por los mensajes de David Rubin celebrando el cómic de Daniel Warren Johnson no son más que bots o señores del tercer mundo cobrando un dolar la hora por llenar las redes de mierda en contra de toda decencia humana.

Pues a mí me emocionó esa historia de DWJ, ole sus cojones por publicar algo así..y que lo hayan dejado. Parece que hay que explicar otra vez quienes son los malos.
Eso siempre, me temo (nunca hay que dar por asumido que no es necesario, lamentablemente …incluso en cosas que creíamos superadas …casi todo acaba volviendo con el tiempo suficiente, y por lo general lo malo antes que lo bueno …como el terraplanismo, o el creacionismo).
Acuérdate que a los de Fandogamia les pusieron una querella por odio por editar Ser fascista está mal (que afortunadamente no prosperó, pero de haberla ganado tampoco habría sido lo más marciano que se hubiese sentenciado en este país). Vamos, que sigue habiendo por aquí gente orgullosa de ser fascista (recuerdo que en los ochenta la mayoría agachaban la cabeza para que no los identificase, pero ahora la mayoría presumen de ello) que les jode mucho que alguien les diga que no es algo de lo que sentirse orgulloso. Por cierto, los de Fandogamia, tras haber agotado unas cuantas tiradas en grapa preparan ahora una Glamurous Edition (lujo ibérico antifascista para jugar y colorear …o simplemente ojear y guardar).
Viva Fandogamia!
Tristemente es lo que está pasando ahora mismo, por eso ponía el contraste con aquel programa de TV de hace treinta y cinco años.
De hecho casi me sorprende (así de triste) que allá se atreviesen (a estas alturas del cuento no debería ser así) a publicar lo de Superman contra el Klan. Y hasta se convirtiese en un bestseller
El que le echó muchas narices fue el autor del guión radiofónico de Superman contra el KKK, que llegó a infiltrarse en esa banda durante un año para conseguir información (y luego los dejó en ridículo absoluto en su programa, hasta el punto en que perdieron afiliados). Quería vengarse de que tres de esos tipejos violaron una mujer negra que había sido como una segunda madre para él (la excusa de la agresión fue que se había quejado de que un conductor de autobús le había dado mal la vuelta del billete).
Cuando escribí un artículo sobre Jimmy Olsen me tragué unos cuantos programas del serial radiofónico y claro, ha envejecido de aquella manera… Pero nunca en la historia del KKK. Olé sus cojones y bien por el.
La polarización es lo que tiene, puede estar un tercio de EEUU demandando quemar todas las copias que el otro tercio se lo compra encantado mientras el resto del país ni se entera.
Con lo de Pantera contra el Klan pasó lo que pasó (y eso que le habían pedido expresamente a Don McGregor que metiese más blancos 😈).
En EEUU, aquí esa historia provocaba la más absoluta indiferencia. Ahora? Salen las cucarachas de tuiter a pasear…
Aquí era un cómic «de trompadas» más. Con un poquito de mensaje, pero tampoco era para tanto (porque asumíamos inocentemente de críos que como con los nazis estaba demasiado clarinete que esa gentuza eran los malos). Ahora ya no es tan así porque hay cada vez más gente que sí considera esto un cómic político (no lo son todos?), y no necesariamente en el buen sentido (porque, claro, la gentuza considera que este tipo de cómics van en contra de su derecho a creer en su basura y a expresarlo …y que les critiquen les parece más apología del odio que la basura que escupen).
Y cuando Peter Gillis quiso enfrentar a T’Challa al régimen de Pretoria pasó lo que pasó también (que Marvel no quería problemas ni con estados sancionados en los que apenas vendía cómics y decidió sustituirlos por un estado ficticio de esos tan socorridos).
Cuando en cambio se metía con la ocupación soviética de Afganistan en cambio no le criticaban nada.
Anda que no fue militante Marvel (no solo Stan Lee, pero especialmente) en lo del anticomunismo (siendo muy propagandistas con el tema en los cincuenta y primera mitad de los sesenta … pero nunca lo dejaron del todo, que hubo coletazos hasta que cayó la Unión Soviética e incluso más allá).
Ese primer número anual de «Factor X», que con unos diez años que tendría yo entonces ya me parecía pasadísimo de rosca…
Me pasó exactamente lo mismo, me resultó tan vomitivo e hipócrita que si no fuera porque me lo leí en un retapado y ya sabía que Layton tenía las horas contadas en la serie, lo mismo hubiera dejado de leer la serie.
De hecho Iron Man fue el epítome de la propaganda anticomunista en su origen.
Hasta Thor le dió caña a los comunistas.
Todas las series que no guionizaban Kirby o Ditko («extraoficialmente») tenían ese pestazo infame. Cuando Kirby quería atizar de verdad a alguien, usaba nazis. Por éso era el rey!
