Dept. Q – Un thriller policiaco de los buenos

Para mí hay pocas cosas más reconfortantes en la televisión como un buen thriller policiaco británico, algo de lo que por suerte abunda y en cantidad. Y Dept. Q ha resultado ser uno de los buenos, en donde un grupo de investigadores de lo más peculiares son encargados de reabrir casos sin resolver y acaban encontrándose de lleno en medio de una retorcida maraña de conspiraciones. Así que una vez más nos vamos a la televisión británica, vía Netflix, para descubrir hasta qué extremos es capaz de llegar el ser humano.

A descubrir la verdad

Cuatro meses después de ser herido en una emboscada, el inspector Carl Morck se ha reincorporado al servicio en el departamento de policía de Edimburgo. Pero siendo un hombre con el que resulta difícil lidiar, y buscando mantenerle ocupado para que no trate de investigar el caso que le envió al hospital, su superiora le pone al frente de un departamento recién creado para investigar los casos sin resolver que han quedado abandonados. Un departamento creado exclusivamente para tratar de dar buena imagen a la policía y que está dotado de prácticamente ningún recurso. Pero aunque Morck en un principio ignora por completo sus nuevas funciones, la insistencia de su asistente provoca que un caso de hace cuatro años acabe despertando su interés.

Esta claro que querían librarse de el

“Dept. Q” es una adaptación de la serie de novelas policíacas danesas tituladas “Department Q”, obra de Jussi Adler-Olsen y que llevan publicándose con bastante éxito desde 2007, habiéndose publicado hasta la fecha diez novelas, de las cuales las seis primeras se han adaptado al cine en Dinamarca. Pero a diferencia de otras adaptaciones similares, como las novelas suecas de Wallander, en esta ocasión la trama de la historia se ha trasladado de la Copenhague de la versión original a Edimburgo. Una adaptación detrás de la cual se encuentra Scott Frank, quien ya se encargó de adaptar para Netflix la novela “The Queen’s Gambit”, y la productora Left Bank Pictures, responsable, entre otras cosas, de series como Wallander o The Crown. Algo que me daba bastante seguridad a la hora de ver esta serie, y que junto con la efusiva recomendación que hizo Shane Black en una entrevista, me decidió a darle una oportunidad.

No faltan opciones para descubrir esta historia

Y lo que me he encontrado aquí es una de esas series que atrapan, con una trama sólida, aunque algo retorcida en ocasiones y quizás demasiado lenta para según que paladares, ya que aqui hay poca acción y mucho trabajo policial del de revisar papeleo y entrevistar gente. Una investigacion en la que cada nueva respuesta provoca nuevos hilos que seguir, con un reparto increíble y en la que el equilibrio entre el aspecto policíaco y el elemento humano es perfecto. Y esto último para mí siempre ha sido lo más importante en esta y cualquier otro tipo de ficción, ya que de nada me sirve que el resto de elementos estén perfectos si luego sus personajes son planos e insulsos, algo que por suerte no sucede en esta serie.

Y a veces su trabajo es esto, darle vueltas a lo que conocen

En el centro de todo esto tenemos al inspector Morck (Matthew Goode), un personaje que por el tráiler temía que fuese otro de esos genios insufribles que se creen con derecho a mirar por encima del hombro a todo el mundo, un estereotipo que estuvo muy de moda hasta hace poco y del que acabé muy harto. Por suerte, aunque Morck tiene algo de eso, es muy poco. Este es muy bueno en su trabajo, pero no es ningún genio, y en ocasiones mete la pata o su equipo descubre cosas que se le han escapado. Y aunque tiene muy mala fama, es más bien un hombre con poca paciencia que alguien intratable, pierde los nervios de vez en cuando, no sabe cómo lidiar con sus problemas tanto fuera como dentro del trabajo (que no son pocos), pero nunca es cruel con nadie, se siente mal cuando se da cuenta de que se ha pasado y trata activamente de ser mejor persona, resultando ser un personaje refrescantemente muy humano. Un papel que Goode borda consiguiendo transmitirnos lo roto que esta Morck y lo mucho que le cuesta dejarse ayudar.