Fíjate que incluso en las Armor Wars en los 80 mató en batalla al segundo Hombre de Titanio (el Gremlin) y lo trató como si fuera un villano, cuando en realidad en ROM y en Vengadores contra X-Men lo habían convertido en un héroe.
Los americanos nunca han superado la pérdida de la URSS como malo antagónico superodioso. Los chinos no llenan ese vacío, y la Rusia actual como que sabe a poco.
3 de noviembre. Un auténtico día para celebrar la grandeza del manga. Aniversario de Takao Saito, Goseki Kojima y Osamu Tezuka.
Estoy con Rubín (por mucho que a veces sea un bocachancla de cuidado). Y ya van unas cuantas veces.😈
Opino lo mismo que tú; estoy con Rubin, pero eso no quita que a veces sea un bocachancla de cuidado, y en otras no practique lo que predique. Hace poco hubo una polémica con varias ilustraciones que hizo para el juego de mesa «Ace of Spades» que, aunque por el contexto y el tono del juego estaban justificadas, levantaron ciertas ampollas que me parecieron comprensibles, y no leí a Rubin hacer ninguna autocritica (todo lo contrario, se enrocó en «¿cómo voy a ser racista si he hecho cómics antirracistas?», que me parece no estar muy lejos de «¿cómo voy a ser racista si tengo amigos negros?»).
Un problema del racismo es que todo el mundo asume que el suyo es normal y lógico, que es de sentido común. A los indios como el presidente Nehru le escandalizaba la segregacion racial de los USA, pero encontraba normal marginar a los parias de su país; a los españoles les indignaba el maltrato a Kunta Kinte, pero putear gitanos era lo más normal del mundo. «Pues son todos unos chorizos» (es de lo más racista creer que la gente marginada y maltratatada solo hay que tratarlos sin sospecha si demuestran una actitud de bondad extrema).
Esa idea la expone muy bien una de las tiras de Mafalda.
-No hay caso, el racismo es algo que no me entra en la cabeza. Me resulta una cosa inconcebible
-Me parece espantoso considerar inferiores a otros seres humanos por el solo hecho de no ser como uno.
-¿Todavia que tienen esa desgracia encima vamos a despreciarlos? Hay que ser mas caritativos caramba
👌
«¿Racista, yo? Prejuicios tuyos. ¿Cuándo dije yo algo contra esos cochinos negros, ehé? ¿Cuándo? ¿A ver, decí! ¿Cuándo, ehée?»
Hasta la muñeca Negra sufría prejuicios, la pobre.😈
A mi me han venido directamente diciendo que no son racistas, que solo detestan a los gitanos. Que los moros muy bien y los negros y los chinos y tal, pero que los gitanos no.
Y no hay razonamiento posible con esa gente, nada. Según ellos un gitano tiene que perder su cultura y su identidad, tiene que «integrarse» y hacerlo todo como todos los payos, pero a la vez no los quieren en sus mismos puestos de trabajo.
Y luego que no son racistas…
Los mismitos que les piden que se integren pero que como uno sí le dea por integrarse y mudarse con su familia al lado de su casa en cambio ya no le hace tanta gracia lo de la integración.😈
Dimelo a mi que hace unos años en la aldea en la que vivo compraron una casa entre todos los vecinos porque se habian enterado de que la iban a comprar una familia de etnia gitana.
Hasta en las noticias salimos.
Algun video por youtube habra.
POSDATA: Yo no participe porque me parecio un mal negocio(aparte de ser racista y algun que otro motivo mas) como asi fue ya que muchos años despues vendieron la misma propiedad por la mitad del precio que la comprarom
Y luego se quejarán de que hablen de endogamias…
Un colega mío ha descubierto hace poco la figura del sudamericano racista.
El sudamericano recién llegado a España que vota a Vox porque es racista de otros sudamericanos de piel más oscura, y de gitanos que llevan 20 generaciones siendo españoles; y quiere que se larguen de España.
Todo esto mientras su discurso está plagado de «Chevere», «Bro», «Parquear».
Angelito. Al primero al que largan de España es a ti.
😂😂😂😂 Menudos ingenuos.
Ni te imaginas la de hispanos que votaron por Trump porque «ahora que ya soy ciudadano americano no quiero que vengan más a robarme el trabajo».
Por supuesto, muchos de esos que se creían invulnerables ya han sido deportados, y lo más triste es que ni siquiera me puedo alegrar de que recibieran semejante castigo…
De hecho los voxianos se quejan de que se les dé la nacionalidad a los extranjeros (aunque lleven aquí 10 años). Asi que esa gente quizá tendrá sorpresas desagradables en un futuro que espero que no llegue.
Cumple de la guionista Mary Skrenes (House of Secrets, Plop!, Crazy Magazine, The Deadly Hands of Kung-Fu, Howard el Pato, Omega el Desconocido, Hard Time,…).🎉🎂🎉
La cuestión es, que el verdadero cambio social que estamos viviendo es que la ultraderecha ha encontrado una narrativa.