Definitivamente buscar ayuda no es lo suyo

Su equipo también resulta ser interesante, además de pintoresco. El primero en unírsele es Akram Salim (Alexej Manvelov), un inmigrante sirio, siempre tranquilo y extremadamente educado, que buscaba trabajo en el departamento informático de la policía, que fue asignado para llevar el papeleo de Morck y que ha resultado ser un investigador tan bueno o más que este debido a su imprecisa experiencia laboral en Siria. Algo de lo que no le gusta hablar mucho, pero dada su experiencia en combate cuerpo a cuerpo, en el manejo de todo tipo de armas y su instinto policial, está claro que no era un informático precisamente. Un personaje que ofrece el contrapunto perfecto a Morck y que en ocasiones es lo mejor de la serie.

Buena parte de la dinámica de estos dos es Morck preguntándose quien es realmente Akram

Leah Byrne es la detective Rose Dickson, confinada a trabajos de despacho tras un incidente traumático que la apartó de las calles, acaba suplicándole a Morck que la deje trabajar con él, y este, motivado en parte por haberse encontrado en su misma situación, pero también porque ve el talento que posee, la añade a su equipo, siendo una de las pocas personas por allí capaz de soportar su ocasional mal humor. Jamie Sives es el inspector James Hardy, el excompañero y mejor amigo de Morck, quien también fue herido en la misma emboscada, pero sufriendo heridas de mayor gravedad que le han postrado en una silla de ruedas. Y aunque amargado por su situación, en cuanto tiene la oportunidad de volver a trabajar como detective, aunque sea a distancia, no tarda en recuperar su antiguo humor y demostrar que es de los pocos capaces de mantener a Morck a raya. Y por último tenemos a Kelly Macdonald como la doctora Rachel Irving, la terapeuta a quien Morck se ve obligado a visitar por órdenes de sus superiores y que, para su sorpresa, le trata casi como él suele tratar a los demás, lo que consigue que este acabe aceptando su ayuda y reconociendo lo mucho que necesita cambiar.

Da gusto cuando todo el casting es impecable

Y este peculiar grupo de personajes dañados que tratan de superar sus traumas se sumergen en la investigación de la misteriosa desaparición de una famosa fiscal, quien se desvaneció sin dejar ni rastro cuando regresaba a su ciudad natal tras perder un caso importante. Un caso complejo en el que se intercalan diferentes líneas de investigación que les llevan en direcciones muy diferentes y que les lleva a descubrir distintos casos de corrupción a todos los niveles, pero que no les acercan a descubrir la verdad de lo que sucedió con la fiscal. Y aunque en esta temporada ya se resuelve ese caso principal, el resto de líneas argumentales que se han planteado aquí, junto con la investigación de la emboscada donde Morck y Hardy fueron heridos, ya nos indica por dónde irán las próximas temporadas.

¿Y que fue de esta mujer?

Y por suerte ese futuro está relativamente seguro, ya que se ha confirmado oficialmente que al menos contaremos con una segunda temporada, aunque tratándose de Netflix no sé yo si podremos disfrutar de más de tres. Así que en el peor de los casos, y si no la rescata otra cadena (sí, ya me pongo en lo peor), siempre nos quedarán las películas danesas. Así que, para los amantes de los thrillers policiacos, Dept. Q debería ser un visionado obligado, al tratarse de una serie muy sólida en la que todo su reparto brilla y que no deja de sorprender en cada episodio.

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Roger
Roger
1 mes han pasado desde que se escribió esto

Me ha llamado tanto la atención el personaje sirio que igual hasta miro la serie.

Erminzah
Erminzah
1 mes han pasado desde que se escribió esto

Pues le dare un tiento, que tras acabar slow horses, tengo hueco para serie nueva, que los malditos pro-Trump de Apple, anularon el estreno de «The Savant» porque precisamente trata sobre las mierdas que está haciendo.