Narrativa creada en los sumideros de Internet y financiada por los grupos de poder más retrógados que uno se pueda imaginar.
Narrativa que les hace creerse en posesión de la verdad; cuando realmente lo que hace es darles excusa para soltar la irracionalidad y el odio que llevan dentro.
Porque recordemos: El fascismo tiene como característica fundamental el desprecio de la razón, el odio al intelectualismo, y el elogio a las pulsiones, la emoción y lo irracional.
Antes había un sentimiento de vergüenza, tenían complejos; ahora se muestran con autentica desvergüenza. Encima airados, porque afirman que han sido censurados y agraviados. Pues no. Os sentíais censurados y agraviados porque os sabíais dignos de reproche y de censura por la basura que conteníais dentro.
¿Que hay gente que le parece mal que Batman apalice a gente que va con armas a las zonas de los más pobres y desprotegidos a aplicar violencia?
Pues quedan retratados en su miseria moral.
Me acuerdo de Jesse Custer meando en la cruz en llamas y descubriendo, que los defensores de la gran raza blanca siempre son sus peores ejemplares porque necesitan curarse de sus complejos.
El fascismo. Esa lavadora psicológica que te hace creer que eres especial, y así superar la amargura de saber que en el fondo eres un mediocre.
La necesidad del ser humano de pertenecer a un grupo.
Y preferiblemente que ese grupo sea el mayoritario o el ganador.
Una vez le pregunte a un amigo porque eres fan de ese equipo de futbol que ni siquiera es de tu ciudad.
La respuesta de el fue:
«Porque siempre gana»
No hace mucho veía un mapa de todas las provincias de España que habían tenido un equipo en primera división y aquello era horrible, porque las hay que nunca jamás lo han tenido (curiosamente eran de las más pobres, por supuesto). Y claro, en esas provincias son todos de los dos equipos de siempre, y muchos consideran que si un dia sube su equipo a primera solo apoyarán a su equipo, cuando en realidad… Ya están alienados hasta las cachas. Que narices, en el debate futbolero ya se asume que a la gente solo le interesan «esos dos», cuando el resto de los equipos son directamente intrusos que deberían estar dia y noche agradeciendo compartir liga.
En fin, jodios malinchistas…
Es un poco como la nobleza, ¿no? Eres guay por derecho de nacimiento y el resto son inferiores, solo que en este caso lo eres por ser «blanco» mientras que antes era porque tu padre o tu abuelo le sujetaron el orinal a un rey.
Claro que los nobles si que tenían realmente esos privilegios, mientras que los fascistas tienen en la mayoría de los casos las sobras o un campo de concentración cuando vuelve a reducirse el círculo de la «raza superior».
Tuve una conversación hace poco, con el dueño de una almoneda, sitio maravilloso, ya para jubilarse.
Que recordaba, como en la transición, en una discoteca en la que estaba, entraron los de Juventudes de Falange, pistola en mano, para obligarles a cantar el Cara al Sol.
Lamentaba ver como esa gentuza que estaba muerta y enterrada ahora resurgen, haciéndose los modernos, pero repitiendo la misma mierda que él tanto tuvo que oir de niño.
Esos tiempos que los que los vivieron de verdad detestan. Porque eran miserables, violentos, e indignos hacia el ser humano.
Nueve de cada diez de esos que claman por volver al ’36 (y especialmente los más jóvenes) estoy seguro de que no les gustaría nada experimentar como era lo del ’36 (a muchos ni siquiera les gustaría mucho como trataban sus líderes a los mindundis de base como ellos).
El nacional catolicismo fue la capa que usó Franco y el fascismo español para adoctrinar a millones de niños y familias, a través de la educación y el control feroz y total de los medios de comunicación.
Puedes mirar un libro del colegio de esa época y te expone con toda claridad: En el mundo hay cuatro razas, la blanca, la negra, la amarilla y la roja, de ellas la blanca es la más inteligente». Sin despeinarse.
Así han salido muchos al igual que que sus descendientes.
Lo malo no fue eso.
Yo naci en 1975 y durante toda mi epoca escolar 80 y 90 el sXX en España ni se mencionaba en las clases y los profesores que lo hacian era para decirte:
Republica=infierno Gobierno militar(nunca le llamaban dictadura y me niego a hacerles propaganda)=Paraiso
Y hay cosas peores, como decirte que usar la lengua de tus padres es de «paletos». Que su cultura es incultura, barbarie y demás. En realidad es viejo, muy viejo, porque en Roma llamaban bárbaros a todos los demás y así adoctrinaban al personal con su idioma plagado de declinaciones, pero es más nauseabundo cuando tienes un estado con 500 años de historia y de repente te da porque nadie puede hablar otro idioma que el tuyo.
La viñeta es una clara referencia a Elon Musk y sus seguidores. Ahi es donde escuece.
Vamos, que hace referencia a los supremacistas blancos.
A los putos nazis.